Suma Cero
La guerra de Ucrania no ha tenido lugar

La relegitimación de unos estados europeos en decadencia, incluida en menor medida, la propia Rusia, es la principal función narrativa de esta opereta del siglo XX tardío.
Xi Jinping Vladimir Putin
Xi Jinping y Vladimir Putin. Foto: Fundación Amigos de Rusia
Isidro López

Es miembro de la Fundación de los Comunes. 

30 ene 2022 05:52

En 1991, Jean Baudrillard escribió tres artículos en Libération llamados sucesivamente “la guerra del golfo no tendrá lugar”, “La guerra del golfo no está teniendo lugar”, y finalmente “la guerra del golfo no ha tenido lugar”. En ellos, el teórico francés de la posmodernidad, con la desventaja de partida de las bombas cayendo sobre Bagdad, pintaba un panorama de dominio absoluto de la imagen por parte de los conglomerados de medios de comunicación, hasta el punto de poder distorsionar a su voluntad los lenguajes de la guerra.

En el imaginario europeo, la guerra remite a las atrocidades absurdas de las trincheras del Marne en la IGM, a la escala del exterminio de la IIGM, tanto el holocausto como las masacres de población civil de Dresden o Hiroshima. Esas guerras no volverán, sin embargo sus significantes seguirán movilizándose durante mucho tiempo. Lo que desde la muerte de la Guerra Fría, con su permanente amenaza de destrucción mutua asegurada, se llama guerra en los medios occidentales ya se presenta conscientemente junto a sus significados históricos desde una lógica abiertamente narrativa y publicitaria. 

En la visión de Baudrillard, al desaparecer uno de los polos de la guerra fría, la Guerra del Golfo ya se presentaba como una sucesión estratégico-comercial de imágenes organizadas por los medios de comunicación. Una variante de la publicidad y el marketing donde las poblaciones pasaban de ser combatientes a rehenes, y donde reina la lógica del chantaje generalizado. Como dice el propio Baudrillard en un párrafo memorable, que podría haber sido escrito a propósito de la actual crisis ucraniana:

“La guerra, y con ella también los guerreros falsos, los guerreros presuntuosos, los generales, los expertos, los presentadores de televisión, a los que vemos especulando sobre ella interminablemente, la guerra se contempla en el espejo: ¿soy suficientemente hermosa, soy suficientemente espectacular, soy suficientemente sofisticada para salir a escena históricamente? Por supuesto, estas preguntas ansiosas incrementan la incertidumbre en cuanto a las posibilidades que tiene de estallar.” 

La potencia actual del simulacro “guerra de Ucrania” consiste en que, en la medida en que remite a los fantasmas de la guerra fría, nos devuelve la imagen tranquilizadora de un mundo conocido. Y esa y no otra es la principal tarea narrativa de los medios a día de hoy, con sus colosales cajas de resonancia en las redes sociales: hacer creer que todo sigue igual mientras el orden salarial y la acumulación de capital, y por extensión, todo el edificio social de los estados de bienestar, se desploman como la gota malaya, poco a poco pero sin remisión. La relegitimación de unos estados europeos en decadencia, incluida en menor medida, la propia Rusia, es la principal función narrativa de esta opereta del siglo XX tardío. 

Difícilmente unos estados-nación que han perdido toda capacidad de acción autónoma en la esfera económica y productiva van a ser plenamente “soberanos” en sus decisiones militares

La guerra entre estados-nación a la manera de las guerras del siglo XIX y principios del XX, con su mezcla de impostura nacionalista y capacidad de movilización de masas, ya no existe. Por no movilizar, la expectativa de conflicto bélico ni siquiera parece movilizar a la población de la ardorosa potencia invasora, la Rusia de Putin. Difícilmente unos estados-nación que han perdido toda capacidad de acción autónoma en la esfera económica y productiva van a ser plenamente “soberanos” en sus decisiones militares. Lo mismo sucede con organizaciones de estados-nación aliados como el “simulacro OTAN” otra de las mercancías simbólicas en venta en este conflicto ucraniano. 

