Memoria histórica
Dos cacharreros en las calles de Madrid: el de Goya y el de Francesc Catalá

El cacharrero de Francesc Catalá
El cacharrero de Francesc Catalá

www.diariodelaire.com

2 feb 2021 12:18

En una de las salas del Museo del Prado se encuentra expuesta la obra de Francisco de Goya El cacharrero, que data de 1778-1779, reinando en España Carlos III. Yo no sé si el fotógrafo que captó en 1952 esa otra imagen de un cacharrero en una calle de Madrid conocía la obra del pintor aragonés, pero cabe pensar que sí porque se trata de un fotógrafo con renombre, Francesc Catalá Roca (1922-1998), a quien nada humano le era ajeno -según acredita su obra- y al que seguramente se le supone informado del contenido de nuestra gran pinacoteca y de la no menos importante obra del pintor aragonés. 

La pintura de Goya representa a un cacharrero valenciano, por lo característico de su vestuario, con su mercancía expuesta sobre el suelo y tres posibles compradores: dos jóvenes y una vieja, todos ellos sentados y en animada charla. En segundo plano pasa velozmente un carruaje con una elegante dama en su interior a la que observan dos caballeros, sentados de espaldas sobre un montón de paja. Junto al cacharrero valenciano hay un gozquecillo enroscado que dormita, algunos aperos y unas cuantas fuentes y platos. Entre una y otra escena median casi dos siglos, pero entre el cacharrero de Goya y el de Catalá apenas hay diferencias porque los dos responden a un oficio y a un estrato social que apenas tuvieron variaciones en el correr de esos doscientos años. 

Ambos habrán llegado al lugar de venta muy de mañana en sus respectivas monturas, deambulando por calles y plazas, aldeas y caminos, voceando posiblemente el contenido que transportaban en las alforjas de sus caballerías. La técnica y el producto de su trabajo siguen entre nosotros porque ambos dependen del barro que moldean con sus manos en el torno, esa antigua herramienta que durante siglos nos ha servido para contener la fuente de la vida y la sazón de los frutos. 


Por cercanía en el tiempo, sin embargo, y por formar parte de aquella negra España de la posguerra que tanto se grabó en la atribulada memoria de nuestro mayores -muchos de ellos fallecidos por la reciente pandemia en el abandono y la incuria de las residencias-, es de lógica humana que nos dejemos impactar más por la imagen en blanco y negro que nos muestra el abatimiento y cansancio del muchacho madrileño que trata de recuperar las horas robadas al sueño. Lo hace en un momento de pausa y silencio en la calle desierta. Al lado de esta imagen que trasuda agotamiento y vigilia, nos parece fláccida y hasta anodina la placidez colorista en la que discurre la conversación entre el cacharrero de Goya y sus clientas en una posible y cálida tarde de verano.

Además de más próxima a nuestros días, me parece más intensa, más humana, más cercana a la realidad en la que se hicieron nuestros ancianos la fotografía de Catalá que la pintura de uno de nuestros grandes artistas. A la suciedad y lo gastado y sudado del atuendo del joven cacharrero, con sus alpargatas de lazo y sus remiendos, se le une ese gesto de cansada somnolencia que le hace reclinar la cabeza sobre las rodillas, compartiendo semblanza de agotamiento con la de la propia mula que le hará retornar al cabo de la jornada al taller y a la modesta casa en donde su familia se labra la vida a vueltas con el barro, quizá en una barriada o pueblo del extrarradio madrileño. ¿Alguien recuerda que por aquellos años era tanta la penuria que hasta se reparaban los recipientes de barro con unas grapas?

El animal y el muchacho reflejan en esta imagen del fotógrafo catalán, casi doscientos años después de la pintura de Francisco de Goya, lo lenta que discurrió la historia para las clases populares cuando de por medio median las guerras que retardan con su barbarie retrógrada los derechos, el progreso y la cultura de los pueblos. Y eso que, como decía don Antonio Machado -al que de seguro conmovería el cacharrero de Catalá-, en España lo mejor es el pueblo. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva". 

De ese barro está hecho el pueblo al que pertenecen los dos cacharreros, el de Goya y el del fotógrafo catalán en la posguerra española, y también todos cuantos trabajan el agua y la tierra para dar forma a los recipientes que aplacan la sed y el hambre desde que fueron moldeados por las manos humanas con el aliento del fuego y el aire.

Archivado en: Memoria histórica
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Memoria histórica
Memoria histórica Así foi como o Patronato de Protección a la Mujer transformou Galiza nun convento de clausura
As mulleres que caeron nas redes do Patronato iniciaron un periplo de encerro, humillacións, abusos e explotación laboral que é descoñecido para a maior parte da poboación. Fica hoxe na impunidade dun silencio que temos a obriga de romper.
Memoria histórica
Memòria democràtica La part oculta de les exhumacions: la recuperació pas a pas del Fossar d’Alzira
Fer una exhumació va més enllà de desenterrar ossos. Es necessita un equip d’experts i mesos de feina per a identificar les víctimes del franquisme.
Memoria histórica
Memoria histórica La parte oculta de las exhumaciones: la recuperación paso a paso del Fossar d’Alzira
Una exhumación va más allá de desenterrar huesos. Se necesita un equipo de expertos y meses de trabajo para identificar las víctimas del franquismo.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.