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A estas alturas del caso Juana Rivas, seguramente sepas que ella se maquilla y que le gusta salir de fiesta. También la habrás visto sonriendo en la playa junto a su expareja y cortando viñas en el negocio que ambos tenían en Italia. Habrás leído en los comentarios de algún medio que “secuestró” a sus hijos, y puede que, incluso, en alguna sobremesa alguien haya vuelto a poner junto al café las denuncias falsas, el síndrome de alienación parental y el primo lejano de nosequién que, pobre, pasó una noche en el calabozo por culpa de su mujer.
“Cada vez que hay una situación como la de Juana Rivas, en la que hay un eco mediático y se lanzan mensajes contradictorios, las víctimas se atrincheran en su privacidad y no quieren llevar su situación a los juzgados”, alerta Montse Linares, abogada y vocal de la Subcomisión de Violencia de Género del Consejo General de la Abogacía Española. “Esto es muy peligroso, no ya a nivel judicial sino para la seguridad de las víctimas; hay que tener cuidado con todo lo que se transmite, porque la conciencia social en materia de violencia es la que hace que avancemos o que retrocedamos”, advierte.
Sobre el caso de Juana Rivas, Linares asegura que no se ha tratado la cuestión de fondo de la violencia de género. Y, efectivamente, no se ha hecho. Entre otras cosas, porque lo que se ha dirimido hasta ahora no es la denuncia por violencia de género de la mujer de Maracena, sino que se ha hecho cumplir la resolución [de un juzgado italiano] que obligaba a la entrega de los menores. “Es cierto que podrían haberse tomado medidas cautelares en virtud de la querella [por violencia de género] de Juana Rivas, pero también lo es que existía un resolución que establece una guarda y custodia a través del padre y lo que se hace es pedir la ejecución de esta sentencia a través del convenio de La Haya: eso es lo que hace España”, explica Amalia Fernández, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis.
Mensajes contradictorios
Mercedes Hernández, experta en violencia de género, llama a reflexionar sobre lo que creemos y lo que ponemos en duda. “Cuando elegimos qué creer, es decir, cuando realizamos un juicio de credibilidad, nos asimos a aquello que conocemos previamente y movilizamos así ese material disponible para traducir en términos de verdadero o falso lo que estamos escuchando”, dice.
En esta búsqueda, llama la atención sobre la doble vara de medir que ha utilizado para valorar los testimonios: “Pese a estar condenado por violencia de género, a Francesco Arcuri le han creído y no solo deja de ser un maltratador sino que, por arte de birlibirloque, se convierte en un buen padre; mientras que la señora Rivas se ha dibujado como una secuestradora de menores, una mala madre. ¿Y de qué se ha alimentado el imaginario de mala madre? De estereotipos de género”, zanja.
¿Se cuestiona la credibilidad de las víctimas que denuncian violencia de género? “Siempre”, dice Hernández, que es también directora de Mujeres de Guatemala, organización que hace unos meses lanzó la campaña "Yo te creo" para concienciar sobre los estereotipos que merman la credibilidad de las víctimas en los casos de agresiones sexuales.
Hernández recuerda que los estereotipos de género son origen y consecuencia de estas violencias, y que están instalados en todas las fases del proceso de investigación y juicio. “Así lo denuncian las numerosas sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y, especialmente, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Y así lo recogen los diferentes instrumentos internacionales, como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) o el Convenio de Estambul de 2011, en el ámbito del Consejo de Europa”.
El caso de Rivas tiene similitud también con el de Isabel Monrós, la valenciana que a principios de 2013 se atrincheró en la vivienda de su familia en Alboraya
Pero no se trata solo de Juana Rivas. María Salmerón, indultada hasta cuatro veces de una condena de prisión tras negarse a cumplir el régimen de visitas de su hija con su padre maltratador, o Susana Guerrero, por citar dos casos recientes, también han tenido que enfrentarse a la barrera de su credibilidad. Pese a este cuestionamiento de la credibilidad de las mujeres, el último informe de la Fiscalía vuelve a confirmar que las denuncias falsas son insignificantes: un 0,0079%. En concreto, 164 de las 913.118 causas interpuestas entre 2009 y 2015, “un número suficientemente elocuente para rebatir las voces que se alzan en torno a la prevalencia de ‘denuncias falsas’ en esta materia”, dice el documento de la Fiscalía.
