Irene de Miguel: “No tenemos las mochilas del PSOE, somos la alternativa”

La candidata de Unidas por Extremadura a la Asamblea de Extremadura encabeza un proyecto que aspira a ser el dique de contención frente al modelo “turboliberal” de derecha y ultraderecha y la alternativa real al PSOE de Gallardo.
Irene de Miguel mitin Extremadura elecciones
Irene de Miguel en acto de campaña. Fotografía de Unidas por Extremadura.
15 dic 2025 07:28

Irene de Miguel es ingeniera agrónoma y una política experimentada en el parlamentarismo autonómico: entró en la Asamblea en 2015 y hoy lidera Unidas por Extremadura con la vocación de “dar el campanazo”. Encabeza un proyecto que aspira a ser el dique de contención frente al modelo “turboliberal” de derecha y ultraderecha y la alternativa real a las “mochilas” del PSOE de Gallardo. Defensora de un medio rural vivo y crítica con el “colonialismo energético” de Almaraz, propone blindar los derechos sociales para construir una sociedad de cuidados. Charlamos con ella de cara a las próximas elecciones del 21 de diciembre.

Irene, entraste en la Asamblea de Extremadura en el año 2015. Han pasado ya diez años desde entonces. Has asistido al rodillo de las mayorías absolutas y ahora a la gobernanza de la derecha y ultraderecha. ¿La institución ha sido la herramienta de transformación que imaginabas? ¿Qué valoración haces de esta década de política institucional en nuestra tierra?Obviamente la institución no ha sido la herramienta de transformación que imaginaba, también básicamente porque no hemos llegado a poder gobernar en la institución, en la Asamblea de Extremadura. Y cuando tuvimos la capacidad de poder intervenir o poder marcar camino, creo que también fuimos bastante inocentes y no supimos aprovechar el momento como hubiéramos podido.

¿Qué le diría la Irene de Miguel de hoy a la del 2015? ¿Qué errores y aciertos se han cometido por parte de vuestro espacio político en todo este tiempo?
En esta década lo que hemos visto ha sido cómo en 2015 se abría una ventana de oportunidad para las políticas transformadoras desde la izquierda, y esa ventana de oportunidad se ha ido cerrando a la vez que se iba abriendo otra donde iban entrando las ideas reaccionarias de la extrema derecha con mucha fuerza. Es una década compleja, convulsa, donde en muy poco tiempo han pasado muchas cosas y donde la gente que entramos en 2015 en política, nos hemos ido dando cuenta de lo que suponen los poderes fácticos que realmente gobiernan este país y no se presentan a las elecciones, pero que manejan todo desde las sombras y que el coste que tiene pelear contra ellos es muy alto. Pero no podemos bajar los brazos porque nos jugamos mucho como sociedad.

A la Irene de Miguel de 2015 le diría que confiara un poquito más en ella misma, que estuviera más segura de lo que piensa y que levantara un poco más la voz. Porque a veces con el tiempo te vas dando cuenta de que las cosas que tú barruntabas tenían sentido, pero que no tenías la suficiente seguridad para poder expresarlas. Y creo que me siento satisfecha de haber mantenido posiciones que el tiempo me ha dado la razón.

A la Irene de Miguel de 2015 le diría que confiara un poquito más en ella misma, que estuviera más segura de lo que piensa y que levantara un poco más la voz

Creo que el error más grande es pensar que la democracia tenía unas normas justas para todos y nos damos cuenta que no, que nuestra democracia por desgracia está bastante podrida y las normas no son iguales para unos que para otros. Y haber pensado que las cosas se podían cambiar simplemente presentándonos a las elecciones y llenando urnas. Y eso no es así. Y el mayor acierto que hemos tenido en nuestro espacio político en Extremadura, creo que ha sido precisamente el de confiar en que los partidos son herramientas políticas que tienen que estar a disposición de la gente, de la ciudadanía, y transformarse según las necesidades del momento. Y Unidas por Extremadura es precisamente esa transformación hacia un espacio político amplio, sólido, solvente y también ilusionante.

