Migración
Mujeres de aquí y de allá que luchan por los derechos de las personas migrantes

Llegaron a España cuando aún eran unas niñas, hace más de 20 años; se establecieron con sus familias, se formaron profesionalmente, optaron a la nacionalidad y, hoy, son voluntarias por los derechos de las personas migrantes en Extremadura.

Cartel feminista
Fotografía cedida por AECOS
23 dic 2020 11:23

La historia de Pamela Justiniano, de 30 años, y Souad Chikhaoui Mourad de 21 años, se inicia en dos países con diferentes cultura e idioma y ubicaciones totalmente opuestas, pero con sistemas desiguales similares que obliga a sus habitantes a salir en busca de mejores opciones. 

Bolivia vio nacer a Pamela mientras Marruecos a Souad. Dos mujeres que no tuvieron la opción de decidir sobre sus migraciones, pero cuyas familias se movieron a España alentadas por esa idea de una “Europa más justa” en la que, sin embargo, nada ha sido fácil sino “muy difícil”.

Migración
Crónica del encuentro extremeño con mujeres migrantes
Este fin de semana se realizó en El Sitio de las Mujeres de Mérida un encuentro con mujeres migrantes de Nicaragua, Argentina, Venezuela, Rumanía y mujeres gitanas para poner en común la situación de emergencia social en la que se encuentran.

El arribo de Pamela fue todo un acontecimiento en el pueblo de Berlanga, Badajoz. El programa de televisión ‘Lo que necesitas es amor’, se encargó de reencontrar a su madre, junto a ella, su hermana y abuela. Traían billete de ida y vuelta, pero decidieron no utilizar el segundo y aprovechar “la oportunidad”.

Souad llegó como muchos, después de un largo tiempo cuando su padre, quien se inició como vendedor ambulante en diferentes zonas de España, se instaló en Almendralejo y logró tener en regla su documentación, además de ahorrar dinero para mandarlas traer a ella, su hermano y su madre.

El estigma de los otros

Los primeros días, con la euforia del encuentro de las familias, la realidad se diluyó hasta que ingresaron a la escuela, cuando tropezaron con otro mundo, uno en el que se habían convertido en los otros; donde, lejos de los principios filosóficos, su diferencia no constituía una “riqueza social” sino una categoría de discriminación y estigmatización que ambas recuerdan duramente.

“Se metían conmigo, me decían negra, me decía que me fuera a mi país, me tiraban piedras, se metían hasta con mi comida. Recuerdo cómo entre varios niños me cogían de brazos y otro me subía la camiseta para enseñar mi vello. También me decían que mi madre era una puta. Fue muy duro. Yo me escondía, no quería salir ni ir al colegio”, cuenta Pamela Justiniano, técnica de Igualdad en la Diputación de Badajoz, quien, en aquel momento, siendo una niña, nunca asoció la situación con racismo o bullying, aunque “era a la única niña que le hacían eso”.

El arribo de Pamela fue todo un acontecimiento en el pueblo de Berlanga, Badajoz. El programa de televisión ‘Lo que necesitas es amor’, se encargó de reencontrar a su madre,  junto a ella, su hermana y abuela
Pamela Justiniano
Pamela Justiniano

Para Souad la situación no era muy diferente. Los insultos, las indirectas, la segregación, el grito constante vete a tu país eran un diario en su vida. Aun con un idioma diferente, le fue evidente que había un trato inusual, y poco amistoso, por parte de sus compañeros de clases.

Nunca lo comentó con su madre, pero si lo exteriorizó en la escuela, donde los profesores no llamaron la atención de los alumnos que la atacaban y, en cambio, le sugirieron “alejarse, ignorarlos, evitarlos, pasar de ellos” como una manera de controlar la situación que,  aduce, se agudizó por ser migrante, mujer y usar el velo.

“Ahora que lo pienso hice mal por el hecho de no hablarlo, pero ahora que lo pienso si hubiera hablado ¿qué hubieran hecho? Yo creo que mis profesores eran conscientes, además los actos discriminatorios se notan. No hace falta ser un genio, se notan, eso se ve y yo diría que a veces participarían de alguna forma, directa o indirectamente”, comenta Souad, y agrega que ahora quiere contarlo “mil veces” porque sabe que hay gente que lo está pasando peor y espera que “eso cambie”.