En septiembre, la Delegación del Gobierno en Andalucía informaba de que una mujer sobre la que pesaba una orden de entrega de sus hijas de 7 y 5 años desde el 14 de agosto se había presentado en el juzgado de Archidona de manera voluntaria. Dos meses antes, Carmen había denunciado en el mismo juzgado a su exmarido, de nacionalidad griega, por violencia machista.
El caso de Rivas tiene similitud también con el de Isabel Monrós, la valenciana que a principios de 2013 se atrincheró en la vivienda de su familia en Alboraya. Monrós quería evitar la vuelta a México con su exmarido (ambos de nacionalidad española y con residencia en México hasta su separación) de sus tres hijos. En este caso, un juzgado de Moncada ejecutó la resolución judicial que ordenaba la entrega al padre de los tres menores de doble nacionalidad. Tras reconocer un juzgado la custodia de Monrós, ésta se trasladó a México para poder estar con sus hijos.
Poco después era conocido el caso de la madrileña Helena de Pedro. Helena abandonó Portugal a finales de 2009 y en octubre de 2010 su pareja incoó un procedimiento de divorcio, así como las medidas provisionales respecto a los hijos. Un juez portugués le concedió al padre la custodia (de manera provisional) a finales de 2011 (sin oír a la madre) y, con esa decisión, él volvió a acudir al Juzgado 25 que ordenó la ejecución de la resolución del juzgado portugués.
La abogada Montse Linares enfatiza que el Derecho en España es garantista con las personas investigadas: “Tiene que ser así, porque a nadie se le puede condenar sin una prueba de cargo contundente y obtenida lícitamente”. En ese sentido, en un proceso penal de violencia de género la víctima tiene el papel de acusación particular y el agresor es acusado, “y como tal tiene un estatuto que lo protege, es más, tiene derecho a mentir en su defensa, y a no declarar”.
De ahí que se produzca una situación en la que, mientras que el investigado tiene derecho a mentir en su defensa, la principal prueba que aporta la víctima es su testimonio en un delito que, recuerda la abogada, por definición se comete en la intimidad, por lo que la mayor prueba con la que se cuenta es la declaración de la víctima.
¿Se cree menos a la víctima? “Yo sí noto que se la escucha con recelo, sobre todo en la instrucción, para ver dónde está mintiendo”, continúa Linares. “Y tú no puedes interrogar a una víctima de violencia que ha puesto una denuncia el día anterior viendo dónde se va a contradecir, porque lo va a hacer seguro. Por supuesto, porque está en un momento de shock y tendrá incoherencias. Pero como juez, fiscal, abogado especializado en violencia tienes que saber que está en el ciclo en el que está, y tienes que interpretar que esos vacíos son fruto de la situación anímica de la víctima”.
Formación específica
De ahí la insistencia que han hecho diferentes organismos en las últimas semanas en la necesidad de que las personas que atienden a las víctimas de violencia de género estén especializadas en la materia, como ya esboza la Ley Integral contra la Violencia de Género y recoge el reciente Pacto de Estado: “Necesitamos que los equipos tengan claro de qué estamos hablando: qué es una situación de violencia, los ciclos de la violencia, en qué ciclo está la mujer cuando denuncia, en qué ciclo están cuando declaran”.
Porque “las leyes se modifican y las conductas de los agresores también; los agresores aprenden”, reflexiona Montse Linares, curtida como abogada en violencia de género. “Cuando yo empecé a trabajar hace muchos años, me iba a los juzgados con una víctima con señales de violencia física, porque a los agresores no les daba miedo dar un golpe. Pero han aprendido a no dejar señales y las agresiones hoy son más verbales y psicológicas. Con lo cual me encuentro con que ahora tengo una víctima destrozada, deshecha psicológicamente, con trastornos de los que no se va a recuperar... Pero eso no se ve”.
