We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Hace poco me llegó por redes un mensaje privado en el que alguien en un grupo tránsfobo —transodiante, si lo prefieren— citaba un tuit mío. El tuit decía: “¿Cómo se llama el intento de exterminar una comunidad entera por su condición particular?”. La respuesta de esta persona: “transactivismo”. Aparentemente, el “transactivismo” quiere destruir a las mujeres (cis). El “transactivismo”, es decir, las personas trans que dedicamos nuestro tiempo, a veces nuestra vida, a luchar por nuestros derechos. Una respuesta curiosa, como poco.
Pero esta idea no aparece de la nada: es una consecuencia natural de la idea mítica del “borrado de las mujeres”. Esa es una teoría de la conspiración en sentido estricto: hay quienes creen que existe una conspiración “queer” para exterminar a las mujeres (cis, claro). Por eso resulta tan peregrina: es totalmente irreal de entrada. ¿Cómo podríamos las personas trans “borrar” a las mujeres? ¿En qué sentido? Y, sobre todo, ¿para qué querríamos hacer eso, si buena parte de la comunidad trans somos mujeres y, desde luego, feministas? Creo que hay que explorar bien las interioridades de este mito, y desnudarlo de su retórica feminista. Que, por dejarlo claro desde un principio, es lo único que tiene de propiamente feminista.
Hay varios elementos implícitos a esta teoría de la conspiración y que le dan forma. En primer lugar, desde luego, se presupone que el “transactivismo” se reduce a las mujeres trans, y a las mujeres trans se nos reduce a un estereotipo rancio y transmisógino. No me alargaré mucho, porque de esto habló bien y claro Julia Serano en Whipping Girl, con lo que voy a hacerme eco de sus ideas. La mitografía —típicamente misógina— nos reduce a dos imágenes bien definidas: la “transexual patética” y la “transexual impostora”. La primera es aquella que finge ser mujer, pero su manera de impostar feminidad es torpe, no natural, y delata lo que en el fondo no es más que su naturaleza verdadera: es un hombre. La segunda es aquella que se hace pasar por una mujer con éxito, adoptando una imagen sensual de la feminidad, solo para engañar a hombres para que se acuesten con ella.
En el ideario transmisógino existen “los trans” que en realidad son “señores con bigote” y “los trans” que “parecen mujeres” y que quieren “obligar a las mujeres a que les coman la polla”
Las imágenes se repiten en el ideario transmisógino, esta vez con retórica feminista: existen “los trans” que en realidad son “señores con bigote” y cuya “sola voluntad basta para ser reconocida como mujer”, y por otro lado existen “los trans” que “parecen mujeres” y que quieren “obligar a las mujeres (marca registrada) a que les coman la polla”. En cualquier caso se asume que quieren “invadir espacios de mujeres”, como los baños. Cuando esto se señala siempre hay voces que apelan a “los transexuales normales/ buenos”, los que “no comulgan con la (malvada) teoría queer”. Pero los transexuales buenos, como la teoría queer tal y como la describen, son solo otro mito fabricado. En realidad, la única trans buena es la silenciada. En realidad, en este imaginario las personas trans, simplemente, no existimos como tales.
Esta teoría de la conspiración tiene también otros elementos, socialmente más pasables y más “pop”, de fondo. Aquí cabe, por ejemplo, la idea de una “socialización masculina” que se da de forma totalmente unidireccional, universal y homogénea: todas las personas a las que se les asigna el género masculino —es decir, con pene, ya que el género se asigna en base a la genitalidad pensada desde el diadismo— se las educa para “dominar” y se les otorga el “poder patriarcal”. Con esta imagen, los hombres se convierten en una idea abstracta alejada de todo mundo real, cuyo único efecto de existencia es el de dañar a las mujeres. Por supuesto, aquí no existen la homofobia o la plumofobia ─relacionada en el fondo con la misoginia─, no hay rituales de coacción y agresividad que alienen a los hombres de su propio cuerpo y voluntad, no existen formas de subjetividad masculina. Ni siquiera existen la clase social o la raza. Los hombres son una parodia de sí mismos.
