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Medio ambiente
La manifestación del 18-D en Mérida pone el broche a un año de protestas contra la conversión de Extremadura en Zona de Sacrificio
A convocatoria de numerosas plataformas ciudadanas y organizaciones ecologistas, se celebró en Mérida, el pasado sábado 18 de diciembre, una manifestación contra el modelo productivo “basado en el saqueo de Extremadura”. Varios centenares de personas, muchas de ellas provenientes de diversos puntos de la región afectados por proyectos extractivistas o relacionados con el negocio de las energías renovables, se manifestaron por la capital extremeña en un ambiente festivo en el que no faltaron cánticos y referencias a los diferentes conflictos que, en la práctica totalidad de la comunidad autónoma, se desarrollan en defensa del territorio.
La manifestación se inició en el Teatro Romano y, tras recorrer las calles adyacentes al mismo y las arterias céntricas de la localidad, concluyó en la Plaza de España, donde se sucedieron diversas intervenciones. Antes de la lectura del comunicado final, se pudieron escuchar las palabras de Joaquín Araújo (escritor, periodista, director de cine documental y primer español en recibir el premio Global 500 de la ONU, por su defensa de la naturaleza).
Energías renovables
Parques eólicos Oposición al macroproyecto eólico en Montánchez: “Si ellos han venido a insultarnos, nosotros venimos a defender la tierra”
Durante la movilización se coreó insistentemente el cántico “renovables sí, pero no así” (en referencia al monopolio de las renovables por parte de las principales empresas eléctricas), también “fuera los molinos de las tierras de cultivo”, así como otros desbordados de ingenio, como “tiene el Gobierno un plan imparable, que todo lo cuela con ser renovable” al ritmo de La tarara o “las zonas rurales estamos hasta el moño de llenar bolsillos al oligopolio”. Y también consignas alusivas a Guillermo Fernández Vara y al papel de la Junta de Extremadura en todos los frentes de confrontación medioambiental de la región. Cantos satíricos usando melodías populares acompañaron en todo momento el transcurso de un acto en el que participaron personas de todas las edades.
Concluye esta movilización un año donde se ha puesto sobre la mesa, desde diversas plataformas ciudadanas y organizaciones ecologistas, el alto nivel de conflictividad, oposición y debate social que múltiples proyectos mineros, eólicos o fotovoltaicos concitan entre la ciudadanía afectada
Fácilmente identificables por sus pancartas y camisetas, cientos de personas de la Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres, de la Campiña Sur, Villuercas, Olivenza o Cañaveral, afectadas por megaproyectos de minería de elevado impacto ecológico. Colectivos protagonistas este año de numerosas protestas, entre las que sin duda cabe destacar la larga cadena humana que, en Cáceres, unió simbólicamente el corazón de la ciudad con la montaña de Cáceres, que se pretende perforar y dinamitar para extraer litio, y que congregó en su día a miles de personas, constituyendo un éxito sin precedente inmediato. Junto a esos colectivos, estaban también las plataformas de Villuercas Oeste o Montánchez (Plataforma Cívica Sierra de Montánchez-Natura), comarcas de alto valor natural afectadas por “parques eólicos”(grandes superficies de molinos eléctricos) y en las que se mantiene un duro pulso con los empresarios promotores de los mismos.
No faltaron tampoco asociaciones de nuevo cuño como ALIENTE (Alianza Energía y Territorio), y los colectivos ambientalistas más activos de la región como Ecologistas en Acción o ADENEX. Se hicieron sentir en la convocatoria, también, colectivos en defensa del ferrocarril, y desde el campo sindical apoyó con su asistencia el Sindicato 25 de Marzo.
Minería
Minería a cielo abierto en Extremadura Poderosos intereses tras el litio de Cañaveral, en Cáceres
En el documento que cerró el acto se hizo referencia expresa a la minería, de la que se afirmó que “no la queremos, sabemos que no ha hecho más rica a esta tierra, que promete hasta conseguir la explotación y que no restaura, que las empresas salen corriendo con los bolsillos llenos de subvenciones y los trabajadores en las calles se manifiestan engañados, dependiendo de un modelo incompatible que arruina otros sectores sostenibles. Sabemos que el rendimiento de partes de metal por roca es ínfimo , lo que obliga a buscar el mínimo coste de extracción, con un gran coste para el ambiente y la sociedad”.
Igualmente se denunció el “hartazgo” motivado por el sacrificio de “nuestros campos, nuestros ríos y montes para producir para otras comunidades y países sin recibir a cambio más que las migajas, pagando un precio demasiado alto. La producción de energía no ha hecho más rica a Extremadura”.
Concluye esta movilización un año donde se ha puesto sobre la mesa, desde diversos colectivos sociales y organizaciones ecologistas, el alto nivel de conflictividad, oposición y debate social que múltiples proyectos mineros, eólicos o fotovoltaicos concitan entre la ciudadanía afectada. Relacionados con los mismos, y operando como escenario último que los enmarca y contextualiza, está también el disparatado precio de la luz, el papel del oligopolio eléctrico en el negocio de la energía solar (que inunda de placas la región sin revertir ningún beneficio en la misma y bordeando, además, la legalidad en su tramitación y ejecución) y la omnipresente sombra de Almaraz, una central nuclear que debiera estar ya cerrada y que constituye, sin duda, el eje del expolio energético de Extremadura, así como la más importante de las agresiones que llevan camino de convertir la comunidad autónoma en lo que se ha dado en llamar una zona de sacrificio.