En la misma línea, Mercedes Hernández insiste en que es crucial comprender lo que implica la violencia en la vida de las mujeres. “Es casi una ecuación matemática: si los operadores jurídicos no están formados en estas cuestiones, no podrán dictar decisiones justas ni evitar los estereotipos de género, aunque estén proscritos por ley”.
Los casos de Rivas y Palomino tienen similitudes también con el de Isabel Monrós, la valenciana que a principios de 2013 se atrincheró en la vivienda de su familia en Alboraya. Monrós quería evitar la vuelta a México con su exmarido (ambos de nacionalidad española y con residencia en México hasta su separación) de sus tres hijos. En este caso, un juzgado de Moncada ejecutó la resolución judicial que ordenaba la entrega al padre de los tres menores de doble nacionalidad. Tras reconocer un juzgado la custodia de Monrós, ésta se trasladó a México para poder estar con sus hijos.
Poco después era conocido el caso de la madrileña Helena de Pedro. Helena abandonó Portugal a finales de 2009 y en octubre de 2010 su pareja incoó un procedimiento de divorcio, así como las medidas provisionales respecto a los hijos. Un juez portugués le concedió al padre la custodia (de manera provisional) a finales de 2011 (sin oír a la madre) y, con esa decisión, él volvió a acudir al Juzgado 25 que ordenó la ejecución de la resolución del juzgado portugués.
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El grito de la mujer española actual: "Todas somos Juana Rivas..!!"
Un grito convertido en rebuzno por una doctora en psicologia imparcial de Italia:
1º Juana Rivas, "manipuladora" y con "funcionamiento mental patológico"
2º Rivas es "incapaz de comprender las emociones profundas de sus hijos" y llega incluso a "confundir sus propias necesidades con las de sus hijos"
3º Rivas "manifestó gran capacidad manipuladora contra los menores" por ejemplo cuando, al ir a declarar ellos ante los peritos, "los presentó como 'amigos' de la madre, proponiendo una mistificación de la realidad".
4º Rivas "desorganización del pensamiento" dado que su "narración pierde conexiones lógicas y manifiesta una importante labilidad emocional y una prueba de la realidad deficiente".
Afortunadamente cada dia entran cientos de mujeres mucho mas inteligentes que la mujer española que no serán un lastre de inutilidad y ayudarán a sacar este pais adelante.
Quiénes son l@s q cuestionan?.l@s q le defienden a él o l@s q la defienden a ella?.
Todo el mundo cuestiona y busca los argumentos q más le conviene en función de el lado en que se esté, pero el caso es q nadie, sólo él y ella estaban "ahí".
La señora que escribe, se apoya cómodamente en el sentido común y simplemente establece qué parte de la disputa es la víctima y cuál, la victimaria. Todo queda sujeto entonces, a esa deshonestidad intelectual. Y todo con mala fe.
Yo no creo que las mujeres sean inferiores en ningún aspecto. No entiendo porque se las tiene que hiperproteger en la ley y pisotear los derechos de todos los hombres por los delitos que solo algunos de ellos cómeten. Muchísimas mujeres también cometen delitos contra hombres incluso con resultado de muerte, último caso ha sido en Valencia hace unos días. Nadie sabe cuántos hombres habrán muerto en lo que va de año puesto que se oculta y no se contabiliza para indicar que la violencia solo va del hombre hacia la mujer y sostener la ley nazi. .Ustedes tienen la parte ancha del embudo y quieren mucho más. Están enfermas de odio hacia el hombre .Suya es la mala fé.la maldad y la brutalidad intelectual.
