We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Opinión
Detrás de una sonrisa

Cuando me diagnosticaron esclerosis múltiple tenía 36 años y acababa de ser madre por segunda vez. Un día me levanté viendo borroso por el ojo derecho y aunque estuve unos días así, pensaba que había sido mi bebé que me había tocado en el ojo y me había hecho daño sin querer. Pero, al ver que no pasaba, me dijeron que fuera a ver mi tensión ocular, estaba perfecta y con el tiempo se pasó.
Al poco tiempo, un domingo por la tarde empecé a notarme mareada así que cuando llegamos a casa mi marido acostó a los peques y yo me fui a la cama. Él se levantaba a las cinco de la mañana para ir a trabajar y yo fui corriendo al baño a vomitar. Ya no pude levantarme sola. Todo empezó a dar vueltas sin parar. Fui a urgencias y me pincharon una medicación.
Solamente sé que estuve más de un mes en la cama con todo dando vueltas a mi alrededor y que, cuando por fin pude ponerme en pie la sensación de “borrachera” se había quedado conmigo para siempre.
A la esclerosis múltiple se la conoce como la enfermedad de las mil caras por la cantidad de síntomas que puede tener
Estaba desesperada. Estar un mes en la cama, cuando tus hijos tienen tres años y medio y cuatro meses, y escucharlos llorar o preguntar por ti y no poder ni hablar es duro. A la esclerosis múltiple se la conoce como la enfermedad de las mil caras por la cantidad de síntomas que puede tener. Afecta a todos los ámbitos de tu vida. Y se diagnostica en su mayoría a personas de entre veinte y cuarenta años, es decir, en plena explosión de vida.
Por eso no entiendo que cuando nos dan un diagnóstico de una patología como la esclerosis, crónica, neurológica y autoinmune no nos deriven inmediatamente a salud mental. A nosotros los pacientes y a la persona que convive con nosotros. La vida cambia para ambos.
Y hay que volver a recalcular absolutamente todo. Tienes que adaptar tu vida a ella sin permitirle que ella sea la que la maneje. Y para eso, hace falta tener herramientas y dinero para las consultas privadas, porque las listas de espera en la seguridad social son interminables.
Relación de violencia
Hace más de diez años tuve una relación de violencia de género. Durante todo este tiempo la bestia que me maltrató estuvo en prisión, hasta hace unos meses. Con los años y mucha terapia he conseguido una familia, un marido maravilloso y dos niños para comérselos.
Unas semanas antes de su libertad, pensé, en estos años, a mí me han diagnosticado esclerosis múltiple y ahora utilizo una muleta para mis vértigos y mi inestabilidad, ¿y si él tiene ahora un problema de tiroides? ¿Cómo habrá cambiado físicamente en este tiempo? ¿Lo reconocería por la calle?
Así que llamé al policía que tengo de referencia y cuando le expliqué mi temor lo entendió perfectamente y me dijo: “Coral, tranquila. Voy a llamar al centro penitenciario para que me enseñen a mí una imagen, lógicamente no te puedo enviar ni enseñarte una foto suya”. “Por supuesto"—le dije— no tengo ningún interés en verlo”.
Cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que no podían mostrarle una foto ni siquiera al policía con el que yo hablé. ¿Por qué? Por la Ley de Protección de Datos. Entiendo que tenga derecho a ello pero ¿qué es más importante? ¿La privacidad de su aspecto o mi seguridad?
Yo era la cuarta mujer que lo denunciaba por violencia de género… ¿Tengo que confiar en la reinserción? De acuerdo, él ha cumplido su condena, y yo vuelvo a tener miedo, he tenido una recaída importante a nivel emocional teniendo que aumentar mi tratamiento psiquiátrico y esto afecta a mis síntomas de la esclerosis, porque nada la alimenta más que el estrés.
A esto nos referimos las mujeres cuando hablamos de revictimización, el subconsciente te sorprende cerrando persianas de día, sintiendo ansiedad al salir de casa, vuelves a tener las pesadillas con las que te despiertas gritando... Porque cuando te torturan de esa manera, es imposible volver a ser la de antes. Has aprendido a base de golpes, y eso no tiene vuelta atrás.