Opinión
La cultura de la muerte en Hollywood y la masacre de Gaza

Lo que dijo el cineasta Jonathan Glazer en apenas un minuto en los Oscar conserva un profundo poder moral que ninguna distorsión puede ocultar.
La Zona de Interés
Fotograma de La Zona de Interés (Jonathan Glazer, 2023).

Es el director nacional de RootsAction.org y director ejecutivo del Institute for Public Accuracy.

25 mar 2024 15:38

La semana pasada, Variety informó de que “más de 1.000 creativos, ejecutivos y profesionales de Hollywood judíos han firmado una carta abierta denunciando el discurso de Jonathan Glazer en el Oscar obtenido por La zona de interés”. La airada carta es un guion perfecto para un drama humano acerca de lo que significa la defensa de Israel mientras este continúa matando metódicamente a civiles no menos valiosos que los propios seres queridos de los firmantes.

Unas pocas palabras éticas de Glazer al aceptar su premio provocaron indignación. Refutó el hecho de que “el judaísmo y el Holocausto están siendo secuestrados por una ocupación, que ha llevado al conflicto a tantas personas inocentes”, y siguió con una pregunta vital: “Ya sean las víctimas del 7 de octubre en Israel o del ataque a Gaza, todas las víctimas de esta deshumanización, ¿cómo resistir?” Esas palabras fueron demasiado para los firmantes de la carta, entre los que se encontraban muchos de los poderosos productores, directores y agentes de Hollywood.

Para empezar, acusaron a Glazer (que es judío) de “trazar una equivalencia moral entre un régimen nazi que buscaba exterminar a una raza de personas y una nación israelí que busca evitar su propio exterminio”. Irónicamente, esa acusación encarnaba lo que Glazer había confrontado desde el escenario de los Premios de la Academia cuando dijo que lo crucial en el presente es “no decir: 'Mira lo que hicieron entonces', sino 'Mira lo que hacemos ahora'”.

Los crímenes contra la humanidad cometidos por la Alemania nazi contra los judíos no son de ninguna manera exculpatorios de los crímenes contra la humanidad que ahora comete Israel

Pero la carta se negó a analizar lo que Israel está haciendo ahora mientras bombardea, asesina, mutila y mata de hambre a civiles palestinos en Gaza, donde ahora se sabe que hay 32.000 muertos y 74.000 heridos. La visión moral de la carta sólo analizaba lo que hizo el Tercer Reich. Sus firmantes respaldaron las habituales polémicas sionistas, que encajan perfectamente en la descripción de Glazer de que “el judaísmo y el Holocausto” están “secuestrados por una ocupación”.

La carta incluso negaba que realmente existiera una ocupación, objetando “el uso de palabras como ‘ocupación’ para describir a un pueblo judío indígena que defiende una patria que se remonta a miles de años”. De alguna manera se presuponía que el Antiguo Testamento es una justificación suficiente para la matanza en curso de palestinos en Gaza, la mayoría de cuyos antepasados vivían en lo que hoy es Israel.

La gran mayoría de 2,2 millones de personas que habitaban Gaza han sido expulsadas de sus hogares que han sido bombardeados, y muchas de ellas se enfrentan ahora a la hambruna debido al bloqueo de alimentos. Las restricciones extremas impuestas por Israel a los alimentos y otros suministros vitales están provocando muertes por hambre y enfermedades, así como un enorme sufrimiento.

A principios de marzo, un panel de expertos de la ONU emitió una declaración que declaraba: “Israel ha estado matando de hambre intencionalmente al pueblo palestino en Gaza desde el 8 de octubre. Ahora su objetivo son civiles que buscan ayuda humanitaria y convoyes humanitarios”. (Hasta aquí la afirmación de la carta anti-Glazer de que “Israel no está atacando a civiles”).

El fin de semana pasado, en la frontera de Egipto en el cruce hacia Rafah, el Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo: “Aquí, desde este cruce, vemos la angustia y la crueldad de todo esto. Una larga fila de camiones de socorro bloqueados a un lado de la frontera, la larga sombra del hambre por el otro. Eso es más que trágico. Es un ultraje moral”. Pero no hay el más mínimo indicio de tal ultraje moral en la carta firmada por más de 1.000 “creativos, ejecutivos y profesionales de Hollywood”.

En cambio, toda la ira se dirige a Glazer por señalar que las decisiones morales en cuestiones de vida y muerte no están simplemente relegadas al pasado. Los crímenes contra la humanidad cometidos por la Alemania nazi contra los judíos no son de ninguna manera exculpatorios de los crímenes contra la humanidad que ahora comete Israel.