Le diré, simplemente, que parece usted idiota. ¿Es usted de los pocos que todavía no se ha enterado que Juana Rivas NO ES víctima de violencia machista? Si nos ceñimos a su denuncia de 2016, ésa que presentó dos meses después de abandonar a Arcuri -a saber con qué pruebas-, se está investigando en Italia, por más que ella intentó que se hiciera en España. O sea, todavía no hay sentencia sobre eso. Si se refiere a la sentencia de 2009, fue por un delito de lesiones en el ámbito doméstico. Este delito no está contemplado en la LIVG, o sea: no es maltrato. No es violencia de género. Es una agresión por la que puede condenarse tanto a un hombre como a una mujer, sin que el género importe un pimiento. Que alguien con medios para hacer que su mensaje sesgado llegue a una audiencia da escalofríos. "Una mentira dicha 1000 veces se convierte en verdad". Eso lo dijo Goebbels, el ministro de Propaganda de Hitler. Usted, como toda esa ralea zafia y mediática que llama "maltratador" a Arcuri, cuya anterior expareja dijo que para nada es un maltratador, se niegan a reconocer hechos como el que le he dicho al principio de estas líneas. No me refiero a que parezca usted idiota -que es una seria posibilidad-, sino a que Arcuri no puede ser llamado "maltratador", ni Santa Juana Rivas, patrona de las secuestradoras, pueda ser llamada "víctima de violencia de género". Eso sí que es un hecho. Busque la sentencia de 2009, que no es tan difícil, y tómese la molestia de leerla.
Es curioso lo de la Ley de violencia de género, resulta que si yo discuto con mi pareja y digo alguna palabra más alta que otra, no pasa nada, pero si lo hace él, pone en mi mano un arma tremendamente peligrosa, le puedo acusar de maltrato. Por qué? Simplemente por ser un hombre? Para qué? Para defenderme a mi que soy mujer? Es que soy inferior? Pero en que mundo vivimos! Todos somos iguales ante la ley.
Señora que escribe el artículo:
Me gustaría decirle que en el supuesto de que el señor Arcuri cometiera maltrato, ya fue condenado y pago por ello, con la pena que se le impuso. Pago su deuda con la sociedad. Debería tener derecho a que se le llamara por su nombre y no mayormente por lo que supuestamente hizo. Un ladrón que roba cuándo cumple su deuda con la sociedad,su condena,no será para siempre un ladrón y no se le llamara Pepito el ladrón, pues se supone que tiene derecho a rehacer su vida aunque se equivocara una vez. En la violencia de género no es así, es una mancha que los hombres arrastrarán siempre, aunque su delito haya sido decir vete a hacer puñetas a la mujer. O incluso no haya cometido ningún delito sino que haya sido acusado por una denuncia instrumental para conseguir beneficios o por venganza,por una infidelidad, para obtener todo en un proceso de separación etcétera. Así está la ley y usted debería saberlo. Y si el señor Arcuri ha obtenido la tutela es porque en Italia existe una ley justa, con jueces que no están adoctrinados, o especializados, en cuanto a una ideología de género. Y lo que hacen es ejercer su profesionalidad. Especializar jueces, policía psicólogos, es adoctrinarlos en una ideología. Se supone que todos estos profesionales lo que tienen que hacer es ejercer su profesionalidad, y no actuar en base a ideologías políticas. Sí la causa del señor Arcuri hubiera sido vista en España jamás hubiera obtenido esta tutela y la Ley de Violencia de Género le habría pasado por encima como una apisonadora. De todas maneras ya esto no ocurrirá porque se han dado muchísima prisa en el nuevo Pacto de Estado de legalizar actuaciones como la de la señora Juana Rivas que ya no tendrá que secuestrar, pues podrá hacer cuánto quiera por ser mujer. Esta ley supone el mayor atentado contra los derechos humanos. El mayor atentado contra la familia. El mayor atentado contra los hombres. Incluso el mayor atentado contra los menores que se ven privados de forma drástica del padre y familia paterna, antes incluso de que exista una sentencia. Todos los políticos, supuestamente expertos que han participado en el pacto de violencia de género se han felicitado por el gran logro como el mayor ejemplo en igualdad y consenso. Si habido alguna discrepancia es porque parecía poco feminizado, y porque querían más y más dinero para todo este entramado de vividor@s del género,y con la única consecuencia de dejar indefensas a las verdaderas víctimas, llevarse por delante a muchísimos miles inocentes, destrozando muchísimos miles de familias, y destruyendo el concepto de justicia.
La izquierda perdiendo el norte todos los días un poquito más, defendiendo a mujeres que ponen denuncias falsas de malos tratos ¿os acordáis de "la mentirosa del pegamento"?
Yo abdico de esta izquierda posmodernista y sectaria. Se alinea con el feminismo más agresivo solo para captar votos. Pues ya tienen uno menos.
