Cuidados
Poner palabras y números a los cuidados

¿Cómo desentrañamos ya el cajón desastre donde se solapan y amontonan los trabajos que hacen posible nuestra vida y la vida de los demás?
5 jun 2021 06:00

La sensación es como de algo que no acaba. No porque no quieras que acabe, como pasaba con una sesión de Pional en Siroco (cuando aquello de juntarnos cuerpos desconocidos, sudar y confiar plenamente en quien acabas de conocer era posible), sino como algo que ansías que llegue a su fin y como efecto contrario se hace más y más largo. Largo. Ver cómo pasan estos meses de alternación vírica y los cuidados siguen en el mismo lugar. Se pierden, como si fueran ya invisibles al ojo ajeno, al ojo que no los asume, al ojo que no cuida. Absorbidos en los pliegues, carnes y pieles de millones de mujeres socializadas para cuidar de todo lo que se les pone por delante, al lado o detrás. Colonizadas hasta el fondo de nuestras entrañas. Formateadas para no ser conscientes de cómo se nos roba, día a día, la riqueza y potencia económica y psico-estructural que generamos mientras sostenemos los extensos y diversos trabajos que conforman los cuidados.

Ahí siguen en silencio asumidos, y los cuerpos se joden y se rompen. Resueltos desde la estrechez de las cocinas, desde la violencia económica de encajar los números a finales de mes, desde la soledad de llevar para delante la asistencia psicológica y emocional diaria de la unidad familiar conviviente, desde la injusticia sistémica de tener que gastar parte de nuestra despensa psico-energética en amortiguar todo lo que este sistema —cada vez más totalitario por su narración única— hace recaer en los cuerpos que nos acompañan, y en los nuestros propios.

No es urgente abordar los cuidados porque los cuerpos que se destruyen son los cuerpos sin valor, nuestros cuerpos. Cuerpos destinados a eso, a seguir sosteniendo o asumiendo los cuidados para que la vida sea posible desde el silencio

La cosa sigue. Nunca llega a ser urgente tener que resolver esta esclavitud doméstica, atencional, afectivo-sexual y logística. No urge resolver los trabajos no-pagados que asumimos las mujeres, porque esto no hace que se derritan los polos o que el calor suba hasta achicharrarnos, como sí sucede con la urgencia del cambio climático. No es urgente porque los cuerpos que se destruyen son los cuerpos sin valor, nuestros cuerpos. Cuerpos destinados a eso, a seguir sosteniendo o asumiendo los cuidados para que la vida sea posible desde el silencio.

¿Qué pasa con los cuerpos que asumen todas esas acciones, repeticiones, actividades y gestos que sostienen nuestras vidas y las vidas de todos los cuerpos necesitados de los cuidados para su desarrollo en condiciones dignas? ¿Sabemos ya que estas prácticas que sostenemos tienen un anclaje identitario, es decir, que son parte de una asignación construida desde el acumulado sociohistórico? ¿Somos ya conscientes, sin líos mentales, que lo que tenemos ahora es el resultado de unas dinámicas desde las asignaciones forzosas que van implícitas en el género?

Igual estamos situando mal las demandas. Igual la solución —que no llega— pasa con establecer otro tipo de preguntas, internamente, en cada cuerpo que cuida y en el centro de lo público como parte de la responsabilidad del cuerpo social hacia nuestros cuerpos que enferman, se agotan, se parten, al asumir los cuidados sin final, sin dinero, si estructura más que nuestro cuerpo. Igual tendríamos que plantear preguntas concretas desde la terminología de la cultura del trabajo legitimada por este macho-sistema para que esto que llamamos “cuidados” deje de ser un territorio sobre narrado, sobre expuesto —que ya no vemos—, vago, confuso, extenso. Ya que, cuando utilizamos “cuidados” recoge todo aquello que hace la vida posible, y ahí nos perdemos. Ahí la lucha se disuelve, no llega a lo concreto, a lo real.

