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Educación pública
Otra vez en defensa de la Filosofía
Hay que defender todo aquello que creemos bueno y necesario para una vida digna y feliz y una sociedad deseable, aunque no sea compatible con la “necesidad” de que la rueda de la economía capitalista siga girando.
Profesor de Filosofía e investigador predoctoral en la Universidad del País Vasco
La nueva ley educativa (LOMLOE) publicada sin apenas debate ni difusión va a dejar al alumnado de 4º de la ESO sin la asignatura de Ética, esto es, sin la única asignatura impartida por profesorado especializado en la materia y que tiene relación directa con la reflexión filosófica en toda la enseñanza obligatoria. La noticia se conocía el 28 de octubre, después de que la Red Española de Filosofía (REF) publicara un comunicado que nos sorprendió enormemente y sobre el que ningún medio de comunicación se hacía eco.
En ese comunicado se denunciaba que, de espaldas a la opinión pública y a la comunidad educativa, así como contradiciendo lo acordado por el propio Congreso, el Gobierno no va a recuperar las asignaturas de Filosofía. De nuevo se pretende reducir el espacio que tienen la Filosofía y el pensamiento filosófico en nuestras aulas y es el momento, otra vez, de reivindicar el lugar que este campo del conocimiento merece.
Filosofía
Estudiantado en Defensa de la Ética exige la reincorporación de la Ética en la LOMLOE
Diversos colectivos (asociaciones, sindicatos, etcétera) e individuos están insistiendo en defender la Filosofía precisamente porque en esas clases se abre un espacio para la reflexión, para la duda, para el diálogo razonado y el pensamiento crítico. “Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes”, dijo Ortega y Gasset. Pues bien, ¿qué mejor que las asignaturas de Filosofía para seguir el consejo de Ortega? ¿Es posible, acaso, impartir Filosofía sin enseñar a reflexionar sobre ella misma, sin que la Filosofía se convierta, más bien, en un más humilde filosofar?
Tenemos la suerte (¡no todo está perdido!) de contar con profesorado y personal educativo volcados en la educación y que, entendiendo que el pensamiento crítico y la duda son condiciones fundamentales de todo conocer, tratan día a día de labrar ese espíritu en sus aulas. Además, complementan eso con todo lo que tienen sus asignaturas de enriquecedor y con todo lo que nos aportan desde sus diferentes ámbitos. Y, sin embargo, es totalmente necesario defender lo que la Filosofía aporta en específico.
Dudar sobre lo enseñado no depende del buen hacer de la profesora o profesor, es, más bien, parte indispensable e ineludible de la Filosofía
Brevemente, en las aulas de Filosofía la duda y la reflexión no son solo algo que puede fomentarse por parte de algunos profesores comprometidos con ello, sino que forma parte de la propia disciplina que se enseña. Dudar sobre lo enseñado no depende del buen hacer de la profesora o profesor, es, más bien, parte indispensable e ineludible de la Filosofía. Los propios contenidos hacen dudar de ellos mismos, la razón se vuelve contra sí misma y la crítica se vuelve autocrítica, pues, ¿cómo compartir, por ejemplo, los argumentos en contra de la democracia que elabora Platón y al mismo tiempo creer en la defensa de ésta que hacen los sofistas?
Son los propios contenidos, independientemente del mensajero de turno, los que entran en contradicción entre ellos, lo que implica, de hecho, un posicionamiento crítico. Por mucho que nos empeñáramos en defender un autor o corriente filosófica concreta, nada nos impide ver todo un universo de diferentes perspectivas filosóficas que se han presentado durante la historia y que siguen presentándose y prestándose a discusión. Será labor del alumnado, por tanto, sacar sus propias conclusiones.
En fin, parece que al igual que en el resto de sectores, vamos hacia un modelo que prioriza la economía y la rentabilidad, dejando de lado el cuidado de la vida y de otros aspectos que nos aportan como seres humanos. Las políticas actuales nos hacen avanzar hacia un paradigma en el cual la educación es reducida a su labor como reproductora de fuerza de trabajo. Enseñamos cosas para que la juventud se adapte al mercado laboral. Y seamos honestos, la Filosofía, según este modelo, no produce nada. La racionalidad capitalista se impone y todo lo que escapa a su lógica es visto como innecesario, un lujo superfluo que no sirve para nada. Así, el ser humano queda empequeñecido, empobrecido y reducido a su función de trabajador y consumidor. Sólo aquello que sirve a este doble fin de producir y consumir es visto positivamente, sólo aquello es digno de ser desarrollado, trabajado y enseñado.
