Crisis climática
La COP27, el espectáculo climático de la dictadura egipcia

El próximo 6 de noviembre Egipto será el anfitrión de la cumbre climática de Naciones Unidas, a la que están invitados mandatarios y representantes de más de 200 países.
Cairo pobreza
Una calle de El Cairo. Foto: Jim
Egipto
5 nov 2022 06:52

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27) tendrá lugar este año en el centro turístico de Sharm el-Sheik. Es una oportunidad que el gobierno militar de Al-Sisi está utilizando para proyectar la imagen de un país que no existe. Mientras que la cumbre se publicita dando una apariencia de país verde y democrático, decenas de activistas, críticos, investigadores y periodistas están siendo reprimidos y hostigados en lo que Human Righ Watch ha denominado como “atmósfera de terror”.

El régimen represivo se ha intensificado durante las últimas semanas, persiguiendo las voces disidentes que no se encuentran ya en prisión o forzadas al exilio. La policía en El Cairo, vestida de civil, detiene a los viandantes de forma aleatoria para revisar los teléfonos móviles y sus publicaciones en las redes sociales. Informes emitidos por Amnistía Internacional o el grupo de relatores especiales de Derechos Humanos de la ONU alertan del peligro en el que se encuentran los participantes de posibles protestas medioambientales. “Los arrestos y detenciones, la congelación y disolución de activos de las ONG y las restricciones de movilidad contra los defensores de Derechos Humanos han creado un clima de temor para las organizaciones de la sociedad civil egipcia”, dicen los expertos.

El estado de miedo que impone el gobierno de Al-Sisi no impide la constante conversación política en las cafeterías, el mercado, los espacios de trabajo o en las casas. Con la libra egipcia en mínimos históricos y la inflación descontrolada —en octubre ha superado el 15%—, la gente tiene cada vez más problemas para poner comida encima de la mesa.

Se ha eliminado el límite a la prisión preventiva, por lo que algunos disidentes políticos permanecen en prisión sin juicio o sin condena

El viernes 11 de noviembre, cuando se cierre la primera semana de la COP— hay una convocatoria de protestas que desafiará las leyes represivas delante del foco internacional. “Egipto necesita sumarse a la cuestión climática, pero la COP27 parece un escaparate para el negocio internacional. Mientras a nosotros nos persiguen y nos detienen, Coca-Cola es uno de los principales financiadores de la cumbre”, denuncia uno de los activistas que se sumará a las movilizaciones previstas.

Egipto
“Estamos viviendo en la República del miedo”

A pesar de su tenebroso curriculum en materia de derechos humanos, el presidente egipcio Abdel Fatah El-Sisi goza de una buena relación con los países europeos. Diez años después de la primavera árabe, miles de presos políticos soportan la represión del Estado. Hablamos con uno de ellos.

El régimen egipcio del terror

Desde que Al-Sisi llegara al poder a través del golpe militar de 2013, Egipto se ha consolidado como uno de los estados más brutales y represivos. Las fuerzas de seguridad cometen todo tipo de abusos amparados por una legislación que el régimen ha ido modificando para garantizar su total impunidad. Más de diez leyes aprobadas desde el comienzo del mandato de Al-Sisi institucionalizan la vulneración grave de Derechos Humanos. Entre ellas, se ha eliminado el límite a la prisión preventiva, por lo que algunos disidentes políticos permanecen en prisión sin juicio o sin condena. También la prohibición de la protesta se ha convertido en una de las principales herramientas de opresión, y ha sido utilizada para a detener a miles de personas desde su aprobación.

Los opositores políticos son perseguidos, desaparecidos, golpeados, torturados fuera y dentro de la opacidad de las celdas, y han llegado incluso a ser ejecutados, como denunció Amnistía Internacional en 2020. Desde ese año, las condenas a muerte en casos de violencia política han aumentado respecto a años anteriores. Para Philip Luther, director de investigación e incidencia de dicha ONG, “estas ejecuciones son aún más terribles si se tienen en cuenta las infracciones sistemáticas y bien documentadas del derecho a un juicio justo: los tribunales suelen basar sus decisiones en “confesiones” obtenidas mediante el uso de la tortura”.

Los activistas medioambientales entienden que sin una protección de los Derechos Humanos es imposible combatir la cuestión climática

También se ha denunciado en reiteradas ocasiones cómo las manifestantes y activistas detenidas son sometidas y forzadas a pruebas de virginidad. Esta práctica fue reconocida en 2011 por el propio Al-Sisi como forma de proteger al ejército de ser acusado de violación.

En menos de diez años, el régimen ha construido 24 cárceles en las que se calcula que hay al menos 60.000 presos y presas políticas en las peores condiciones. “No son garantizadas las necesidades básicas, se carece de asistencia jurídica o sanitaria y se suceden los episodios de violencia”, declaran las personas cercanas y los familiares.