Al ser un conglomerado de prácticas diversas, complejas e intensas, que repetimos y sostenemos en el tiempo  —que se amontonan en un cajón desastre cual amalgama— no logramos poner en marcha estrategias para superar de una vez por todas, ese tiempo continuo-continuo donde se van solapando trabajos unos sobre otros, donde se demarra el cuerpo y el tiempo de vida. Donde ya no hay horas, ni límites. Donde se ha naturalizado la extenuación de los cuerpos que cuidan y la infantilización de los cuerpos cuidados. Donde no hay respuesta para la herida psíquica que arrastra el cuidado.

Igual sería aconsejable establecer cuales son los trabajos de cuidados imprescindibles para la supervivencia de otros cuerpos, y aquí cómo se engrana la responsabilidad de lo público. No vale que sea el cuerpo mujer el que ponga su cuerpo como herramienta pública gratis, en silencio y empobrecida. Establecer tipologías que revelen la diversidad de tales actividades, acciones, repeticiones, sus distintas naturalezas y funciones. Plantear, también, cuales serían los trabajos de cuidados no imprescindibles para la supervivencia de otros cuerpos, y que límites tendría eso, como aquello de no robar las fuerzas vitales a otros cuerpos para que mi propia vida se sostenga. Acabar con el extractivismo sobre nuestras fuerzas vivas.

¿Cómo ponemos palabras específicas y números euros/dólares/pesos/criptomoneda, o lo que sea, para poderlo traducir en las lógicas de lo productivo y en el lenguaje del capital? ¿Qué preguntas tenemos que hacernos y poner en el centro del debate para que esto se mueva? Para que esto deje de ser un problema sin resolver que acumula enfermedad, pobreza y agotamiento extremo en los cuerpos mujeres.

¿Cómo desentrañamos ya el cajón desastre donde se solapan, se amontonan, los trabajos que hacen posible nuestra vida y la vida de los demás? ¿Podemos preguntarnos por qué tipo de trabajo estoy asumiendo al sostener a otros cuerpos y cuanto tiempo lo asumo? ¿Podemos hablar de tiempos y dineros, de jornadas y salarios, de prestaciones/remuneraciones/garantías salariales/paro/ bajas en los cuidados?

Es necesario plantear preguntas sencillas para volcarlo en lo real y salir del maremágnum infinito sin resolver: ¿Qué tipo de actividad de cuidados repetida en el tiempo estoy asumiendo? ¿Cuánto tiempo la estoy asumiendo?

Plantear preguntas sencillas para volcarlo en lo real y salir del maremágnum infinito sin resolver: ¿Qué tipo de actividad de cuidados repetida en el tiempo estoy asumiendo? ¿Cuánto tiempo la estoy asumiendo? ¿Cuáles es la naturaleza de la actividad o acción o repetición en el tiempo que sostienen cuidados hacia otros cuerpos? ¿Qué tipo de riqueza/potencia genera la actividad que estoy sosteniendo en el tiempo para el cuerpo social? ¿Riqueza psico-afectiva? ¿Riqueza logístico-matérica? ¿Riqueza intelectual? ¿Riqueza animal-humana? ¿Riqueza de sostén alimenticio?

La cosa sería revelar con estas preguntas si el trabajo que asumo sostenido en el tiempo forma parte de la estructura pública de sostén del cuerpo social: ¿Es mi cuerpo una herramienta pública al sostener los cuidados de otros cuerpos necesitados de los cuidados para su desarrollo deseable? ¿Qué valor tiene asumir acciones y actividades sostenidas en el tiempo que posibiliten condiciones vivibles para otros? ¿Cuáles es la responsabilidad del estado en el sostén de los cuerpos necesitados de cuidados? Si no preexistimos a nuestras relaciones (como nos dice, Haraway), ¿cómo establecemos la relación entre mi cuerpo como herramienta pública y las condiciones vivibles del cuerpo social?

