Crisis climática
Esto es un acto de desobediencia civil

Carta abierta de un científico que abandona su labor investigadora para concienciar y movilizar a la población ante la crisis climática y ecológica.
Manifestacion No hay planeta B 2
Manifestación por el clima en Madrid en septiembre de 2019. Elvira Megías

Doctor en Física y Matemáticas, Marie Slodowska-Curie Early Stage Researcher, Universidad de Roma Tor Vergata

17 ene 2022 05:25

“Aquellos que tienen el privilegio de saber, tienen el deber de actuar”

A. Einstein

Soy un científico que abandona de manera indefinida su labor investigadora para concienciar y movilizar a la sociedad para que presione a sus gobiernos a actuar ya sobre la emergencia climática y ecosocial en que nos encontramos. En particular, me uno a la campaña de movilización de Scientist Rebellion de cara a la Rebelión Global de abril 2022. En esta carta expongo mis razones.

Nuestro planeta está enfermo y nosotros también lo estamos. Todas las formas de vida de la Tierra se encuentran en un peligro extremo, incluyendo a la humanidad. Lo sabemos desde hace demasiado tiempo ya y nos produce un dolor tan hondo que preferimos negarlo. Preferimos quedarnos con una vista parcial e intentamos encontrar soluciones pequeñas y aisladas al descomunal desastre que nuestra civilización está causando a la biosfera.

La habitabilidad de la biosfera, de la que somos parte, depende de una red extremadamente compleja de relaciones entre los seres vivos, el clima y la corteza terrestre. Esta red está sustentada por unos pilares interconectados muy específicos, que nuestras industrias atacan sistemáticamente. Cada día que pasa están más cerca del colapso.

¿De verdad es más fácil aceptar este lento y doloroso camino a la extinción humana, por medio de guerras y otras catástrofes, en vez de reconocer que es necesario un cambio profundo en el sistema?

En los últimos 200 años, las actividades industriales han supuesto un incremento global de la temperatura de 1,2 grados con respecto a los niveles preindustriales. Esto es lo que dice la ciencia de manera inapelable. Como se puede comprobar, solo 1,2 grados son suficientes para desestabilizar todo el sistema climático, lo que conlleva enormes desastres para personas y ecosistemas que no tienen ninguna responsabilidad en este problema.

La ciencia dice que, en los escenarios más optimistas, es inevitable alcanzar 1,5 grados. El hielo polar y los glaciares que ya se han derretido no se van a volver a congelar. La mayor parte de la Gran Barrera de Coral ya se ha perdido. El bosque amazónico no va a volver. A la ciencia le ha llevado décadas aceptar de manera unánime esta realidad. Este sistema tóxico nos lleva con una tremenda inercia a un incremento de hasta 5 grados. Esta gran máquina de la muerte está provocando la sexta extinción masiva de especies de toda la historia del planeta. La humanidad existe desde hace más de 200.000 años, pero en los últimos 200 hemos perdido completamente el control. Duele, duele profundamente.

Hemos esperado demasiado tiempo a aquellos cuyo deber es protegernos a nosotros y a nuestro hogar de la destrucción

¿Alguien se atreve a decir que podemos seguir quemando combustibles fósiles en nombre del progreso?

En cada uno de los últimos 26 años, ha habido una cumbre internacional sobre el clima (COP), donde los políticos se reúnen para abordar este problema. Ninguna cumbre ha producido cambio significativo alguno en nuestra tendencia de calentamiento global. En la última cumbre, en noviembre de 2021, ni siquiera hemos podido eliminar los subsidios a la industria del carbón, que es la más contaminante. Esta locura se va a seguir financiando con dinero público.

¿De verdad es más fácil aceptar este lento y doloroso camino a la extinción humana, por medio de guerras y otras catástrofes, en vez de reconocer que es necesario un cambio profundo en el sistema?

Hemos esperado demasiado tiempo a aquellos cuyo deber es protegernos a nosotros y a nuestro hogar de la destrucción. Solo la gente ordinaria podemos tomar nuestra responsabilidad colectiva para hacer posible ese cambio y parar esta máquina de la muerte. Solo nosotros y nosotras podemos tomar las decisiones tan duras que nuestros gobernantes son incapaces de tomar. Solo exigiendo democracia real podremos conseguir justicia climática.

Dada la situación, decido tomar parte. Soy un científico del sector aeroespacial que trabaja para un proyecto del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea y creo que nuestra civilización está tomando el rumbo equivocado. Porque nuestro desarrollo ha llegado a su máximo, debido a los límites incuestionables impuestos por un planeta finito, que ya está realmente débil. Porque no hay dónde escapar y no hay tiempo para soñar con mágicas soluciones tecnológicas o fantasías espaciales para los próximos 200 años. Porque el sector aeroespacial es responsable de enormes emisiones de gases de efecto invernadero y continúa creciendo. Porque cuando hay un incendio en tu casa, no puedes entretenerte con cohetes de juguete. Y porque esto al final solo beneficiará a los más privilegiados.

