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Economía
Lo que significan los datos de beneficios empresariales
Los beneficios de las empresas no financieras en el Estado español se dispararon en 2022 hasta niveles desconocidos en la serie histórica. Los datos publicados este lunes 27 de marzo por el Banco de España, en su muestra trimestral de la Central de Balances, registran aumentos del 91,3% en el resultado ordinario neto (los beneficios) en 2022, año en que el salario real (descontando la inflación) ha podido sufrir una caída del 12,6%, según cálculos de CC OO.
Desde 1995, primer año en que se publicó la estadística, el aumento de la tasa nunca había ni siquiera superado el 50%. En el periodo expansivo anterior a la crisis provocada por el coronavirus y posterior a la Gran Recesión, la variación alcanzó en 2015 un pico del 38% (un 31,2% en 2021). Los datos muestran que este aumento se produjo en todos los sectores incluidos en la muestra, si bien el sector energético supone el 26,7% del total. Le siguen industria (23,6%, por el mayor impacto de las actividades de refinado), el comercio (18%), y el resto de actividades suponen el 18,9% del aumento.
Desde 1995, primer año en que se publicó la estadística, el aumento de la tasa de beneficios nunca había ni siquiera superado el 50%
Por otro lado, la rentabilidad ordinaria del activo neto (una de las aproximaciones posibles a la tasa de rentabilidad de una empresa) también subió en 2022, hasta colocarse en el 5,5%, un punto y medio por encima del valor al cierre de 2021. “Destacó el aumento de las rentabilidades de los sectores de comercio y hostelería y de industria que duplicaron sus valores para el 2022 (de 6,9% a 11,2% y de 5,5% a un 10,9%, respectivamente)”, señala el Banco de España. No obstante, la foto no está completa sin tener en cuenta que para el 47% de las empresas incluidas en la muestra esta tasa disminuyó en 2022.
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Para el economista marxista Daniel Albarracín, la evolución de la tasa de rentabilidad es una de las principales referencias de la salud de una economía capitalista, y predictora de otras variables como pueden ser el empleo. Este miembro de Anticapitalistas recomienda tener en cuenta otra variable para entender mejor una posible evolución futura de este factor: la diferencia entre la rentabilidad y el coste de financiación. Como el Banco Central Europeo no comenzó a subir los tipos de interés, de manera escalada, hasta julio de 2022, estos todavía no incluyen plenamente esta diferencia. Incluso así, la rentabilidad menos el coste de financiación se encuentra todavía por debajo de 2019, año en que estuvo cercana al 5%, frente al 3,8% actual.
Con altibajos, la tasa de rentabilidad de las empresas en España ha continuado una línea descendente desde el máximo de la serie histórica (9,2%), alcanzado en 1998, y aún se mantiene lejos de los niveles alcanzados en la época del boom del ladrillo durante la década de los 2000. Tras la pandemia, “ha sido la política de abaratamiento de los costes financieros, conjuntamente con una política de conversión de deudas privadas en públicas, la que ha sostenido la economía en este periodo reciente”, señala Albarracín su cuenta de Twitter (y de manera más desarrollada en este documento económico de Anticapitalistas).
“La tasa de rentabilidad desde 1998, momento en el que era elevada, no dejó de descender hasta 2013, con una caída pronunciada durante la Gran Recesión (2008-2013). Entre 2013 y 2019 se recuperó, en niveles más bajos, para volver a caer en el año de la crisis y confinamiento pandémico de 2020”, señala Anticapitalistas. Desde 2021, lo que estamos viendo es una nueva recuperación de la tasa de rentabilidad, si bien a niveles todavía muy inferiores a los registrados en otros momentos expansivos. Junto a lo que CC OO llamaba “Gran Devaluación salarial” en su estudio de enero sobre las causas de la inflación, esta combinación de financiación barata, aumento de precios y ataque a los salarios podría explicar no solo la subida histórica de los beneficios, y más relativa de la rentabilidad empresarial.
Los datos trimestrales del Banco de España en su Central de Balances usan una muestra variable de empresas no financieras, con un número que ha oscilado en los últimos años entre los 762.344 de 2021 y los 836.810 de 2019, que cubren algo más de la mitad del valor añadido bruto del sector de empresas no financieras. Para el dato de beneficios, la muestra de 2022 incluye 971 empresas que representan un 12,3% del valor añadido bruto excluyendo las actividades financieras.