Sucede algo parecido con las mujeres, y sobre todo con la clase de respuesta que se da cuando se critica la evidente transfobia detrás de esta clase de ideas: “misoginia”. Toda crítica (y defensa) al ataque de las vidas y derechos trans es recibida con esa acusación. ¿Por qué? Porque si la imagen que se tiene de las personas trans se basa en estereotipos rancios sobre “hombres que se disfrazan de mujeres para hacer daño a las mujeres de verdad”, entonces toda vida trans es un ataque a todas las mujeres (cis), y por tanto es una forma de misoginia. (La única trans buena es la silenciada, ¿recuerdan?). Esta idea no sólo ignora la existencia de las vidas y derechos trans, sino que reduce cualquier crítica de conductas abusivas a la crítica a las mujeres por el hecho de ser mujeres (que es lo que presupone el concepto de misoginia). En definitiva, la idea es que no se puede denunciar la conducta abusiva de mujeres, ya sean tránsfobas, nazis o cargos políticos de ideología neoliberal. Entonces resulta evidente que la acusación de misoginia aquí es, irónicamente, misógina de acuerdo a sus supuestos.
Es paradójico que se pueda plantear la parodia de hombres y mujeres como parte de una conciencia feminista, pero este es sólo un ejemplo; hay líneas rojas más llamativas. La teoría de la conspiración del borrado de las mujeres cis tiene un importante tinte nazi por su parecido con la idea supremacista del “genocidio blanco”. Esta teoría supremacista parte de la idea de que hay un plan para “extinguir” a la gente blanca mediante mecanismos indirectos como la inmigración, la integración racial o las tasas de fecundidad de las mujeres migrantes racializadas. No solo es evidente que esta idea no soporta medio segundo de pensamiento, sino que está bien claro que es una teoría racista pensada para congregar a racistas alrededor de ella. Un lema nazi reza: Diversity is a code word for white genocide. La lógica detrás de la conspiración del borrado de las mujeres cis es peligrosamente parecida. Solo por poner un ejemplo, quiero recordar que una importante académica tránsfoba se negó a acudir a la manifestación del pasado 8M justamente por la “diversidad”.
Yo recibí acoso en redes cuando me presenté como Rosa llevando barba; hoy llevo más de un año en tratamiento hormonal y esto sigue ocurriendo
Esta teoría de la conspiración —y sus supuestos menos visibles— tiene efectos muy reales en la vida de las personas trans. La idea cis de que “transicionar” significa someterse a una clase muy concreta de modificaciones corporales —o sea, tratamiento hormonal y, sobre todo, cirugía genital— no sólo ignora deliberadamente las realidades trans en su diversidad, sino que supone poner en riesgo el bienestar de la persona y promueve una idea muy rígida de lo que somos hombres y mujeres, relegándonos a un binarismo en el que muchas, sencillamente, no cabemos.
Yo recibí acoso en redes cuando me presenté como Rosa llevando barba; hoy llevo más de un año en tratamiento hormonal y unas cuantas sesiones de láser para deshacerme del vello facial. Sigo siendo Rosa, y sigo habiendo recibido acoso, de distintas formas y de parte de muchas personas ─alguna de ellas con decenas de miles de seguidores—. Y lo recibí por esta idea cis de la transición, independientemente de cómo haya sido mi tránsito. Esa idea excusa hoy, igual que entonces, ese comportamiento abusivo de grupo.
Opinión
¿Qué hay de nuevo en la autodeterminación de género?
Si hay algo que sea evidente, como además han certificado científicos de todas las áreas en las que se trata con personas trans, es que el apoyo social es clave para nuestro desarrollo como seres humanos, incluyendo acceso a recursos sociales fundamentales. Los psicólogos, sociólogos, trabajadores sociales y médicos tienen un consenso bien claro: acompañar, apoyar, ayudar. No se puede hacer nada de esto sin nuestras voces, sin dar espacio a nuestras vidas y dejar las simplificaciones y los estereotipos transmisóginos a un lado. Quizá, entonces, habría que dejar de cederle espacio a teorías de la conspiración y a discursos de odio. Quizá haya que llamar la atención sobre las ideas que dañan nuestra salud, y negarse a darles pábulo. De no hacerlo, se está creando un ambiente propicio para el señalamiento y el acoso públicos, para la negación de nuestras condiciones de vida más fundamentales. No es un debate, son vidas. Y son y nuestras.
