Economía
Youtubers, vuestra decisión es legal pero también mezquina, insolidaria, egoísta, ruin, avara, deplorable y reprochable

Estos días me he indignado como tantos compatriotas con el mazazo que ha supuesto para gran parte de la sociedad española constatar que la mayoría de nuestros más exitosos streamers se había ido largando a vivir a Andorra para evitar tributar en su país, España. Yo no era consciente hasta que Rubén Doblas Gundersen, El Rubius, el más conocido, anunció que él también “se las pira”. Ante mi estupefacción me, dice mi hijo de 18 años: “Ah, cómo, ¿que no sabes que la mayoría viven allí para no pagar muchos impuestos?”. Discusión al canto y enfado de mamá. Al final reconoce que bien hecho no está.
Tras pasar varios días oyendo comentarios de periodistas y tertulianos patrios, constato alarmada el problema de fondo que tenemos ante vuestra actitud. Que los padres, madres y abuelos, no os conocemos; no nos habíamos fijado demasiado en vosotros. Vuestra decisión es personal, libre y legal —cuestión que se está trabajando para que deje de ser, como explica el compañero Yago Álvarez en este artículo—, pero no por ello menos cínica, mezquina, insolidaria, egoísta, ruin, avara, deplorable y reprochable, además de carecer de ética, ser profundamente ofensiva e, incluso, insultante. Y no, no tiene nada que ver con la ideología.
El problema, insisto, es el que vi manifestado por los compañeros del informativo “La noche en 24 horas” de TVE1 del pasado día 19 de enero. En el programa Xabier Fortes, presentador, Inmaculada Sánchez, de El siglo, Yolanda Gómez, de ABC, Javier García-Vila, de Europa Press y Chema Crespo, de Público, todos en edad de ser padres de adolescentes, indicaron refiriéndose a El Rubius que “yo… no le conocía de nada”. Por tiempo o mayor desconocimiento no abundaron a que es el último en tomar esta decisión tras otros nuevos ricos individualistas del gremio; Vegetta777, The Grefg, Lolito, Bystaxx, aLexBY11, Ampeterby7, VicensHD, Agustin51, ElMiilloR y Wall Street Wolverine, muy proclives a mostrar su tendencia política liberalista y Willyrex, el primero en ser padre justo el pasado día 12 de enero con su pareja, la también influencer Cristi Urbi.
Los mayores de 20 o 30 años, en general, saben poco o nada de quiénes sois y lo que estáis haciendo con la vida de sus hijos e hijas
En efecto; los mayores de 20 o 30 años, en general, saben poco o nada de quiénes sois y lo que estáis haciendo con la vida de sus hijos e hijas. Aunque deberían, porque son realmente estos padres y madres quienes os han hecho ricos, financiando y permitiendo la afición de nuestros vástagos por vuestros mensajes, muy entretenidos pero vacíos, incultos y carentes de valor educativo. Y a partir de ahora, sus majestades, ya os conocen.
Yo sí os conocía, precisamente por haber trabajado hace unos años en comunicación, blogs y RRSS de la tecnológica BQ, y de tener por ello que observaros cuando empezabais a alcanzar el éxito, las compañías comenzaban a fijarse en vosotros y a mí me parecía que era el futuro, que qué chula y divertida la tecnología y qué excelente manera de ganarse un dinerito siendo tan jóvenes haciendo lo que os gustaba. Cambié pronto de opinión cuando vi cómo mi hijo, en plena pubertad, os seguía fiel y obsesivamente horas y horas, y hasta llegó a hacer sus pinitos como youtuber jugando a MineCraft.
Lo dejó. No daba de sí para esforzarse con sus estudios y llegar hasta la facultad donde lidia con una Ingeniería Informática. Puede que no llegue a ganar nunca lo que vosotros, pero estoy segura —y orgullosa por ello— de que algún día será un señor de provecho para sí mismo y para la sociedad española, lo que ya no sois vosotros. Tengo que lamentar que su hermano de 9 años ha entrado en picado en el mismo ensoñamiento de diversión, fama y fortuna Youtuber o Twicher que en su día tuvo el mayor. Lo corregiré, como deberemos intentar hacer por todos los medios todos los padres y madres de España, para que no sigáis riéndoos de nosotros y de nuestros hijos desde lo alto de las montañas pirenaicas.
No aportáis nada bueno
Habrá que hacer campaña para instalar todo tipo de controles parentales y conseguir el máximo de “dejadas” de seguimientos. ¿Y esta decisión, casi misión, es por lo de los impuestos? Sí, claro, pero no solo por eso. Es por lo que sois y representáis, y el penoso ejemplo que dais a las futuras generaciones de españoles.