El efecto camaleón

La niñez, siendo migrante, tanto Pamela como Souad reconocen que “fue difícil”. Cuenta Pamela que sucumbió a la presión y hasta persecución que le hacían sus compañeros de clases, que no le permitían ir a la tienda sin enfrentarse a sus ataques, por lo que optó por adoptar la estrategia del camaleón.

“He descubierto que por todos estos motivos llegó un momento cuando era pequeña que quería disimular. Quería sentirme integrada para que dejaran de meterse conmigo. Me daba rabia ser de otro país y por eso comencé a tener en cuenta que iba a estudiar y saber muchas cosas de España, y me olvidé de mi país”, lamenta, aunque de adulta ha intentado recuperar sus raíces bolivianas, un país que tampoco la reconoce como suya.

“Nunca voy a ser de ningún sitio. Para la gente, para esas leyes, esas construcciones sociales que están ahí inventadas. No me siento integrada de lo que es del todo aquí. No me siento integrada ni mi familia ni la gente migrante este integrada y no creo que sea un sentimiento mío ni un hecho aislado”

Comenta que, durante la crisis política en Bolivia en 2019, se atrevió en sus redes sociales a ofrecer una opinión sobre los hechos, la cual generó una ola de rechazo por parte de sus familiares, que reclamaron su intromisión en la política nacional de un país que no habita, que abandonó.

“¿Qué tengo que hacer para que me consideren de un sitio?”, se pregunta. Y se responde: “estoy en el mundo de los nadie”, como si ella, al igual que América Latina, tuviera las venas abiertas frente a la exclusión y el olvido social, pero no se autocompadece, se ríe de la situación: “Aunque tengas la misma cara de india no estas integrada ni allá ni acá, aunque el papel te da derechos”, dice en alusión a la ciudadanía española.

“Nunca voy a ser de ningún sitio para la gente, para esas leyes, esas construcciones sociales que están ahí inventadas. No me siento integrada lo que es del todo aquí. No me siento integrada, ni mi familia, ni la gente migrante esté integrada y no creo que sea un sentimiento mío ni un hecho aislado”, explica.

Migración
Mujeres migrantes y rurales extremeñas dan a conocer sus historias de vida
Coincidiendo con el Día Internacional del Migrante, que se conmemora hoy 18 de diciembre, 'Feministas cooperando' comparte los testimonios y las experiencias de algunas de estas mujeres.

El estigma de emigrante

Pamela comenzó este 2020 a colaborar en la Diputación de Badajoz; previamente, al igual que su madre, abuela y miles de mujeres migrantes que llegan desde América Latina, en su mayoría, trabajó en cuidados de ancianos, de lo cual no tiene muy buenos recuerdos por diferentes hechos de “explotación y discriminación”.

Su nuevo empleo ha supuesto una forma diferente en que las personas se relacionan con ella: “ahora me saludan”, dice, mientras recuerda que cuando ganó la plaza y lo comentó con alegría, las personas suponían que iba a trabajar en el área de limpieza.

(Souad) trabaja en la Fundación Ruy López, donde imparte clases de apoyo y alfabetización a la población migrante, así como traducciones, pero más allá de lo que significa para su desarrollo profesional reconoce que estos espacios son de los pocos donde se siente integrada

“Ahora que trabajo en Diputación parece que he cambiado de categoría… Incluso frente a mí hacen comentarios de otras personas migrantes, pero ellos dicen que soy diferente porque estoy trabajando. Y eso que ni siquiera se podían plantear que podría hacer otra cosa además de cuidar y limpiar”, afirma.

Por su parte, Souad continúa estudiando. Actualmente cursa Trabajo Social en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). La exigencia de quitarse el velo, cuando se ha aplicado a un trabajo, le ha cerrado las puertas. Teme que este requerimiento, que no está dispuesta a ceder, le impida trabajar después de tanto tiempo invertido en educación.

Souad Chikhaoui
Souad Chikhaoui

También trabaja en la Fundación Ruy López, donde imparte clases de apoyo y alfabetización a la población migrante y realiza traducciones, pero más allá de lo que significa para su desarrollo profesional reconoce que estos espacios son de los pocos donde se siente integrada.

“A veces te sientes menos integrada y otras más en el ámbito de lo social, en el que me integro más cuando hay gente que comparte puntos de vista conmigo. Luego pasas a otro ámbito y sientes la diferencia, empiezan a preguntarte por qué te vistes así, preguntas incómodas. Ves que hay gente abierta y acepta más la diversidad y otra gente que no acepta ningún tipo de cultura que no sea la suya”, explica.