Relacionadas
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Entrevista La Poderío
Entrevista La Poderío “Desde fuera se romantiza la maternidad, y aunque es bonita, siempre hay millones de dudas”
El Salto Radio
El Salto Radio ¡Viva el mal!
Antes habría estado de acuerdo, pero he visto como en twitter algunos activistas Trans y sus aliados se la viven acosando a otras personas sólo por decir que no son mujeres u hombres en sentido biológico, y les llaman "antiderechos" o "TERFS". Una cosa es que se difiera en la opinión y otra es querer obligar a que se acepte que X o Y personas son "mujeres u hombres" porque sí. Actualmente citan algunos artículos y revisiones que hablan de que el sexo es un espectro y que hay más de un sexo, pero en todos esos artículos se demuestran sólo cambios pequeños en alguna callosidad del cerebro, muchos o si no es que todos son experimentos carentes de grupo control con pocas muestras, calidad metodológica deficiente y ninguno replicado. Nunca demuestran cambios en los cromosomas, ni en la estructura ósea (excepto por algunos artículos igualmente deficientes que hablan de pequeñísimos cambios en la dentadura), ni a nivel genético. Por no hablar de que el lobby Trans suele eludir o ignorar los daños que pueden causar a corto y largo plazo la hormonación indiscriminada, y crear confusión mediante propaganda dirigida a los adolescentes que pueden tomar decisiones erróneas y luego arrepentirse: imaginen una mujer que se quita los pechos o un hombre que se hace vaginoplastia a los 16 años, cumple 20 y se da cuenta que su problema sólo era una disforía y no un cambio objetivo, y quiere regresar a su sexo anterior. El resto de su vida quedará marcado. Hoy en día la mejor manera de descalificar al adversario en los medios es decir que es un conspiranoico, ya sólo les falta decir que también son terraplanistas para completar el pack de perfecto Goebbels.
Mucho anti binarismo, pero dale con el Cis/trans. Que no hay mujeres Cis, y menos feministas. Nadie debe estar de acuerdo con su género
A ver si entendí. ¿Utilizaste una analogía con los nazis para sustentar tu gaslighting? No he escuchado hablar de conspiraciones, pero sí de hechos: en la legislaciones del mundo se está borrando a las mujeres para hablar de "personas". Esto conlleva un peligro porque su omisión implica que se cedan espacios ganados por las nacidas mujeres, se invisibilice la particular violencia que sufren las nacidas mujeres (porque, sí, es muy distinta a las que sufren las mujeres trans, por ejemplo, la violencia obstétrica). El género no es una identidad, es una opresión basada en el sexo (hecho material comprobable). Todo lo que describes es paja y desde la subjetividad, es decir, no tienes argumentos.
Nunca seréis mujeres, de la misma manera por la cual yo nunca seré un unicornio.
Soñar es gratis y performar pues... digamos que también.
Pues claro que la transexualidad es una patología, lo cual no tiene nada de malo ni vergonzante, pero ya me diréis si no es patológico querer mutilarse genitalmente, realizarse una doble mastectomía estando sana y hormonarse de por vida. A mí lo que me da es mucha pena esa gente, sobre todo si se trata de niños influenciables.
Trans que ganan competiciones en categorías femeninas, en deportes como alterofilia y boxeo.
Activistas trans que rechazan el saludo feminista, por tratarse de una vulva, así como la consigna "Nosotras parimos", pues también hay "hombres" que se quedan embarazados.
Una trans demandó a un centro de estética para mujeres porque se negaron a depilarle su bolsa escrotal. Otra trans demandó a un centro ginecológico porque se negaron a atenderla.
Legislaciones que reconocen hombres y mujeres solo con la "autodeterminación de género", abriendo la puerta a fraudes y excentricidades de toda clase. Pero todo muy queer y muy progre.
Es que, miren ustedes: el binarismo sexual es una certeza biológica y el género no es una elección. El mundo no lo definen las autopercepciones y sentimientos.
