Psiquiatría
Las sombras de la psiquiatría

La psiquiatría nació como un gesto liberador, pero a lo largo de su historia se ha visto distorsionada por diferentes prácticas y tentativas de poder. La antipsiquiatría, por tanto, no pretende destruirla sino recuperarla como defensa de las libertades y los derechos de los pacientes.

The Snake Pit, Litvak
Fotograma de la película "The Snake Pit" (Anatole Litvak, 1948)
Psiquiatra y escritor
22 ene 2021 10:03

El 20 de enero de 1866, Léopold Louis Türck, doctor en Medicina, antiguo representante del pueblo y miembro del Consejo General del Departamento de los Vosgos, dirigió una petición al Senado francés donde denunciaba como inútil y desastrosa la práctica del aislamiento de los locos en los manicomios. Después de afirmar que los hospitales psiquiátricos eran una fábrica de cadáveres y alienados, sostuvo que se practicaba el aislamiento y no se daban altas para favorecer el negocio de los propietarios y poner a salvo la reputación de los médicos.

Si no fuera por la fecha del informe, uno creería estar en la década de los años setenta del siglo pasado defendiendo las ideas de la antipsiquiatría y promoviendo con ellas la reforma psiquiátrica. Pero no se trata de esto, sino de una prueba notoria de que la psiquiatría crítica ha existido prácticamente desde los comienzos de la disciplina. La llamada antipsiquiatría no fue sino una variante de la misma que sedujo a algunos europeos en la segunda mitad del siglo xx. No trataba de destruir la especialidad, como defendieron las corrientes más conservadoras, sino de enderezarla, dignificarla y volcarla en defensa de las libertades y los derechos de los pacientes.

Buena prueba de lo que digo podemos encontrarla si avanzamos otros cincuenta años y nos situamos en los comienzos de nuestra década. Ahora observamos los mismos problemas que nos refieren los antiguos: exclusión de los locos, terapéuticas agresivas, cronificación iatrogénica, lucha por la legitimación de la especialidad. Y sin necesidad de avanzar tanto, de la lectura de las conferencias brasileñas de Basaglia, pronunciadas en 1979, monumento racional y moral de la psiquiatría libre, deducimos que podría haberlas dictado estos días sin perder actualidad y acierto crítico. Incluso cabría considerarlas más oportunas que nunca.

Agentes de libertad o agentes del Estado

La psiquiatría es una especialidad sanitaria incluida con calzador en los estudios de medicina, en tanto que el psiquiatra es un médico profesionalmente acomplejado que, para ocupar su puesto, tiene que demostrar un empirismo exacerbado que en el fondo desprecia y le irrita. Preso entre el materialismo cerebral, que le conduce a la neurología, y el subjetivismo potencial, que le asimila al psicólogo, no sabe a qué carta quedarse y nunca encuentra acomodo. Si trabaja en la comunidad teme ser absorbido por los servicios sociales y acabar haciendo más apoyo y acompañamiento que medicina, y si arrima el hombro en equipo teme perder personalidad y jerarquía.

Dedicarse a la psiquiatría supone asumir cierta dosis de mala conciencia. Todos, más o menos pronto, acabamos haciendo alguna intervención que nos repugna, y que hay que aprender a encajar y reconocer, mejor que ocultar, disfrazar o justificar precipitadamente. No nos gusta entender que, amén de curar enfermedades mentales o, mejor dicho, cuidar del sufrimiento psíquico de algunas personas, sin necesidad de hacer valoraciones nosológicas, somos también agentes del orden social. Y así nos utiliza el Estado. Y conviene aceptarlo y saberlo, pues solo de ese modo podemos neutralizar o al menos sopesar los posibles excesos del requerimiento social. No hay que dar por supuesto que nuestra intervención es correcta, aunque sea a todas luces desproporcionada, bajo la excusa del mandato recibido. Incluso puede suceder que, si no andas con cuidado, acabas haciendo más trastadas de las necesarias. No es infrecuente que el psiquiatra le coja gusto al gatillo y se vuelva más papista que el papa, es decir, más cruel y restrictivo de lo que se le solicita o se precisa.

