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Elecciones del 26 de mayo
Chusa Barrantes: “Queremos una Extremadura en la que no haya una central nuclear”
Con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales de 26 de mayo (sí, hay vida tras este 28-A), conversamos con una de las caras más visibles de la coalición Unidas por Extremadura, la coportavoz de Equo Chusa Barrantes.
Con motivo de la conformación de la coalición electoral Unidas por Extremadura para las próximas elecciones autonómicas, donde Podemos, Izquierda Unida, Extremeños y Equo se han unido para concurrir juntos, hablamos con la almendralejense Chusa Barrantes, coportavoz de Equo Extremadura, acerca de la coalición, de los problemas de la región y de sus posibles horizontes.
¿Qué es Unidas por Extremadura?
Es un espacio donde confluimos unos actores políticos con unas organizaciones políticas concretas que verdaderamente estamos a la izquierda real del PSOE, y que, por suerte, nos hemos encontrado por el camino. Aparentemente puede haber mucha diversidad, porque somos distintas, pero lo maravilloso de esta confluencia es que somos complementarias, lo que no quita que no haya tensiones.
¿Qué puede aportar Equo Extremadura a la coalición?
Equo defiende un modelo político que es distinto a la socialdemocracia que los partidos de izquierda siempre han defendido. Equo defiende la ecología política que trasciende por fin el eje izquierda/derecha. Esto significa que no solo tenemos respuestas hacia el medioambiente o sobre cambio climático, como se suele creer, nuestras propuestas van mucho más allá porque creemos en otro modelo de sociedad desde el ecofeminismo, el pacifismo, del que nadie está hablando en las organizaciones, y en un modelo de consumo y de producción postcrecentista, porque creemos en el decrecimiento, ya que creemos que más consumo y producción no es mejor. La sobriedad está desvalorizada. No podemos seguir creciendo al ritmo que lo estamos haciendo. Nosotros hablamos de sobriedad-feliz.
¿Cómo defines este proceso previo de negociaciones antes de llegar a la coalición?
Ha habido muchas fases. Una primera fase que va desde que Podemos irrumpe en el escenario parlamentario extremeño, donde nosotros hemos venido trabajando con ellos de una forma muy natural, de compañeras. Con Extremeños solemos tener también mucha afinidad. Esta primera fase ha sido muy fácil porque ha habido cooperación y compañerismo.
Luego ha habido una parte de limar asperezas y diferencias entre las cuatro organizaciones que han conformado la confluencia. Hay personas que pueden entender que hablar puede ser un choque, pero para nada, hay que poner las diferencias sobre la mesa y saber qué es lo común y hacia dónde debemos caminar.
Tal vez ahora tengamos una coalición, pero en unos meses, que no sean años, espero que estemos en una confluencia real como hemos estado haciendo en concreto con Podemos
Ahora estamos en el proceso final de un punto y seguido, porque a partir de ahora nos toca construir, ya que no está todo hablado, pero sí que hay una predisposición de querer tirar para adelante los partidos que estamos en la coalición. Personalmente, no me gusta hablar de coalición, aunque la realidad es hablar de una coalición, ya que Equo Extremadura siempre ha apostado por una confluencia, es decir, una manera de organización entre cuatro partidos en el que todo fluya, y que no sean pequeños estancos, organizaciones separadas, sino que vayamos juntas. Tal vez ahora tengamos una coalición, pero en unos meses, que no sean años, espero que estemos en una confluencia real como hemos estado haciendo en concreto con Podemos.
¿Qué puntos en común crees que tiene Equo con las demás organizaciones de Unidas por Extremadura?
Hay un punto fundamental en el que todas estamos de acuerdo y es que Extremadura no camina hacia el rumbo que tiene que caminar. Esto no solo lo opinan nuestras organizaciones, sino los colectivos sociales que colaboran con nosotras y que aportan su sabiduría.
