Las Kellys
Las Kellys reclaman que no se externalice su trabajo en los hoteles
Las camareras de piso se concentraron la pasada tarde en la plaza de España para denunciar su situación laboral.

“No a la externalización”. Ésa es la reivindicación con la que la asociación de camareras de piso Las Kellys se concentraron la pasada tarde en la plaza de España, en Madrid, apoyadas por militantes de Coca-Cola en Lucha, Juventud Combativa, la Asamblea Feminista, el Sindicato de Estudiantes y el Grupo Turín, de empleadas de Hogar.
“Somos el departamento y la actividad principal de los hoteles y no corresponde que nos externalicen”, explica a El Salto Ángela Muñoz, portavoz de esta asociación. Según detalla, el 40% de las plantillas de los hoteles son camareras de piso, y aun así es un trabajo que las empresas están derivando a empresa smultiservicios y emrpesas de trabajo temporal, ahora justificando esta externalización con la equiparación en las tasas salariales. Sin embargo, al ser externalizadas, “nos convertimos en sección ilegal”.
Muñoz afirma que actualmente se está negociando un convenio que estaba paralizado desde 2012, pero del que no se tiene prácticamente información. “Queremos saber qué se está negociando en esa mesa”, reclama la portavoz de Las Kellys, quien explica que hace pocos días se celebró una reunión con la patronal, los representantes sindicales y la ministra de Trabajo en la que se habló de limitar los contratos. “Estamos viendo la maniobra: los contratos que nos van a dejar son los contratos de formación, los contratos de la empresa externa con una equiparación significativa y los contratos que ellos llaman indefinidos. Teniendo en cuenta que los indefinidos están ‘en búsqueda y captura’, lo que prevalece son los contratos temporales y de obra y servicio, y no estamos por la labor”.
Los convenios sectoriales fijan el salario de las camareras de piso en 1.200 euros más complementos, ya que trabajan de lunes a domingo y festivos, más las vacaciones, además de un calendario. “Con la externalización desaparece todo eso”. Otra cosa que desaparece, según afirma Muñoz, es la libre organización de las camareras. “En un sindicato no hay opción porque tienes que estar trabajando seis meses para organizar un comité de empresa y te vas a la calle según lo montas. Inmediatamente las están despidiendo, y no queremos vivir así”, explica.
La portavoz de Las Kellys relata que un día hizo un experimento: “Fui caminando desde Cibeles hasta aquí [plaza de España] y conté solo dos o tres cadenas de hoteles que no externalizan, y uno de ellos no externaliza –los contratos son indefinidos– porque su ocupación no crece en función los turistas que vienen a Madrid”. Según explica, el 65 % del personal de los hoteles son eventuales. “Las contratan nueve meses, las dejan tres fuera y las vuelven a llamar para no hacerlas indefinidas. Si no te trampean por una parte, te trampean por otra”. A las vez, estas camareras de piso preparan entre 14 y 20 habitaciones al día. “Y quieren que estén como los chorros del oro y con los estándares de calidad. Falta higienización en los hoteles porque se está higienizando en función de la ocupación. Hay camareras para las habitaciones que están vendidas, pero no hay trabajo de prevención ni de mantenimiento”, concluye.
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