En julio de 2023 María Guardiola fue investida presidenta de la Junta de Extremadura. Han pasado más de dos años. ¿Cuál sería tu resumen breve de la legislatura? ¿Y una interpretación posible de sus encuentros y desencuentros con Vox?
En esta legislatura hemos visto cómo en solamente dos años y medio el Partido Popular junto con Vox pueden hacer una degradación mayor aún de nuestros servicios públicos de la que veníamos sufriendo. Ha sido bastante evidente que la eliminación de los impuestos a los más ricos, a los grandes tenedores de viviendas con más de 10 viviendas vacías, a quitarle los impuestos a los grandes cotos de caza privados y quitarles los impuestos a las grandes eléctricas, es su hoja de ruta y es privilegiar a los más privilegiados. Frente a los recortes que hemos visto en sanidad, en educación... vamos hacia el deterioro de nuestro estado de bienestar como tienen otras comunidades autónomas ya, como tiene Madrid, porque vamos siempre hacia un modelo turboliberal como el que defiende la señora Ayuso en Madrid. Así que estos dos años y medio han sido preocupantes y de retroceso.

La interpretación es básicamente que la pelea de pimpinela entre las derechas tiene más que ver con ganar la hegemonía del espacio conservador que realmente que no estén de acuerdo en lo esencial. Porque cuando han querido se han puesto rápidamente de acuerdo en la reforma fiscal que privilegia a los más ricos, a las grandes fortunas de esta tierra, y se han puesto de acuerdo en permitir que entre la universidad privada, o se han puesto rápidamente de acuerdo en derogar la Ley de Memoria Democrática, que es algo fundamental y básico para una democracia sana. Que esté cimentada sobre la dignidad, la memoria y el recuerdo y la justicia, sobre todo. Creo que se puede ser conservador y entender la memoria democrática como una pata fundamental de nuestra democracia. Los desencuentros operan más en clave estatal, en lo que les marcan Génova y Bambú, lo que les marca Feijóo y Abascal para poder seguir con esta pugna a ver quién se lleva la hegemonía de la derecha al agua.

Hablemos de pactos y líneas rojas. El candidato del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, afronta un horizonte judicial muy complicado: será juzgado en febrero por el caso del hermano de Pedro Sánchez y el TSJE llegó a señalar que su maniobra para aforarse tuvo visos de “fraude de ley”. Si vuestros votos son decisivos, ¿es éticamente viable para Unidas por Extremadura investir a un presidente que se sentará en el banquillo por prevaricación apenas 50 días después de las elecciones? ¿No sería una temeridad política atar el futuro de la Junta a alguien con este lastre judicial?
Investir a Gallardo no, no sería ético. Y si cosecha los peores resultados del Partido Socialista de la historia de su partido el día 21 de diciembre, entiendo que dará un paso a un lado, porque el Partido Socialista creo que se merece una reflexión profunda de la deriva que ha tomado en los últimos tiempos.

En el caso hipotético de que se superara ese escollo ético para frenar a Vox: ¿Vuestra apuesta sería entrar a formar parte del Gobierno con consejerías propias o preferiríais dar los votos, pero quedaros fuera para mantener vuestra independencia?
Cuando llegue ese río, lo cruzaremos, pero ahora mismo nosotras estamos centradas en sacar los mejores resultados posibles y en hacer que Extremadura sea punta de lanza de este país en parar a las derechas y demostrar que nuestra tierra periférica, olvidada, cuando tiene el foco encima, de repente demuestra que estamos haciendo de manera silenciosa proyectos que tienen sentido y que dan coherencia a las propuestas progresistas de este país.