Lo que Glazer dijo en apenas un minuto conserva un profundo poder moral que ninguna distorsión puede ocultar. Existe continuidad entre el escenario de La Zona de Interés hace ocho décadas y las realidades actuales, cuando Estados Unidos apoya las acciones genocidas de Israel:

Nuestra película muestra adónde conduce la deshumanización en su peor expresión. Dio forma a todo nuestro pasado y presente. En este momento estamos aquí como hombres que refutan el secuestro del judaísmo y el Holocausto por una ocupación, que ha llevado al conflicto a tantas personas inocentes. Ya sean las víctimas del 7 de octubre en Israel o del ataque a Gaza, todas las víctimas de esta deshumanización, ¿cómo resistir?

Gran parte de la película se centra en las vidas de un hombre y una mujer preocupados por su carrera, su estatus y su bienestar material. Estas preocupaciones no son desconocidas en la industria cinematográfica, donde el silencio o el apoyo a la guerra de Gaza son comunes entre los profesionales, en contraste con Jonathan Glazer y otros, judíos o no, que se han pronunciado en su defensa o a favor de un alto el fuego.

“Lo que estaba diciendo es muy simple: que el judaísmo, la identidad judía, la historia judía, la historia del Holocausto, la historia del sufrimiento judío, no deben usarse en la campaña como excusa para un proyecto de deshumanizar o masacrar a otras personas”, dijo el dramaturgo y guionista Tony Kushner en una entrevista con un periódico israelí hace días. Calificó la declaración de Glazer desde el escenario de los Oscar como “intachable e irrefutable”.

Sin embargo, incluso sin firmar la carta abierta que denunciaba los comentarios de Glazer, algunos en la industria del entretenimiento se sintieron obligados a afirmar su respaldo a un país ahora inmerso en una guerra genocida. En particular, un portavoz del financiero detrás de la película de Glazer, Len Blavatnik, respondió a la controversia diciendo a Variety que “su apoyo de larga data a Israel es inquebrantable”.

¿A cuántos civiles palestinos más asesinará Israel antes de que ese “apoyo a Israel” comience a flaquear?

Common Dreams
Artículo traducido de la web de Common Dreams: Death Culture: When 1,000 in Hollywood Proclaim Support for Gaza Slaughter, publicado con licencia creative commons.

Archivado en: Opinión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.
Opinión
Vivienda De cómo cobrando el salario mínimo nunca tendrás una casa
La especulación inmobiliaria y los pisos turísticos son los grandes culpables de que alquileres y precio de venta de la vivienda se hayan disparado en los últimos tiempos.
Genocidio
Opinión No lo soportamos más: un alarido por Gaza
Mientras la complicidad con Israel es abierta, obscena y militante, levantarse contra el genocidio es un gesto que a tantas les está costando el futuro y la libertad en cada vez más sitios. Ya no sabemos ni qué escribir al respecto.
Acaido
26/3/2024 2:07

Hace ya algunos años que dejé de sentir empatía con las victimas judías por parte de los nazis.
Últimamente no soporto ninguna película, comentarista o reportaje sobre el tema, mi indignacion es insoportable al pensar que aquellos mártires de ayer, hoy son saicos verdugos tanto o mas crueles.

1
0
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
26/3/2024 16:03

Tampoco es así, ya que miles y miles de judíos que habitan en todo el mundo se oponen y rechazan el proyecto colonial israelí, afirmando que no tiene nada que ver con la religión judía, sino que vive de las rentas del holocausto para justificar su expansiónismo asesino.

0
0
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
PSOE
Crisis de Gobierno “El Gobierno está en la UCI”: los aliados de Sánchez afilan el discurso en clave electoral
A la espera de nuevas pruebas que puedan afectar directamente al presidente del Gobierno o algún indicio de financiación ilegal del PSOE, Podemos radicaliza su crítica al bipartidismo y Sumar habla de “un cambio de 180 grados”.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.

Últimas

Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Tribuna
Tribuna Almacenamiento energético de Enlight Renewable Energy en Huesca: lavado verde de la imagen de Israel
VV.AA.
La empresa israelí Enlight Renewable Energy tiene intención de construir un parque de baterías para energías renovables en el pirineo oscense. Operación que el Gobierno debería prohibir por la contribución de la compañía a la ocupación ilegal israelí
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Más noticias
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.

Recomendadas

Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.