Alemania
Sandra, víctima de violencia de género en Alemania: “Estoy devastada y no puedo más”
Nueve episodios de violencia de género documentados en 200 páginas. Son los dos números que repite Sandra, una mujer española que reside desde hace varios años en Cottbus, una ciudad del este de Alemania. Desde hace casi dos ha sido agredida por su expareja en lo que ella define como un hostigamiento constante. Nueve es el número de episodios que ha podido documentar. Pero, cuenta, hay muchos más.
El primer episodio que tiene registrado se produjo en junio de 2023. Llevaba ya un año de relación, con algunos altibajos cuando, estando en casa de él, ella sugiere una ruptura definitiva de la relación. Entonces, él le impide salir de la casa y le quita el móvil. “Se guardó las llaves en el bolsillo y me obligó a quedarme en su casa, incluso a dormir en su cama”. No pudo salir hasta el día siguiente cuando él abandonó el domicilio para ir a trabajar.
En febrero de 2025, Sandra sufrió el episodio que colmó el vaso cuando su expareja se metió en su casa y estuvo horas negándose a irse, mientras ella se encerraba en su habitación bajo llave por miedo
Desde entonces, cuenta Sandra, la relación estaba rota. Pero él, tras unas semanas de calma, siguió insistiendo. Entre los nueve episodios que relata Sandra están apariciones inesperadas tras una esquina, una encerrona en un trastero o lo que califica como un intento de secuestro cuando, tras lograr quedar con ella con engaños, la introduce a la fuerza en un coche. Este incidente motivó que se personara la Policía y figura en un atestado policial.
El último episodio, en febrero de 2025, fue el que colmó el vaso. Entonces, el hombre se metió en su casa y estuvo horas negándose a irse, mientras ella se encerraba en su habitación bajo llave por miedo. “Fue entonces cuando pensé que no lo podía tolerar más y doy el golpe sobre la mesa”, explica. Lo primero que hizo fue escribir un correo electrónico a la Policía, que no obtuvo respuesta hasta meses después. Dada su fluidez limitada con el idioma, prefirió este modo de comunicación. Es así como pone en conocimiento los episodios y les envía el dossier. Más adelante, también se lo hace llegar a la Fiscalía.
Entonces, se dirigió al Opferberatung, la Oficina de la Víctima, donde concluyeron que existía riesgo, reconocieron un patrón de comportamiento violento por parte del hombre y se dirigieron a la Policía. Es entonces cuando la Policía sí responde: “Me dicen que no escriba más, que no escriba más, insista más. Me quedé alucinada”.
Sandra decidió acudir a una abogada. Solicitó una orden de protección, que se le concedió en menos de 48 horas. Esta orden, sin embargo, queda sin efecto en septiembre de 2025
Sandra decidió acudir a una abogada. Solicitó una orden de protección, que se le concedió en menos de 48 horas. Esta orden, sin embargo, queda sin efecto en septiembre de 2025 después de que él recurra y se celebre una vista oral. Gloria Sánchez, abogada de Sandra, lo explica así: “Cuando llegó hasta mí, llevaba tres meses sin salir de su casa”. Según la abogada, la jueza suspende la orden argumentando que ya no existe peligro porque la relación ha terminado.
Pero no solo eso, sino que se señala a Sandra de ser responsable de no haber podido llegar a un acuerdo, como le pedía el juzgado, ya que la mujer se negó a aceptar una de las condiciones que puso él: que no se prohibiese que él pudiera estar bajo la ventana de ella. Además, se condena a Sandra a hacerse cargo de los costes procesales de su agresor. “Estamos hablando de dos personas que viven muy cerca, aparcan en la misma calle y tiran la basura en el mismo barrio”, dice la abogada, que asegura que los juzgados alemanes carecen de perspectiva de género y que no existen leyes específicas contra la violencia machista.
La sentencia que revoca la protección considera que los episodios que relata Sandra son irrelevantes. “Estoy devastada y no puedo más”, dice Sandra.
Violencia psicológica y denuncia falsa
El documento que menciona Sandra está en manos de la Policía, la Fiscalía y el consulado, dice. Pero no se ha traducido en ninguna medida. Mientras tanto, él ha interpuesto denuncia contra ella por denuncia falsa. En este procedimiento, Sandra ya ha tenido que declarar.
Sandra explica otros episodios de violencia machista que podrían enmarcarse en la violencia psicológica, aunque es consciente de que no puede denunciar ni probar estas situaciones. Así, explica, cuando ella ponía en duda la relación por comportamientos que no le gustaban de él, el hombre se justificaba en que se trataba de una “cuestión cultural”. “Me decía que las cosas que yo le señalaba eran normales en Alemania, me ponía en duda y me hacía dudar de mí misma”, dice.
