Portugal
La derecha portuguesa gana en Lisboa y Oporto, pero los socialistas recuperan aire frente a Chega
No hubo buenas noticias en Lisboa, el centro sobre el que se posaban las miradas en primer lugar en la noche electoral de Portugal. Carlos Moedas, alcalde de Lisboa, en plena crisis de imagen tras el accidente de un funicular en la capital en el que murieron 16 personas, consiguió revalidar su mandato con un 40% de los votos. A pesar de que en el sprint final la candidata (casi) unitaria de la izquierda Alexandra Leitão pudo soñar con desbancar al alcalde del PSD, no hubo sorpresa y la diferencia de seis puntos consolidó una victoria del Partido Social Demócrata que se extendió anoche por todo el territorio.
Además de Lisboa, Oporto, Braga o Sintra estarán bajo mandato de la derecha de la mano del partido del actual primer ministro Luís Montenegro. El PSD en solitario o en coalición con otros partidos de derechas, como el Partido do Centro Democrático Social (CDS) gobernará en 136 municipios. El sistema portugués es claro: gobierna la lista más votada.
Desbanca al Partido Socialista, que se queda en 128 concejos municipales. Esa ventaja además supone que el partido del primer ministro gobernará instancias de coordinación de las distintas municipalidades. Aun así, en el cómputo global, el PS sale bien parado de esta convocatoria. Alcanza el 33,15 del voto y se sitúa a poca distancia del PSD, que vence con el 34,3%. En este caso, el PS se ve beneficiado del efecto arrastre de toda la izquierda que, con pocas excepciones, se agrupa en torno a las listas que tienen más posibilidades de vencer en los municipios.
Con ese empujón el PS volvió a ser segunda fuerza después de que, en mayo de este año, las elecciones generales dieran la oposición a Chega, el engendro de extrema derecha dirigido por André Ventura.
En las municipales, Chega solo obtuvo la mayoría en tres municipios; un resultado considerado pobre por el propio Ventura, que habla de menor arraigo en lo local de la propuesta antmigración de la extrema derecha lusa.
La participación en las elecciones subió un 5,6% con respecto a la cita con las urnas de 2021. En aquella ocasión —antes de la crisis que se llevó por delante el Gobierno socialista de Antònio Costa— el PS fue el más votado. Los socialistas solo han perdido un 1,4% de su voto hace cuatro años, pero el partido de Montenegro se ha constituido en este periodo como la referencia electoral portuguesa. En las elecciones celebradas ayer aumentó sus prestaciones un 17%, superando al PS pero, también, poniendo un tapón, quizá momentáneo, a la extrema derecha.
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