Los pronósticos parecen indicar que la fórmula de “unidad a la izquierda del PSOE” que encarna Unidas por Extremadura puede revalidar sus resultados o incluso mejorarlos. Si se diera el caso, sería un claro refuerzo a las tesis, digamos, “unitarias”, frente a las que defienden la concurrencia electoral bajo la marca exclusiva de Podemos. ¿Qué opinas al respecto? ¿Cuántas lupas van a estar mirando lo que suceda con vuestra convergencia electoral en Extremadura el 12 de diciembre?
Creo que nadie quiere presentar candidaturas que no vayan a ser mayoritarias. Y creo que todo el mundo estará peleando en sus respectivos territorios por hacer las candidaturas con las alianzas más amplias. Pero también quiero señalar una cosa, y es que la unidad, si algo tiene Unidas por Extremadura, es que no ha sido una coalición electoral que nos unimos solamente por la coyuntura electoral. Nosotras hemos construido la unidad desde abajo. Y además pateándonos el territorio juntas y estando en todas las demandas, reivindicaciones de esta tierra juntas y hemos mantenido esa unidad durante toda la legislatura, durante todo el momento, sin olvidarnos que el espacio había que tejerlo día a día. Y creo que esa es la fortaleza de la unidad. No plantear que, de cara a las elecciones vamos a ver con quién podemos juntarnos para tener representación electoral y luego si te he visto no me acuerdo. Eso creo que ni es útil ni movilizas al electorado con ilusión.

Nosotras hemos construido la unidad desde abajo. Y además pateándonos el territorio juntas y estando en todas las demandas

No sé cuántas lupas nos mirarán, pero espero que todas. Porque nos merecemos que Extremadura esté en el foco en algún momento en este país y creo que hay que agradecerle al señor Feijóo que nos ha enviado a elecciones, que por lo menos en la mesa camilla de las familias de este país durante estas Navidades se hable de Extremadura y de los dolores de nuestra tierra.

Estos días has repetido que vuestra prioridad en estas elecciones es la “dignificación de la clase trabajadora” y la recuperación de los servicios públicos, poniendo el foco en el deterioro de la sanidad y la dependencia. ¿Qué medidas de choque concretas aplicaríais mañana mismo para paliar esta situación?
Para parar el deterioro de nuestra sanidad y de nuestra dependencia, lo primero que haríamos sería revertir la política de privatización de la señora Guardiola, que detrae mucho dinero público, pero alimenta esas listas de espera como ya hemos visto que señalaba bastante claramente el CEO de Ribera Salud en Madrid. Y queremos garantizar una atención en tiempos razonables: 48 horas para atención primaria y 30 días para operaciones quirúrgicas prioritarias. Y eso se hace con gestión. Y también se hace con más recursos, por eso hay que derogar todas las rebajas impositivas que la señora Guardiola ha puesto a las grandes fortunas, a los grandes tenedores de vivienda, a las eléctricas, etcétera.

Para la dependencia, es evidente que los derechos sociales no son una maría dentro de la consejería. Y por eso queremos crear la Consejería de Derechos Sociales. Porque necesitamos que los derechos sociales adquieran el papel preponderante que tienen en nuestra sociedad. Queremos abandonar totalmente este modelo de atención a nuestros mayores deplorable, con residencias sórdidas y además todo sostenido sobre las espaldas de mujeres precarizadas y olvidadas. Queremos mil plazas residenciales más en residencias públicas. Queremos revertir este modelo privatizador de la ayuda a domicilio y en las residencias. Y queremos crear comunidades de cuidados para nuestros mayores, para que no tengan que irse a una residencia si no quieren, puedan estar en su casa el mayor tiempo posible con todas las atenciones, con el catering para que no tengan que preocuparse por cocinar, con atención de ayuda a domicilio, con fisioterapia y también con psicólogos, porque nos preocupa mucho la soledad de nuestros mayores.

Hablemos del campo. Te hemos leído y escuchado estos días oponiéndote frontalmente a que los nuevos vientos de “rearme militar en Europa” traigan recortes en la PAC. Prometes blindar la rentabilidad del productor aplicando la Ley de Cadena Alimentaria. Sin embargo, Vox sigue penetrando en el mundo rural culpando a la “agenda verde”. ¿Cómo le explicas al agricultor/a que su enemigo no es el ecologismo, sino los fondos de inversión o ese gasto militar que ahora criticáis? ¿Es posible recuperar ese voto rural que siente que la izquierda legisla desde el asfalto?
El sector primario lleva en crisis mucho tiempo y es normal que busquen respuestas a los problemas que están viendo. El problema es que la extrema derecha, junto con la derecha, que además aquí tienen el mismo discurso anti pacto verde, anti Agenda 2030... que en el fondo lo que quieren es diluir la responsabilidad de la situación del campo. Nunca verás a Vox apuntar con el dedo a los intermediarios, a los industriales que están abusando de las grandes distribuidoras, a los grandes supermercados que están abusando literalmente de los pequeños productores. Nunca verás a Vox ni al Partido Popular señalar con el dedo a una Política Agraria Común que sigue premiando a aquellos que no viven del campo y que además lo que hacen es favorecer políticas que le pone alfombra roja a fondos de inversión en nuestro sector primario.