Las "mujeres trans" no son mujeres, son varones que (casi siempre) padecen de disforia de género. Los "hombres trans" no son hombres, son hembras que cuando menstrúan se sienten como la mierda debido a la disforia y que debido a ello a menudo deciden hormonarse.
Personalmente no tengo ningún problema con tratar a una persona con el nombre y pronombre que le haga sentirse cómoda en casos de disforia, pues la disforia es muy jodida. La legislación española actual ya lo contempla. Otra cosa son inanes que se definen con una de las centenares de identidades de género que se van inventando, solo por sentirse especiales.
Cierto activismo que va de progre y rechaza la condición de hombres y mujeres a gays y lesbianas, basándose en estereotipos sexistas.
Hoy día encontramos activistes trans, autodenominades no binaries, que jamás han sufrido disforia ni tienen intención alguna de transicionar, que se erigen en representantes del colectivo transexual. Y que, por supuesto, exigen su derecho a pasear su chorra de mujer en vestuarios femeninos y de militar en la primera línea del feminismo, pues también se declaran mujeres los días pares del mes.
Por tanto, me encantaría que las feministas radicales ganaran la batalla en este asunto, como ocurrió hace poco en el Reino Unido.
No me oprimas por ser trans no cis que le gustan las personas no cis que se sienten atraidas por el genero no binario pero que se definen cis no normatives y no gestante donde valore el genero fluido y no juzgue mi victimismo. Ademas de todo esto que sea buena persona tambien lo valoro
Poco objetivo, ya que mostrar como víctimas no es la realidad. Cómo dices es tu opinión. No una realidad de lo sucedido
Para empezar no existen mujeres cis, ninguna mujer está conforme con la opresión de su género.
En segundo lugar, construye un argumento falso todo el artículo y resulta infumable. El borrado de la mujer no consiste en ningún exterminio, la ley de auto identificación es un borrado de las categorías sexuales, y con esto el género pierde su significado, se resignifica en identidad. No interesa contar que los derechos de las mujeres basados en la desigualdad del sistema sexo/género dejaran de tener marco juridico aplicable. Ese es el borrado que se pretende. No las chorradas que publica El Salto, tu periódico reaccionario de referencia.
Un articulito más para la causa. Esto parece el nodo, el diario del régimen. ¡Qué pena!.
Yo ando media perdida en este debate, no veo que las mujeres trans nos borren a las cis, entiendo que suman. ¿se plantea que antes de reconocerse mujeres socializaron como hombres? pero pasaron del lado privilegiado al acosado. ¿Que cualquier hombre podría decir que es mujer?¿En serio????como si fuera un chollo! ¿Y en qué lugar quedan los hombres trans?¿Por qué no veo que estén participando en el debate?
Pues claro que los hombres trans no participan en el debate, porque no han sido socializados como hombres, y no tratan de imponer nada a nadie, aunque en realidad vayan a tener muchas más dificultades para ser aceptados como varones por los hombres.
Nunca serán escuchados como son escuchadas las trans mujeres.
Es normal que estés perdida, los medios no son capaces de publicar artículos desde otro punto de vista (aquí el ejemplo). Te aconsejo que investigues hasta que te quede claro. Si las mujeres nos quejamos, es por algo.
Os quejaréis por algo, pero plantear teorías conspirativas es un error en el que las que lo hacéis no tenéis razón. Y convendría que no hablases de "las mujeres", no representas ni tú ni cualquier otra a todas las mujeres.
A los hombres trans las TERF los ven como almas desencarriladas de la feminidad hegemónica, camioneras que no supieron encontrarse a sí mismas o no se qué chorrada. Es paternalismo tóxico y rancio.
Artículo muy necesario, como hombre trans realmente he tenido que soportar comentarios ridículo de parte de estas pseudofeministas, por ejemplo decir que no soy sujeto político del feminismo, enterarse de que soy trans y cambiar de opinión 5 minutos después. No nos pueden marcar ni analizar, simplemente no sabes a simple vista si alguien es trans o no, por mucho que ellas caigan en los estereotipos que tanto critican
Me ha encantado ver las ideas tan claras y tan bien estructuradas. Y tan bien escritas. Aunque me temo que voy a tener que leerlo un par de veces más para entenderlo mejor. Pero a sido un placer. 👏
Siento mucho que sufras discriminación. Estoy dentro de lo que se puede llamar Feminismo Radical y nunca jamás he rechazado a las mujeres transexuales. De hecho, creo que siempre han tenido espacio en el feminismo.
