Rosa Piñeiro

Artículos

Promiscua
Maldita vida, tete
Conocí al Hippie, el chico más simpático de Levante, a través de Tinder. Me encantó. El problema es que casi me pasa la sarna.
Promiscua
Seguras
Capítulo V. Me habían comentado que OKCupid era ideal porque tenía un formulario interminable de preguntas de todo tipo, desde libros que te gustan hasta política.
Promiscua
Atrevidas
Encontré por pura casualidad un billete para Valencia que estaba tirado de precio y, en un arrebato, me animé. Pero me olvidé las llaves del apartamento al que iba y acabé saliendo sola de fiesta por el Carmen.
Promiscua
Los entrepreneurs
Quedé con varios hombres bimbo. Pero... ¡ay!, la política...
Promiscua
Pusilánimes
Abrí una cuenta en Tinder. Debía preocuparme, no solo por cómo conocer mucha gente en poco tiempo, sino también de cómo iba a garantizar mi seguridad.
Promiscua
Promiscuas
Se me ocurrió que podía utilizar ese tiempo para experimentar: ¿y si me acostara con un chico distinto cada día que estoy en Madrid?