Si los partidos de izquierda oportunistas se suman a la lista de agresiones legales contra el sexo masculino, tan solo para captar votos femeninos, pues habrá que pagarles con la misma moneda:
NI UN SOLO VOTO A PARTIDOS MISÁNDRICOS.
El artículo deforma los hechos y los acomoda a su ideología. Es falso que estén cuestionadas por el sistema, sino más bien ocurre todo lo contrario: ser mujer en España hoy en día es una gran ventaja tanto legal como de recursos públicos y privados dedicados a favorecerlas por el único mérito de haber nacido con vagina.
Hay leyes específicas discriminadoras por sexo, como la ley de violencia de género, las leyes de cuotas por tener vagina, los recursos cada vez más amplios dedicados a asociaciones feministas cuyo objetivo principal es engordar su influencia y su poder.
Les invito a responderse a estas preguntas:
¿No les llama a ustedes la atención, que siendo España uno de los países con las tasas más ínfimas de "violencia de (solo un) género" se dedique tanta atención mediática y tantos recursos a ella?
¿No les llama la atención que no se publique en ninguna parte los asesinatos y la violencia que cometen mujeres contra hombres como "violencia de género"? De hecho caen en un saco común.
¿Qué ocurre con la violencia contra hijos y menores? ¿Por qué es mucho menos importante que la llamada "violencia de género" y no se le dedican ni recursos ni atención mediática, comparado con todo lo que se lleva esa ideología?
¿Sabía usted que el mayor número de asesinatos y de violencia contra hijos y menores lo han cometido más mujeres que hombres? Vale, pero los niños no votan.
¿sabe usted quién es Paqui Granados, Teresa Sanz Hiraldo, Vanessa Skewes y qué tienen en común con la tal Juana Rivas? Si no lo sabe, le aconsejo que lo sepa.
"¿Sabía usted que el mayor número de asesinatos y de violencia contra hijos y menores lo han cometido más mujeres que hombres?" Les da lo mismo, no te esfuerces, la actual izquierda ha perdido la ética más elemental.
Lo que llaman "Formación específica" o, dicho de otra forma "Perspectiva de género" (de un solo género, no vaya usted a pensar que es inclusiva) es un eufemismo para edulcorar una "formación en ADOCTRINAMIENTO.
¿Y con qué objetivo? Pues como toda ideología sectaria se trata de ver las cosas UNICA Y EXCLUSIVAMENTE desde el punto de vista feminista. Y no solo desde ese punto, sino desde el peor feminismo radical supremacista.
Imaginemos por un momento, el mismo ejemplo, pero desde el otro lado. Por ejemplo, perspectiva de género masculina. Es decir, que todos los problemas se vean única y exclusivamente desde el punto de vista de los hombres. En consecuencia, que se legisle solo teniendo en cuenta ese principio. Y, por supuesto, que las sentencias judiciales, la "enseñanza" en las escuelas (desde bien pequeñitos) se aplique solo desde ese punto de vista.
¿Escandalizados? ¿Machistas? ¿Misóginos?
Ahhh.. ¿Por qué sí es machista, misógino etc., aplicarlo desde el lado masculino pero no es misándrico ni supremacista cuando se pretende"feminizar" la sociedad para imponernos sus leyes?
"personal especializado" = paguitas.
Esta mujer es una secuestradora y su marido cumplió con la justicia, no le criminalicemos
De violencia de genero NADA, violencia intrafamiliar. Tened eso en cuenta.