El sistema debe cambiar

Aunque Souad y Pamela no se conocen y tampoco acuden a los mismos espacios, coinciden que el sistema debe cambiar desde lo individual hasta lo institucional, eliminando el racismo como principal obstáculo que enfrentan las personas migrantes cuando llegan a España.

Para Souad no tiene lógica ni sentido que usar el velo te convierta en un “peligro”, además de que las nacionalidades definan a las personas como “delincuentes o no”. En ese sentido, cuestiona a los medios de comunicación que identifican a los extranjeros cuando están vinculados en delitos, un hecho que no sucede cuando se refiere a un español, y que tampoco sobresale cuando la persona migrante está vinculada con actos honoríficos.

Consideran que existe un comportamiento aprendido en la sociedad española que va desde las acusaciones infundadas, las miradas y comentarios de rechazo, los insultos racistas hasta las redadas, los CIEs (Centro de Internamiento de Extranjeros), la persecución policial y una ley de migración que obliga a las personas, durante tres años, a sumergirse en la economía precaria y esclavizada para poder “optar” a una residencia.

Para Souad no tiene lógica ni sentido que usar el velo te convierta en un “peligro”, además de que las nacionalidades definan a las personas como “delincuentes o no”

Coinciden en que los rasgos físicos y culturales son rechazados, pero se resisten a negar sus raíces, que en cambio promueven el poder crecer como sociedad en diversidad. “A mí me encantan mis rasgos, solo quiero que me traten como una ciudadana más con derechos”, dice Pamela, y Souad refuerza que “me encantaría seguir manteniendo la identidad marroquí por mucho que sea difícil”.

Su fuerza, determinación, temple y fidelidad a sus raíces son admirables. Son capaces de extraer con pinzas las situaciones negativas de la migración, aunque reconocen las acciones positivas de otro grupo de ciudadanos, así como la oportunidad de vivir en mejores condiciones. Sin embargo, se niegan a tener que agradecer por ejercer un derecho fundamental.

“Me encantaría poder pasear por la calle sin que me miren mal, y llegar a casa y decir hoy no me ha visto nadie con esa mirada mala”, dice Souad. Mientras, Pamela reitera que “nacer en un lugar y en otro es algo accidental” por lo que ambas no declinan el continuar trabajando con personas migrantes para “que nadie más pase esas cosas” y, si las vive, “no se sienta sola”. 

creciendo juntas desde nuestras raíces
Este artículo se enmarca en la campaña “Creciendo juntas desde nuestras raíces” desarrollada por la Asociación Malvaluna en el marco del proyecto “Feministas Cooperando, impulsando el ámbito estratégico 2 Feminismos y desigualdades” de la cooperación extremeña, de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo.

 


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Grecia
Grecia Las familias de los ahogados en el naufragio de Pylos en 2023 continúan buscando respuestas
Se cumplen dos años de uno de los peores naufragios en las costas griegas. La madrugada del 14 de junio de 2023, un pesquero en el que viajaban unas 750 personas, colapsó. Solo hubo 104 supervivientes.
Instituciones culturales
Protesta Las editoriales migrantes exigen su lugar en la Feria del Libro de Madrid y en la industria cultural española
Una acción de protesta en la Feria del Libro de Madrid reclama más atención y apoyo a las editoriales impulsadas por personas migrantes y racializadas, que sobreviven pese a los obstáculos que reciben de las administraciones, según denuncian.
Estados Unidos
Estados Unidos “Provocación”: Trump despliega 700 marines en Los Ángeles
El gobierno estadounidense sigue tensando la cuerda en California. A las redadas masivas se le suma el despliegue de soldados, sin precedentes desde 1992. Los sindicatos de trabajadores migrantes llaman a la resistencia no violenta.
PSOE
Crisis de Gobierno “El Gobierno está en la UCI”: los aliados de Sánchez afilan el discurso en clave electoral
A la espera de nuevas pruebas que puedan afectar directamente al presidente del Gobierno o algún indicio de financiación ilegal del PSOE, Podemos radicaliza su crítica al bipartidismo y Sumar habla de “un cambio de 180 grados”.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.

Últimas

Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Tribuna
Tribuna Almacenamiento energético de Enlight Renewable Energy en Huesca: lavado verde de la imagen de Israel
VV.AA.
La empresa israelí Enlight Renewable Energy tiene intención de construir un parque de baterías para energías renovables en el pirineo oscense. Operación que el Gobierno debería prohibir por la contribución de la compañía a la ocupación ilegal israelí
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.

Recomendadas

Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.