De esta suerte, el médico psiquiatra, que ante todo debe de ser un agente de libertad, queda obligado a compaginar su tarea emancipadora con otra función coactiva y represora. En este difícil equilibrio no es de extrañar, conociendo la condición humana, que no pocas veces al alienista se le dé mejor reprimir que liberar, puesto que es mucho más sencillo. Trabajar a favor del orden y el control de los demás es más fácil que promover la tolerancia y la libertad, misión que exige más esfuerzo y contrae muchos más riesgos personales y profesionales.

Trabajar a favor del orden y el control de los demás es más fácil que promover la tolerancia y la libertad, misión que exige más esfuerzo y contrae muchos más riesgos personales y profesionales.

La mala fama en este sentido de los psiquiatras se debe, lógicamente, al resultado negativo de estas contradicciones. Y la figura técnica de cada uno de nosotros acaba definida en este cruce de caminos por la inclinación dominante de nuestra práctica. Hay quien en caso de duda apuesta siempre que puede por la libertad, y quien si no lo ve claro se inclina por el ingreso involuntario, la sedación preventiva y la contención mecánica.

Esta encrucijada cotidiana se inserta profundamente en el alma y el diseño de la profesión. Tanto la violencia que se ejerce, voluntaria o involuntariamente, como la estrecha relación que mantiene con la administración de justicia, curiosamente inseparable de su actividad, comportan dos figuras que acompañan nuestras prácticas como si fueran sus guardaespaldas. Recordemos que cuando nació la psiquiatría se incorporó a las especialidades médicas escondida en el caballo de Troya de la psiquiatría forense, ejerciendo su pericia en los juzgados antes que en los hospitales. Con estos antecedentes, no resulta azaroso o gratuito que sea la única especialidad que ingresa a sus pacientes contra su voluntad, lo que le obliga a someterse a vigilancia judicial. A menudo olvidamos que el juez acude a las unidades de internamiento no a comprobar la locura del internado sino a prevenir los excesos del psiquiatra contra los derechos humanos y constitucionales del alienado. Este es al menos el espíritu de la ley, que con frecuencia se oculta y se oscurece no solo por parte del médico psiquiatra sino del propio juez, que empieza a ver en el psiquiatra no a un sospechoso sino a un colaborador ilustrado, hasta el punto que sus visitas pueden convertirse en una práctica rutinaria solo pendiente de las exigencias burocráticas.

El oscurecimiento de la profesión

La psiquiatría nació con un gesto fundante liberador, la rotura de las cadenas del asilo francés a principios del siglo xix. Su inspiración redentora persiste afortunadamente y revive en el espíritu de todas las psiquiatrías críticas existentes. Pero lógicamente, enseguida se hizo acompañar, como ha sucedido siempre en la historia de la civilización, de otro gesto de barbarie –el encierro y el control– que tiende a imponerse en cuanto puede. No es sorprendente, por lo tanto, aunque no deja de extrañar e incluso de indignar, que la profesión haya conocido dos premios nobeles que en vez de realzar su tarea la afean y retuercen. Me refiero al invento de la malaroterapia, de la infección terapéutica con el parásito palúdico, que le valió el galardón a su inventor, Wagner von Jaureeg, en 1927, y también al invento de la lobotomía por el neurocirujano Egas Moniz, premiado a su vez con el Nobel en 1949. Es triste que nuestras mayores condecoraciones oficiales se reduzcan a infectar a los locos con el paludismo, para abatirlos con la fiebre, y a seccionar quirúrgicamente los lóbulos cerebrales para fabricar idiotas sobrevenidos y ostentosos.

Junto a estos riesgos de violencia estructural, hay otras sombras iatrogénicas que empañan la psiquiatría y deslucen su tarea. La principal es su gran capacidad para generar cronicidad en todo cuanto aborda. El mal más importante que causamos tiene que ver con la tendencia a prolongar artificialmente el estatuto de enfermo de las personas. Esta aptitud se ha hecho manifiesta desde los orígenes de la especialidad, pues, como si estuviéramos arrepentidos por la manumisión del enajenado que lleva el sello de Pinel, en cuanto echamos la garra a un loco nos cuesta soltarle y nos refugiamos en atribuir a su hipotética enfermedad la tórpida evolución a la que nosotros mismos le inducimos y forzamos.

