Marxismo
La trampa de la unidad entre marxismo e interseccionalidad

Las siguientes líneas pretenden negar la posibilidad de conciliación entre marxismo e interseccionalidad.
Marxismo interseccionalidad comunismo revolucionario

Investigador doctoral en Sociología (Euskal Herriko Unibertsitatea)

3 jun 2021 06:58

A diferencia de lo afirmado por Maria Rodó Zárate hace unos días en el blog El Rumor de las Multitudes, las siguientes líneas pretenden negar la posibilidad de conciliación entre marxismo e interseccionalidad.

El marxismo se consolidó históricamente en un contexto en que la fusión de la conciencia con el ser social era una necesidad inmediata, dado el auge del movimiento obrero de finales del siglo XIX. Esta coyuntura acentuó la necesidad de un compromiso táctico con corrientes ajenas a su cosmovisión, veáse el lassalismo en Alemania, el positivismo o el marxismo legal en Rusia, con el fin de acelerar la propagación de unos mínimos teóricos que garantizasen al movimiento ascendente una cierta direccionalidad revolucionaria. Esta rápida difusión y vinculación cuasi-inmediata con el movimiento de masas generó una cultura política dentro de la vanguardia revolucionaria que militaba en contra de una asimilación rica y multifacética del acervo marxista como concepción del mundo totalizante, la cual debe ser actualizada permanentemente al calor de la práctica política del proletariado.

“Desde la perspectiva amplia del marxismo no economicista fue precisamente que los comunistas desencadenaron procesos de transformación social integral de inmensa potencia”

La gloriosa excepción, pero que arrastrará también este legado, será el bolchevismo, que construye un movimiento revolucionario partiendo de la interiorización del marxismo y su puesta a punto a la luz de los acontecimientos que le rodean. Esta primacía del factor ideológico y del debate en el seno de la vanguardia le proporciona al bolchevismo mayor altura de miras y, por ende, mayor capacidad para superar las limitaciones de las que adolece el marxismo de la II Internacional, mucho más proclive a incurrir en una versión caricaturizada del marxismo como mera herramienta de análisis economicista. No es casualidad que las posiciones más avanzadas en torno a la cuestión nacional y a la cuestión de la mujer procediesen precisamente de elementos rupturistas con las tradiciones históricas de la II Internacional, con V.I. Lenin, Clara Zetkin y Alexandra Kollontai como principales exponentes. Estos dirigentes aplicaron con originalidad la teoría marxista a todas las manifestaciones de opresión circundantes, sin tener que sacrificar el análisis de clase en el altar del feminismo o el nacionalismo. Desde esta perspectiva amplia, que no reduce el marxismo a teoría especializada en lo económico, en la manifestación inmediata del proletariado como capital variable, fue precisamente que los comunistas desencadenaron procesos de transformación social integral de inmensa potencia.

Sin abundar en ello, los aditamientos exógenos (esos compromisos tácticos de los que hablábamos anteriormente) y otras limitaciones internas fruto de la gestación del marxismo en un determinado contexto histórico propiciaron, sin embargo, un progresivo anquilosamiento en la tranformación de la realidad en países como la URSS o China. Esta incapacidad redundó nuevamente sobre el plano teórico, donde los comunistas comenzaron a recurrir a las viejas certezas, a ese marxismo deformado y caricaturizado de la II Internacional de predominio economicista.

Esa desviación economicista se veía reforzada por la cicatriz que marcó el nacimiento del marxismo. Esta ideología nace en simbiosis con el movimiento obrero en su expresión económica; a saber, el sindicalismo como instrumento de escisión del proletariado de su hermano mayor burgués, como movimiento históricamente necesario para la consolidación del proletariado como clase independiente. Esta huella indeleble condicionará su proyección política, fortaleciendo el carácter afirmativo y, por tanto, hermético del proletariado, tal y como puede verse en la obra de Arthur Rosenberg “Democracia y Socialismo”. Eso sucede en detrimento de su carácter relacional y aglutinador de todo el movimiento social en aras de la emancipación humana. En otras palabras, se robustece la identidad obrera, abriendo la puerta al obrerismo.

