Memoria histórica
Lo que se quiere borrar con la Avenida de la Institución Libre de Enseñanza

Según Antonio Jiménez-Landi, alumno de la Institución e hijo de uno de sus prestigiosos profesores, fueron falangistas -el partido al que pertenecían los hermanos García Noblejas- los que arrasaron la ILE después de la guerra
Edificio de la Institución Libre de Enseñanza
Edificio de la Institución Libre de Enseñanza

www.diariodelaire.com

24 jun 2021 09:15

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid desestimó el recurso de apelación planteado por el anterior ayuntamiento progresista de Madrid contra la sentencia dictada el 21 de mayo de 2018, según la cual la avenida Institución Libre de Enseñanza volverá a llevar el nombre de Hermanos García Noblejas. En esa fecha, la jueza Ana Monreal estimó el recurso planteado por los descendientes de García Noblejas contra el acuerdo tomado por el ayuntamiento presidido por Manuela Carmena de llamar a esa calle con el nombre de la Institución Libre de Enseñanza, a instancias del Comisionado de la Memoria Histórica.

Monreal argumentó entonces que los señores García Noblejas eran “tres hermanos falangistas y uno carlista que se sumaron activamente a la sublevación militar de 1936”. Para la magistrada, la explicación del comisionado era una “escueta realidad de la historia”, y señaló que “no encontramos de qué forma los hermanos García Noblejas colaboraron en la sublevación militar o en la guerra civil o fueron instrumentos relevantes en el sostenimiento del sistema dictatorial implantado por Franco después de la guerra”. La magistrada tampoco vio “qué acciones o conductas realizaron para que puedan ser subsumibles en el concepto de exaltación, bien de la propia rebelión militar, de la guerra civil o de la represión en la dictadura franquista”.

La Institución Libre de Enseñanza (ILE) fue creada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmeron, entre otros profesores de prestigio. Los citados fueron apartados de la docencia en la Universidad Central de Madrid por defender la libertad de cátedra y oponerse a todo tipo de dogmatismos en cuestiones de moral, política y religión. A su nueva tarea didáctica se les unieron otros colegas de la mayor reputación intelectual como Joaquín Costa, Manuel Bartolomé Cossío, Ricardo Rubio o Pedro Jiménez-Landi.

Durante más de cincuenta años, hasta que estalló la que Miguel de Unamuno denominó con razón “salvaje pesadilla” de la Guerra de España, la ILE se convirtió en el centro de gravedad de la cultura, así como la más reputada institución por la que se introdujeron en nuestro país las teorías pedagógicas y científicas más avanzadas del momento que se desarrollaban fuera las fronteras nacionales. Dentro de las fronteras primaba la potestad de la iglesia católica, que como es de suponer se oponía a esas “veleidades modernizadoras”.

Nos consta que a las más jóvenes generaciones de hoy en día poco o nada les ha de decir el nombre de la Institución Libre de Enseñanza y los de quienes la forjaron y sustentaron a lo largo de su existencia, habida cuenta el desconocimiento que sobre nuestra memoria democrática se tiene en la enseñanza pública. Desconocerán, por lo tanto, el odio visceral que a esa institución le profesaron los sectores más reaccionarios de la sociedad y el régimen franquista desde sus primeros días. Enrique Suñer, autor del libelo Los intelectuales y la Tragedia española, publicado en 1937, culpó a la Institución Libre de Enseñanza de todos los males del país.

Testimonio de ello hay en el libro “La Institución Libre de Enseñanza”, auspiciado por la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y publicado en 1940. Ángel González Palencia, catedrático de literatura arábigo-española de la Universidad Central de Madrid y secretario de la Comisión de Depuración Universitaria después de la guerra, llega a proponer  en el último capítulo de ese libro que se arrase la escuela de niños que la ILE tenía en la calle Martínez Campos de Madrid, se siembre sal en el solar y se ponga un cartel a modo de recordación  para las generaciones venideras de la traición que los dueños de aquella casa le hicieron a la “Patria Inmortal”.

Se da la circunstancia de que fue precisamente la organización a la que pertenecían los hermanos Noblejas, Falange Española -en cuya Falange de Sangre o Primera Línea parece que militaron-, la que entró en el edificio de la ILE en Madrid, nada más acabar la guerra, y  ejecutó lo propuesto por González Palencia, según la crónica escrita por Antonio Jiménez-Landi (1909-1997), alumno de la Institución, hijo del astrónomo y profesor del mismo nombre, y nieto de uno de los fundadores, Eulogio Jiménez: “Recién ocupado Madrid por las tropas nacionales -escribe Jiménez-Landi- , un grupo de jóvenes, al parecer de Falange, se presentaron en la Institución con ánimo de asaltarla. María Sánchez Arbós les salió  al paso y les hizo saber que aquel centro no estaba abandonado, pues en él funcionaba un grupo escolar del Estado y era, por consiguiente, un centro oficial. Estas razones no fueron oídas. Los falangistas obligaron a María a salir del edificio, casi empujándola, y penetrando en él comenzaron su faena destructora. Lo más triste del caso era que el cabecilla del grupo asaltante había sido alumno de la ILE a quien Jerónimo López, administrativo del centro,  reconoció enseguida. Se trataba de dos hermanos de origen judeo-alemán, una muchacha y un muchacho. Este último fue el que dirigió el inicuo atentado contra su propia escuela: omito su nombre”.

