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Emmanuel Macron siempre encuentra un camino a la derecha. En la mañana del 5 de septiembre, el actual presidente de la República francesa ha nombrado a Michel Barnier, político de los Republicanos —la derecha gaullista, en minoría en el Parlamento—, como nuevo primer ministro. Barnier, que ha sido cuatro veces ministro en anteriores gabinetes, dos veces comisario europeo y fue uno de los zares de la desconexión británica de la Unión Europea, alcanza así el pico de su carrera en un momento en el que el electorado francés ha virado claramente a la izquierda, como se demostró en las elecciones del 8 de julio, con la victoria del Nuevo Frente Popular.
Después de dos meses de búsqueda y tras el rechazo explícito de Macron a la candidata del Nuevo Frente Popular, Lucie Castets, Macron ha tratado de desencadenar su rápido golpe lampedusiano con el nombramiento inmediato de Barnier, tras una sesión de consultas realizada esta misma mañana. En lugar de optar por la izquierda, el movimiento permitirá formar Gobierno, un gobierno que tiene que ser votado por la asamblea, a un partido que en julio solo obtuvo el 5,41 % de los votos.
El grueso de la coalición de izquierdas ha mostrado su más profundo rechazo a la elección presidencial. Desde la izquierda de la France Insumisa hasta el extremo centro del PSF, las primeras declaraciones han sido de condena y parece más que improbable que el candidato de Macron obtenga los votos suficientes en la Asamblea de estos grupos. De hecho, algunos de ellos ya han convocado una manifestación este sábado para pedir la destitución del presidente francés.
También se ha mostrado en contra el sindicato mayoritario CGT, que, a través de su secretaria general, Sophie Binet, ha denunciado el “desprecio por el voto de los electores” que supone el nombramiento de Barnier. La Unión de Estudiantes y el Sindicato de Escuelas Secundarias han denunciado el nombramiento y han convocado también a la manifestación del día 7.
Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa y artífice del Nuevo Frente Popular, ha acusado a Macron de “robar las elecciones” y de estar llevando a cabo una negación de la democracia. Para el veterano líder, el nombramiento ha sido realizado "con el permiso y quizás la sugerencia” de Reagrupación Nacional (RN), el partido de extrema derecha de Marine Le Pen.
Fabien Roussel, del Partido Comunista Francés, ha hablado de un “corte de mangas” de Macron a la democracia; la líder de los verdes, Marine Tondelier, de “escándalo” y la presidenta de la Francia Insumisa en la Asamblea ha definido la decisión como un “golpe de estado inaceptable en una democracia”.
En la misma línea que Mélenchon, François Hollande, expresidente y candidato del Nuevo Frente Popular por uno de los departamentos en las pasadas elecciones a la asamblea, ha denunciado que el nombramiento de Barnier ha podido ser bendecido por Le Pen.
La propia líder ultra ha celebrado el nombramiento de Barnier como alguien que “parece cumplir al menos con lo que habíamos solicitado (...) alguien que sea respetuoso de las diferentes fuerzas políticas y capaz de poder dirigirse a Reagrupación Nacional”. Marion Maréchal, eurodiputada de RN ha ido más allá recuperando un extracto de un debate electoral en el que el nuevo primer ministro exhibe sus ideas antimigración.
Castets, la elegida por el Nuevo Frente Popular, que fue descartada, entre otras cosas, porque su plataforma iba a retirar el polémico pensionazo del Gobierno de Renassaince, ha sido especialmente crítica con el paso tomado hoy: “Emmanuel Macron está sentando las bases para la RN”, ha apuntado, antes de calificar como reaccionarias las ideas de Barnier.
Otra figura de la política europea que ha recibido bien la noticia ha sido la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que ha deseado “mucho éxito en su nueva misión” al primer ministro entrante. Está previsto que hoy, 5 de septiembre, a las 18h se produzca el traspaso de poderes entre Gabriel Attal, el primer ministro más joven a la hora de ser elegido y Barnier, el más viejo de todos ellos.
Barnier tiene como primer objetivo presentar el 1 de octubre un proyecto de presupuesto para 2025 en el Parlamento. En segundo lugar, deberá tratar de negociar para evitar una moción de censura, que la extrema derecha ya ha dicho que no presentará de entrada pero que es una posibilidad cierta para la izquierda.
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La historia se repite, de nuevo el "centro derecha" allanando el camino para que gobierne la ultraderecha y aquellos que reniegan de los principios democráticos.
Bueno hay que ver el lado positivo, a partir de ahora no creo que se diga que la izquierda tiene que apoyar en ciertos casos a la derecha para frenar a la extrema derecha.
Flipo, en breve ya ni nos dejarán votar. Total, viendo cómo respetan lo que la gente elige. Macron es un lamentable sinvergüenza y von der Leyen lo mismo por celebrar este "golpe"
Macron no es más que un vulgar dictador Neoliberal de derecha extrema,
Macron no es más que un vulgar dictador Neoliberal de derecha extrema, nada nuevo
Como dije, Macron el estratega, primero yendo de antifascista para sobrevivir, y más tarde demostrando su verdadero ser, el de un millonario que defiende a millonarios y se la suda la voluntad popular.
Esto es un escándalo democrático que se debe de combatir y con el que hay que hacer avanzar el apoyo al NFP.