Otra cosa distinta es el transgenderismo. No es que las otras sean "buenas" porque sean sumisas, es que en el transgenderismo hay una violencia misógina tremenda. Jamás una mujer transexual dijo a otra "chúpame la polla" o ninguna otra amenaza como las que sí vierten activistas transgénero.
Es muy triste que, con toda la violencia machista que hay, se emplee tanto tiempo y corran tantos ríos de tinta para insultar y desacreditar a feministas.
Si algún día os agreden u os violan a alguna, no seremos las feministas radicales quienes lo hagamos, sino los hombres. Compartimos enemigo, que es el machismo, pero gracias al transgenderismo y a todos esos hombres sobrevenidos por sentimientos en mujer en edades bien adultas y sin venir mucho a cuento, mujeres y mujeres transexuales cada vez nos estamos alejando más.
No somos cis, no somos lo no trans como no somos lo no hombre, somos mujeres.
"En realidad, la única trans buena es la silenciada. "
A quien te refieres, ¿a las personas transexuales a las que acusais de transfobia por admitir su biología? ¿O a aquellas que detransicionan? La técnica de silenciar a éstas últimas os sale redonda, para qué voces discordantes dentro de vuestro propio colectivo...
Si hubieras leído correctamente el artículo, o no fueras una persona cínica, sabrías que en ningún momento en este artículo se ha criticado a quienes aceptan su biología. Ni la asociación de esta persona, ni el transfeminismo, ni la teoría queer, han predicado nunca las narrativas del cuerpo equivocado. Otra cosa es que la modificación de la biología sea una opción que para muchas personas suponga un refugio ante esta sociedad, que castiga mucho más a las personas trans que no asumen el cispassing en sí mismas, aunque no por ello oprime menos a éstas últimas.
Gracias por el artículo, me ha encantado. Como mujer cis siento vergüenza de algunas mujeres “feministas” que agreden constantemente a otras mujeres trans. Y la teoría esta del borrado de las mujeres da mucha pero que mucha grima. El feminismo sin todas/todes no es feminismo. Ha sido es y será inclusivo. Y las mujeres cis tenemos el deber de reflexionar sobre nuestros privilegios, dar un paso al lado y escuchar a nuestras hermanes trans.
Si fueras feminista, no dirías CIS. Y el feminismo no está encontrá de las personas trans, está en contra del genero
Soy la mujer cis que escribió el primer comentario, y te puedo asegurar que SI soy feminista. Lo que pienses tú, y tu demagogia barata me la sudaría bastante si no fuera porqué sois la causa directa que un colectivo entero (colectivo trans) sufra aún más opresión del que sufre. Repito, como feminista, me averguenza este tipo de actitudes típicas del fascismo más reaccionario.
La estrategia para reprimir a las personas trans tiene la misma forma que ya hemos visto antes en el clasismo, el racismo, el sexismo y la homofobia. El grupo dominante en el status quo trata de convencer a la mayoría que la fuente de sus problemas son los grupos más oprimidos. De esta forma distraen de los verdaderos problemas sistémicos y a la vez oprimen más a los más débiles. Lo más triste es que ahora estas técnicas funcionen con personas en colectivos que anteriormente, y en cierta medida en la actualidad, habían sido las víctimas. Colectivos de personas feministas y hasta de homosexuales que ahora dan la espalda a las personas trans. Personas trans que siempre han estado de su parte en su lucha y que han puesto su parte para llegar a donde se está hoy.
Un poco como convencer a la clase trabajadora de que el enemigo es la inmigración, no el capitalismo
Era en respuesta a la reflexión de #66030, por si se está entendiendo mal. Que la opresión funciona de arriba a abajo siguiendo la estrategia de divide y vencerás
Ustedes ven transfobia en todo y misoginia en nada...cómo se os ve el plumero
Mucha fuerza, solidaridad y sororidad con y para ti, Rosa. Un placer leer un texto así en este medio.