La cuestión del idioma y el hecho de que ella llevara poco tiempo en Alemania contribuían a su inseguridad, cuenta. “El cambio de país fue muy traumático para mí, que estaba emocionalmente muy mal por una serie de circunstancias que no me ayudaron en mi estabilidad emocional, y empecé a dudar de mi propio criterio”. Su expareja también le recordaba su condición de mujer migrante en un país extranjero. “Me decía ‘adelante, denuncia, yo soy alemán y tú inmigrante, ¿quién te va a creer’; jugaba mucho con eso y es uno de los puntos por los que me echaba atrás cuando pensaba en denunciar”.
“La condena, la retirada de la orden, el obligarme a llegar a un acuerdo y la rapidez con la que me han citado ante su denuncia mientras que yo denuncié en abril y el fiscal no ha abierto expediente hacen que me sienta víctima de violencia institucional”, lamenta.
El papel de las oficinas consulares
Sandra ha pedido ayuda en la Embajada de España. Según explica, tras pedir ayuda en la oficina consular de Berlín, representantes de la embajada se reunieron con la Fiscalía de Cottbus para interesarse por el caso. Sin embargo, es consciente de que la embajada no puede actuar en un proceso judicial.
En 2024 las oficinas consulares de España en Alemania atendieron 21 casos de violencia de género, según el Ministerio de Exteriores, que explica también que, en 2025 se atendieron seis nuevas víctimas de violencia de género mientras se continuaba el seguimiento a los casos activos.
Sobre qué puede hacer una mujer española que esté en una situación de violencia de género en Alemania, Exteriores explica a este medio que las oficinas consulares de España en Alemania informan a las víctimas españolas del sistema de protección de víctimas en el país y de todo recurso local útil que pueda estar a su disposición, incluyendo, entre otros, los números de atención y páginas web de información general; números de emergencia; existencia de ayudas locales; centros médicos y hospitales; casas de acogida, refugios y redes de alojamiento de emergencia; y ONG y abogados.
En 2024, las oficinas consulares de España en Alemania atendieron 21 casos de violencia de género, sumándose seis nuevas víctimas de violencia de género en 2025
“Las oficinas consulares dan un trato prioritario a todos los casos de violencia contra la mujer que afecten a víctimas españolas”, aseguran. “Si la víctima española no ha regresado a España y mantiene su residencia en el extranjero, la oficina consular competente realizará un seguimiento periódico de su situación y seguirá activando la asistencia consular siempre que sea necesario”, siguen.
Además, la víctima puede optar a la ayuda económica prevista para ciudadanas españolas y sus descendientes o personas dependientes a su cargo que, encontrándose en el extranjero, resulten víctimas de actos de violencia que encajen en la definición del artículo 3 del Convenio de Estambul.
360 feminicidios al año
El Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica, conocido como Convenio de Estambul, es el tratado de referencia en materia de violencia de género en Europa. Alemania es uno de los 47 países que lo ha firmado. Sin embargo, no lo ha ratificado (como sí ha hecho España y otros 36 países). El Convenio de Estambul define diferentes formas de violencia contra las mujeres, incluye orientaciones para prevenirla y sirve como instrumento legalmente vinculante para los países europeos.
Sin embargo, Alemania sigue anclada en una interpretación de la violencia contra las mujeres basada en el enfoque de la “violencia doméstica” pese a que las últimas cifras conocidas dan razones suficientes para abordar la violencia machista desde la políticas públicas. Un estudio publicado a finales de 2024 por la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (Bundeskriminalamt, BKA), que recoge datos de 2023, indica que las autoridades alemanas registraron más de 256.000 casos de violencia doméstica, un 6,5% más que en 2022.
Según el informe, el 70% de las personas afectadas eran mujeres y tres cuartas partes de los sospechosos eran hombres. El mismo informe cifra en 360 mujeres y niñas fueron víctimas de feminicidios en 2023, de las cuales 247 fueron casos de violencia doméstica, que incluye la que ocurre a manos de la pareja y la intrafamiliar.
En febrero de 2025, el Gobierno formado por una coalición de socialdemócratas (SPD), Liberales (FDP) y Los Verdes (Die Grünen) presentó una ley específica contra la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, el país celebró unas elecciones generales sin que la propuesta hubiera salido adelante.
Alemania
Feminicidios en alza en un país sin Ministerio de Igualdad ni ley de violencia de género
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