“En los países en que la política del proletariado no rige en forma de partido obrero de masas la inclinación a la atomización identitaria del movimiento social es mayor”

En los países en que la política, como dispositivo que pemite al proletariado superar su parcelamiento económico-sindical dotándole de una perspectiva más amplia de la totalidad capitalista, no rige en forma de partido obrero de masas, la inclinación a la atomización identitaria del movimiento social es mayor. Alexandra Kollontai alude en “La lucha de las trabajadoras por sus derechos” al caso de las mujeres inglesas como ejemplo paradigmático. Allí las mujeres obreras son parte integrante del movimiento sindical, donde se codean hombro con hombro con sus camaradas masculinos, pero al mismo tiempo colaboran con las sufragistas. Y es que la esfera sindical no puede absorber y responder adecuadamente a las necesidades de las mujeres como tales, de modo que para defender estas reivindicaciones las proletarias “se cuelgan de las faldas de las sufragistas”, según la propia Kollontai, quienes presentan las demandas de las mujeres obreras de forma distorsionada.

Hasta aquí hemos puesto los cimientos para comprender lo que sucederá en los años 1960-70, fundamentalmente en EEUU y que después se extenderá a gran parte del mundo, haciendo confluir varios factores que dan lugar a la interseccionalidad como ficción emancipatoria.

En primer lugar, una socialdemocracia construida sobre el movimiento sindical, como pilar que cogestiona el Estado capitalista y opera como grupo de presión en defensa de los intereses de los asalariados y que, por ese carácter afirmativo de la identidad obrera, deja fuera a otras vivencias que van articulándose progresivamente al margen de sus estructuras. Estamos ante la proyección de la experiencia del movimiento obrero a otros sectores de la sociedad: la lucha de un determinado sector oprimido se vertebra espontáneamente alrededor de la identidad inmediatamente afectada. En segundo y tercer lugar, una ola de incorporación masiva de las mujeres al trabajo asalariado que, ante la ausencia de un movimiento político revolucionario que pueda encuadrarlas y un movimiento reformista demasiado asociado al movimiento económico, se despliega espontáneamente en las coordenadas políticas del feminismo.

En este momento histórico, el marxismo se encuentra en la siguiente tesitura: 1) Es incapaz de proseguir transformando la realidad a raíz de sus limitaciones internas; 2) Ha tomado cuerpo la vieja tendencia latente a adulterarse a sí mismo en las coordenadas de la II Internacional, reduciéndose a un método de análisis económico sindicalizante, de donde se deduce su “timidez” a intervenir teóricamente en otros campos como cosmovisión; 3) Dispone de un arraigue escaso en los EEUU, que es donde realmente despega el movimiento social escindido del movimiento obrero. En este estado de salud grave, el marxismo decide “firmar un pacto” (esta vez sin justificar) y buscar auxilio en corrientes ideológicas ajenas y contradictorias con su corpus teórico. Al mismo tiempo, esas corrientes ideológicas ajenas se aprovechan de la todavía vigente referencialidad del marxismo como faro emancipatorio que sigue atrayendo considerablemente a las masas.

Tiene lugar de este modo una colusión contradictoria, hasta ahora obstruida por la operatividad práctica y fortaleza teórica del paradigma comunista, entre el marxismo revisionista y el feminismo, nacionalismo y antirracismo. El marxismo es finalmente equiparado a la lucha sindical, mientras que el resto de corrientes se erigen en representantes de la liberación de los sectores a los que apelan.

Dinamitado el enfoque holístico, las corrientes ideológicas aludidas se configuran como codificación a posteriori de las luchas espontáneas y parciales provocadas por las dinámicas del capital. Cada una de ellas sintetiza en un marco teórico determinado unas experiencias de luchas parciales que, precisamente por no enfrentarse conscientemente a la totalidad, mistifican y traducen las relaciones estructurales de fondo en las relaciones de género, raza o clase económica. El marxismo levanta ese velo místico y descubre tras la manifestación fenoménica en que se nos presentan las cosas, tras la apariencia que sirve de base para la teorización del sindicalismo, feminismo o antirracismo, su verdadera esencia como subproductos del sistema capitalista. Es decir, la raza o el género como elementos de devaluación que se configuran en función de la división del trabajo capitalista, como dice Bárbara Foley.