Enseñamos cosas para que la juventud se adapte al mercado laboral. Y seamos honestos, la Filosofía, según este modelo, no produce nada
Frente a este escenario, tenemos que sentar prioridades. No creamos en su dogma unilateral, defendamos todo aquello que creemos bueno y necesario para una vida digna y feliz y una sociedad deseable, aunque no sea compatible con la “necesidad” de que la rueda de la economía capitalista siga girando. Y, precisamente, ¿no es la Filosofía algo que deberíamos defender por su valor para el ser humano? ¿Es alguien capaz, acaso, de imaginar una sociedad en la que querría vivir y en la que no existiera el pensamiento filosófico y crítico?
No creer en el discurso hegemónico no es prueba ninguna de nuestro espíritu crítico, como muestra el variopinto y extravagante abanico de grandes Verdades a las que nuestra sociedad se aferra en los últimos tiempos, desde el terraplanismo hasta chifladuras sobre la pandemia que no voy a comentar aquí. Nuestro statu quo pierde credibilidad, se resquebrajan los valores a los que nos aferrábamos, y en vez de aprovechar la ocasión para tomar perspectiva, nos lanzamos lo más rápido posible en brazos de nuevas Verdades y respuestas (¿no es este el contexto que está aprovechando la extrema derecha para poner sobre la mesa algunas simples soluciones y algún que otro chivo expiatorio?).
Cabe defender una actitud —“solo sé que no sé nada”— que, admitiendo el desconocimiento, sienta las bases para poder, desde ahí, debatir, dialogar, cuestionar e investigar
Es por esto por lo que debemos defender la Filosofía en nuestras aulas y desde donde podamos, pues —aun admitiendo que es costoso— acostumbrarnos a vivir en la duda, en la crítica y en el análisis, en la argumentación y en la búsqueda de la verdad, y no instalados en la Verdad absoluta. Y es que ahora y siempre es necesaria la actitud que fomenta la Filosofía frente al conocimiento. Una actitud que toma como punto de partida aquella afirmación que coincide, precisamente, con el nacimiento de la Filosofía y que en boca de Sócrates se traducía en aquello de “solo sé que no sé nada”; actitud que, admitiendo el desconocimiento, sienta las bases para poder, desde ahí, debatir, dialogar, cuestionar e investigar. Pues lo cierto es que solo aquel que admite su ignorancia es capaz de aprender, solo desde ese incierto punto de partida es posible construir un conocimiento compartido.
En definitiva, la lucha es la de siempre, la que tantas personas están llevando a cabo de manera individual y desde diversos colectivos: la defensa de una vida digna y feliz frente a la imposición totalitaria de la economía. Esta vez será la Filosofía la que sucumbirá frente a la lógica económica, pero ¿qué sorpresas traerá la próxima reforma educativa? ¿qué será lo próximo en caer? Defendamos esta vez que el pensamiento crítico tenga su lugar en las aulas, hagámosle un hueco en nuestras vidas y en nuestras escuelas a la Filosofía.
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El gran error de este Homo sapiens sapiens y mañana más sapiens que ayer, es reducir la Filosofía a una asignatura.
...No se ponga usted así!... Tampoco la Literatura se reduce a ser una asignatura ;-D
Soy un estudiante de filosofía y creo que eliminar una asignatura como ésta es hacer desaparecer la crítica en las aulas y en la sociedad.
Si avanzamos en esta dirección , vamos a una distopia peor que la que de da en las novelas de ciencia ficción
Bueno afortunadamente hoy en día el que quiere aprender puede hacerlo desde su móvil. Otra cosa es que decidamos utilizar el mayor banco de conocimiento que jamás ha estado al alcance del ser humano (internet), para contar likes o ver porno. Eso ya es cosa de cada cual. Desde luego, el que quiera y se lo proponga, puede acceder a toda la filosofía, o cualquier otra rama del conocimiento, que le dé la gana.