Sin duda, hoy nos corresponde derribar los ídolos del positivismo, la escandalosa y sofocante idolatría de la ciencia, y al tiempo reconocer, como quería Basaglia, que el problema no es tanto reeducar al enfermo como rehabilitar al psiquiatra.

Podemos aislar tres causas explicativas de esta sombra amenazante que ennegrece nuestra labor. La primera reside en la existencia de los antiguos manicomios, donde se ingresaba a las primeras de cambio pero se salía con dificultad. En ellos se construyó la psicopatología clásica, cuyas apreciaciones sobre la prolongación y el mal pronóstico de las llamadas enfermedades mentales han contaminado las clasificaciones dsm actuales. Aquellos psiquiatras antiguos, tan represores pero tan estudiosos por otra parte, trabajaban sobre alienados presos, cautivos en los hospitales, obligados a encierros de gran potencia corrosiva. Sobre ellos se construyó la nosología inicial y, sin tener en cuenta la influencia en sus conceptos del elemento asilar, por sí mismo destructivo y empobrecedor, se calificó gran parte de las psicosis como susceptibles de evolucionar hacia la demencia precoz. Deterioro artificial y de causa ambiental, vinculado estrechamente a la institucionalización, que no tenía nada que ver en principio con las dificultades propias del sujeto ni con la evolución intrínseca de la supuesta enfermedad.

El segundo motivo remite a la identificación de la enfermedad con la condición particular de cada uno. En este caso, bien guiados por una causa de contenido biológico, o bien por la arquitectura subjetiva, se concluye que no se tiene ese padecer que llamamos «psicosis» sino que se es «psicótico». De esta desviación identitaria se deduce la duración prolongada o permanente de la afección. Sin embargo, el planteamiento está desenfocado, pues no se trata tanto de dirimir si un psicótico lo es o si una psicosis se tiene, sino de admitir que se pueden experimentar síntomas psicóticos sin haber necesitado ningún auxilio médico o psicológico ni romperse interiormente durante la experiencia. El alienado no está sometido a un destino predeterminado que acabará fatalmente expresándose bajo el modelo de la enfermedad. La mayor parte de ellos viven entre nosotros –o lo somos nosotros mismos– pasando desapercibidos, y sólo somos detectables, si se diera el caso, por alguna rareza y cierta inclinación a la soledad. A ese anonimato psicopatológico precisamente es donde debemos devolver desde nuestras consultas a las personas con experiencias psicóticas, si esta conducción está a nuestro alcance y si queremos liberarlas realmente sin hacerlas pasar por las horcas caudinas de la tutela, la dependencia, la minusvalía y la incapacidad.

Filosofía
Locos viajeros, fanáticos marxistas y filosofía
La aparición y desaparición de enfermedades mentales nos lleva a cuestionar la psiquiatría y su papel en la normalización social.

Incluso no es un ideal menor, o pasado de raya, la perspectiva de rescatarlas de las clasificaciones nosológicas, como se ha hecho con la homosexualidad y la transexualidad, admitiendo sin atribución patológica su diferencia y su anormal normalidad. Y aprovechar de paso la ocasión para corregir la costumbre de elevar los diagnósticos a una figura de identidad, dejando que sea cada individuo quien se identifique si quiere o lo necesita con algún síntoma –soy depresivo, soy ansioso, soy delirante, etc.– sin que se lo imponga la psiquiatría desde que le reconoce y le nombra.

El tercer elemento de cronicidad, que ensombrece también nuestro quehacer, lo encontramos en el concepto de adherencia al tratamiento, que no alude a la continuidad de apoyo y acompañamiento durante el tiempo que se necesite, sino a la constancia ininterrumpida del tratamiento psicofarmacológico. El término de adherencia comprende dos prejuicios interesados: el de confundir el tratamiento con la prescripción de un fármaco, al que reduce su vocación terapéutica, y el de asimilar la prescripción del psicofármaco con el hábito de tomarlo indefinidamente, ya sea con ánimo directamente curativo o como herramienta preventiva a largo plazo.

