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Residencias de mayores
Madrid cancela la gestión de Mensajeros de la Paz en una residencia y promete aumentar el presupuesto
Tal y como explicaba El Salto el pasado verano, la situación entre familiares, trabajadoras y la gestión de la ONG Mensajeros de la Paz en el centro de alzhéimer Reina Sofía de Madrid era insostenible. Hasta la organización del padre Ángel renunció al contrato con la Comunidad de Madrid ante las críticas, pero el Gobierno regional les obligó a mantenerse. Pero esta tensión ha llegado a su fin esta semana, cuando la Consejería de Familia, Juventud y Política Social ha anunciado que iniciará los trámites para resolver el contrato del centro público.
En propias palabras de la consejería para este medio, “la resolución del contrato ha sido aceptada por Mensajeros de la Paz, que ya había manifestado el pasado mes de junio su intención de renunciar a la gestión de este centro”. De manera paralela, informan, están trabajando en un nuevo procedimiento de urgencia que “actualizará la dotación económica para adaptarla a la situación actual y permitirá incrementar el personal de atención directa atendiendo a la especificidad de estas instalaciones, referencia nacional en el tratamiento de personas con Alzheimer”.
La falta de personal en la residencia es uno de los puntos más conflictivos. De hecho, en numerosas inspecciones se ha comprobado que el centro tenía un número de personal efectivo que no cubría el ratio mínimo
Precisamente la falta de personal es uno de los puntos más conflictivos, no solo para las familias, si no para la Administración. De hecho, fuentes consultadas en el portal de Transparencia, evidencian que en numerosas inspecciones se ha comprobado tener un número de personal efectivo que no cubría el ratio mínimo. Un ejemplo es la multa de más de 14.000 euros que recibió Mensajeros de la Paz en junio del pasado año y la detección de ‘deficiencias en atención especializada’ en varias inspecciones producidas a lo largo de ocho meses.
Más gerocultoras, más medios
Esta nueva resolución acerca “esperanza” a los familiares, tal y como confirma Paloma Rodrigo, portavoz del Consejo de Usuarios y familiares. Su madre está en el centro y llevan liderando esta pelea al no ser una residencia al uso, si no al tener, por la enfermedad de Alzheimer que padecen estas personas, necesidades especiales. Sobre todo requieren de más atención, ya que son mucho más dependientes que otras personas en su día a día. Además de lograr que se les reconozca esta figura como Consejo, han logrado tener reuniones todos los meses con el director de Atención al Mayor, Juan José García Ferrer, que les ha ido informando de las problemáticas que veían gracias a las inspecciones periódicas.
“Solo queremos que las nuevas condiciones nos ofrezcan una situación que haga que podamos irnos tranquilos a casa después de visitar a nuestros seres queridos en el centro”
“En ellas vieron las deficiencias que cumplían tanto en el servicios como las que tiene el propio pliego”, comenta Paloma, sobre todo en lo referente al número de gerocultoras por turno. “Aunque estaban más presentes, buscando fórmulas, hemos visto que esto no solucionaba el problema y han tardado ocho meses en llegar a la conclusión que nosotros ya sabíamos”, comenta. Después de avisar que no renovarían en noviembre el pliego actual, han ido recogiendo mejoras pero hasta noviembre de 2023 no parece que ninguna otra empresa se haría cargo. “Pedimos hablar con la consejera -explica- y la solución ha sido quitar la gestión y buscar otra empresa de forma urgente”.
El Reina Sofía, que comparte instalaciones con el centro de investigación de la Fundación CIEN (Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas) dependiente del Instituto de Salud Carlos III, se establece en unidades de convivencia. Una estructura de cuidados y de tratamiento pensado para mejorar la situación de los residentes, pero que exige más personal al estar en estancias independientes. “Solo queremos que las nuevas condiciones nos ofrezcan una situación que haga que podamos irnos tranquilos a casa después de visitar a nuestros seres queridos en el centro”, termina de explicar Paloma, que sigue mirando por el bienestar de su madre cada día.