Luego hay otra parte muy clara y es que la alternativa no es el PSOE ni el PP, y ni mucho menos Vox ni Ciudadanos, y que la izquierda del PSOE no es una izquierda real, es una izquierda caciquil, y que ha intentado someter al pueblo extremeño a cuatro caciques políticos. No nos gusta esta manera de hacer política.
Con Extremeños compartimos su visión más regionalista, de protección de Extremadura desde todos los ámbitos, sobre todo desde el mundo rural, lo que significa que a nosotros nos importa, pero que no tenemos esa cobertura como sí tiene Extremeños en el mundo rural.
Podemos Extremadura también está súper a favor del mundo rural y de otro modelo de mundo rural en Extremadura que no sea al margen de las ciudades.
Hay que salir más allá del modelo productivo economicista, lo que llamamos nosotros modelo productivista, es decir, que todo esté sometido al empleo o al mercado
Las diferencias son los modelos. Vemos el diagnostico, como atajar estos problemas, etc., la diferencia es de perspectiva, de modelo futuro, de hacia dónde caminar, pero yo creo que el hecho de estar trabajando juntas nos va a contagiar, y yo espero que obviamente se contagien de Equo.
¿Qué puntos discordantes crees que hay entre los cuatro partidos?
El único creo que es el planteamiento del horizonte final. En Equo sabemos que el modelo actual productivo no funciona, está obsoleto, al igual que ocurre con los modelos convivenciales, los modelos de gestión de los recursos naturales, etc. Hay que salir más allá del modelo productivo economicista, lo que llamamos nosotros modelo productivista, es decir, que todo esté sometido al empleo o al mercado. Creemos que tenemos que trascender esto para generar sociedades libres. Absolutamente libres del mercado, con una garantía pública y que cuide del medioambiente y que nos otorgue libertad. Ahora mismo estamos presos de las garras del Partido Socialista que nos está sometiendo al clientelismo, haciendo divisiones entre los ciudadanos.
¿Cuál es el principal problema de Extremadura según Equo?
Uf, es que Extremadura tiene muchos problemas. El principal problema de Extremadura es el Partido Socialista, y digo primero, porque las políticas agrarias que está desarrollando no están dando soluciones a los agricultores de esta región y además somete a este sector de la población que está muy dañado en nuestra región. El Partido Socialista quiere contentar a las empresas privadas, lo que somete a sus agricultores. Darle salida a esto significa darle herramientas al pueblo para ser libres al respecto, para empezar a valorar la tierra, ya que están engañados por un sistema agrario que no está haciendo nada por ellos.
Tenemos a trabajadores en la provincia de Cáceres en concreto, que, aun siendo propietarios de sus tierras, ya que esta provincia es muy diferente a la de Badajoz y hay más minifundios, están sometidos a unas garras de las que no consiguen salir, por ejemplo, las garras de los precios de las frutas, o están engañados por unas agrofarmacéuticas o por las aseguradoras subvencionadas por el propio gobierno. Las primeras víctimas de esto son los agricultores y están vendidos. Nadie les está ofreciendo un remedio. Están pidiendo cosas como la regulación de los precios de la fruta para que los agricultores puedan tener algo de beneficio, y el PSOE es parte del problema.
¿Qué solución plateáis entonces para ese problema desde vuestro partido?
Una reconversión agraria real. Hay que hacer políticas de protección, entendiendo la diversidad de Extremadura y sus diferentes tipos de agricultura. El camino no debe ser la agricultura intensiva, porque el mercado siempre va a pedir más, para que además tú también ganes menos. Con eso la tierra la estamos secando, quemando, no la estamos cuidando y entonces, lo que hoy el mercado dice, mañana dejará de decirlo y lo que hoy tu tierra vale mañana el mercado dirá lo que dejará de valer. Todavía no somos conscientes de esto y todavía no hay medidas que protejan la agricultura y la ganadería de alta montaña, por ejemplo, y no hay medidas concretas, mucho más concretas, sobre la agricultura ecológica y ganadería extensiva. Creo que una de las salidas es cambiar el modelo productivo para hacer una transformación real hacia la agricultura y ganadería ecológica y regenerativa.