Quizá la estrategia, o una de las estrategias, sería la de dejar de hablar de cuidados en genérico, y pasar a llamarlo trabajo. Trabajos que asumimos de manera no-remunerada, negada y devaluada. Quizá nombrar de manera específica, con el lenguaje del amo (muy a pesar de Audre Lorde) posibilite resolver el dolor, enfermedad y pobreza que este problema, sin resolver, genera en millones de mujeres, en millones de cuerpos.

Archivado en: Feminismos Cuidados
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Madres protectoras
Madres protectoras Escúchalas
Si un niño o niña le cuenta a su madre que su padre le toca, lo más probable es que al cabo de unos años ella acabe perdiendo a su hijo. Mira a tu alrededor, porque es posible que alguna de tus conocidas esté a punto de vivir algo como esto.
Derechos reproductivos
Derechos reproductivos Feministas de ocho países piden que la UE garantice el derecho al aborto a todas las europeas
El movimiento Mi voz, mi decisión comienza la recogida de firmas que forma parte de su campaña para pedir que la Unión Europea cree un mecanismo para financiar abortos en otras países a aquellas mujeres que no tienen acceso garantizado en el suyo.
Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Palestina
Flotilla de la Libertad Los cargos públicos integrantes de la Flotilla a Gaza regresan a España
Mientras la flota que llevará ayuda a Gaza permanece en Estambul por los impedimentos de Israel para que zarpe, las políticas españolas deciden retornar a España, ante el anuncio de Pedro Sánchez.
Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.
Galicia
Redes clientelares Todas las veces que la Xunta de Feijóo contrató a sus familiares y a los de otros altos cargos
Mientras Sánchez reflexiona sobre su dimisión tras el ‘lawfare’ contra su mujer, el líder del PP ha prometido que no consentiría a su pareja contratar con un Gobierno del que él formase parte, pero sí lo permitió con su hermana, su prima y su cuñado.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas y vecinos de Madrid acampan frente al Hospital Doce de Octubre de Madrid
El colectivo prevé permanecer frente al gran hospital madrileño para mostrar su rechazo al deterioro de la sanidad pública y programa actividades para los próximos tres días.
Ley de Memoria Histórica
Niños y niñas de la polio Víctimas de la polio y postpolio, desesperadas ante la nula respuesta de las administraciones a sus demandas
Claman por un apoyo inmediato o “van a acabar extinguiéndonos después de años de sufrimiento y abandono”, afirman desde la Plataforma niños y niñas de la polio que este viernes se concentran frente a Sanidad.

Últimas

Justicia
Juana Rivas El Tribunal Supremo italiano anula el juicio civil que separó a los hijos de Juana Rivas y obliga a repetirlo
La corte de Casación ha respondido al recurso de apelación de la madre reconociendo la violación del principio básico de no separar a los hermanos y la carencia de un informe que analice en profundidad el interés superior de los menores.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Palestina
Genocidio en Gaza La Flotilla de la Libertad acusa a Israel de parar su salida con una nueva maniobra de presión
Los esfuerzos de Israel para impedir la partida del barco Adkeniz con destino a Gaza ponen otra traba que puede ser definitiva para el destino de una misión que pretende romper el bloqueo marítimo sobre Gaza.
Migración
Migración València suprime el Consejo municipal donde se abordaban las problemáticas migrantes
La supresión de este órgano consultivo pone en riesgo las iniciativas realizadas para facilitar la relación de la administración con el 22% de la población local.
Más noticias
Madres protectoras
Madres protectoras Escúchalas
Si un niño o niña le cuenta a su madre que su padre le toca, lo más probable es que al cabo de unos años ella acabe perdiendo a su hijo. Mira a tu alrededor, porque es posible que alguna de tus conocidas esté a punto de vivir algo como esto.
Crisis climática
Crisis climática ¿Cómo sería una transición ecosocial en la industria española?
El sector industrial es el segundo consumidor de energía, solo por detrás del de transporte. La transición ecosocial debe pasar obligatoriamente por la transformación de este sector de la economía.
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.