Queremos crear la Consejería de Derechos Sociales. Porque necesitamos que los derechos sociales adquieran el papel preponderante que tienen en nuestra sociedad

Nosotras tenemos muy claro que queremos apostar por la agricultura social y familiar, por aquella que mantiene nuestros pueblos vivos, nuestros colegios rurales abiertos. Y eso pasa por poner coto a los fondos de inversión y eso pasa por hacer políticas donde los grandes agroindustriales de esta tierra no sean los que se lleven las ayudas públicas, el agua y todo. Estamos en un momento muy crítico y yo le pediría a los agricultores que no se dejen engañar por aquellos que luego les van a dejar tirados, porque si estamos como estamos es precisamente por las recetas que tanto Partido Popular como Vox llevan defendiendo siempre.

Sobre la Central Nuclear de Almaraz, el debate se reabre periódicamente. Mientras la derecha pide prorrogar su vida útil, vosotros insistís en el cierre. ¿Tenéis un plan de transición justa con nombres y apellidos para la comarca de Campo Arañuelo, o el cierre nuclear implica asumir una travesía por el desierto en términos de empleo?
Almaraz tiene que cerrar porque ha caducado su vida útil, porque la inversión necesaria para modernizar o poner a punto para que la pase la ITV, básicamente, es costosísima y obviamente las dueñas de Almaraz, las grandes eléctricas, quieren pasarle la factura al Gobierno y no afrontar esas inversiones ellas. Pero es que además la nuclear ya no es rentable como lo era hace unos años y cada vez lo va a ser menos, porque el precio del uranio va a subir.

Nunca verás a Vox apuntar con el dedo a los intermediarios, a los industriales que están abusando de las grandes distribuidoras, a los grandes supermercados que están abusando literalmente de los pequeños productores

Y por desgracia, Almaraz, que podía haber sido una de las cuestiones en las que nos hubiéramos puestos todos de acuerdo para reivindicar unas prejubilaciones justas, un desmantelamiento también justo para con los trabajadores y esa alternativa de empleo que se tiene que ir construyendo, que no se ha hecho durante estos 40 años, pues en vez de unir a los partidos, lo que ha hecho ha sido que se ha utilizado Almaraz como arma arrojadiza para golpear al Gobierno estatal y para plantear quién es buen extremeño y mal extremeño dependiendo si apoyas o no la prórroga de Almaraz.

Cuando Almaraz no tiene nada que ver con la identidad extremeña; al revés, ponerte del lado de Almaraz es ponerte del lado del modelo colonial que nos lleva empobreciendo décadas, porque Almaraz tenía que haber creado diez veces más empleo del que ha creado y el norte de Cáceres tendría que ser un polo industrial. Y tanto la energía como los impuestos se nos han ido fuera, dejándonos exclusivamente el empleo directo de Almaraz. Si Almaraz mañana cierra, solo nos tenemos que preocupar por los empleos directos que ha creado y no por la industria asociada que debería de tener. Es triste pensarlo, pero Almaraz ha sido un fraude.

Nuestra apuesta en Campo Arañuelo tiene que ver con la potencialidad del propio territorio y sobre todo con la cercanía a los núcleos de consumo como es Madrid. Podríamos ser la huerta de Europa o de España, podríamos plantear un plan de reconversión atendiendo a otros cultivos que nosotros apostamos, por todo lo que tiene que ver, por ejemplo, con el cannabis medicinal y que estamos viendo cómo en Portugal se está desarrollando y se está haciendo con muchísimo éxito. Hay muchas cuestiones que se podrían estudiar y plantear. Pero nadie hace nada porque esa es la excusa perfecta para mantener abierto Almaraz. No hay alternativa, pero porque tampoco se quiere estudiar nada que no sea que Almaraz continúe.

