Coronavirus
Disparar al mensajero

Lo que vimos muchas de nosotras es que en determinados barrios y en determinadas ciudades hubo familias que pasaron de las normas impuestas para el desconfinamiento de los y las menores. Y no es una cuestión de teleobjetivos. ¿Es casualidad que fuera en los barrios acomodados donde más se saltaron la norma?

Domingo de desconfinamiento de niños durante el estado de alarma
Familias en el Jardín del Turia, Valencia, durante el domingo 26 de abril. Eva Máñez
28 abr 2020 18:00

El pasado domingo muchas y muchos fotoperiodistas salimos a currar con una sonrisa. Después de 45 días haciendo fotos de calles vacías, de UCI con doctoras y enfermeros batiéndose el cobre, de gente sin hogar, de makers ingeniando EPI con sus impresoras caseras 3D, de cementerios, de balcones, etc. Cuarenta y pico días currando muchos de nosotros con mascarillas y guantes conseguidos casi de contrabando porque, a pesar de ser un servicio esencial, nadie pensó en dotarnos de material que nos cuidara y que protegiera a la gente con la que nos cruzamos. Periodistas y fotoperiodistas que hemos estado saliendo a la calle a pesar de lo difícil que está siendo informar en esos días, a pesar de que muchos somos víctimas de ertes o de situaciones económicamente muy complicadas como autónomos precarios. Pues el domingo 25 salimos a currar con una sonrisa, con ganas de hacer fotos bonitas de niños y niñas en las calles.

Y lo que vimos muchas de nosotras es que en determinados barrios y en  determinadas ciudades hubo familias que pasaron de las normas impuestas para el desconfinamiento de los y las menores. Y no es una cuestión de teleobjetivos. Si antes había en redes saturación de virólogos y epidemiólogos, ahora es de especialistas en óptica fotográfica. Como dice mi compañero Natxo, fotógrafo deportivo, “que un tele aplana la imagen es cierto. Que el domingo bajo de mi casa habría 400 personas todas al mogollón jugando partidos de fútbol como si nada, también. Eso lo vi yo con mis ojos paseando al perro, no me hacía falta cámara”.

La estampa más común: padre y madre, con polo y jersey sobre los hombros y dos o tres hijos vestidos igual

Valencia 12h30 del mediodía en el Jardín del Turia, un parque muy extenso en lo que antiguamente fue el lecho del río Turia. A la altura del Eixample —la zona con los barrios de mayores rentas de la ciudad— cientos de familias pasean o juegan al fútbol. La estampa más común: padre y madre, con polo y jersey sobre los hombros y dos o tres hijos vestidos igual. Mi ilusión de hacer fotos bonitas mutó en pánico. Toda mi preocupación como profesional en aquel momento era poder contar ese desmadre sin que se le viera la cara a ningún niño o niña. Cuando llegué a casa, las publicaciones en Twitter superaban con mucho lo que yo pude fotografiar sin sacar caras de menores. Además de la fotogalería en el medio en el que trabajo, puse algunas fotos en mi Facebook con el siguiente texto: Hay que joderse que nos están inflando a multas y controles en los barrios populares y ahora vengan los de Cánovas, en el río, y hagan insumisión total a las normas del parque”. Este comentario y las cuatro fotos desencadenaron casi 500 comentarios en mi muro y en el de las personas que lo compartieron. Eso junto con la lectura del artículo en El Salto “Conductas irresponsables, teleobjetivos y pánico social me ha animado a escribir estas líneas.

¿Es casualidad que fuera en los barrios acomodados donde más se saltaron la norma? No hay fotos de familias de El Cabanyal (barrio más popular) abarrotando la playa, por ejemplo

Las normas eran claras: una persona adulta hasta con un máximo de tres menores. Esto no es un desconfinamiento en familia, esto es una desescalada que ha empezado con los y las menores de 14 años. Yo no soy viróloga pero entiendo que la misma lógica que no permite más de tres personas en un entierro debe ser la que rige esta norma. Es una cuestión de matemática exponencial, cuanta más gente en la calle más probabilidad de contagio. Cuanta más sensación de vuelta a la normalidad sin que realmente hayan bajado los contagios, más difícil será volver a esa normalidad, y llevamos 24.000 muertos. Y con esta simple norma a mi, con mis prejuicios de gente de izquierda de Benicalap (barrio de clase trabajadora), me surgen las dudas y los interrogantes. ¿Es casualidad que fuera en los barrios acomodados donde más se saltaron la norma? No hay fotos de familias de El Cabanyal (barrio más popular) abarrotando la playa, por ejemplo. ¿Es la misma lógica que exige el pin parental el que llenó el parque del Jardín del Turia el pasado domingo? ¿Algo así como mis hijos son míos y a mi ningún gobierno de izquierdas me va a decir lo que tengo que hacer con ellos?