Cuando trasladáis a vuestro domicilio a Andorra para pagar solo un 10% de vuestros ingresos en vez del 45% de lo que supere los 60.000€ al año de IRPF, ganando las millonadas que ganáis, sin apenas generar más empleo que el vuestro propio, se os olvidan algunas consideraciones de parvulitos de ser buena persona:
Son los niños y adolescentes son los que os han hecho ricos, miles de ellos españoles, aunque también del resto de países de habla hispana. Algo les deberéis, ¿no? Muchos, para seguiros y consumir los productos que anunciáis, han pedido a sus mayores que hagan una esforzada inversión que oscila desde lo poco o mucho que vale un Smartphone —habrá millones cuya posición social no le permita otro acceso a vuestros contenidos—, a los 300€ mínimo de una consola que promocionáis, o hasta el infinito coste de un equipo medio gamer, con su PC, tarjeta gráfica, cualquier otro elemento tecnológico y la silla molona como la vuestra. Y no nos olvidems del coste de WiFi, datos, etc. Salvo vuestra mesa y cacharros, el resto de los medios de producción os los pagamos los padres, madres, abuelos, abuelas… sí, los mismos que pagamos aquí nuestros impuestos, y no los Reyes Magos.
Igual de grave es que no aportáis valores ni enseñanza alguna. Vuestros contenidos contienen un escaso valor moral, humanista y educacional
Jugar videojuegos y ver vuestro contenido pantallero más de unos minutos al día es nocivo para la salud de niños y adolescentes, tanto física como psicológicamente. Así lo indican en sus informes numerosos organismos nacionales e internacionales. Como ejemplo, miraros las publicaciones de la Sociedad Española de medicina de la Adolescencia (SEMA) o de UNICEF, que en un informe publicado en 2017 ya destaca que internet alimenta la “cultura del dormitorio” con un acceso de menores a la red sin supervisión, con aislamiento, tendencias antisociales, con contenidos que les genera ansiedad, depresión, dependencia o adicción, orientaciones contradictorias, contribuyen a la obesidad y la merma de actividades al aire libre necesarias para su desarrollo físico (óseo, muscular) y mental. Porque prefieren veros a vosotros que comer, hacer deberes, deporte, ver otros contenidos culturales o en familia, socializar con amigos off line… Que les coméis el coco con un mundo de mentira, que solo unos poco podréis alcanzar y disfrutar como jeques. Y mejor no incido en el acceso directo a un lenguaje soez, ideas discriminatorios o misóginas, violencias gratuitas, y si navegan más allá, el abuso sexual y otros contenidos dañinos.
Igual de grave es que no aportáis valores ni enseñanza alguna. Vuestros contenidos contienen un escaso valor moral, humanista y educacional. ¿Quién de vosotros les recomienda algún libro, o hacer deporte al aire libre, o que la competitividad es buena siempre bajo los parámetros de la defensa de la Justicia, la equidad, la ecuanimidad, el respeto al diferente y al desfavorecido, o la simple pertenencia a un equipo y la práctica de la solidaridad cuando es necesaria? Desde Andorra, ninguno de esos valores van a calar en vuestros seguidores.
Egoísmo de privilegiados
Al elegir no tributar en vuestro país trasmitir la idea populista del me first o liberal del “pisa para que no te pisen a ti” o el “ande yo caliente…”. Muchos de vosotros, por muy creativos y carismáticos que seáis, tenéis los estudios justitos, por lo que no suponéis ejemplo alguno de esfuerzo formativo y sacrificio deseable para formar un carácter cuando no se ha dado el último estirón. Tenéis la suerte y el privilegio de vivir de vuestro hobby, de lo que os gusta hacer, lo que podría ser una gran enseñanza si vuestro compromiso como líderes de opinión fuera más ejemplar que interesado. ¡Lo bien que nos hubiera venido a todos que hubierais recomendado la mascarilla contra la pandemia, por ejemplo! Como enseñanza de vosotros sacan saber algo de informática, problemas posturales o en las falanges de los dedos, y piojos a veces al juntar varias cabezas ante una pantalla común. Poco más.
