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Con el objetivo de informar a los ciudadanos de los enormes impactos ambientales que generaría la realización de una megamina en la Comarca de Monfragüe y Las Vegas del Alagón, surge otra iniciativa en Extremadura contra los megaproyectos extractivistas. La Plataforma afirma tener como objetivo “llamar la atención de los políticos extremeños pidiéndoles responsabilidades y que no vendan Extremadura a los caprichos de las multinacionales mineras, ya que los ciudadanos queremos una Extremadura próspera pero sostenible, no un desarrollismo indiscriminado, destructivo y contaminante de la minería para el beneficio de las empresas dejando en pocos años una tierra yerma y sin futuro”.
La Plataforma No a la Mina de Cañaveral está constituida por personas que, según sus propias declaraciones, “creen en el futuro de un desarrollo limpio y respetuoso de Extremadura, en una auténtica economía circular en la que no caben proyectos especulativos e insostenibles”. El colectivo está formado por ciudadanas y ciudadanos comprometidos con el medio ambiente y que señalan creer “en las actividades agrícolas, ganaderas y turísticas responsables”, de las que afirman serían uno de los sectores negativamente afectados de terminar por confirmarse la megamina a cielo abierto en Cañaveral, que a su juicio comportaría embalses con residuos químicos y grandes acumulaciones de residuos venenosos, con inevitables filtraciones tóxicas.
De acuerdo a la Plataforma, la mina en anteproyecto podría tener algún “pro”, básicamente centrado en unos cuántos empleos de indeterminado número y cualificación a corto plazo, y muchos “contras”, entre los que destacarían la contaminación del aire y el agua, la destrucción de los ecosistemas, los impactos sobre la fauna y, fundamentalmente, una fecha de caducidad de la explotación que, una vez extraído el mineral, dejaría en la zona una herencia de degradación envenenada para toda la comarca.
Habitualmente, estas empresas mineras actúan mediante la fórmula de extraer el mineral para, con posterioridad, abandonar la zona alegando una suspensión temporal de la actividad o mediante la suspensión de pagos y la quiebra, eludiendo de ambos modos la restauración del área afectada por la explotación
Además, consideran importante tener en cuenta el grave riesgo de afecciones a la salud de los habitantes de las poblaciones próximas, ya que las actividades extractivas de minería a cielo abierto liberan diversos contaminantes que pueden provocar distintas enfermedades.
Avisan de que, habitualmente, estas empresas mineras actúan mediante la fórmula de extraer el mineral para, con posterioridad, abandonar la zona alegando una suspensión temporal de la actividad o mediante la suspensión de pagos y la quiebra, eludiendo de ambos modos la restauración del área afectada por la explotación. En Extremadura podríamos encontrar, en este orden de cosas, el ejemplo de Aguablanca en Monesterio (Badajoz), que abandonó la zona sin ejecutar su restauración.
Minería
Minería a cielo abierto en Extremadura Poderosos intereses tras el litio de Cañaveral, en Cáceres
Recuerdan desde la asociación, en clara referencia a las instituciones locales, que “los municipios y sus responsables políticos deben proteger el interés general y el del medio ambiente de la zona”, y que “este proyecto es pan para hoy, sólo para algunos vecinos, pero hambre para mañana para el conjunto de los intereses de la comarca”.
La Plataforma No a la Mina de Cañaveral manifiesta su voluntad de seguir paso a paso la tramitación de la explotación, “mirando cada actuación con lupa”. Por todo ello, públicamente se dirigen a las personas interesadas, en la creencia de que las más afectadas pueden ser las que residen en la zona de influencia directa: Grimaldo, que tendrá la megamina a menos de un kilómetro de distancia, Pedroso de Acim, Cañaveral, Torrejoncillo, Portezuelo, Holguera, Casas de Millán, Riolobos y Serradilla, entre otros, “para que sepan de los impactos de la macroescombrera que acabaría con unas 2.000 encinas, del impacto contaminante sobre las aguas subterráneas o que buena parte de los arroyos de esta zona dejarían de fluir ya que la empresa necesita grandes cantidades de agua para su funcionamiento y la actividad extractiva”.
La Plataforma No a la Mina de Cañaveral manifiesta su voluntad de seguir paso a paso la tramitación del proyecto, “mirando cada actuación con lupa”. Por todo ello, públicamente se dirigen a las personas interesadas, en la creencia de que las más afectadas pueden ser las que residen en la zona de influencia directa
La Plataforma No a la Mina de Cañaveral llama a informarse a los propietarios de fincas y a las personas que tienen explotaciones agrícolas o ganaderas en la zona, ya que serían de las más perjudicadas de abrirse la mina. El sector turístico también podría verse seriamente afectado, dañando con severidad al turismo rural , habida cuenta de que se quedaría directamente afectada la Ruta de la Plata o Camino Mozárabe de Santiago, iniciativa objeto de numerosas inversiones públicas de diferentes instituciones (Diputación de Cáceres, Junta de Extremadura, Gobierno de España y Unión Europea), y que se constituye en la actualidad como uno de los Itinerarios Culturales y Turísticos más atractivos y demandados del mundo, pasando por él miles de senderistas y peregrinos de múltiples países.
Concluyen remarcando desde la oposición a la mina que es su deseo que Extremadura siga siendo referencia en Europa como una región sostenible, “en la que no tiene sentido este tipo de proyectos, que sólo responden a intereses estratégicos de las multinacionales”.
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Hace como unos 25 días me acerqué a ver la mina que pretenden hacer en Cañaveral. Mi sorpresa fue ver a medio pueblo de Grimaldo allí. Resulta que no es la mina de Cañaveral, sino la mina de Grimaldo por estar muy cerca de esta población. Estuve hablando con varias chicas que estaban muy afectadas por la decisión de hacer una mina justo al lado del pueblo que acabaría con su ecosistema y su forma de vida. Deciros, que desde entonces estoy intentando comentar en el periódico extremadura, que no es a Cañaveral a quien afectaría dicha mina, sino a vosotros habitantes de Grimaldo. Cuál es mi sorpresa que no me dejan publicar dicho comentario. Están intentando silenciaros por todos medios. ¡Viva la información libre!. Infraestructuras.
Creo que por aproximación, por solidaridad, por evitar un daño irreparable, que creo que va a ser sí o sí, deberían plantarse los alcaldes de las poblaciones más grandes. Valdeflores es una minucia comparada con lo que se quiere hacer aquí. Y no puede ser que una mancha enana tape un agujero negro. Pues ésa es la comparación. Pensadlo bien. Todos somos cacereños en la Provincia y queremos desarrollo, trabajo, y no oportunismo en pandemia, en la Extremadura vaciada. Un lugar dónde la dehesa, nuestro más preciado tesoro natural, junto a geoparques, parece que no valen una perra. ¿Cómo la plataforma de Cáceres no se une a las demás?. El alcalde de la ciudad, ya se habrá opuesto por analogía, proximidad, cacereño, extremeño y los demás ¿no?. ¿Quién defiende ese lugar?...una megamina, pero de verdad. ¿y cuál es la noticia bomba?...la de un bujero...
https://seo.org/2021/02/05/advertimos-de-graves-impactos-ambientales-de-un-proyecto-minero-en-extremadura/
Pero seamos coherentes. El litio se utiliza para baterías de muy distinto tipo como las de los móviles. Ale móviles a la papelera.
Hay que parar los proyectos neocolonialistas impulsados por un partido que se dice socialista y es lo más mendaz y capitalista que existe, unos vendepatrias siervos de sus señores, unos enemigos del pueblo, de la naturaleza y de la democracia a los que había que expulsar de Extremadura a pedradas.