“La interseccionalidad es la agregación metafísica, la unión externa, de las expresiones ideológicas de la fragmentación real de las luchas espontáneas y parciales”

En este sentido, la interseccionalidad es la agregación metafísica, la unión externa, de las expresiones ideológicas de la fragmentación real de las luchas espontáneas y parciales. Es por tanto, hija de una doble falsedad. Por una parte, de la creencia de que cada opresión emana de un supuesto sistema autónomo, véase por ejemplo el patriarcado como sistema de explotación de la mujer por el hombre (lo que imposibilitaría cualquier tipo de colaboración revolucionaria entre sexos), pues es a donde conduce ineluctablemente el despliegue de las luchas espontáneas desde la condición parcial. Por otra parte, de la omisión de la posibilidad históricamente contrastada de superar la atomización de las luchas por medio de un sujeto revolucionario totalizante, el Partido Comunista, que transforme las luchas espontáneas en las que está involucrada la clase en una lucha consciente por el comunismo que respete la heterogeneidad de su composición y garantice la igualdad de todos los sectores.

La interseccionalidad reproduce y alienta la particularización de las luchas sociales dirigidas ideológicamente por la burguesía, que es la mayor beneficiaria de ella, dado que la espontaneidad siempre redunda en favor de una costumbre hija de la ideología dominante. Pero además, defender la interseccionalidad es una forma de interclasismo, pues mientras que hace un siglo la burguesía no era capaz de movilizar a las mujeres incorporadas al movimiento obrero, en aquel momento bastión del progreso, ahora la orfandad de cualquier referencia revolucionaria hace que las mujeres obreras se organicen junto las mujeres burguesas, reproduciendo un ostracismo identitario que dificulta los lazos camaraderiles con los hombres. Y como decía Kollontai en “Los fundamentos sociales de la cuestión femenina”, “en la medida en que las mujeres burguesas limitan su actividad a despertar la conciencia de sus propias hermanas, solo podemos aplaudirlas. Sin embargo, tan pronto como empiezan a llamar a sus filas a las mujeres trabajadoras, las socialdemócratas no pueden permitirse permanecer en silencio”.

En conclusión, el marxismo no puede transigir, y si lo ha hecho es precisamente por la crisis en la que lleva inmerso varias décadas, con la ideología interseccional, pues representa la apología de un frente común integrado por luchas parciales. El todo es más que la suma de unas partes que si por separado apuntalan el orden social, también lo harán en bloque. La historia demuestra que el sindicalismo, el feminismo o el antirracismo tiene adscrita una tendencia al acoplamiento al Estado burgués y, por consiguiente, a la reproducción de los aparatos y mecanismos de opresión contra los que luchan. Solo el comunismo puede emancipar a la humanidad en su conjunto

Sobre este blog
Lanaren ekonomia gehiengo zapalduaren bizipena du oinarrian, langileen sukarra eta itxaropena. Botere arrotzen ikuspegitik azaltzen dira eguneroko gorabehera ekonomikoak. Kutsadura informatiboari aurre eginez, ekonomia gaiak jorratzen eta ulertarazten arituko gara. Bilbo Hiria, Hordago eta Argia elkarlanean, lanaren munduko analisia egiten
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Literatura
María Agúndez “El trabajo de limpiadora es muy digno, pero nadie quiere hacerlo”
La escritora retrata en ‘Casas limpias’ las contradicciones de quienes considerándose personas igualitarias y progresistas delegan los cuidados y la limpieza para evitar el conflicto y sostener su comodidad.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Rubén_Proletkult
Rubén_Proletkult
18/3/2025 4:53

Extraordinario.

0
0
#91634
4/6/2021 6:42

Gracias. En serio, yo nunca sé cómo explicarlo. He tomado apuntes.
Me alegra ver crítica marxista a estas mi.er.das pseudoposmo pero que no sean garruladas obreristas.
Saludos!

14
48
#91782
6/6/2021 12:09

Yo igual. Ojalá más artículos así :)
PD: mirad cómo lloriquea toda la caterva de progres de por aquí XD

8
47
#91617
3/6/2021 20:36

Gracias por el artículo.

