Centrales nucleares
Cierre de las nucleares y comienzo de la gestión eterna de sus residuos

Ante las voces que periódicamente se levantan en contra del cierre de Almaraz, una pertinente reflexión sobre las implicaciones reales de una central nuclear, de su vida, de su clausura y un recordatorio de su declive frente a las renovables.
Peligro nuclear
Fotografía de Ilja Nedilko en Unsplash


18 mar 2024 11:45

Estamos acostumbrados a que, cuando describimos la actividad industrial de una central nuclear para producir electricidad, solo veamos el edificio al lado de unas torres cerca del mar, de un pantano artificial o de algún río. Pero la realidad fabril no es esa tan aparente. Siempre tendremos que contabilizar las tres fases que todo el ciclo completo de una central nuclear pone en funcionamiento. Una primera, anterior a la llegada del combustible, en la propia instalación (siempre ocultada), una intermedia de funcionamiento (operaciones de rutina, las denominan de manera irónica) y una fase final, de cierre, que consiste en su desmantelamiento y gestión de residuos radiactivos (procesos de los cuales se desentiende la propia industria que los ha producido).

Para poner en marcha una central nuclear (da igual en España que en cualquier otro lugar del mundo) arranca todo un ciclo complejo (extracción, molturación, lixiviación, conversión, enriquecimiento, transporte, fabricación del combustible), muy alejado de ese edificio que, a diferencia de cualquier otro, está custodiado por la guardia civil.

Energía nuclear
Almaraz 50 años más Almaraz será un cementerio nuclear hasta 2073
El Plan General de Residuos Nucleares recientemente aprobado por el Gobierno condena a Almaraz y comarca a albergar residuos nucleares durante el próximo medio siglo.

Una cadena de producción que comienza con un importante tráfico, con redes de transporte internacional, desde la extracción del mineral (uranio natural) y el enriquecimiento del mismo hasta su conversión en las pastillas de uranio enriquecido en el interior de cada país concernido. Por tanto, toda una sucesión de operaciones, tan dispersa geográficamente como ocultada, sin la cual ninguna central nuclear podría funcionar.

Sin tener que recordar la procedencia del mineral de uranio (Rusia y Kazajstán, por ejemplo, en el caso español), en esta primera fase previa, imprescindible, nunca podremos afirmar que la industria eléctrica nuclear no sea fuente de emisiones de gases efecto invernadero. Aunque lo pinten de verde como hace la industria del átomo en Francia, la cual esta totalmente vinculada a su origen nuclear militar y a la extracción de uranio en países africanos. En esa estela de reverdecimiento ha entrado un tinglado pronuclear español (ya se denominen, consultores, asesores, fórums) que incluso se autodenomina verdes y ecologistas, con la intención tan torpe como insolente.

En definitiva, se tiene que extraer el uranio, transportarlo y prepararlo como concentrado para ser útil en una central por un cierto tiempo, ya que hay que renovarlo asiduamente. Y, por tanto, de manera continuada genera un desecho altamente radiactivo, los residuos que ningún Estado en el mundo ha logrado solucionar.

El cierre de una central nuclear, por tanto, no es la clausura fabril definitiva, queda un largo proceso de desmantelamiento (en torno a 15 años) y un paso intermedio de gestión de los residuos de alta actividad en cada central (60 años) hasta que se disponga de un almacén único bajo tierra

El cierre de una central nuclear, por tanto, no es la clausura fabril definitiva, queda un largo proceso de desmantelamiento (en torno a 15 años) y un paso intermedio de gestión de los residuos de alta actividad en cada central (60 años) hasta que se disponga de un almacén único bajo tierra. Y por supuesto, estos últimos procesos, también suponen una gran fuente de emisiones de gases efecto invernadero.

Un final es el comienzo de un largo período para su desmantelamiento escalonado y una eterna gestión de sus residuos. Desde luego, el loby pronuclear también oculta esta última fase, tanto desde el punto de vista laboral en cada zona (también medioambiental) como desde el punto de vista de la seguridad requerida a nivel nacional.

¿Todavía hay alguien que se atreva a decir que mantener en funcionamiento las centrales nucleares es la solución al empleo laboral o a la emergencia climática?

Los residuos radiactivos, altamente mortales, se deben almacenar según su grado de persistencia letal para los humanos, entornos y generaciones venideras. Los residuos radioactivos de alta se deberán tener en un lugar seguro nada más y nada menos que 1.000.000 años, temporalidad imposible de imaginar (¿de cuántos siglos estamos hablando?), y fuera de nuestro alcance a fin de albergarlos en un lugar seguro sin que pueda afectar y expandir su poder letal a nivel mundial.