No voy a presentar la renuncia a mi trabajo, porque el dinero público se debería destinar a luchar contra esta emergencia en vez de a promover un crecimiento irrealizable o dar subsidios a la industria de los combustibles fósiles

Por tanto, decido dejar de trabajar para alimentar esta inercia y este espejismo. Al contrario, dedicaré mi jornada laboral al completo a empujar en la dirección del cambio. Como científico y activista, voy a dar charlas de divulgación sobre la emergencia climática y ecosocial basadas en las conclusiones de los últimos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y el uso de la resistencia civil no violenta como la única vía pacífica para producir los profundos cambios democráticos que necesitamos. Estas charlas se darán en España como parte de las campañas de movilización de Scientist Rebellion y Extinction Rebellion España de cara a las acciones convocadas para la primavera de 2022 y posteriores. Estarán dirigidas a la sociedad en su conjunto y se darán en universidades y otros centros de la cultura. Pero no voy a presentar la renuncia a mi trabajo, porque el dinero público se debería destinar a luchar contra esta emergencia en vez de a promover un crecimiento irrealizable o dar subsidios a la industria de los combustibles fósiles. Porque la gente tiene derecho a saber la gravedad de la situación y que somos capaces de revertirla pacíficamente por medio de la resistencia civil masiva. De modo que, asumo las consecuencias derivadas de abandonar mis obligaciones investigadoras.

Al igual que mis hermanas y hermanos activistas de todo el globo ponen en riesgo sus cuerpos, su salud y su libertad porque creen que un mundo más justo es posible, yo pongo en riesgo mi posición de privilegio y doy mi voz. Porque compartimos los mismos miedos y las mismas esperanzas. Esta acción de desobediencia es para inspirarlos a ellos y a otra gente que piensa lo mismo —al igual que ellos y ellas me inspiran a mí—, y para decirnos a nosotros mismos que parar este desmesurado exterminio de vida todavía es posible. Con esta acción les muestro mi respeto, mi admiración y mi apoyo.

Finalmente, quiero resaltar que no tengo nada en contra de proyectos individuales como en el que participo, ni contra la gente trabajando en los mismos. Estoy agradecido a todos mis colegas, son personas brillantes que tienen mi cariño y mi respeto. Espero que entiendan mis razones. Esta acción no pretende señalar a nadie directamente, sino poner encima de la mesa la necesidad de implicación urgente de la sociedad civil, y de la comunidad científica y académica en particular. Necesitamos decir la verdad y actuar de manera decidida para producir cambios significativos en el sistema.

Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.
Tribuna
Tribuna La Lotte en Mont-roig del Camp: ¿Todo vale en nombre de la transición verde?
La construcción de una fábrica de componentes para baterías por parte de una multinacional se quiere imponer en una zona de Tarragona ya históricamente castigada.
Crisis climática
Informe Las diez empresas más contaminantes del país son responsables de un quinto de las emisiones españolas
Repsol mantiene el podio gris de empresa más contaminante que le arrebató a Endesa en 2020. Completan el top 10 de compañías más emisoras energéticas, cementeras y siderúrgicas, que copan entre ellas el 56% de las emisiones del mercado de carbono.
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.
Opinión
Opinión ¡A la mierda Europa!
Hay otra Europa que es víctima de la Europa neoliberal y belicista que apuesta por la industria de las armas a costa de los derechos sociales, es una Europa que se muere de vergüenza cada vez que ve imágenes de Gaza o Cisjordania.
Laboral
Laboral Los sindicatos convocan huelga en Mediapro durante las últimas jornadas de la liga de fútbol
El final de la liga de fútbol podría no verse en televisión si la empresa HBS, nueva adjudicataria de la producción de La Liga, no garantiza la subrogación del personal. Los sindicatos han convocado huelga del 13 al 27 de mayo en el grupo Mediapro.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?

Últimas

Sanidad
GENOCIDIO EN GAZA 200 trabajadoras del Hospital de Cruces piden vetar los fármacos de Teva Pharm
Las profesionales sanitarias registraron el pasado 2 de mayo una petición ante la Dirección de Osakidetza para exigir la retirada inmediata de todos los productos de la farmacéutica israelí.
Ayuntamiento de Madrid
Fórmula 1 en Madrid Madring: el gran evento de la “marca Madrid” que no respeta trámites ni esperas
El Ayuntamiento ha aprobado la licencia de obras del futuro circuito de Fórmula 1 mientras el plan urbanístico del mismo está recurrido en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y sin resolver a las alegaciones de la oposición ni vecinales.
Madrid
Madrid El grito de ‘Altri Non!’ llega al Congreso de los Diputados
La Plataforma Ulloa Viva y organizaciones ecologistas exigen directamente al Gobierno español que rechace subvencionar el proyecto de la macrofábrica de celulosa y que respete la voluntad del pueblo gallego.
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal
Más noticias
Libertad de expresión
Libertad de expresión La Justicia da la razón al humorista Héctor de Miguel, Quequé, frente a la denuncia de Abogados Cristianos
La Audiencia Provincial de Madrid estima el recurso de apelación presentado por Héctor de Miguel, imputado por unas declaraciones tras una denuncia de Abogados Cristianos.
Senegal
Senegal El Gobierno senegalés cumple su primer año en el poder con más preguntas que respuestas
El Pastef, el partido panafricanista senegalés, llegó a la presidencia a finales de marzo de 2024 con propuestas radicales de cambio. Un año después, limitado por la deuda externa, mantiene el apoyo popular mientras busca un nuevo acuerdo con el FMI.

Recomendadas

Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.