Madres de la Plaza de Mayo
Norita, la madre de todas las batallas

A sus 93 años, Nora Cortiñas, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, sigue apoyando todas las grandes causas de su tiempo: “No me puedo quedar en mi casa encerrada, sin hacer nada, si veo que hay una injusticia contra el pueblo”.
Nora Cortiñas - 2
Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo y luego de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Álvaro Minguito

@cevaldiez

3 feb 2024 06:00

La entrevista con Norita Cortiñas cuesta, pasa de un día para otro, se hace esperar. Finalmente, el punto acordado es el bar La Embajada, a unos metros de Plaza de Mayo (Buenos Aires), donde suele reunirse con un grupo de personas cada jueves, luego de la ronda. Decir después de la ronda de las Madres, a esta altura, es como quien dice después del trabajo, o después del partido, o después de lo que sea. No hace falta preguntar el día y la hora. Después de todo, ¿quién no sabe que desde hace 46 años las Madres de Plaza de Mayo dan vuelta a la plaza cada jueves a las 15.30 h, nieve, truene o pase lo que pase?  Y, por lo mismo, ¿quién no sabe quiénes son Norita, Hebe o Estela en Argentina sin siquiera mencionar sus apellidos?

Teresa manda un mensaje para avisar que ya están en el bar, pero también advierte que Norita está cansada y que primero tiene que merendar. Norita merienda cerveza y Teresa la asiste en todo lo que puede, y en lo que Norita la deja. Teresa maneja la agenda a la perfección, y hace magia para hacerle un hueco a todos los “sí” con los que Norita responde cada vez que la convocan a algo.

Con Norita hay que cuidarse de no exagerar porque es fácil caer en expresiones grandilocuentes, aunque su fisonomía se exprese en un conjunto tan pequeño. Es que Norita es cuerpo y es presencia, toda ella; pero tiene 93 años y el cansancio propio de una vida intensa, y los más que obvios cambios de ritmo que se le imponen, aunque se resista. Es que lo de poner el cuerpo, en el caso de Norita, no es solo una expresión pomposa, abundan las muestras de ello para quien quiera pasar a ver, y asegurarse de que resiste cualquier archivo. Si bien ya no le da el cuerpo para viajar hasta el Kurdistán para apoyar la lucha del pueblo kurdo (2019), o para jugar un picadito de fútbol frente al Congreso como cuando tenía 88, sigue yendo todos los jueves a las rondas.

Lo del picadito se viralizó, y no es para menos. Norita jugó al fútbol frente al Congreso durante el Día de la Visibilidad Lésbica, y en apoyo a Higui de Jesús, procesada por homicidio por defenderse cuando la quisieron violar al grito de “lesbiana forra”. Lo del fútbol llegó lejos, tanto que Norita cuenta con un equipo que lleva su nombre: el “Norita Fútbol Club”.

En junio de 2022, el Norita FC quedó oficialmente constituido con una comisión de fútbol completamente formada por mujeres, y en un acto en el que Norita firmó el acta fundacional como presidenta honoraria. Las jugadoras de este espacio que combina la lucha feminista y disidente, los derechos humanos y el amor al fútbol, también quisieron homenajear en vida a la madre de todas las batallas.

“Yo era una madre común, con una vida privada, una familia y dos hijos varones, los dos estudiantes, y, de repente, cuando se llevaron a Gustavo salí a la calle y mi vida cambió totalmente”

“El día en que me enteré de que había un equipo de fútbol con mi nombre y con una camiseta con mi cara sentí una sorpresa enorme, una conmoción. ¡Es un homenaje muy grande para mí, que estoy viva! Pero, bueno, si a las chicas las inspira mi nombre, mi vida, mis luchas, voy a tratar de seguir inspirándolas”, cuenta la misma Norita en un texto que escribió Ayelén Pujol en el libro Pelota de Papel 3. Cuentos escritos por mujeres futbolistas (2019). “Quién sabe: quizás puedo jugar con ellas. ¿Por qué no? Yo creo que podría probarme. (…) Algunos me dicen que soy petisa para dedicarme al fútbol, pero no me parece que la estatura sea indispensable, salvo en el básquetbol. Si no, miren a Messi o a Maradona”, reflexiona, en una comparación que podría resultar más que acertada para muchas y muchos.

Ahora, y después de unos meses malos, Norita usa una silla de ruedas para participar de las actividades, y el pañuelo en la cabeza, el de siempre, el de las Madres, el que la identifica con una historia de lucha, pero que ahora también la protege del sol, como en su momento la protegió de los militares. Los mismos que no se atrevieron a correr de la plaza a esas señoras que pedían por sus hijos y que, ante la amenaza de ser desalojadas por la fuerza, se pusieron a caminar alrededor del monumento; y así hasta hoy.