No hay más que comprobar que en uno de los que fuera grandes ejes de esa alianza atlántica, el Reino Unido, ex-Imperio Británico, en este momento prefieren discutir sobre la repatriación masiva de perretes y gatetes de Afganistán por parte de un pet-loving Boris Johnson que de una guerra en el corazón de Europa, para cerrar cualquier relevancia real de la OTAN. Parece que sólo el PSOE, con su peculiar sentido del humor histórico, está realmente interesado en que la OTAN viva. 

De la épica a los negocios

En su lugar, la “guerra” en nuestros días es un objeto económico en el que se dirimen asuntos que, en principio, al menos en las lecturas liberales de la historia, pertenecen al ámbito de la economía de mercado. En un momento histórico en que la competencia intercapitalista está fundamentalmente centrada en el conflicto entre estados-empresa, sustitutos del estado-nación, el fondo de lo que se presenta como guerra es otra escaramuza para conseguir ventajas competitivas en el nuevo orden capitalista global gobernado económicamente por China pero aún relativamente en disputa en su gobernanza política. Buen síntoma del caos político actual que está generando la lentísima aceptación occidental del nuevo dominio asiático, es que el “simulacro OTAN” sea incapaz de ponerse de acuerdo en las sanciones que se aplicarían Rusia en caso de un ataque a Ucrania.

El gran animador inmediato de este conflicto es la venta de armamento, una mini vía de salida a la crisis irreversible de la industria europea que al menos Emmanuel Macron lleva explorando a conciencia desde antes del comienzo de la pandemia en forma de retórica crecientemente militarista nada casualmente relacionada con el ascenso de Francia a la división de honor de las exportaciones de armas. Macron ya ha anunciado que va a desplazar tropas a Rumania. En esta misma estela oportunista se mueve el ardor guerrero de Margarita Robles y del PSOE, que con tal de vender dos cañoneras y tres tanques, es capaz de mandar una fragata al Mar Negro tres semanas antes de la fecha convenida con la OTAN. 

Estados Unidos busca un formato “guerra fría” que le permitiese poder presentar a su opinión pública la derrota sin paliativos en la esfera productiva global ante China de una manera potable

Alemania, sin duda, es la potencia más reticente a la retórica bélica contra Putin por el gran asunto estratégico que es para ella la puesta en marcha del Gasoducto Nord Stream 2 para el control de los precios del gas natural licuado, ya en espiral de crecimiento desbocada por la acción combinada de la aceptación China de los mercados de carbono y la despiadada especulación en los mercados de futuros energéticos. Alemania, sin la posibilidad de recurrir a la energía nuclear como Francia, y sin la posibilidad política y económica de seguir quemando carbón como hasta ahora, ve como la alta inflación, uno de esos espectros que recorre la política alemana desde hace un siglo, amenaza la hasta ahora sólida posición competitiva de la industria de exportación. Tensionamiento que, de rebote, podría romper o dejar muy tocada, la coalición SPD-Verdes-Liberales que apenas acaba de empezar a andar.

Estados Unidos, por su parte, ha sido el gran animador de este simulacro bélico. Las fotos de los satélites americanos que mostraban un buen número de tanques y armamento acumulado en la frontera con Ucrania filtradas por el propio Departamento de Estado han sido lo más parecido a un casus belli que se ha visto en este simulacro. Estados Unidos, sin embargo, está aquí jugando una partida de segunda división. Desde que Donald Trump lanzó su ridícula guerra comercial contra China, Estados Unidos ha buscado un formato “guerra fría” que le permitiese poder presentar a su opinión pública la derrota sin paliativos en la esfera productiva global ante China de una manera potable. China ha dejado clarísimo que no le interesa la política imperial por medios no comerciales y competitivos, algo que confunde al máximo a un occidente de por sí confundido, pero ha dejado que Putin ejerza el rol de morder los tobillos a la potencia decadente para comprobar la profundidad de su decadencia.