Hablemos ahora de futuro, porque Extremadura se desangra: la juventud sigue haciendo las maletas ante la falta de oportunidades. Habláis de “hacer crecer Extremadura”, pero la realidad es la sangría poblacional. Más allá de planes de empleo genéricos, ¿cuál es vuestra principal medida para frenar el exilio forzoso de la juventud extremeña?
Creo que la juventud obviamente es muy transversal las medidas, pero hay tres que son fundamentales. La primera es la formación. Que haya permitido Partido Popular y Vox, junto con la abstención del Partido Socialista, la entrada a la universidad privada, es una clara declaración de intenciones hacia dónde vamos, y es que solo puedan obtener al final, con el tiempo, un título aquellos que puedan pagárselo, porque esto viene de la mano del deterioro de la universidad pública, que ya bastante en bastantes problemas económicos la tenemos ya. Y toda la apuesta por la FP es importantísima. Pero una FP real, no la FP dual que tenemos mucho que opinar sobre cómo se está instalando en nuestra tierra.

Cuando Almaraz no tiene nada que ver con la identidad extremeña; al revés, ponerte del lado de Almaraz es ponerte del lado del modelo colonial que nos lleva empobreciendo décadas

Por otra parte, el tema de la vivienda es fundamental. El acceso a la vivienda es clave y por eso queremos un parque público de viviendas a precios asequibles, porque lo que se está planteando dista mucho de ser asequible. 140.000 euros por una vivienda de protección oficial o 480 euros por un alquiler accesible, creo que es demostrar que el Partido Popular tiene de todo menos los pies en el suelo extremeño. Y aparte, el tope a los alquileres. Es básico plantear que en las zonas tensionadas tiene que haber un tope a los alquileres para evitar los precios especulativos, sobre todo impedir que proliferen como champiñones los alquileres turísticos en ciertas ciudades donde estamos viendo que se está convirtiendo en un verdadero problema. Y también apostar mucho por la creación de residencias de estudiantes. Necesitamos construir residencias de estudiantes y generar esos campus universitarios que ahora mismo no tienen vida, no tenemos campus universitario con vida en Badajoz, ni en Cáceres, ni en ninguna de las ciudades que tienen universidad.

Y, por último, otra de las medidas también importantes es la generación de empleo de calidad. Estamos muy hartos de ver cómo todas las ayudas públicas van destinadas a la generación de empleo y no a la mejora de la calidad del empleo. Y no puede ser que se financie con dinero público empleo que sigue siendo muy precario y muy temporal. Porque eso al final acaba empujando a la gente joven a irse fuera. Tú no puedes sobrevivir, hay que vivir. Y por eso los empleos tienen que ser dignos, los sueldos tienen que ser dignos y las condiciones laborales tienen que ser decentes.

No quiero acabar sin preguntarte sobre esto: el feminismo es una bandera reivindicada desde vuestro espacio, pero casos recientes como el de Íñigo Errejón han provocado una profunda decepción social y una sensación de hipocresía en la ciudadanía. ¿Cómo se recupera la credibilidad moral ante las mujeres y la militancia que se siente estafada? Y, sobre todo, ¿qué mecanismos de control concretos y qué garantías tangibles vais a blindar en Unidas por Extremadura para asegurar que la organización sea un espacio seguro?
Creo que a la derecha le interesa mucho equiparar casos como el de Íñigo Errejón a otros casos que ellos han vivido donde se ha mirado no solo hacia un lado, sino se les ha aplaudido, como es el caso reciente del consejero de Sanidad de Galicia, que se fue de su puesto por esa denuncia de violación y se fue de entre aplausos. Entonces, creo que a la derecha le interesa mucho equiparar esos casos y decir que el caso de Íñigo Errejón... cuando machistas hay en todos los espacios. Por supuesto que la izquierda no nos libramos. Hay muchos falsos aliados que son acosadores y maltratadores claros.

