Centros sociales
Colectivos en Barcelona piden la cesión de la Antiga Massana, surgida en la pandemia, para evitar su derribo

El Ajuntament de Barcelona aprueba un proyecto que pondrá fin al funcionamiento actual del espacio e instalará un bar en su banco de alimentos.
Massana 1
Rueda de prensa de las entidades de la Antiga Massana. En el letrero “Antigua Massana, Espacio bajo control popular”. Ana R. Santana
24 feb 2022 13:44

Este pasado miércoles varios colectivos vecinales del movimiento por la vivienda y otras entidades del tejido asociativo de Barcelona han ofrecido una rueda de prensa para solicitar la cesión de la Antiga Escola Massana, el edificio histórico y centro público de arte más antiguo de Barcelona, situado en el céntrico barrio del Raval. Ahora, su fachada se tiñe de color magenta y en el letrero de la entrada puede leerse “Antigua Massana: Espacio bajo control popular”.

Su actividad se vio interrumpida en 2017, por lo que la escuela quedó en desuso hasta que, en verano de 2020, diferentes entidades sociales se instalaron en ella con el fin de convertirla en un espacio para afrontar la emergencia social surgida de la pandemia. “Cuando se anunció el estado de alarma sabíamos que la Administración no tendría capacidad de garantizar la alimentación y supervivencia de la gente del barrio, que nos quedaríamos fuera los de siempre: inmigrantes sin papeles, chicas que trabajan en la calle, gente sin casa…”, han comunicado conjuntamente las entidades del Sindicat de Habitatge del Raval, el Sindicato de Manteros de Barcelona, la Xarxa de Suport Mutu del Raval y representantes de Can Batlló, otro espacio autogestionado en el distrito de Sants-Montjuïc, en la rueda de prensa.

Diferentes organizaciones sociales empezaron a repartir alimentos en marzo de 2020 a las vecinas del barrio en un local de veinte metros cuadrados de la calle Sant Bartomeu. Sin embargo, pronto vieron que no había suficiente espacio, ya que tenían que atender también a las familias derivadas por Servicios Sociales ante la saturación del sistema de ayudas. “Estuvimos esperando una respuesta por parte de la Administración durante meses, hasta que al final entramos en el espacio, que ahora mismo ha crecido exponencialmente y, además de una red de alimentos también es la sede del sindicato de vivienda del Raval y otros sindicatos laborales, un espacio para dar clases de idiomas y de música, un gimnasio y una escuela para niños dedicada al apoyo escolar…”, exponen desde el Sindicat de Habitatge del Raval.

“Estuvimos esperando una respuesta por parte de la Administración durante meses, hasta que al final entramos en el espacio, que ahora mismo ha crecido exponencialmente y, además de una red de alimentos, también es la sede del sindicato de vivienda del Raval y otros sindicatos laborales”

El pasado 3 de enero, la Comisión de Gobierno del Ajuntament de Barcelona aprobó un proyecto destinado a derribar parte del edificio para conectar las calles paralelas a este —los Jardines Rubió i Lluch con la plaza de la Gardunya— e instalar un bar en mitad del espacio, algo que, de acuerdo a las entidades, supondría el desalojo y fin del proyecto que ha llevado más de dos años a las vecinas del barrio construir.

Massana 2
Patio de la Antiga Massana en el barrio del Raval (Barcelona). Ana R. Santana

Denuncian falta de transparencia y comunicación

Las organizaciones convocantes han querido denunciar expresamente la falta de transparencia percibida respecto a las actuaciones municipales. Afirman que se han enterado de la aprobación del proyecto por parte de la prensa y que el diálogo actual con el Ajuntament es “totalmente nulo”. “Hacemos responsable al señor Jordi Rabassa como regidor de Ciutat Vella de la falta de transparencia de este proyecto que trata de derribar este edificio histórico que sirve como espacio a decenas de colectivos de diferentes luchas y una red de alimentos. Un proyecto que ni siquiera sabemos si cuenta con el beneplácito de los vecinos porque ni los de la Boquería ni los comerciantes del Raval están de acuerdo”, han sentenciado. “En mitad del patio quieren poner un árbol y un bar que conectará ambas plazas y queremos preguntarle al señor Rabassa por qué da la espalda a las organizaciones cuando un 24% de la actividad del barrio ya corresponde al turismo y la hostelería, es un proyecto gentrificador que no está hecho para la gente del barrio”, denuncian desde el Sindicat de Habitatge.

Massana 3
Sala de los sindicatos laborales en la Antiga Massana (Barcelona). Ana R. Santana

Por su parte, el concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, reconoce que el proyecto está aún en el aire y carece de presupuesto, calendarización y plazos de ejecución determinados. “Se trata de un edificio municipal y consideramos que en este espacio se hacen actividades positivas para el barrio, que hay colectivos con un interés real, nosotros queremos escuchar a las entidades y hemos tenido contacto y reuniones con ellas”, explica el concejal a El Salto. A la cuestión de si cree que este proyecto contribuirá de alguna forma a la gentrificación del barrio, Rabassa explica que “el proyecto económico no sería tan importante como el proyecto social” y que se pretende contribuir al desarrollo comunitario del barrio y “buscar una solución que satisfaga a todas las partes, aunque no sea inmediata”.