Habláis de Estado fallido, que os sablea: es el mismo que os dio una educación y os puso las infraestructuras para conectaros a internet y para huir a Andorra por carretera
Una de tópicos; habláis de Estado fallido, que os sablea. Es el mismo que os ayudó a nacer, probablemente en un hospital público, os limpió los mocos en la guardería, os dio una educación pública para que no metáis los dedos en un enchufe, os ha recogido las basuras, os puso las infraestructuras para conectaros a internet y para huir a Andorra por carretera. Y que ha cedido al Principado 30.000 vacunas contra el covid, mientras sus sanitarios, exhaustos, atienden a vuestros abuelos para que no mueran. Precisamente quienes apenas sabían de vosotros se percatan de vuestra desfachatez en plena pandemia, cuando más evidente es la necesidad de servicios públicos y cohesión de una sociedad asustada ante la vulnerabilidad de cualquier ser humano, por muy Dios Midas que se sienta. Con los confinamientos muchos niños, niñas y adolescentes se han visto sin una pantalla decente para poder seguir recibiendo educación y de paso pegar unos tiros en un Fornite, o descubrir un impostor en Among us. ¿Sabéis cuántos de vuestros seguidores no ha podido recibir clase porque no tenían una puñetera tablet? No y os importa un comino.
Sois tan irresponsables e inmaduros como para no prever que en pocos años la vejez os apretará las nalgas —vigilad la próstata; estáis mucho tiempo sentados— y que el dinero palía, pero no cura. La verdadera felicidad puede estar en que un Estado grande en tamaño y complejidades, como España, que te facilita un trasplante o te cura un cáncer en su Sanidad Pública, gracias a un chavalín o chavalina que ha pasado de vuestros vídeos, se ha dedicado a estudiar medicina o investigar en un laboratorio y gana lo que vosotros os gastáis en merendar. No volváis si los llegáis a necesitar.
La espoleta de este tema ha sido el anuncio de El Rubius el pasado fin de semana. Justo a los pocos meses de que Movistar TV emitiese el documental “De Rubén al Rubius” y anunciase la próxima serie de animación “Virtual Hero” donde él será el protagonista. Claro, eso va a ser mucha más “pasta”. Esperemos que al contrario que vosotros, la citada plataforma y la agencia Vizz (del grupo Webedia, perteneciente al grupo de inversión francés Fimalac) no trasladen su sede española al Principado. Aunque no están mal servidas en cuanto a ingeniería fiscal. Y que las innumerables marcas que os pagan tributen en España lo que les corresponde, incluidas las GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) y similares, que de momento, se escaquean.
Es muy triste que hayáis decidido engrosar la lista de deshonestos e insolidarios junto a muchos deportistas de élite, artistas, políticos, empresarios, los de las SICAV, ricos de toda condición y hasta el emérito
Ponéis algunos la escusa del historial de corruptos y evasores de impuestos que tenemos en España (los Pujol, o Monserrat Caballé ya pusieron Andorra en el mapa), pero es muy triste hayáis decidido engrosar la lista de deshonestos e insolidarios junto a muchos deportistas de élite, artistas, políticos, empresarios, los de las SICAV, ricos de toda condición y hasta el emérito, con quienes tenéis en común que vivís mejor de lo que merecéis, mientras en vuestro país hay niños y adolescentes que no tienen para comer o pagar la calefacción. De lo que, por cierto, somos culpables TODOS. Menos mal que dejan el pabellón de vuestra profesión bien alto compañeros como Ibai Llanos (@IbaiLlanos), @Joaquín Domínguez (@elXokas) o Inés Hernández (@InesRisotas), por ejemplo.
Como ocurrió con las estrellas del rock que se drogaban en mis tiempos, los que os habéis ido a Andorra no sois ejemplo de nada para las futuras generaciónes, que están aún por formar y educar y que os creen a pies juntillas. Tras haber tenido que aguantar fanatismo y descalificaciones en las RRSS estos días de muchos teenagers que os adoran, y que no han pagado una factura ni un impuesto en su vida, me adelanto a lo que vosotros y vuestros seguidores pensaréis de alguien como yo (vieja, amargada, antigua, pobre, vote mejores políticos…). ¡Y se me ha escapado la gran carcajada pensando en el “que si quiere bolsa, señora”! No, no es amargura. Es enfado y decepción, porque me niego a no hacer nada para impedir que de un plumazo anuléis el esfuerzo educativo realizado para convertir a nuestros hijos en personas buenas, honestas y solidarias; en una siguiente generación mejor.
No seré vuestra seguidora, pero os voy a vigilar de cerca, aunque me explote la cabeza viendo absurdas partidas pixeladas y me quite de leer. Todos sabemos quiénes son los reyes magos, y no, no sois los youtubers.
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