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Argentina
Carlos Rozanski: “La mezcla entre fascismo, mafia y locura es un cóctel peligrosísimo”
Carlos Alberto Rozanski fue presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de la Ciudad de La Plata, al frente del cual protagonizó, junto a sus equipos de trabajo, los Juicios por Crímenes de Lesa Humanidad. Entre otros casos de importante resonancia, juzgó y condenó al genocida Miguel Etchecolatz y al cura Christian von Wernich, piezas clave del plan criminal llevado adelante durante la dictadura cívico-militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983.
Rozanski renunció a su cargo en 2016, denunciando entonces presiones y persecuciones por parte del gobierno de Mauricio Macri. En medio del comienzo de un gobierno derechista en la Argentina, Rozanski fue entrevistado por El Salto para dialogar sobre la nueva etapa política y social que se abre en el país a partir del nuevo gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel, quienes desplegaron durante la campaña electoral discursos abiertamente negacionistas de los crímenes de lesa humanidad.
Tuvimos dictadura genocida, hemos tenido muchas experiencias. Y hay otro ingrediente que yo agregaría. Hay psicoanalistas que están insinuando que es la locura
¿Cuál es la ubicación que puede adoptar el Poder Judicial con respecto al nuevo Gobierno de Javier Milei, particularmente la Corte Suprema de Justicia?
En realidad, por un lado, es un enigma, porque la Corte Suprema hasta ahora venía teniendo un rol muy particular. Es tristísimo, tristísimo. De hecho, me incluyo, la hemos denunciado, hemos pedido juicio político. Pero ahora el escenario es distinto. Incluso para la Corte, en mi opinión. Es como que lo que estamos viviendo va más allá. De todos modos, los errores que pueda haber cometido la Corte y de todo lo que ha pasado hasta ahora, esto lo superó, es un nuevo escenario, desconocido. Me refiero concretamente a un escenario de mezcla entre fascismo y mafia, que es algo inédito. En este sentido, conecta con estos dos ingredientes. Tuvimos dictadura genocida, hemos tenido muchas experiencias. Y hay otro ingrediente que yo agregaría. Hay psicoanalistas que están insinuando que es la locura. Entonces, la mezcla entre fascismo, mafia y locura es un cóctel peligrosísimo. Ojalá que estemos a la altura de las respuestas que hacen falta.
Argentina
Argentina Milei, “el falacias”
¿Puede la Corte tener algún tipo de contradicción con algunas políticas que puede llegar a impulsar el gobierno de Javier Milei o poner algún tipo de freno a estas políticas?
La Corte es uno de los lugares donde se puede, en este caso, se debe poner un freno. El otro es el Congreso de la Nación. Son los dos poderes del Estado que, frente a un cóctel como el que estamos empezando a vivir, ni siquiera asumió la presidencia, estamos empezando a padecerlo, tienen la obligación de reaccionar. El problema es que ni en un poder ni en el otro, quienes lo componen, en su mayoría abogados, ninguno aprendió en la Facultad (Universidad) a dar respuesta a este tipo de cosas. Esto es un desafío para todos nosotros. Y en especial para los que tienen la responsabilidad de tomar decisiones.
¿Dado que asume un gobierno cuya vicepresidenta, Victoria Villarruel, es parte de la familia militar y una clara defensora de los crímenes de la dictadura, ¿qué es lo que usted cree que puede pasar en materia de derechos humanos y qué es lo que puede pasar particularmente con los juicios que todavía se siguen llevando adelante a los represores?
