Becarios
Condenan a la Universidad Carlos III a readmitir como trabajadora a una falsa becaria
El Juzgado de lo Social número 21 de Madrid reconoce la relación laboral y condena a la Carlos III a readmitir a una becaria despedida tras dos años haciendo labores administrativas.

Gloria A. comenzó a estudiar Ciencias Políticas y Sociología en 2014 en la Universidad Carlos III, en Madrid. Cuando comenzaba el cuarto curso, le adjudicaron una plaza de prácticas extracurriculares. ¿Tareas a hacer? recibir documentación del resto de servicios de la universidad, ordenarla y almacenarla. Es decir, ocupaba, como becaria, una plaza de personal administrativo, cursando Ciencias Políticas y Sociología. El año siguiente le asignaron otra plaza de becaria, con las mismas tareas.
El caso de Gloria A. es el último en el que un juzgado ha condenado a una universidad en un caso de falsos becarios. “Lo que hacía en el Archivo General de la universidad, como los funcionarios, era ordenar y almacenar documentación en carpetas y archivos en el sótano, la organizábamos en estanterías y cajas”, explica Gloria a El Salto. Esta estudiante, ahora recién licenciada, cobraba 321 euros netos al mes por realizar estas tareas.
Cuando llevaba un año trabajando en el Archivo General de la universidad, conoció la campaña sobre falsos becarios lanzada por el Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de Madrid, de la CNT. “A raíz de esa campaña conocí a gente, a otros becarios de la Universidad de Alcalá y de la Complutense que habían demandado y habían ganado la demanda”. Gloria A. se decidió a poner la primera demanda contra la Carlos III en 2018, por compensación salarial, es decir, para reclamar la diferencia de salario que le correspondería si, en vez de falsa becaria, hubiera tenido un contrato de trabajo acorde a las tareas que realizaba. “Llevaba ya un año trabajando allí”, recuerda Gloria.
La demanda de compensación salarial aún está por resolverse en los los juzgados, pero la respuesta de la universidad no se hizo esperar. En enero de 2019 comenzó su tercer periodo de prácticas, también en el Archivo General de la Carlos III, haciendo las mismas tareas, pero esta vez, en vez de un año de duración, las prácticas duraron poco más de un mes. “Me echaron por correo electrónico, me lo enviaron el jueves o viernes para decirme que no volviera el martes siguiente”.
Ahora, el Juzgado de lo Social número 21 de Madrid ha declarado el despido nulo, reconociendo la relación laboral entre la estudiante y la universidad. “El trabajo desarrollado por la demandante era el propio de un trabajador destinado en el archivo y, por tanto, era una relación laboral ordinaria, no una beca de formación”, señala la sentencia, a la que ha tenido acceso El Salto.
El caso de Gloria A. no es único. Según afirma, ella misma conoce muchas situaciones similares en la Universidad Carlos III. “Hay 250 alumnos haciendo servicios básicos. Igual en algún caso, como en periodismo, las tareas que se hacen tienen algo que ver con la carrera”.
Educación
Becarios, el cuento de la lechera
400.000 estudiantes se lanzan cada año a hacer prácticas no laborales, pero solo una quinta parte recibe algo de dinero por su trabajo. El becariado es, junto a los falsos autónomos y la mano de obra sin papeles, una ‘zona gris’ del derecho del trabajo. La obligación de alta en la Seguridad Social para todas las prácticas prometida por el Gobierno de Sánchez podría arrojar algo de luz, pero aún está por ver cómo se pondrá en práctica.
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