¿Nos va a salvar el prolongar un siempre precario funcionamiento de unas centrales con graves defectos técnicos y de seguridad? La central de Almaraz, por ejemplo, tiene más de 2.700 incidentes recogidos en un informe de Adenex en los últimos 40 años

Y cuando nadie conoce qué hacer con ese legado envenenado ―que la guerra fría impuso a la industria eléctrica civil― resulta que ahora, una vez pactado el cierre escalonado de la nucleares entre el Gobierno y las empresas propietarias, la producción eléctrica de origen nuclear pretende llegar a ser la salvadora del cambio climático. Es evidente que en dicha propaganda mediática solo contemplan el edificio fabril; es decir, el funcionamiento rutinario de los reactores en cada central, mal llamado vida útil (¿las centrales tienen vida?), y como no se atreven a construir ninguna nueva, pues ningún mercado mundial les asegura los 10.000 millones de euros necesarios, plantean prolongar algunos años la producción en las actuales.

¿Nos va a salvar el prolongar un siempre precario funcionamiento de unas centrales con graves defectos técnicos y de seguridad? La central de Almaraz, por ejemplo, tiene más de 2.700 incidentes recogidos en un informe de Adenex en los últimos 40 años...

¿Nos va a salvar el nuevo prototipo mejorado de reactor nuclear generando más y más residuos radiactivos potencialmente mortíferos? ¿Hace falta recordar los más de 120 accidentes en el mundo algunos, la gran mayoría ocultados en su momento y siempre silenciados por sus consecuencias dañinas allí donde se instalaron? Y que no nos vengan con el mismo discurso hipócrita, que solo con los incidentes y accidente graves la industria del átomo aprende de si misma. Las normas postfukusihima y sus exigencias en seguridad hacen imposible su cumplimento en el parque nuclear español, y en Francia se han dado diez años para conseguirlo.

Energía nuclear
Donde hay una central nuclear la biodiversidad está en riesgo
Debemos pedir el cierre de las centrales nucleares, porque no podemos pretender cuidar el planeta y a la vez producir/consumir una energía que pone en peligro su biodiversidad.

Por esto, la responsabilidad política del actual Ministerio de Transición Ecológica es clave y firme: el cierre del parque nuclear español ya se pactó de manera escalonada (de sus cinco centrales, desde 2027 al 2035) y comienza un nuevo período (tan largo como el actual de funcionamiento) de desmantelamiento, gestión y adecuación geológica de los residuos radiactivos. El 7° Plan General de Residuos Radiactivos (diciembre 2023) establece plazos, financiación y prospectivas futuras de una industria que cuando cierra no lo hace definitivamente, necesitando todo este siglo para ello.

Miremos a Francia, único país con graves problemas de funcionamiento de todo su parque nuclear. Su dependencia del átomo ―civil y militar― es tan enorme que aun su tecnología de última generación fracasa una y otra vez impidiendo que se desarrollen adecuadamente las energías renovables, más baratas, limpias y, por supuesto, con un alto porcentaje de reciclaje de sus residuos nunca mortíferos en el grado que las nucleares lo producen (de un panel fotovoltaico ya se recicla más del 80%). Y, desde luego, España no compra energía eléctrica a Francia, como bien se conoce a través de los informes de Red Eléctrica de España.

¿Acaso no estamos comprobando en estos días que, sin funcionar cuatro centrales nucleares, la potencia instalada renovable en España nos permite incluso abaratar los precios de la electricidad?

Repetimos una vez más: las centrales nucleares dependen de un uranio a extraer, transportar y enriquecer muy lejos de su puesta en producción; los accidentes, y los continuos incidentes son tan habituales que ya los denominan rutinarios, de igual manera que lo son las dosis radiactivas emitidas tanto a la atmósfera como por vía fluvial; los residuos radiactivos no se reciclan y cuando lo hacen es para su uso militar; el cierre definitivo crea nuevos trabajos de manera inmediata.

Fukushima nos lo sigue recordando de una manera muy tozuda. Aquella catástrofe del 11 de marzo del 2011 todavía continua. No solo se están evacuando miles de metros cúbicos de agua radiactivas al mar (1,3 millones hasta el año 2050), sino que todavía se ignora el estado de las 880 Tn de combustible fundido a fin de poderlas extraer definitivamente.

¿De qué nos va a salvar, el intentar prolongar unos años más las centrales nucleares potencialmente dañinas, inseguras y cuyos residuos letales tendremos que ocultar bajo tierra durante siglos?

¿Acaso no estamos comprobando en estos días que, sin funcionar cuatro centrales nucleares, la potencia instalada renovable en España nos permite incluso abaratar los precios de la electricidad?

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Energía nuclear
Antinuclear Desmantelar Almaraz
Breve análisis de exigencias, necesidades y responsabilidades en el cierre de la central nuclear de Almaraz.
Energía nuclear
La ruta nuclear La hoja de ruta nuclear es un gran desvío II
El plan británico revela que la verdadera agenda «energética» es el camino hacia el sector de las armas nucleares.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Más noticias
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.