En un intento de utilizar la cumbre para denunciar esta situación, se está exigiendo a los gobiernos poner a los presos políticos en la agenda de las negociaciones. Los activistas medioambientales entienden que sin una protección de los Derechos Humanos es imposible combatir la cuestión climática. “Los cambios que se necesitan para hacer frente a esta crisis serán empujados por la presión social”, denuncian.

Tras el decorado, los atentados medioambientales

La decisión de celebrar la cumbre frente al mar Rojo, en la apartada y lujosa ciudad turística de Sharm El-Sheikh, no es casualidad. La geografía del lugar permite controlar el acceso y los desplazamientos de manera casi absoluta, evitando así cualquier amago de manifestación o protesta. También aleja la mirada de El Cairo, una de las ciudades más contaminadas del mundo y que cada año presenta más casos de enfermedades respiratorias y muertes prematuras derivadas de los altos niveles de polución.

La imagen del Egipto que Al-Sisi pretende proyectar, no solo oculta la violación de las libertades civiles y los crímenes de Estado, sino todos los atentados medioambientales en los que el gobierno está directamente implicado. Aparte del propio impacto de la actividad militar, algunos de los principales negocios del ejército son las fábricas de cemento, las plantas embotelladoras o la construcción y gerencia de hoteles de lujo para el turismo.

La explotación de materias primas tiene como objetivo principal abastecer la gran edificación de infraestructuras que están llevando a cabo los militares. Entre estos proyectos, destaca la urbanización en mitad del desierto, al este de El Cairo, de lo que será la nueva capital administrativa. Este proyecto prevé la construcción de 20 rascacielos, las sedes los ministerios o embajadas, un aeropuerto y alojamientos de lujo al estilo Abu Dhabi. Frente a esta empresa, el urbanista David Sims advierte “la nueva capital parece el último de una serie de proyectos ruinosos iniciados hace medio siglo y la gran mayoría de esos planes terminaron en barrios fantasma, salpicados de edificios a medio construir”.

Mientras que los principales recursos se emplean en proyectos faraónicos, las infraestructuras energéticas fundamentales carecen de inversión o de un mantenimiento adecuado. Este abandono provoca que en las zonas más vulnerables de viviendas se sucedan hasta seis cortes de luz y agua al día.

Estas y otras cuestiones esenciales para la población egipcia, como el impacto del turismo o la seguridad del agua, no estarán entre los temas a tratar en la COP27. El gobierno dificulta y censura todas las líneas de investigación medioambiental que puedan resultar críticas con el régimen. “Existe una ley que obliga a pasar por la administración todas las publicaciones que puedan considerarse de carácter político”, advierte el investigador y representante de una de las asociaciones ambientales vetada a participar en la cumbre internacional, “no existen datos fiables ni rigurosos, no podemos conocer la relevancia real de lo que está ocurriendo y esto no se hará visible porque no nos dejan participar”. Como denuncian las organizaciones, los ecologistas independientes o los representantes de las comunidades más castigadas no han sido acreditados.

En la cumbre, el gobierno de Al-Sisi solo exhibirá las materias que fomentan el negocio climático y la financiación internacional, como el reciclaje o las energías renovables. En un momento en el que Egipto se encuentra al límite del impago de la deuda externa, la organización de la COP27 lo posiciona como un país atractivo para la inversión extranjera.

La movilización civil bajo el foco internacional de la cumbre

Las calles de Alejandría y El Cairo, principales centros de la movilización social, han sido militarizadas. Las fuerzas de seguridad han realizado detenciones masivas y alrededor de cien personas han comparecido ante los tribunales de seguridad con relación a la convocatoria de protestas durante la cumbre climática.

Si como denuncian algunas voces, la COP27 no producirá los avances que se requieren para hacer frente a la crisis climática, parece que la sociedad civil egipcia ve en el foco internacional una oportunidad para salir a la calle. A pesar de las leyes antiprotesta y la campaña implacable de represión, en las redes sociales se sigue emplazando a la gente a la movilización del 11 de noviembre.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Egipto
Egipto Los casi 4.000 participantes de la Marcha Mundial a Gaza tratan de avanzar a pesar de los retenes
El régimen egipcio sigue dificultando el agrupamiento de las personas que quieren marchar a Rafah para presionar a las autoridades fronterizas para que permitan el paso de camiones de ayuda humanitaria a Gaza.
Palestina
Marcha a Gaza Poner el cuerpo contra el genocidio
Miles de activistas de todo el mundo participan en la Marcha a Gaza desde Egipto. Desde el movimiento solidario extremeño con Palestina, una reflexión acerca de la importancia de esta lucha y de su momento histórico.
Alex R. Pardo
7/11/2022 12:00

Si alguna vez alguna cumbre atmosférica sirvió para algo relacionado con el clima está aún por verse, esta de Egipto, me temo, viendo el contexto en el que empieza, que va a conseguir que se duplique el número de activistas climáticos, lo cual es bastante interesante aunque uno ya haya perdido toda esperanza. Felicidades! Estupendo artículo.

0
0
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.