Norita se casó con apenas 19 años y tuvo dos hijos: Gustavo y Carlos. “Yo era una madre común, con una vida privada, una familia y dos hijos varones, los dos estudiantes, y, de repente, cuando se llevaron a Gustavo salí a la calle y mi vida cambió totalmente”, reconoce. Desde ese momento, y desde hace 46 años está en la calle, “y en la lucha”.

Su nombre completo es Nora Irma Morales, nació un 22 de marzo de 1930, y toda su familia era de origen catalán: “Mi abuela era valenciana y mis padres catalanes, de Barcelona. Eran republicanos que soñaban con una Catalunya independiente y que lucharon siempre por la libertad”.

Gustavo fue el primero en hablar de política en la mesa familiar de una casa donde la vida discurría sin grandes discusiones sobre la realidad social; pero Argentina en los 70 vivía uno de los momentos de agitación política y de participación más importantes de su historia, y el debate, arrastrado por la coyuntura, empezó a colarse por las ventanas de muchos hogares donde antes parecía impensable que eso sucediera. “Gustavo tenía los mismos ideales de muchos jóvenes de la época, de libertad y de independencia”, rememora. “Luchaban para poder expresarse y querían que el país tuviera justicia social y una vida digna para todos. Formaba parte de una generación de jóvenes que salió a pelear a la calle”.

Por ese entonces, Gustavo había empezado a trabajar en el Ministerio de Economía y le pidió a una compañera que lo llevará a la Villa 31 —uno de los barrios de chabolas más grandes de Buenos Aires—, donde militaba, y allí se involucró con la Juventud Peronista, y conoció al padre Carlos Mugica, del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo y Curas villeros, y a Ana, su pareja y la madre de su hijo Damián. La última vez que tuvieron contacto fue en la Semana Santa de 1977. Gustavo fue secuestrado el 15 de abril en la Estación Castelar, en el mismo barrio donde todavía vive Norita.

“[Para seguir] me impulsa la búsqueda de los ideales de mi hijo, y de los 30.000, y la lucha”. Una lucha que creció al calor de otras luchas, y que la volvió incansable

Desde entonces, Norita también sale a la calle. Es verano en Argentina y la temperatura no suele bajar de los 30 grados, pero ni eso, ni nada que se le parezca, ha sido nunca un impedimento: “Me impulsa la búsqueda de los ideales de mi hijo, y de los 30.000, y la lucha”. Una lucha que creció al calor de otras luchas, y que la volvió incansable: “Hay que pelear, tenemos un gobierno que se propone borrar con el codo años de lucha y de derechos que conseguimos para una vida digna. Este Gobierno es todo lo contrario de por lo que luchamos, y por lo que lucharon nuestros 30.000, por eso sigo”.

Además de la lucha por los derechos humanos post dictadura, y de la búsqueda de memoria por Gustavo y por los 30.000, Norita es conocida por su participación en un sinfín de causas tanto de la agenda nacional como internacional, que incluye desde cuestiones de género hasta la lucha del pueblo kurdo o la campaña de Lula en Brasil. “También estoy en temas como la defensa del agua y de la tierra, y la lucha por la ley del aborto u otras cuestiones de género o el no pago de la deuda externa”, aclara. “El FMI nos quiere cobrar una deuda que no gastó el pueblo, y cada gobierno pide dinero y después el Fondo viene a querer cobrar eso, pero nosotros no tenemos por qué responder. Eso se lo metieron en los bolsillos los políticos que nos gobiernan”.

Sí hay algo que se le reconoce a Norita es su enorme capacidad de lucha y de presencia, porque lo suyo pasa, fundamentalmente, por poner el cuerpo: “Yo participo de todas las luchas que se hacen por la libertad y en contra de las injusticias. Trato de estar, no me puedo quedar en mi casa encerrada, sin hacer nada, si veo que hay una injusticia contra el pueblo”.

Norita no llegó a terminar la secundaria porque conoció al padre de sus hijos y abandonó. Luego nacieron Gustavo y Carlos, y se dedicó a criarlos y a coser, trabajaba como modista. Y aunque milita cuestiones de género, también reconoce que viene de una formación, y de un recorrido, cargado de prejuicios, y que le llevó tiempo entender que además de deberes, tenía derechos. “Era lo que veía en mi casa con mí mamá”, aclara. “Nunca había pensado en el feminismo como solución para un cambio de vida de las mujeres. Sin embargo, cuando empecé a salir a la calle, me di cuenta que todas las mujeres que iba conociendo tenían una noción del feminismo, y que eso era muy importante: la liberación de la mujer en todos los aspectos de su vida”.