La constancia de estas oscuridades, tal y como las hemos expuesto, exige humanizar de continuo la profesión. No hay descanso posible para este cometido. Cada época lo hace y lo hará con su estilo propio y sobre los abusos que considere más perniciosos. Sin duda, hoy nos corresponde derribar los ídolos del positivismo, la escandalosa y sofocante idolatría de la ciencia, y al tiempo reconocer, como quería Basaglia, que el problema no es tanto reeducar al enfermo como rehabilitar al psiquiatra.

Sobre el autor

Fernando Colina es psiquiatra y actualmente colabora con el colectivo La Revolución Delirante, vinculado a la llamada 'Psiquiatría democrática'. De entre sus libros dedicados a la psiquiatría podemos destacar, entre otros, Escritos psicóticos (1996), El saber delirante (2001), Melancolía y paranoia (2011) o Sobre la locura (2013). Sus títulos más recientes son Manual de Psicopatología (2018) con Laura Martín y Foucaultiana (2019).


 


Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
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#81421
30/1/2021 18:04

¿Cómo se están revolviendo los psi para destruir las formas de ayuda mutua?
El movimiento social loco nace muerto, tutelado y guiado por nuestros torturadores desde colectivos unipersonales que actúan de forma corporativa con su filantrocapitalismo, que dicen defender los derechos humanos y son ramificaciones cuquis del Psistema (Sistema de salud mental).
Ejemplo La casa polar, con miembros de Locomún que a su vez están en varios colectivos locos, han fagotizado e invisivilizado un movimiento social, el apoyo mutuo de verdad, salir gratis del Psistema, tener voz propia. Su discurso hegemónico de las cero contenciones en las unidades de agudos como único problema.
Profesionales dirigiendo marionetas en primera persona, haciendo creer que su discurso es el nuestro y el fin de nuestra lucha, cuando su finalidad es montar sus chiringuitos progres, casas de crisis, vender libros, dar charlas, consultas privadas más humanistas.
Desactivando la desobediencia civil loca y manteniendo la adherencia al Psistema, el binomio en la sociedad locos/cuerdos.
El colectivo loco tiene una colonización cuerdista de la ciencia, medios de información, cultura, sociedad y nuestro deber como activistas políticos es hacer ver nuestra lucha legítima.
Intenté hacer un grupo AntiPsistema, generar un lenguaje propio con nuestros términos antiCuerdistas, antiCapacitistas, el DSC (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos cuerdistas) para descolonizarnos de los suyos, visibilizar el discurso hegemónico en el activismo loco como perpetuador de nuestras violencias al usar sus términos, que me ha llevado a la invisibilización, ataques y también aquellos que tienen una postura AntiPsistema, por locos que militan en partidos políticos o colaboran con nuestros torturadores, adalides de los cuidados que lo único que buscan defender con uñas y dientes sus puestos filantrocapitalistas.
Igual que los anarquistas apoyan e intentaban sacar a los compás que están en la cárcel, los locos AntiPsistema deberíamos sacar a los psiquiatrizados del Psistema fascista. Descolonizarlos de la neolengua del Psistema que tiene como objetivo crear una lengua seudocientífica para sustituir a la viejalengua de las heridas y sufrimiento psíquico de antaño.

Sus pilares básicos de los regímenes totalitarios de exterminio hacia un colectivo, dominar los pensamiento de los locos hasta tal punto que palabras como malo se convierten en nobueno o síntoma y terrible se convierte en doblemásnobueno o etiqueta.

Con mi ejemplo hay varios locos con supuestos trastornos mentales graves, que han podido dejar todas las drogas PSI, salir del Psistema y otros han dejado muchos recursos de éste, desde el apoyo mutuo sin mercantilizar la ayuda.

Ahora ellos dan ejemplo a otros que estaban cómo ellos, haciendo una cadena de apoyo mutuo y autogestión del sufrimiento psíquico, solo los locos salvan a otros locos.