En Equo Extremadura no tenemos miedo a ninguno de los otros partidos, pero tenemos miedo a la abstención de la izquierda
¿Cuál crees que es vuestro principal enemigo electoral?
La abstención. En Equo Extremadura no tenemos miedo a ninguno de los otros partidos, pero tenemos miedo a la abstención de la izquierda. Tenemos la responsabilidad de generar la esperanza en un mundo mejor.
¿Por qué vais a pedir el voto por Unidas por Extremadura?
Porque tenemos otra Extremadura, pero no porque otra Extremadura esté en nuestras cabezas por habernos juntado cuatro partidos y así lo pensemos, sino porque hemos contado con esos colectivos sociales, empresariales y educativos que nos están dando una visión sobre cuál es la Extremadura que necesitamos, más los planteamientos que de base llevamos desde casa.
Queremos una Extremadura en la que no haya una central nuclear. Queremos una Extremadura que demuela Valdecañas. Queremos una Extremadura viva, no una Extremadura muerta. Todos esos proyectos que el Partidos Socialista está llevando a cabo para crear una Extremadura viva, en realidad lo que está haciendo es cavando una tumba para una Extremadura muerta. Hablar de Almaraz, de macro plantaciones fotovoltaicas, de macroproyectos de ocio… hablar todo en macro (repetido varias veces) es hablar de esclavitud y caudillismo por parte del Partido Socialista.
¿Qué cambios creéis que necesita Extremadura?
El primer cambio es el Partido Socialista. Creo que nunca hubiera hecho falta aquí una central nuclear, por ejemplo. No necesitamos la central nuclear de Almaraz. No necesitamos más redes que eviten que el dinero llegue a donde tiene que llegar… Bueno voy a decir lo que necesitamos, para no ser tan negativa, ya que la retahíla del no podría ser muy larga… Necesitamos una vertebración de la Extremadura rural, no hablo solo de rehabilitación de las vías de ferrocarril, porque eso tampoco es suficiente para vertebrar Extremadura.
Necesitamos generar un nuevo modelo de sociedad extremeña en el que esté integrado una sociedad de acogida frente a otros modelos políticos que excluyen a la inmigración. Creo que Extremadura es una región de acogida, siempre hemos sido ciudadanas que acogemos y creo que debemos empezar a hacer políticas de acogida.
Creo que necesitamos una Extremadura ecofeminista. Necesitamos un feminismo transformador anticapitalista. Y necesitamos una Extremadura verde de verdad, con un plan de empleo verde y economía circular. Una Extremadura verde que no se centre solo en el empleo y la economía, porque el mundo no gira en torno a eso, el mundo gira más en torno a la vida que en torno a la economía. Los políticos tenemos que hacer políticas para la vida, no políticas para la economía, priorizando otro estilo de vida, diciendo las cosas como son. Cuando la gente habla tanto de empleo, en realidad desde Equo Extremadura pensamos que en realidad no hay tanto empleo. Y no solo en Extremadura, sino en España. Nos venden la moto del empleo para callarnos las bocas y tenernos sometidos al mercado. Hay que trabajar, pero no ser esclavos del trabajo. Hay que darles libertad a las personas al margen del mercado y esto también significa trabajo. Esto es algo difícil para un concepto de socialdemocracia, pero tenemos que empezar a hablar de liberar los espacios de tiempo para las personas para que puedan cuidarse a sí mismas y cuidar de su comunidad. Estamos creando autómatas para un ente que es el mercado y eso no es vida, eso es mercado, especulación, bolsa… Este es el planteamiento de Equo Extremadura, de transformación radical de la realidad social, política y económica. No va a ser fácil, no se va a hacer en cuatro años, pero vamos a plantar la semillita.
¿Por qué la coalición ahora y no hace cuatro años?
