Opinión
Decide Madrid o Change.org ¿Queremos influir o queremos decidir?
Al hilo de la decisión del Ayuntamiento de cerrar un tramo del río Manzanares para las prácticas de remo, el autor se plantea la utilidad de los mecanismos de participación respecto a las campañas telemáticas.

ParticipaLab . Medialab Prado.
La polémica está servida. El exitoso proyecto de renaturalización del río Manzanares ha sufrido una dolorosa amputación. Un tramo considerable ha vuelto a ser inundado para disfrute de la comunidad de deportes de remo. Esta comunidad llevaba reclamando desde hace más de un año la restitución de sus lugares originales de entrenamiento, el cauce natural no permite, por la profundidad del mismo, prácticas con embarcaciones deportivas.
La respuesta de los grupos ecologistas y en general de todos los ciudadanos y ciudadanas que llevan disfrutando de esta explosión de biodiversidad no se ha hecho esperar. Las redes sociales madrileñas han estallado reclamando la restitución del cauce natural y además se ha comenzado a recoger firmas (apoyos) a través de la plataforma municipal Decide Madrid.
No ha tardado en surgir una campaña en paralelo en Change.org. Lamentablemente las campañas en Change ahogan la recogida de firmas en Decide Madrid. Pasó con el carril bici para la Castellana y vuelve a pasar ahora. Quiero explicar por qué debemos cambiar de mentalidad y de estrategia. ¿Por qué tratar de influir si podemos decidir?
No quiero profundizar en la naturaleza de Change.org. Una empresa privada que gana dinero cada vez que alguien hace una campaña. Que recoge firmas de cualquier lugar y que no tiene manera de garantizar que un usuario firme solo una vez ya que lo único que pide es un email para validar su identidad. Change.org puede haber sido útil en muchos países o ciudades en los cuales no existen sistemas de participación democráticos, pero en Madrid actualmente sólo dificulta la implementación del sistema oficial de iniciativas ciudadanas en Decide Madrid.
Las propuestas en Decide Madrid tienen un cauce regulado. Cualquier empadronada en Madrid puede dar su apoyo, validando su identidad para garantizar que detrás de cada apoyo haya un ciudadano o ciudadana de Madrid. Si la propuesta alcanza el 1% de la población de mayores de 16 años (alrededor de 28.000 firmas) el consistorio debe someterla a una consulta popular. En caso de que en la consulta el apoyo sea mayoritario el Ayuntamiento debe asumirla como un mandato. Es cierto, conseguir 28.000 apoyos no es fácil, pero eso no es lo único importante. Llegar a este umbral implica que se puede forzar al gobierno en contra de su voluntad pero también se puede hacer ver al gobierno la fuerza que hay detrás de cada iniciativa ciudadana antes de alcanzar semejante magnitud de firmas.
La naturaleza democrática de la iniciativa ciudadana, presente en multitud de estados y regiones del mundo, implica la recogida de firmas por grupos de interés. Nos es un mecanismo decisorio (la decisión se toma en referéndum) pero ayuda a ver el apoyo popular que puede tener una reivindicación concreta. Por ejemplo, existía ya en Decide Madrid una propuesta que reivindicaba un cauce navegable. Esta propuesta apenas tenía 76 apoyos el 5 de julio y llevaba ya dos meses intentándolo.
Por el contrario la propuesta “No al cierre de las presas de Madrid Río para uso de embarcaciones recreativas” en apenas dos días ha conseguido recoger más de 800 apoyos. Así que más allá del ruido mediático, más allá de los discursos de los grupos políticos, más allá de las campañas en Change.org… en Madrid tenemos la suerte de contar con un sistema democrático que nos permite medir de manera objetiva qué grupos de interés tienen mayor apoyo popular. ¿No es interesante intentar basar la decisiones políticas en la participación directa de la ciudadanía?
Ríos
Adiós a la renaturalización del Manzanares en uno de sus tramos
El Ayuntamiento de Madrid ha cerrado las compuertas de la presa 9 para embalsar agua y que los remeros puedan practicar este deporte en una zona de algo más de un kilómetro del centro urbano.
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