Ni los niños y niñas son seres de luz, si no personas que hacen lo que sus progenitores les dejan, ni los fotógrafos son policías aficionados con teleobjetivo. Como dice el fotógrafo Morenatti en una entrevista a propósito de las fotos de ese día en Barcelona, “es la única perspectiva para hacer esa foto. Si alguien sabe alguna mejor, que me lo diga. Lo que pasa es que a la gente no le gusta lo que ve, así que atacan al fotógrafo, lamenta. 

Empezaban Sara Plaza y Sarah Babiker su artículo diciendo que “quienes ayer viralizaban bilis quizás no se den cuentan de que cuando solo se muestran las infracciones y se globalizan como norma, lo único que se consigue es que aumenten las restricciones. Que se acoten aún más nuestros derechos”. Lo siento, pero salir “en familia” por el momento no es un derecho. Y saltarse las normas porque a uno o a una no le guste, no las entienda o crea que no van con sus principios, es una cuestión de insumisión (yo fui insumisa autoinculpada al servicio militar y compañeros estuvieron en la cárcel por ello). Me temo que es la derecha de las caceroladas y las banderitas la que ahora está esgrimiendo esa insumisión. Y digo esto sin querer generalizar, porque ni toda la gente de derechas se salta las normas, ni todas las vecinas y vecinos de L'Eixample salieron “en familia”, ni toda la gente de esos barrios es facha. Pero hay mucho de “eso no va conmigo, que me den test y la culpa es del gobierno”.

Algún día tendremos los datos de las denuncias policiales por barrios. Con esos datos en las manos podremos ver si la presión policial, las multas, las sanciones (y las agresiones policiales, que también ha habido) ha sido la misma en todos los barrios.

Como decía alguien en mi muro: “No estamos todos en el mismo barco. Estamos todos en el mismo mar: unos en yate, otros en bote, otros a nado”. Algún día tendremos los datos de las denuncias policiales por barrios (datos que Sergi Pitarch de eldiario.es me dice ha solicitado insistentemente pero aún no ha facilitado el Ministerio del interior). Con esos datos en las manos podremos ver si la presión policial, las multas, las sanciones (y las agresiones policiales, que también ha habido) ha sido la misma en todos los barrios.

Lo que sí que tengo claro es que los y las fotoperiodistas que trabajamos el pasado domingo ni teníamos indicaciones de sacar multitudes, ni manipulamos fotos ni estuvimos a ver si pillábamos a niños, niñas y progenitores saltándose las normas. Ni mucho menos somos personas afilando sus cámaras, cargando bien sus móviles y desempolvando teleobjetivos para ir a la caza del infractor”, como dicen las autoras del artículo.

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#59084
1/5/2020 9:17

Gracias por crear odio y polémica barata e innecesaria que demuestra tu falta de "sensibilidad" ante esta situación de confinamiento. Me imagino que te habrán contratado más de una vez los "compra periodistas de la izquierda" para que pongas tal montón de despropósitos. Sal de la cueva y date un paseo por los barrios populares para que veas la realidad ...

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#59079
1/5/2020 7:33

Eva Máñez

Tu opinión (porque es sólo eso, tu opinión) sólo se sostiene dando validez a una generalización bastante poco ética como ¿periodista? Básicamente estás diciendo que los barrios con una renta menor (manipulación para que se lea "pobres"), son barrios con gente más cívica, cauta y preocupada que la que vive en barrios acomodados (manipulación para que leamos "ricos insensibles"). Y todo ello en base a un hecho particular "pijos que bajaron al río sin cumplir las normas". Algunos de los que aparecen en las fotos se subieron al ver la situación, pero ya les habían hecho la foto.

Dilo abiertamente muchacha. No te cortes. Di "los pobres son gente maravillosa", "los ricos son unos cabrones". Así te ahorras todos los sesgos, imprecisiones, valoraciones, prejuicios y demás tópicos de justicia social mal entendida.

Básicamente lo que pretendes (no parece que quieras ocultarlo en exceso), es atraer polémica en base a la eterna "lucha de clases", y con ello conseguir visitas o notoriedad. En parte lo has conseguido, pero con un coste elevado: mentira y odio.

Tu discurso de que la gente es mejor o peor en base al dinero que tienen en el banco, como visten ellos o sus hijos, o el barrio donde viven, es tan cierta como que todos los inmigrantes son delincuentes. Pero usando la primera afirmación ganas la simpatía de quienes buscan "alguien a quien odiar".

Asignas un estrato social a personas que no conoces, en base a su forma de vestir. Si conoces Valencia, sabrás que en Cánovas hay gente de todas las clases y condiciones, algunos gente mayor que nunca se ha movido de ese barrio de "pijos afortunados", porque están en sus casas confinados, esperando el momento de poder salir. Hay gente que viste muy bien y no tiene un duro en el banco, y hay gente que viste andrajosa y es de las personas más ricas de Valencia.