Los judíos nunca ayudaron a la SS nazi para reformar y blanquear sus campos de concentración, tenemos que escapar de ellos donde somos encerrados sin juicio previo y sin garantías judiciales, sacar cuantos más compañeros de sus garras para luchar independientes, que repercuta en nuestro bienestar y no en el suyo.
Los derechos sociales de colectivos vulnerables a lo largo de la historia se han conseguido con una lucha confrontada previa contra sus opresores, por eso veo peligroso tener referentes a los que se han vendido a la primera de cambio, disfrazando una lucha legitima por un cuqui activismo que blanquea al Psistema.

No queremos ser los bichos raros del S. XXI, que van como circo ambulante del S.XIX de gira por hospitales, universidades, dando charlas apadrinados por los torturadores que nos roban la dignidad y envenenan día a día, tampoco les queremos lavar la cara y aún encima que vayan de PSI progres humanistas, cuando son ratas cuerdistas disfrazadas de vendedores ambulantes de crecepelos. Si de verdad se han deconstruido el cuerdismo que dimitan de su trabajo de torturadores, igual que decir que te has deconstruido el machismo pero que quieres una mujer florero que adorne tú figura de macho.

2021 y el activismo loco sigue sin referentes locos, solo psiprogres cuerdistas.

¿Hasta cuándo vamos a dejar tutelarnos por nuestros torturadores en el activismo?
Se cree que el muflón europeo es el antepasado de la oveja doméstica moderna y los AntiPsistema son las cabras que no pudo domesticar la sociedad y después el Psistema.

¡Pocas cabras para tanto rebaño, defiende tú embudo!

Firmado: Las LoLes AntiPsistema y Acción DeMente

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#83219
21/2/2021 19:40

iiiiiieeeeeeepa lerele!!!!!!

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#81419
30/1/2021 18:02

¿Cómo los psi destruyen las formas de ayuda mutua loca? - La LoLes AntiPsistema y Acción DeMente

https://www.youtube.com/watch?v=_6oa4b0tKh8&t=1s

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#80947
25/1/2021 15:38

La enfermedad mental es un fenómeno mucho más objetivo que lo que muchos parecen creer. Simplemente, conlleva dolor y malestar en la vida del enfermo. En algunos trastornos (no todos) el “yo” y la capacidad racional y crítica está anulada; por ello el médico toma y anula parcialmente la libertad del paciente, para curarle o aliviarle. El psiquiatra tiene una gran responsabilidad, pero no puede esquivarla, creo. Tiene autoridad científica para fijar sus criterios. Y puede equivocarse, o no aplicar el tratamiento “perfecto”. Pero es su difícil tarea, y no puede eludirla, Sí, tiene una autoridad y tiene que ejercerla.
Yo no veo cómo negar estos presupuestos básicos. No veo que el enfermo mental grave pueda llevar las riendas de su tratamiento, ni imagino otras personas más preparadas que los psiquiatras para dictar procedimientos.
Si un psiquiatra cuestiona estos presupuestos básicos, cuestiona la posibilidad de la psiquiatría. Es un contradiós.

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#80746
23/1/2021 13:43

El autor del artículo es médico psiquiatra por lo que parece. Según lo que narra, ciertamente, tiene que ser duro echar la vista atrás y ver qué ha dedicado su vida a hacer tanto daño. Entiendo que se incluye en la generalización que hace, y eso le honra. Salvo que haya llegado a esas conclusiones recientemente, lo que no entiendo es porqué no ha decidido dedicarse a otra cosa.

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#80744
23/1/2021 13:26

Fernando colina interesante como siempre pero en mi opinión cada vez más caduco... Creo que hace ya un tiempo que la visión de la psiquiatría (gracias a dios y quizás a las llamadas neurociencias) no es tan dicotómica y que los psiquiatras hemos ido encontrando nuestro sitio (cada uno a su ritmo y manera) en ese maremágnum que Colina plantea como disyuntiva entre el materialismo cerebral que nos asemeja al neurólogo y el subjetivismo potencial que nos asemeja al psicólogo.

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#84095
3/3/2021 9:06

¿Y qué opiniones en psiquiatría no son caducas ahora, en estos tiempos?

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#80725
23/1/2021 10:31

...y... acompañando a mis dos comentarios... ¡Vean ustedes otros comentarios sintomáticos de psiquiatras!: recomiendan charlas de psiquiatras, se promociona un libro de cómo ser psiquiatra, también sabemos de un blog para que conozcamos a los psiquiatras... Obviamente esto es cosa de psiquiatras cuestionándose sobre su significado en el Universo.
(Habría que desarrollar una “metapsiquiatría” que estudiase esto).