Jiménez-Landi, que recibió a título póstumo el Premio Nacional de Historia por su obra, cuenta que lo primero que arrasaron los falangistas del edificio fue el despacho de Francisco Giner, en la planta baja, para seguir después con el vaciamiento de los archivos en donde se encontraba la gran colección de boletines de la ILE y continuar luego por la valiosa biblioteca. El testimonio de Jerónimo López, administrativo de centro,  detalla que los asaltantes, dirigidos por el aludido exalumno de la Institución, “metieron los libros y documentos en grandes redes  y se los llevaron según Jerónimo López para venderlos a la Papelera Española”.

Al borrado en el callejero madrileño del nombre de la Institución Libre de Enseñanza se le une la gran oportunidad que fue para preservar su memoria la rehabilitación de edificio histórico en 2008. En lugar de eso, sin embargo, la rehabilitación de la obra de Bernardo Giner de los Ríos fue un auténtico derribo que echó por tierra lo que el edificio levantado en 1917 representaba como modelo de los grupos escolares construidos durante la segunda República para llevar adelante su incuestionable y loable tarea educativa. Tal desaguisado, en opinión de mi estimada Cristina Calandre  Hoenigsfeld, contó con el apoyo de las instituciones y la financiación de Caja Madrid.

Si nada lo remedia, el nombre de la Institución Libre de Enseñanza será sustituido por el de quienes formaron parte del partido que arrasó el edificio histórico que fue vivero de hasta tres promociones de las más cultas de nuestra historia, forjadores de la segunda República y de la mala llamada Generación del 27, que mi querido amigo Valentín Martín llama con más propiedad de la segunda República. Recordar el nombre de los colaboradores de la ILE y empresas culturales tan singulares como la Misiones Pedagógicas en los años treinta del pasado siglo, en las que participó esa generación,  bien puede servir de ejemplo para significar la tropelía y la vergüenza de anular del callejero de Madrid la más prestigiosa de las instituciones educativas: Bertrand Russell, Henri Bergson, Charles Darwin, John Dewey, Albert Einstein, Santiago Ramón y Cajal, Miguel de Unamuno, María Montessori, León Tolstoi, H. G. Wells, Rabindranath Tagore, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Azorín, Eugenio D'Ors, Ramón Pérez de Ayala, Julián Sanz del Río, Antonio Machado Álvarez, Antonio y Manuel Machado Ruiz, Julio Rey Pastor, Luis Simarro, Nicolás Achúcarro, Francisco Barnés o Alice Pestana.

A esos nombres hay que sumar los de aquellas mujeres que estuvieron muy implicadas también en las proyectos y actividades de la Institución, entre los que podemos citar los de Gloria Giner de los Ríos, Carmen García del Diestro, Laura García Hoppe, Amparo Cebrián, María Goyri, Matilde Huici, María de Maeztu, Jimena Mendéndez-Pidal, María Moliner, Luisa Navarro Margati, Concepción Saiz Otero, Carmen de Zulueta y María Zambrano.

Algo también de esos nombres y de lo que representan en la historia de nuestra cultura se borra con la caída del rótulo indicativo de la avenida madrileña, al tratarse de una referencia de mucho peso, fundamental en nuestra memoria democrática. El ayuntamiento actual de Madrid muestra con ello un repudiable afán de desmemoria, en sintonía con el de aquellos falangistas compañeros de los hermanos García Noblejas que arrasaron el edificio de la ILE, pretendiendo erradicar el lugar de honor que ocupa en la historia de este país. Lo hicieron con tanto celo que talaron hasta la frondosa arboleda que había en el jardín para convertirlo en un árido solar, tal como deseaban los enemigos declarados y ocultos de la ILE, según quedó constancia en el libro citado, al que también se refiere en el suyo Jiménez-Landi.


Entre esos árboles estaba el tejo que se elevaba frente a los balcones de Giner y Cossío, y bajo el cual hubiera querido ser enterrado don Francisco, al que el poeta Antonio Machado –alumno de la ILE- despidió el día de su muerte con unos versos en los que imagina al maestro soñando un nuevo florecer de España:

Como se fue el maestro,/la luz de esta mañana/me dijo: Van tres días/que mi hermano Francisco no trabaja./¿Murió? . . . Sólo sabemos/que se nos fue por una senda clara,/diciendonos: Hacedme/un duelo de labores y esperanzas./Sed buenos y no más, sed lo que he sido/entre vosotros: alma./Vivid, la vida sigue,/los muertos mueren y las sombras pasan;/lleva quien deja y vive el que ha vivido./¡Yunques, sonad; enmudeced, campanas!/Y hacia otra luz más pura/partió el hermano de la luz del alba,/del sol de los talleres,/el viejo alegre de la vida santa./ Oh, sí, llevad, amigos,/su cuerpo a la montaña,/a los azules montes/del ancho Guadarrama./Allí hay barrancos hondos/de pinos verdes donde el viento canta./Su corazón repose/bajo una encina casta,/en tierra de tomillos, donde juegan/mariposas doradas . . ./Allí el maestro un día/soñaba un nuevo florecer de España.

Archivado en: Memoria histórica
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Memoria histórica
Memòria democràtica La part oculta de les exhumacions: la recuperació pas a pas del Fossar d’Alzira
Fer una exhumació va més enllà de desenterrar ossos. Es necessita un equip d’experts i mesos de feina per a identificar les víctimes del franquisme.
Memoria histórica
Memoria histórica La parte oculta de las exhumaciones: la recuperación paso a paso del Fossar d’Alzira
Una exhumación va más allá de desenterrar huesos. Se necesita un equipo de expertos y meses de trabajo para identificar las víctimas del franquismo.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.