Eso va a depender, la intención no la dudamos porque es explícita. Se dice, lo dijo la vicepresidenta. Lo que puede cambiar es la respuesta. Entonces, si la Corte Suprema, aún con aquellas cosas que ha hecho que motivaron pedidos de juicio político, ha tenido posturas muy claras históricamente en los temas de juicios de lesa humanidad. Pero también esta Corte con algunos de sus miembros votó el “2x1” (fallo que proponía reducir las penas de genocidas). Por lo tanto, yo creo que hay un componente dentro del Poder Judicial, como cualquier poder del Estado, pero especialmente el Poder Judicial, que tiende, yo lo llamaría diletante, es decir que va de acuerdo al clima, de acuerdo al momento, con parámetros que nosotros porque son personales, personalísimos, cada uno actúa dentro de su propio contexto. Ahora, tengo la esperanza que esto que está pasando y por pasar es de tanta gravedad que, aún gente como los jueces de la Corte Suprema, tengo la esperanza que puedan tomar medidas adecuadas.
¿Considera que se pueden dar algunos frentes a los juicios por crímenes de lesa humanidad?
Bueno, eso ya pasó, porque en el gobierno de Mauricio Macri, hasta ese momento se desarrollaban con una dinámica, una dinámica determinada. A partir de que asume Mauricio Macri empieza a bajar la intensidad, intensidad que no aumentó cuando asumió Alberto Fernández. Porque hay ciertos retrocesos que después cuesta mucho tiempo revertir. Y si eso pasó con Mauricio Macri y Alberto Fernández, salvando por supuesto las diferencias de época, en lo actual, en lo que está por pasar en la Argentina, en lo que sucedió en las elecciones en los anuncios que hacen quienes van a asumir la responsabilidad de gobernar, es evidente que en este tema puntual, y no solo lesa humanidad, lesa humanidad como núcleo de ataque de parte de la derecha pero involucra a todo el movimiento de derechos humanos, es clarísimo, no lo niegan además.
Cuando individuos como Javier Milei o Victoria Villarruel están explícitamente anunciando que van a retroceder en derechos, no solo están desconociendo la legislación, están desafiando a todo el sistema político
¿Por ejemplo?
Cuando están hablando, y lo van a cumplir, de eliminar el Ministerio de la Mujer, por ejemplo, no sé si hay conciencia verdaderamente en la clase política que no integro, y clase política me refiero a quienes tienen responsabilidades políticas, si hay verdadera conciencia de la dimensión del ataque, osea, de qué está implicado en destruir un ministerio que representa un avance de décadas y que legalmente en Argentina no se puede volver para atrás porque hay un principio constitucional es el corazón de las convenciones sobre derechos humanos, que es el principio de progresividad en materia de derechos humanos. Nosotros podemos ganar derechos, no perderlos. Entonces, cuando individuos como Javier Milei o Victoria Villarruel están explícitamente anunciando que van a retroceder en derechos, no solo están desconociendo la legislación, están desafiando a todo el sistema político. Esperemos que se entienda el mensaje que ellos quieren dar o están dando y que la respuesta sea adecuada. Hemos superado momentos difíciles. ¿Por qué no este?
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Carlos Rozanski: “La mezcla entre fascismo, mafia y locura es un cóctel peligrosísimo”.
La mafia es peligrosísima, ya en sí mismo.
La locura puede ser peligrosísima, dependiendo del tipo de locura, de loco y del poder que tengan ambos.
El fascismo..., bueno el fascismo, en rigor, es ESTATALISMO, es decir, es lo más peligroso de todo esto, pues es el ESTADO, convertido en ESTATALISMO-FASCISMO, el que perpetra los peores y mayores crímenes, crímenes de lesa humanidad, con absoluta impunidad y poniéndose medallas y usurpando y repartiéndose todo lo público.
--- Y también quiero decir que donde no existe la SOCIEDAD CIVIL (en Españistán la Sociedad Civil es de risa, cuasi inexistente) lo que sucede es que el ESTATALISMO-AUTORITARISMO-OPACIDAD-CORPORATIVISMO-CORRUPCIÓN-USURPACIÓN suele ocupar y de hecho y de "derecho" de pernada de gorilas y chimpancés en celo, ocupa y destruye el lugar y la existencia futura de esa inexistente SOCIEDAD CIVIL.