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#80841
24/1/2021 16:40

¿por qué quieres comentar tú solo?

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#80695
22/1/2021 20:57

Es la OMS la que lleva cualquier cosa que se refiere a la medicina . Existe un mito creado a conciencia , de que la “ Medicina Moderna “ es la mejor que nunca existió . Nuestros abuelos , nunca fueron a ningún médico , las mujeres parían en casa , no tomaban ni una aspirina y entonces y ahora viven 100 años . Podían tener trastornos , pero no existían psiquiatras y la gran mayoría de las veces , esquizofrénicos incluidos , estaban integrados en la familia y todos les cuidaban amotisamente , cosa que jamas hace ningún médico . “ Paciente curado , negocio perdido “ es el lema . Las grandes multinacionales fármaco / agrícolas son las ganan . Estas empresas tienen productos que curan , pero a tan alto precio que nadie las compra , en lo que ganan dinero y cotizan en bolsa es precisamente con las vacunas . De ahí que hoy en día a los niños les ponen mil vacunas y de paso a las personas de 65 les aconsejan ponerse la vacuna de la gripe cada año , que se supone que cada año es un virus distinto , aunque aclararlo , no lo aclaran . Lo mismo que en la actualidad no son capaces de aclararse con 🦠🦠🦠🦠 . tengo familiares médicos y yo empecé a estudiarlo , hasta que me di cuenta de lo que ocurría realmente en las prácticas . Lo deje porque moralmente no podía aceptar lo que allí ocurría . Otros pueden , otros lo son y después de años de serlo lo dejan . Hay médicos que se han suicidado por lo que se ven obligados a hacer lo que hacen : abortos sin más , o ahora la eutanasia activa a los ancianos , o por lo que se ven obligados a recetar ... cada uno según su concepto de lo que es la vida , puede hacer ganarse el pan como quiera . Lo que tienen que tener claro es : “ Que mi cuerpo es mío y de nadie más “ . Dejaron de ser hace mucho tiempo los brujos de la tribu y hoy cualquiera puede saber mucho más que un médico . Internet a venido para quedarse y dentro de dos días , muchas orofediones no existirán , incluso dentro de los hospitales , los robots corren por los pasillos hace mucho tiempo y los cirujanos son expertos en informática . Hoy , te cortan la pierna que no es y no pasa nada . Con las leyes a su favor están blindados y es muy difícil denunciarlos . Es el juez el que decide cuánto vale tu pierna , tu ojo ... slid hospitales son una gerarquia piramidal , el mayor foco de infección ... tampoco pasa nada . Un médico cirujano , no deja que su familia pase al hospital y si hay que operar nunca lo hace él .

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#80690
22/1/2021 20:13

Google: Trastornos de Personalidad “ podéis elegir cuantos queráis . Por supuesto los médicos también los tienen . Cualquiera que viva contigo , puede llamar a la policía , decir que estas loco y que has intentado ... Aparecerá la policía con el samur y si no estas en puro estado zen , acabaras en su planta con policías en la puerta , te empadtillaran , que no te pincharán y te atarán en una cama si quieren boca abajo y 72 h después estarás muero por otras dos enfermedades reales , un ataque al corazón o porque tu mismo te has suicidado . No quieren saber nada de neurología , ni de si eres superdotado o ... tal y como testas te llevarán . Puede ocurrir que la familia te rescate y cuando vuelvas a tu casa , te encuentres que se ha quedado de okupa , con lo cual tienes al menos dos o tres juicios porque delante . Estoy hablando de España . Además la policía te tiene fichado en pantalla y si quieres hacer una denuncia , te sale un abogado diciendo que estas loco . Así son las leyes. Jamas curan nada , todo lo contrario y encima dicen : se ha suicidado y estaba en tratamiento Psiquiátrico . Queda claro que salvo Valium en vena no pueden hacer otra cosa