Pero creo que lo que tienen que hacer los partidos, y en este caso también recientemente el Partido Socialista está viviendo ahora mismo un “Me Too” con todas las denuncias que están floreciendo dentro del propio seno de su organización... los partidos tienen que tomar protocolos evidentes y claros de defensa de las mujeres ante los casos de violencia machista. Y yo sinceramente creo que hemos avanzado mucho, desde el caso Nevenka al caso Errejón, creo que la sociedad ha avanzado mucho y los partidos políticos también han avanzado mucho como para que el señor Errejón haya tenido que irse en cuanto eso se ha conocido. Entonces no comparto esa idea de equiparar casos porque creo que no son equiparables la respuesta que se ha dado.

Vamos terminando. Has declarado con mucho optimismo que este 21 de diciembre vais a “dar el campanazo” para frenar a las derechas. Hay fuerzas a vuestra izquierda, como Nuevo Extremeñismo, reivindicando la soberanía desde la identidad y llamando al voto a nichos electorales que coinciden con el de Unidas por Extremadura. Aquí te planteo una doble cuestión: primero, ¿Qué autocrítica hacéis para no haber sido capaces de integrar a estos espacios bajo vuestro paraguas? Y segundo, ante el riesgo de fragmentación, ¿Qué le dices a quien hoy duda entre votar a esas formaciones o apostar por Unidas por Extremadura?
Sinceramente, poca autocrítica podemos hacer, porque nuestro espacio siempre ha nacido con la vocación de ser un espacio amplio y quienes no han querido venir, creo que es más por la propia notoriedad que les da una campaña autonómica, que realmente por la voluntad de construir espacios unitarios y con más hegemonía. Además, en estos tiempos inciertos y preocupantes para la gente que tiene corazón de izquierdas, viendo el auge de la extrema derecha, creo que estos experimentos con la Coca-Cola lo único que hacen es quizás debilitar un espacio que me siento muy orgullosa de reconocer que ahora mismo está siendo referente a nivel estatal.

Creo que de las encuestas lo que indican precisamente es que la gente está entre votarnos a nosotros o votar al Partido Socialista. Y creo que nosotras estamos haciendo un ejercicio constante de explicar a todos los votantes que se sienten ahora mismo desilusionados, que hay una fuerza política solvente, una alternativa que llevamos muchos años trabajando en el territorio, muchos años recorriéndonos Extremadura, muchos años escuchando a la ciudadanía y planteando propuestas coherentes que muestran que somos una alternativa real y que pueden contar con nosotros, no solo para parar a las derechas, sino también para ampliar nuestros derechos, que yo creo que es el objetivo. Ampliar derechos siempre.

Para terminar, Irene. Eres la primera mujer candidata que ha obtenido escaño por las dos provincias y presentas una lista que defines “para hacer que Extremadura crezca”. ¿Por qué crees que tu candidatura sigue siendo la herramienta más necesaria para transformar Extremadura este 21 de diciembre?
Porque las derechas ya nos han mostrado para quién gobiernan, que no es precisamente para la clase trabajadora, para el pueblo. Y porque el Partido Socialista, por muy buenas intenciones que tenga en campaña y cuando está en la oposición de repente se vuelve muy de izquierdas, cuando llega al gobierno tiene unas mochilas tan grandes, tan enormes, que acaba sucumbiendo a las políticas de asentar los privilegios de los poderes económicos de esta tierra.

Con lo cual nosotras, que no tenemos mochilas, que venimos con ideas frescas, que nada nos ata y que somos coherentes siempre con nuestros valores y con lo que defendemos, creo que somos la alternativa real para aquellas personas que consideran que vivimos en una sociedad en la que no podemos estar dándonos codazos, mirando de reojo al vecino y asumiendo que esto es la ley de la jungla y que queremos que todo el mundo tenga oportunidades, que vivamos todos en una sociedad amable y no en una sociedad cruel. Yo tengo claro que la gente buena es más en este mundo que la gente cruel y a esa gente es a la que me quiero dirigir en estas elecciones.

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