La Ley de Violencia de Género pasó el control constitucional porque género incluye masculino y femenino. Así pues el Tribunal entendió que iba a perseguir la violencia intrafamiliar indistintamente de quien la ejerciera, hombre o mujer, pues la Constitución establece que no puede existir discriminación por razón de raza,sexo,religión. Y es un principio fundamental inalienable de todo ser humano.Indistintamente también al número de casos pues aunque hubiera más mujeres,si existía un solo hombre entre 100 mujeres, maltratadas, física o psicológicamente también podría encontrar amparo en esta Ley .Después, la ley, que promulgó Zapatero en el 2004 solo persigue la violencia física y psicológica ejercida sobre la mujer y niega cualquier tipo de violencia en la otra dirección. También cuando ocurre un caso sobre la mujer sale a todas horas en todos los telediarios. Cuando ocurre a la inversa se silencia, no se publica ni se contabiliza. No se buscan las verdaderas causas de la violencia:son solo dos: el machismo y el heteropatriarcado, las que se esgrimen una y otra vez como el germen de todos los males, y se censura a quien pueda pensar o reflexionar, que estas no son las únicas causas, para proclamar que la violencia es exclusiva del hombre, y que ningún hombre puede ser maltratado ni física ni psicológicamente. Así pues una vez que pasó el control constitucional esta ley ha ido avanzando en reformas,hasta convertirse hoy con el llamado Pacto de Estado en el mayor atentado contra los derechos humanos de todos los hombres de este país. En el mayor ejemplo de desigualdad ante la ley y su aplicacion. El hombre pierde la presunción de inocencia, pasa a tener tener presunción de culpabilidad. Queda a merced de cualquier mujer sin escrúpulos que quiera infringirle daño,sin ninguna defensa posible. Con pronunciar la palabra maltrato, la mujer pasa a obtener todos los beneficios que la ley le otorga, y el hombre pasa a ser considerado culpable de maltrato, el ser más repudiado e indigno, en cientos de tribunales especializados,y en los que puede quedar duda, pues la única especialización que debería tener un tribunal es en la búsqueda de la verdad. Se anima a poner cuantas más denuncias mejor, para esgrimir ese dato, de que la sociedad actual sigue siendo machista y heteropatriarcal,pecado original de todos los hombres que arrastrará, siempre, e incluso en la sociedad actual,y no existe otra causa posible ni analizable,ni se comprueba la veracidad de las denuncias.La mujer no puede mentir y su palabra se da por cierta y a veces como única prueba. Esta ley podría ser justa sí todas las mujeres de este país fueron buenas ,y todos los hombres fueran malvados. Pero desgraciadamente la bondad o la maldad no tiene demasiado que ver con el sexo de las personas. Es por ello que la Constitución establece que no podemos quedar indefensas a las personas por razón de sexo raza ni religión, y lo establece como un principio fundamental inalienable de todo ser humano.Si un negro cómete un delito, no podemos discriminar a todos los negros en ninguna ley. Solo hay que perseguir a los culpables sin criminalizar a todos por razón de su raza o género. Se podría pensar que hay mayor interés en justificar la necesidad y conveniencia de esta ley y el supuesto machismo que la sustenta, que las verdaderas causas ,y no salir bajo ningún concepto de esos dos argumentos: machismo y heteropatriarcado. no hay más razones posibles. yo creo que para hacer un análisis riguroso de causas hay que poner todo sobre la mesa ,incluso la enorme desigualdad que representa esta ley entre hombres y mujeres,pues, simplemente,por su naturaleza injusta podría incitar al odio y ser el ejemplo más terrorífico de maltrato institucional hacia la mitad de la población española por el simple hecho de pertenecer al género masculino.La injusticia puede provocar más injusticia,y aunque la violencia jamás se puede justificar,habría de tenerse en cuenta para así hacer un análisis riguroso, buscar soluciones acertadas ,sobre todo para proteger a las verdaderas víctimas y no criminalizar a quien discrepa del argumento único,ya qué España no puede representar una dictadura y cualquier ciudadano debería poder expresar su opinión de forma libre, y de la manera más respetuosa posible, de forma constructiva, y de lo que cree en conciencia que es justo. Igualdad significa que no haya diferencias ante la ley en su aplicación, y muchísimo menos en los derechos fundamentales que la Constitución reconoce cómo inalienables.En cuanto a las denuncias falsas,es difícil que aparezcan, cuando la palabra de una parte se reconoce como prueba. Y esta ley no puede discriminar a todos los hombres porque no todos los hombres son machistas maltratadores ni heteropatriarcales. incluso esta Ley y este pacto podría ser el ejemplo de maltrato más terrible y cruel de un Estado contra todos los hombres de este país, simplemente por el género al que pertenecen.