La realidad política actual es distinta. Hace cuatro años, cuando irrumpió Podemos en el panorama político, no se habían dado las oportunidades de contacto personal y político. En el caso de Podemos ha demostrado que apuesta por otro modelo de sociedad y de realidad, y eso genera confianza.
Tenemos que dotarnos de otros servicios para que no seamos una región marginal y de la que tengamos que huir
Con Izquierda Unida no se planteaba antes, porque teníamos el concepto de partidos que se presentaban por separados. La realidad ha cambiado, y a medida que está evolucionando todo, nos hemos adaptado y nuestro cerebro ha cambiado. Salvo los partidos grandes de este país, ya nadie se plantea ir solo. Hemos aprendido a cooperar y a que hay algo más allá de mirarte a tu ombligo para transformar la sociedad.
Hablando de uno los problemas más graves de la región, ¿qué medidas planteáis para frenar la emigración?
No vale con un bono para que te vuelvas a Extremadura. No vale con volver a Extremadura tras jubilarse. Eso significa que hemos fallado. Extremadura es la mejor región para vivir de este país, no la cambio por ninguna otra. Esta coalición puede hacerla atractiva: al ser tan diversa, pone en valor Extremadura. Nosotros no necesitamos otras cosas de otras comunidades, pero tenemos que dotarnos de otros servicios para que no seamos una región marginal y de la que tengamos que huir. No solo vale con el empleo, tiene que haber unos servicios educativos y sanitarios de calidad, motivar que la cultura nos salga por las orejas. Y esto no se hace a través de subvenciones públicas y el plan b, como hace el clientelismo socialista. Se hace a base de dar libertad y generar creatividad.
Cambiando de tema, ¿tren digno es igual a Ave?
En Equo no vemos el Ave, porque la parte prioritaria no se ha desarrollado, que es la de vertebrar nuestra propia región, y vertebrarla también con otras regiones, para que haya una comunicación de mercancías y personas más allá de un trasvase solo de personas de la high class de este país y de esta región a Madrid. Tenemos las vías, pero no tenemos las ganas. Creo que hacer un tren para una población que no va a poder pagarlo no tiene sentido, con una inversión millonaria que además tampoco debía haberse dado, ya que pasa por zonas especialmente protegidas y que al final deja desvertebrada Extremadura de norte a sur y de este a oeste. Los pueblos seguimos sin poder usar el transporte, y lo que es peor, por los que pase no vamos a poder pagarlo. Tengo la sensación de que el Ave está pensado para los cuatro señoritos que van a Madrid a sus reuniones políticas o empresariales. Todo esto embellecido de manera de que somos super modernos en Extremadura.
Y, por último, ¿cuál crees que va a ser el futuro de la coalición a medio plazo?
Si pensase solo en las elecciones, no estaría aquí. Equo es un partido pequeño, que supone muchos esfuerzos. Si yo tuviera que pensar en las elecciones no podría estar aquí. Equo está aquí porque quiere quedarse. Somos el partido del pegamento verde. Tenemos capacidad para coser las diferencias. Creemos que somos capaces de coser las diferencias de esta coalición para llegar a los objetivos desde el abrazo, porque entendemos que somos minoritarios, pero lo tenemos muy claro, aportamos mucha calidad y generamos comunidad. Abrazar porque en la política nos falta cariño y dejar de hablar de lo feo, de lo cuantitativo, de lo productivo. Transformar la política desde el cariño.
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Estoy de acuerdo en gran parte de lo que dice Chusa, pero más que situar a UP a la izquierda del PSOE, que por supuesto que por programa y acción lo es, creo que debe ser una coalición dirigida a la mayoría de la población, que sufre unos problemas comunes independientemente de su adscripción política. Etiquetarse a una opción ideológica tan concreta hace que el electorado potencial se reduzca enormemente.
Totalmente de acuerdo, el gran peligro que el trifachito pueda gobernar es la abstención, no podemos quedarnos impasible ante el avance de las derechas y ultraderechas