“Tenemos un gobierno que se propone borrar años de lucha y de derechos. Este Gobierno es todo lo contrario de por lo que luchamos, y por lo que lucharon nuestros 30.000, por eso sigo”

La militancia por la ley del aborto también llego con los años. “Desde jovencita, siempre vi que para hacer un aborto cuando una mujer no quiere tener un hijo, y es clandestino, el riesgo de morir es muy alto, y que si la mujer es pobre le cuesta muchísimo más porque le es más difícil encontrar una solución”. Y aunque se lograron leyes como la del aborto, y otras, “con mucho dolor y lágrimas”, Norita opina que “en Argentina seguimos atrasadas respecto a los avances de las mujeres”, y que “todavía cuesta que las mujeres accedan a cargos políticos”.

Argentina es referencia mundial en materia de derechos humanos post dictadura, pero actualmente tiene una vicepresidenta, Victoria Villarruel, que reivindica el terrorismo de Estado y un Gobierno que vino a llevarse puestos casi todos los derechos conquistados en estos 40 años de democracia: “Son fascistas. Ganaron con los votos de parte del pueblo, pero hay que salir a pelear porque tenemos todo en contra”.

Respecto a la llegada al poder mediante las urnas de un gobierno de ultraderecha, Norita cree que se trató de una confluencia de factores. Los motivos van desde errores de lectura y de diagnóstico de la situación por parte del campo popular/progresista/de izquierda, hasta engaños propios de las campañas políticas. “Creo que la izquierda falló en la comunicación, y que no alcanzamos a dimensionar”, sostiene. “Las campañas políticas, en el ejercicio de buscar votos, representan un engaño. Se hizo mucho daño y, como además votó mucha juventud que votaba por primera vez, toda la historia de la dictadura cívico militar eclesiástica, y la historia argentina en general, quedó muy oculta. Faltó memoria, pero Milei ganó en las urnas, así que lo que hubo fue una falla colectiva, y una gran falta de comunicación entre los jóvenes y los políticos que no supieron escuchar esas voces y sus requerimientos”.

“Faltó memoria, pero Milei ganó en las urnas, así que lo que hubo fue una falla colectiva, y una gran falta de comunicación entre los jóvenes y los políticos que no supieron escuchar esas voces”

Lo de que Argentina es una referencia en materia de derechos humanos a nivel mundial no es una frase hecha, lo avalan años de lucha y numerosos procesos y juicios de lesa humanidad, pero Argentina, hoy por hoy, también es Milei y un país sumido en la pobreza que trata desesperadamente de encontrar un nuevo rumbo. En esta Argentina fragmentada y rota, con una clase política enormemente desprestigiada, Norita es un norte: “Yo tengo esperanzas de que esto va a cambiar. El mundo gira, se van dando cambios que no puede parar nadie, y vamos aprendiendo a mejorar”. Las contradicciones pesan, en cualquier lado, pero se hacen aún más visibles, y quedan más expuestas, en este país de marcados y evidentes contrastes. Y es ahí donde Norita ilumina, con su irreductible presencia. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
Cómic
Ángel de la Calle “La obra más importante de arte contemporáneo del siglo XX son las Madres de Plaza de Mayo”
La novela gráfica ‘Pinturas de guerra’, firmada por Ángel de la Calle, recrea las experiencias artísticas y armadas que, desde el exilio, sobrevivieron al horror de las dictaduras militares latinoamericanas. Esta primavera ha vuelto a las librerías.
Memoria histórica
Memoria histórica Heridas comunes. El negacionismo en Argentina va a las urnas
El autor del ‘Negacionismo. Naufragio de la memoria’, presentado en los últimos días de la campaña presidencial, habla de los peligros de una victoria de Milei para la lucha por la verdad, la justicia y la reparación.
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
València
València El tejido social presenta su propuesta de reconstrucción tras la dana
Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción y las asociaciones de víctimas definen los presupuestos de Mazón y Vox como una declaración de guerra.
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.
El Salto Radio
El Salto Radio Desmantelando E2 I El racismo institucional y sus grietas
Las redes de apoyo mutuo y la actitud de compartir privilegios son herramientas imprescindibles para combatir los impactos del racismo estructural.
Más noticias
València
València La jueza de la dana acorrala al relato político de Mazón
El president viaja a Estados Unidos la semana en la que el PP europeo celebra su congreso en València y no acudirá a la multitudinaria romería de Santa Faz.
Crisis climática
Informe Las diez empresas más contaminantes del país son responsables de un quinto de las emisiones españolas
Repsol mantiene el podio gris de empresa más contaminante que le arrebató a Endesa en 2020. Completan el top 10 de compañías más emisoras energéticas, cementeras y siderúrgicas, que copan entre ellas el 56% de las emisiones del mercado de carbono.
Comunidad de Madrid
Energía El apagón en Madrid, en imágenes
En Madrid, la gran urbe ha permanecido incrédula al pasar de las horas, entre rescates en el Metro, en el Cercanías y en ascensores, donde han quedado atrapadas algunas personas.

Recomendadas

Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.