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#80802
24/1/2021 11:30

Es muy triste oír relatos de este tipo. Gracias a dios son minoritarios. Hay que seguir luchando para preservar los derechos de los pacientes y mantener la dignidad es la profesión

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#80689
22/1/2021 20:01

Imprescindible leer La institución negada de Basaglia, la nueva edición incluye las famosas conferencias de Brasil que menciona Colina https://lamalatesta.net/psicologia-antipsiquiatria/60817-la-institucion-negada-y-otros-escritos.html

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#80654
22/1/2021 14:31

Muy recomensable este blog https://lokuraproletaria.blogspot.com/

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#80652
22/1/2021 14:29

El último libro de Colina, Sobre la locura es imprescindible para cualquier profesional que trabaje con esquizofrénicos.

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#80692
22/1/2021 20:32

Mozart estaba loco ? El tal Freud lo estaba ? Por qué se continuo con sus ideas y no contra los que pensaron que la mujer no era histérica , los niños no tenían problemas sexual es , descifrar los dueños era una tontería , larguísimas horas de charla a millón , no sirven de nada . La hipnosis menos . Solo hay que ver como vivió y como murió . Ahora si eliges un bote de tomate y no otro , es gracias a él . Nunca desaparecerá la psiquiatría , ni sus bonitas formas de actuar . Asociaciones de los derechos Humanos llevan luchando contra todo esto . Curiosamente hay más mujeres vendadas que hombres. Los niños son duales si han tenido un coma etílico , esnifan pegamento y se prostituyen con diez son Tríales . Ellos evitan el alcoholism o lo que quieran . Están en las cárceles y deciden si un preso sale o no porque está reinsertado y volverá a violar a nadie ... los psicólogos están los colegios ...

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#80631
22/1/2021 11:23

Interesante; los psiquiatras son siempre un poco raros.
Pero algunas consideraciones en el artículo no son más que “juegos del lenguaje”, problemas semióticos. Ser un agente del orden NO es lo opuesto a ser agente de la libertad (para ser libre hacen falta semáforos). Y muchos profesionales están privados de ser “agentes de la libertad” (qué coño será eso) como los arquitectos municipales que desalojan a los habitantes de un inmueble en ruina.
También resulta curioso que se considere tan importante la diferencia entre “tener diabetes” y ser “diabético”... Bueno, supongo que es un asunto de cortesía o de estilo en el lenguaje; aunque atañe a la cuestión de la “cronicidad” (pero para distinguir eso preferimos a un doctor).
Parece que la cuestión es ser novedoso, esencialmente. Yo no comparto el que haya que romper con todo lo que no sea “nuevo” en psiquiatría.
En corto: este es el tipo de psiquiatra que trató a aquel piloto que estrelló su avión con pasajeros en los Alpes. No hubiera sido tan terrible ni tan retrógrado haber internado y sedado a aquel piloto depresivo. Perdón: piloto con depresión.
(Y yo soy familiar de un psicótico, harto de psiquiatras que recorren pasillos con una máxima preocupación: quiénes y cómo deben ser; deformación profesional. Egotismo que pone en segundo plano al sufrimiento del paciente, y que ignora totalmente -como el artículo- a los familiares y allegados del enfermo. ¿Se puede escribir con ese cuajo conociendo lo que es un brote psicótico violento? Asombroso. Infantil. Bisoño).

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#80699
22/1/2021 21:31

Ay pues yo sí estoy en contra de atar con una cadena de hierro a una cárcel a una persona inocente por mucho tipo de problema mental del que sea víctima. No todo es negro ni blanco. Por esa regla de tres yo encerraría a todo el que sospechosamente me pareciera un ultra y llevaría a los juicios de Nüremberg todos los dias a según quién. No hace falta. Debe haber otra forma de vivir.

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#80769
23/1/2021 20:45

Pues yo sí internaría y sedaría al piloto que me cuenta de su tentación. En un hospital. No se usan cadenas de hierro; correas cómodas, para evitar comportamientos violentos. A los bebés tb se les asegura e inmoviliza en los viajes. No dramaticemos, que no hablamos de Papillón. Todo esto se hace de conformidad con el paciente o supervisión judicial. Hablamos de enfermedades graves, no de Rapunzel en su torre, secuestrada.

