Cuidados
¿A quién cuida el manejo de esta pandemia?

La democracia somos todas nosotras. Radica en la diversidad, no puede por definición, aunque sea evidente que lo haga, priorizar unas vidas sobre otras, y anular cualquier atisbo de pensamiento que cuestione cómo se está manejando todo este disloque vírico.
4 mar 2021 10:40

¿Gestionar la pandemia va de priorizar unas vidas sobre otras?
¿Gestionar la pandemia va de no cuidar de nadie?
¿Gestionar esta pandemia va de olvidar cuidar de quien necesita ser cuidado?
¿A quién cuida el manejo de esta pandemia?

Llevo tiempo intentando desentrañar si en estos tiempos pandémicos la protección de la salud como paquete de medidas para prevenir y enfrentar la enfermedad, o lo que es lo mismo, todo el andamiaje público pagado de nuestros impuestos para cuidar de nuestros cuerpos también incluye proteger la salud mental y física de la infancia. Si manejar este disloque vírico puede ser compatible con la protección de la salud física y mental de todas aquellas que están en las colas del hambre, que son todas aquellas sobre las que ha arreciado fuerte esta pérdida de apoyos sociales y la inexistencia de recursos económicos a su disposición.

¿A quién protege ahora mismo la salud pública? ¿A los cuerpos productivos? ¿La protección de la salud pública ha quedado reducida a que te las apañes con lo consanguíneo (con todo el trauma histórico patriarcal que eso lleva) o, como escuchaba hoy en la radio, con “tus grupos burbuja”? Es decir, ¿ha quedado todo el conjunto de medidas para promover los cuidados de nuestros cuerpos y tenerlos supuestamente “sanos” en lógicas postfranquistas? Si, esas que decían, que si tu familia consanguínea no chutaba, mala suerte, ibas derechito (siempre por la derecha, claro) al desamparo y la orfandad social.

Hablo de que las condiciones vitales para atravesar esto sean puestas en el centro de las decisiones políticas. Hablo de cuidar a las que necesitan ser cuidadas, de cuidar a las que cuidan, cuidar de la continuidad de las vidas

¿Estamos, de verdad, recatando estas lógicas en pleno SXXI para salir de un problema comunitario? Porque en lo etimológico de “comunidad” lleva lo de tener presente las particularidades de todas aquellas que la conforman. ¿Contener la transmisión del virus no se podría manejar sin jerarquizar los derechos fundamentales de unas sobre otras? Con esto no hablo de establecer lógicas anarcocapitalistas desde esa ¿libertad? neoliberal corrosiva basada en la potencia económica que te hayas podido montar o que hayas podido expropiar o acumular. Hablo de que la gestión desde el poder, desde los distintos poderes, no priorice una vidas sobre otras. Hablo de que las condiciones vitales para atravesar esto sean puestas en el centro de las decisiones políticas. Hablo de cuidar a las que necesitan ser cuidadas, de cuidar a las que cuidan, cuidar de la continuidad de las vidas. Hablo de todo lo que hace posible el cuidado, porque como dice la inmensa, Donna Haraway, “los seres no preexisten a sus relaciones”.

Lo que me pregunto es si no está siendo ya suficiente el maltrato social al que se está sometiendo a unas para proteger o otras. ¿No hay otras maneras menos depredadoras, donde salgamos de horribilis darwinista que enfoca la pandemia como carrera de unas sobre otras? Donde se trascienda lo de sálvese quien pueda, donde superamos el adultocéntrismo, donde no se oprime al menor como lugar arrojadizo de un sistema que no sabe bien autogestionarse ni autorregularse. Donde para proteger a unas no se tiene que llevar a la miseria a otras. Donde protegemos todo lo que queda fuera de lo productivo. Donde protegemos lo que siempre se olvida: cómo cuidamos, quienes cuidamos y quienes necesitan ser cuidados.

Todavía somos muchas las que seguimos pensando, ingenuamente, que vivimos bajo una democracia, aunque haya pandemia, donde el poder reside en nuestra fuerza vital, en nuestra capacidad de estar y ser, en nuestra potencia psicopolítica. El poder lo tenemos nosotras, a no ser que hayamos pasado a un nuevo formato de tecnodictadura sanitaria reforzadora de las desigualdades, de las opresiones, sobre todo los cuerpos que no son productivos, y ahí está la infancia y todas las que están pasando hambre ahora mismo. ¿Cuáles son las vidas que estamos protegiendo?