La memoria del proyecto ejecutivo, con un presupuesto de 503.018,81 euros, contempla el derribo de parte de la estructura del edificio histórico, así como la instalación de un bar en el actual banco de alimentos, unos aseos y un árbol en el patio central

Desde el Ajuntament también se afirma que el distrito “es partidario de que haya un espacio para usos comunitarios” y que actualmente lo que hay es una “previsión de plan director” que lo contempla. Aunque se ha negado la existencia de documentación relativa a este plan al estar “muy en el aire”, El Salto ha podido acceder a la memoria del proyecto ejecutivo, un dossier de 1.300 páginas con un presupuesto de 503.018,81 euros que contemplaría, efectivamente, el derribo de parte de la estructura del edificio histórico, así como la instalación de un bar en el actual banco de alimentos, unos aseos y un árbol en el patio central. “El patio es una parte fundamental del proyecto de la Antiga Massana, y con el nuevo proyecto se convertiría en un lugar de paso”, han destacado las organizaciones.

La alternativa: un nuevo proyecto vecinal desde el barrio ante la falta de espacios comunitarios

Las organizaciones también han anunciado que han presentado al Ajuntament un proyecto para dar continuidad al funcionamiento actual del espacio: “Exigimos que esos 500.000 euros se dediquen a la rehabilitación del edificio y por eso queremos lanzar también una campaña de apoyos necesarios para reivindicar la Antiga Massana para los colectivos que actualmente habitan el espacio, para defender a las vecinas y para defender el Raval”, han declarado.

Actualmente, la Massana engloba un grupo de más de 300 personas voluntarias, de diez nacionalidades distintas, que trabajan en el espacio de forma diaria. Por sus instalaciones pasan más de 600 personas a la semana para desarrollar diversas actividades, desde las organizaciones asamblearias, hasta profesores y alumnos que asisten a cursos gratuitos de diferentes materias. El espacio también cuenta con dos gimnasios equipados, una cocina, un banco de alimentos y tres plantas con diferentes aulas abiertas al público. Sin embargo, las entidades reclaman también que se trata de un espacio de difícil accesibilidad por su estructura, que precisa una renovación arquitectónica.

Massana 4
Gimnasio comunitario Matilde Landa en la Antiga Massana (Barcelona). Ana R. Santana

“Nosotros consideramos que es un espacio que no debe faltar en este barrio, desde el Sindicato de Manteros sabemos que estos espacios requieren mucho trabajo y apoyamos totalmente este proyecto para que continúe siendo autoorganizado por la gente del barrio”, han anunciado desde Sindicato de Manteros, quienes fueron también desalojados hace un año de su taller en el Raval. Existiendo un marco jurídico a nivel europeo que reconoce la protección del patrimonio cultural y ciudadano, algo que permite a las instituciones dar entidad y amparo administrativo y normativo a la gestión de los denominados “bienes comunes urbanos”, los movimientos vecinales reclaman a la Administración que, encajando el proyecto de la escuela en estos términos, brinde a las redes de la Antiga Massana “la tranquilidad y el reconocimiento legal que se merecen para seguir consolidándose y hacer barrio”.

Esta reivindicación ha recibido una acogida rápida y multitudinaria en el barrio, pues se enmarca en una situación de aumento sin precedentes de desalojos y la denuncia de la criminalización del movimiento por la vivienda en la ciudad condal. Un proyecto que, de efectuarse, pondrá fin la gestión actual del espacio, y que llega unos meses después de los desalojos de otros centros sociales afines como La Caracola, a solo unos metros de la Antiga Massana en el Raval y la Casa Buenos Aires en Vallvidrera, habiendo otros espacios a la espera de desahucio cautelar como Can Sanpere en Premià de Mar.

La situación de degradación y falta de espacios autogestionados se ha convertido en una fase característica de los procesos de gentrificación en las grandes ciudades, algo también visible en Madrid durante el gobierno del Partido Popular de José Luis Martínez-Almeida, con el desahucio de la Ingobernable en Atocha, la Traba en Delicias, la Dragona en el barrio de La Elipa y La Escuela en Alcorcón. “En un contexto de desmantelamiento de espacios colectivos, la cesión no es ninguna opción, sino que es la única solución para el barrio”, han reafirmado desde el Sindicat de Habitatge del Raval.

Centros sociales
En Madrid Edificios tapiados y viviendas de lujo, el destino de los centros sociales desalojados en la última década
Desde que el PP tomó posesión del Ayuntamiento de Madrid, han desalojado ocho centros sociales, la mitad en 2020, a pesar del estado de alarma provocado por el covid-19.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión El conflicto de la vivienda frente al consenso rentista
La narración del conflicto como un problema “de los jóvenes” aderezado con la preocupación de los padres trata en primer lugar de realizar un giro para desplazar y ocultar el conflicto de clase.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Una manifestación histórica contra los precios inalcanzables del alquiler colapsa Barcelona
Más de 4.000 organizaciones y 60 comités han hecho un llamamiento masivo para unirse a esta marcha que ha desbordado el centro de la ciudad desde antes de las cinco de la tarde.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.