Que Putin políticamente se ha beneficiado de esta delegación China es evidente. Pero no es precisamente esta farsa la que ha hecho aumentar la presencia de Putin en Europa. Mucho más importante es el giro putinista, históricamente improbable, en lugares como la Hungría de Viktor Orban. De hecho, Hungría ha adoptado el programa reaccionario de vuelta a los valores nacionales y familiares de Vladimir Putin como seña de identidad, y se ha convertido en el valedor de Putin entre los países miembros de la UE. Pero por esta misma lógica de delegación china, la sobria intervención del ministro de Asuntos Exteriores de China, muy en la línea de la ideología de la armonía comercial neoconfuciana de Xi jinping, pidiendo el “final de la mentalidad de guerra fría”, ha terminado por desinflar el soufflé del simulacro de tercera guerra mundial en Ucrania, devolviéndolo al mundo de la competencia entre estados-empresa al que pertenece. Veremos cuál es el siguiente simulacro que nos proponen unos medios y unas redes sociales absolutamente absortas en sí mismas mientras el mundo que conocíamos se funde poco a poco.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Suma Cero
Análisis La burbuja de la guerra energética
La Unión Europea ha lanzado el mensaje de que, para derrotar a Putin, va a encajar la recesión económica asumiendo como propia una inflación de dos dígitos. No es una mala noticia para los mercados de Wall Street, Londres o Chicago.
Suma Cero
Escalas salariales, porras extensibles y ecosistemas fascistas
La apuesta por la creación de puestos de trabajo en la policía como elemento político medular es una apuesta por el fascismo social que nos debe interpelar y preocupar más que el folclore ultra encarnado por Vox.
Suma Cero
Cop26: de parlamento de la tierra a mercado de indulgencias
Las cumbres climáticas de Naciones Unidas están diseñadas para fracasar a un determinado nivel, el propiamente ecológico, y ser un éxito a otro nivel, el mantenimiento del orden político y económico global.
Economía
En primera persona Instrucciones por si encuentras muerta a tu suegra
Todo el que está en el mundillo sabe que el sector funerario vive casi un duopolio de facto y lo máximo que se está dispuesto a hacer es poner una multa de vez en cuando. Cuando alguien llama a una, ni se imagina al entramado que está llamando.
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Genocidio
Ayman Qwaider “A la gente se le pide una cantidad excesiva de dinero para poder salir de este campo de exterminio de Gaza”
Profesor especializado en educación en emergencia y educación inclusiva, Ayman Qwaider vive en Australia. Desde allí, intenta ayudar a su familia a salir de Gaza, mientras denuncia la ocupación israelí y la complicidad de la comunidad internacional.
Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Venga, circula
Venga, circula Un paso, luego otro
Llega un día en el que vemos con claridad algo que solíamos observar en los demás pero que nunca —prometíamos— nos sucedería a nosotros.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad ¿Qué tengo si me diagnostican Síndrome de Ovario Poliquístico?
Afecta a entre un 7 y un 13% de las mujeres en edad reproductiva, y el 70% están sin diagnosticar. Pero, ¿qué es el SOP y como podemos apaciguar sus síntomas?
Ocupación israelí
Opinión Las palestinas también existen
La morbilidad femenina, el conjunto de enfermedades, factores de riesgo y motivos de consulta recurrentes en las mujeres que merecen una atención específica, tiene múltiples ejes de discriminación: no es lo mismo en Suecia que en Palestina.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.

Últimas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.
Accidentes laborales
Accidentes laborales Detenidos tres empresarios en Galicia tras la muerte de un migrante que trabajaba sin equipo de protección
El joven de 28 años, que estaba empleado con un contrato irregular, falleció el 26 de febrero tras precipitarse desde una carretilla elevadora sin la protección necesaria para esa labor.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Deportes
Rugby femenino +35 Las Milnoh Granada, un club de rugby femenino +35 creado y gestionado por mujeres
32 mujeres nacidas en mil novecientos y pico, federadas en un equipo que les ha dado un espacio propio, sentido de pertenencia, una tribu donde “yo soy porque somos”

Recomendadas

Argentina
Argentina Myriam Bregman: “El de Milei es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas”
Quien fuera candidata de la izquierda a la presidencia en las elecciones en las que Milei salió victorioso, evalúa las consecuencias del gobierno de La Libertad Avanza y las respuestas que están dando los distintos actores políticos.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Euskal Herria
Korrika Correr a favor del euskera cruzando fronteras
La Korrika es el mayor evento de Euskal Herria. En la última edición de esta carrera de más de 2.500 kilómetros ha participado un tercio de la población vasca.