El conocimiento es una alegría vital, todo lo que sea aportado para su construcción es imprescindible, la renuncia a dotarse de el mismo por parte de las diversas personas e instituciones es una rémora para el buen vivir y convivir con los demás y con la naturaleza, de no caminar en dotarnos todos y cada uno de nosotros de esta herramienta vital permaneceremos instalados en las lamentables y desgraciadas situaciones que vivimos a diario
La filosofía y su enseñanza son cruciales para simplemenre sentirnos vivos
Estudié arqueologia en la universidad. Hasta llegar, letras puras, se llamaban entonces. Latín, Griego, Filosofía.... Interesa echarlas... Cuanto menos pensemos mas dóciles somos. Ya lo estamos viendo. Influencer.... Pero si protestas feminazi... Estamos condenados...
Soy profesor de secundaria en una pequeña escuela pública de pueblo.
La realidad con la que nos encontramos actualmente los docentes de la ESO, es la de niñas y niños ultraestimulados, acrílicos y apáticos sin apenas capacidad de observación
o reflexión.
Desde una perspectiva educativa, la filosofia, entendida como "conjunto de saberes que busca racionalizar los principios que orienten el conocimiento de la realidad, RAE", es imprescindible.
Y se la han cargado.
Soy profesor de Filosofía y enseño la fundamentación racional del liberalismo político y económico, y también la “re-explicación” del tema por el Marxismo (entre otros asuntos).
Sin embargo, el artículo parece sobreentender que la Filosofía solo es disensión, pensamiento, entretenimiento pueril, subnormal.
Lo primero sería saber qué se enseña en Filosofía; así se defendería sola.
(Y quizá entenderíamos que un político de izquierdas y nacionalista, es un eructo mental, un contradiós. Por ejemplo)
Su comentario empezó muy bien.. pero la coda final es falsa, las discusiones sobre marxismo y cuestión nacional (Lenin, Luxemburgo, Bauer, Kautsky, etc.) plantean que en contextos coloniales donde prima la superexplotación del trabajo de un pueblo sobre otro, sería legítimo el desarrollo de nacionalismos de clase liberacionistas de izquierdas.. me parece que en este punto su filosofía puede ser un tanto eurocéntrica y ortodoxa..
Su comentario a mi comentario completaría mejor el asunto añadiendo una coda de izquierdas: un nacionalismo tiene sentido si obedece a necesidades e injusticias materiales, de vida real y derechos; un nacionalismo basado en la “identidad espiritual”, en la lengua, en los nombres y las banderas, esa mierda de “yo me siento congoleño aunque vivo como un belga” es idealismo de derechas.
Esas injusticias nacionales se reproducen fácilmente dentro de la misma nación.
No es una injerencia externa, es un proceso interno aplicado a otra escala. La propia nación es capitalista por definición. ¿Que tal la praxis de los procesos descoloniales, por ejemplo... en Africa?. Cambiar de amos no es progresista y menos asumir el papel de carne de cañón durante el proceso. Eso es de memos.
Gracias, una aportación útil que enriquece lo que sé. Es filosofía política, no podemos (o deberíamos) vivir ignorando ese área de conocimiento.
Usted me señala un posible escollo (muy interesante) para llegar a eso de que la Tierra ha de ser un paraíso, patria de la Humanidad.
Niego la mayor: la Filosofía es útil y práctica para la formación de la persona, y también como pieza fundamental para el funcionamiento social. Asuntos como la eutanasia, las fronteras de la libertad y los poderes del estado, las bases científicas de lo que es la Economía, los métodos de investigación y la dirección de la Ciencia... Todo es CRUCIAL para el desarrollo de un país.
Aristóteles declaraba a la Filosofía como el más noble de los saberes, pues no BUSCA utilidad. Pero eso fue una "boutade" del Estagirita. Ya Thales de Mileto (considerado el "primer filósofo") aplicó su conocimiento para hacerse rico y burlarse de los que se burlaban de su filosofar.
A alguien, a algunos, interesa propagar eso de que la Filosofía es un saber poco práctico. Y, simplemente, es mentira.
Tiene toda la razón. Hasta en un país tan pro-liberal como EEUU tienen esto clarísimo. Todo el mundo se forma en filosofía de alguna forma en todos los niveles. La utilidad de los conocimientos va más allá de la practicidad más inmediata (qué título me sirve más para conseguir un buen trabajo), una persona bien formada en filosofía puede aportar y destacar muchísimo en cualquier área profesional.