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#80838
24/1/2021 16:31

¿Y quién controla al que te dice que encerraría y sedaría a una persona porque no le gustó la forma de la que te habló de Resines? (por poner un ejemplo hipotético) No dramaticemos, sólo cuando hablemos de Navalni, Guaidó, o si el VAR afecta al Madrid.

La primera búsqueda en Google que me sale sobre estos derechos:
https://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2020/12/08/eurocamara-investigara-vulneran-derechos-psiquiatrico-26053386.html

Se sobreentiende que hablas de casos muy graves. Ya sé que no van a sedar y encerrar a nadie por sus opiniones políticas, eso pasaba millones de veces en el pasado pero ahora no. Se supone que hemos avanzado.

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#80846
24/1/2021 19:13

Correas cómodas 🤦🏽‍♀️

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#80942
25/1/2021 15:21

Sí. “Correas cómodas”. Existen. Todos los automóviles de españa las llevan.

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#80700
22/1/2021 21:32

"... yo soy familiar de un psicótico"
No hay más preguntas señoría.

Fdo: un psicótico harto de aguantar familias coraje tóxicas.

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#80770
23/1/2021 20:55

Quizá hasta tenga vd. razón y soy familiar tóxico de enfermo mental, y sea lo que abunda. Quizá todas las patologías mentales surgen de un ambiente familiar tóxico. Quizá la “enfermedad mental” es un mito y nunca aparece en personas libres. En familias normales, saludables y “no tóxicas” jamás aparece un trastorno mental.
(¿Esto es “nueva psiquiatría”, no?)

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#80839
24/1/2021 16:35

Lo que no es vieja psiquiatría es decir que "en todos lados cuecen habas" porque "todos son enfermos mentales"

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#80847
24/1/2021 19:14

Exacto

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Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
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Economía
En primera persona Instrucciones por si encuentras muerta a tu suegra
Todo el que está en el mundillo sabe que el sector funerario vive casi un duopolio de facto y lo máximo que se está dispuesto a hacer es poner una multa de vez en cuando. Cuando alguien llama a una, ni se imagina al entramado que está llamando.
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Genocidio
Ayman Qwaider “A la gente se le pide una cantidad excesiva de dinero para poder salir de este campo de exterminio de Gaza”
Profesor especializado en educación en emergencia y educación inclusiva, Ayman Qwaider vive en Australia. Desde allí, intenta ayudar a su familia a salir de Gaza, mientras denuncia la ocupación israelí y la complicidad de la comunidad internacional.
Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Venga, circula
Venga, circula Un paso, luego otro
Llega un día en el que vemos con claridad algo que solíamos observar en los demás pero que nunca —prometíamos— nos sucedería a nosotros.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad ¿Qué tengo si me diagnostican Síndrome de Ovario Poliquístico?
Afecta a entre un 7 y un 13% de las mujeres en edad reproductiva, y el 70% están sin diagnosticar. Pero, ¿qué es el SOP y como podemos apaciguar sus síntomas?
Ocupación israelí
Opinión Las palestinas también existen
La morbilidad femenina, el conjunto de enfermedades, factores de riesgo y motivos de consulta recurrentes en las mujeres que merecen una atención específica, tiene múltiples ejes de discriminación: no es lo mismo en Suecia que en Palestina.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.

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Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.
Accidentes laborales
Accidentes laborales Detenidos tres empresarios en Galicia tras la muerte de un migrante que trabajaba sin equipo de protección
El joven de 28 años, que estaba empleado con un contrato irregular, falleció el 26 de febrero tras precipitarse desde una carretilla elevadora sin la protección necesaria para esa labor.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Deportes
Rugby femenino +35 Las Milnoh Granada, un club de rugby femenino +35 creado y gestionado por mujeres
32 mujeres nacidas en mil novecientos y pico, federadas en un equipo que les ha dado un espacio propio, sentido de pertenencia, una tribu donde “yo soy porque somos”

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Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Euskal Herria
Korrika Correr a favor del euskera cruzando fronteras
La Korrika es el mayor evento de Euskal Herria. En la última edición de esta carrera de más de 2.500 kilómetros ha participado un tercio de la población vasca.