Yo vivo en un barrio de esos que tú llamas "populares". Y casualmente hay mucha gente que aprovecha el estado de alarma para hacer pintadas en las paredes, dejar la basura en la acera, llenarla de cacas y meadas de sus perros, o salir a hacer sus trapicheos con mayor impunidad. Pero eso no viraliza tanto como tu mensaje de ricos y pobres.

Sacar conclusiones generales de hechos particulares suele ser arriesgado, pero en tu caso la intención es clara: crear diferencias artificiales entre barrios para enfrentar a la gente. No vale la pena volver a leerte.

Saludos

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#59070
1/5/2020 1:47

Basura de artículo. Suéter en los hombros y polo? Gente de Cánovas? Que a esa parte Del Río no pueden ir más que los de Cánovas? Venga ya. Menuda manera de meter mierda política en todo. Al final lo que demostráis cuando habláis así es que en verdad tenéis envidia!

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#58937
29/4/2020 23:46

Desde mi balcón aquí en un punto intermedio entre Sant Adriá , santa coloma.y Badalona, también se lo han pasado por el forro. Es una zona de lo mas currante y pobre de España. Se han cebado con las multas también. Tienes razón lo que dices, los mismos que han aplaudido han salido en tropel con esas mismas excusas. No debían haber dado este permiso en domingo, creo...

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#58927
29/4/2020 21:32

Hola. Soy el padre del suetercito en los hombros. Hablar de irresponsabilidad es no haber estado en el río. Y encima destacar que los del suéter oyó en el hombro encima más irresponsable es clasismo deleznable por tu parte.
Por cierto los de enfrente son grandes amigos que viven cerca y coincidimos, siempre con absoluto respeto a las recomendaciones.
Espero que mia hijos, cuando lean un poco mejor, sepan distinguir las tonterías y toxicidades como la suya escrita de lo que puede ser interesante.
El próximo finde búsqueme por el río. Llevare mocasines con borlas y Rayban. No te jode.

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#58913
29/4/2020 17:59

Bueno, me parece increíble que se suelte ahora que son los ricos los que no cumplen las normas. Lo primero que seguir saltándose los derechos fundamentales de las personas aludiendo a que las decisiones no son políticas si no de salud es mucho morro y veremos si es legal. Segundo, gente que se salta las normas las hay de todas la clases y por todas partes. Y personalmente, a mucha de esa gente que ejerce la desobediencia civil con responsabilidad, la aplaudo (no hablo de fiestas, raves etc si no de gente que ha salido a correr al bosque). Yo lo que veo es una sociedad que está tragando con un montón de barbaridades sin plantearse si quiera la lógica de las decisiones. Detrás de cómo ha llevado este gobierno nuestra coacción de la libertad hay muchas razones políticas. Aquí algunas de ellas: No creen en la gente, piensan que la población española es irresponsable y necesita tutela (dando la razón a mucho fascista alemán). Piensan que el miedo es la única manera de que nos comportemos adecuadamente a la situación, de ahí el ejército y la prohibición de todo lo que sonase a ocio en la calle (aunque no fuera para nada peligroso). Para que los países responsables del norte estén dispuestos a soltar dinero para la recuperación hacía falta darles algo a cambio, la mano dura. Y lo último, como dice Rufián, es una solemne estupidez que se pueda ir a la peluquería antes que ir a ver a tu madre (ni una sola de las decisiones han tenido en cuenta que lo importante en la vida de la gente no es ir a trabajar).

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#58911
29/4/2020 17:54

Igual que la autora del artículo dice que no todo el mundo se comporta igual.....tampoco estaba todo el país criticando en Twitter.
Están los que están siempre...y en época de estar en casa estamos/están aburrid@s.
Me encanta el artículo Eva.....

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#58897
29/4/2020 15:59

Hablemos de cómo cambiar el sistema de producción para dejar de estar todxs en peligro de extinción como planeta...

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#58870
29/4/2020 8:55

El autor da muy pocas pruebas de lo que afirma y se reconoce incluso que las que hay no son muy fiables. Hay gente saltandose las normas pero obviamente no es generalizado ni siquiera en esos barrios.

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#58844
28/4/2020 21:25

Muy interesante este análisis de clase que encaja en nuestra llamada a la reflexión sobre lo que pasó el pasado domingo, en el artículo citado, en el que por cierto en ningún momento acusamos a los fotoperiodistas de lo que afirma la autora y no consideramos que pasear en familia sea parte de nuestros derechos. Sentimos, como ya le comentamos, que haya malinterpretado nuestro texto.

Sara Plaza y Sarah Babiker

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