¿Por qué no se puede abrir debate crítico, desde sectores académicos, desde sectores de pensamiento crítico, desde la tecnología social, desde tu casa, sobre cómo se está manejando toda esta alteración vírica?

¿Por qué no se puede abrir debate crítico, desde sectores académicos, desde sectores de pensamiento crítico, desde la tecnología social, desde tu casa, sobre cómo se está manejando toda esta alteración vírica? Vivo con cierto estupor que la crítica feminista legitime desmontar al patriarcado que nos oprime, sin problema, pero lo de no darle una vuelta a cómo se está manejando esto o a las estructuras de poder que hay detrás de la industria farmacosanitaria, me estremece las carnes.

¿Será que la democracia durante este estado de emergencia sanitaria ha quedado reducida a los dictados de instituciones que hablan con empresas farmacosanitarias, de verificadoras que hablan con empresas farmacosanitarias, de investigadoras que hablan con empresas farmacosanitarias?

Después de tanta lucha, ¿ya se ha olvidado lo del sesgo eurocéntrico blancomacho donde quedan fuera la infancia y todas aquellas que necesitan ser cuidadas? O lo que es lo mismo, queda fuera lo que implique cuidar y ser cuidado. ¿Se nos ha olvidado ya todo el pensamiento anticolonial, el de las compañeras pensadoras de los Sures Globales, donde nos han explicado por activa y pasiva que existe un manejo políticoeconómico de lo que se considera pensamiento legítimo o no, de lo que se considera “verdad” y lo que queda fuera de esta? ¿Se nos ha olvidado desde la crítica feminista que la “verdad” se fabrica? ¿Estamos ya embebidas en la banalización del mal de Hanna Arendt sin darle pelea?

Sigo creyendo, ingenuamente, que la democracia somos todas nosotras. Todas nosotras. Que radica en la diversidad, y que la democracia no puede por definición, aunque sea evidente que lo haga, priorizar unas vidas sobre otras, y anular cualquier atisbo de pensamiento que cuestione cómo se está manejando todo este disloque social que ha recaído brutalmente en unos cuerpos y no tanto en otros.

Quiero pensar, rescatando este texto de Daniel Innerarity, que en un estado demócrata hay espacio para poner en crisis que la repetición mediática de los datos produzca verdad, que sigue habiendo espacio para cuestionar la pretensión de neutralidad con la que se presentan estos datos o trascender la lógica de la ciencia como árbitro apolíticos de la verdad. Unos datos que no se utilizan para cuidar de los cuerpos que no son productivos, ni para plantear quiénes están viendo intensificadas las opresiones sobre sus cuerpos y cómo corregirlo.

Archivado en: Infancia Cuidados
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Por los derechos de la infancia, no a los sacramentos católicos (ni a lo equivalente en otras religiones)
De los siete sacramentos, nada menos que cuatro están encaminados, o se utilizan normalmente durante los primeros años de la vida de las personas, para la captación y catequización de nuevos miembros de la Iglesia.
Violencia machista
Convenio de Estambul GREVIO alerta de los sesgos machistas contra las mujeres en los juzgados pese a los intentos de erradicarlos
El Grupo de Expertos en la Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica (GREVIO) alerta del “uso persistente” del llamado Síndrome de Alienación Parental y urge a regular la figura del coordinador parental.
O prelo
O prelo Unha fábula de luces incógnitas
Avelaíña e o camiño á illa primeira obra de banda deseñada infantil de Bea Gregores.
#84341
5/3/2021 20:03

Yo creo que la batalla en esta guerra más que en los cuerpos, ha sido en las mentes. Ha habido un apoderamiento de las mentes. El relato ha sonado fuerte y de forma contínua. Construyendo una nueva normalidad “democrática”, puesto que la mayoría piensa según lo diseñado por los creadores de esta película hollywoodiense, donde el enemigo común nos une en un destino.

0
0
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.

Últimas

Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.

Recomendadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.