11
38
#91577
3/6/2021 16:55

Muy buen artículo, comparto la crítica en términos generales. Sólo advertir que dentro del comunismo se ha analizado intensamente cómo opera el racismo y el sexismo en la estructura de acumulación de Capital (y no sólo en la superestructura) a través de la división del trabajo bajo criterios racialistas y sexistas, especialmente en países periféricos (véase los aportes de Harry Haywood o Angela Davis, entre tantos otros). Criticar la idea liberal de intersección no debe cegarnos la necesidad de un análisis fino de la composición de clase en cada contexto, que contribuirá al tejido de estrategias revolucionarias más eficaces

24
39
#91798
6/6/2021 17:22

LA IDEA DE INTERSECCIONALIDAD NO TIENE NADA QUE VER CON EL LIBERALISMO. BASTA YA DE IGNORANCIA SUPINA.

46
8
#91562
3/6/2021 11:14

Bastante en descuerdo, sobrevalora la capacidad teórica y material que tiene el comunismo como frente emancipador e infravalora la capacidad de cambio integral que acoge el término interseccionalidad

51
31
#91572
3/6/2021 14:29

"Sobrevalorar" la capacidad transformadora del comunismo cuando ha sido el único que ha llevado más lejos la emancipación del proletariado. Dígame ¿cuáles han sido las transformaciones revolucionarias llevadas a cabo por las diferentes identidades eclectizadas cuyo resultado no haya sido integrado como demandas al Estado burgués (como ha ocurrido con el feminismo?

23
50
#91664
4/6/2021 12:33

emancipación de sistemas de partido único no es emancipación del proletariado, sistemas donde por cierto el nacionalismo ha sido una parte importante del todo

47
11
#91635
4/6/2021 6:43

Me sumo a la pregunta

10
46
#92173
10/6/2021 11:33

Eso es precisamente lo que se esta criticando en el árticulo, la incapacidad teoríca del interseccionalismo para generar un(os) sujeto(s) revolucinario(s), ya que su parcialización de las luchas siempre acaban integrandose en el estado mediante el reformismo y reforzando a los sectores burgueses dentro de esas identidades oprimidas (vease techo de cristal en el feminismo, mujeres en altos cargos de la administración, personas racializadas presidente o vicepresidente de EEUU), es decir no logra generar un sujeto holistico que le haga frente a la complejidad del poder burges en todas sus vertientes. Por lo tanto, lo que reivindica este árticulo es la capacidad del corpus teoríco del marxismo, alejandose de visiones que vulgarizan y reducen el marxismo a una visión economicista y parcial de la realidad, por lo tanto la necesidad de actualizar y estudiar el marxismo en la practica y en la teoería desde una visión totalizante, esto es que pueda incluir y que sea capaz de superar todas las opresiones latentes, articulando para ello un necesaerio sujeto revolucionarío heterogeneo (en el que se puedan incluir diferentes secciones como la de mujeres, etc.)

8
0
#92215
10/6/2021 18:23

Yo también lo he entendido así. No es tan difícil. ME sorprende la crispación de por aquí.

5
0
Sobre este blog
Lanaren ekonomia gehiengo zapalduaren bizipena du oinarrian, langileen sukarra eta itxaropena. Botere arrotzen ikuspegitik azaltzen dira eguneroko gorabehera ekonomikoak. Kutsadura informatiboari aurre eginez, ekonomia gaiak jorratzen eta ulertarazten arituko gara. Bilbo Hiria, Hordago eta Argia elkarlanean, lanaren munduko analisia egiten
Ver todas las entradas
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.

Últimas

Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones pueden violentar a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.
Más noticias
Estados Unidos
Estados Unidos “No Kings”: más de 2.000 manifestaciones en EEUU para protestar contra la deriva autoritaria de Trump
Con el nombre de movimiento No Kings (sin reyes), millones de personas están convocadas a manifestarse en todo el país este sábado y enfrentar el desfile militar organizado por Trump el día de su 79 cumpleaños.
Galicia
TSXG Peritos en el juicio contra la Xunta: la contaminación del embalse de As Conchas es “extremadamente peligrosa”
Siete vecinos, la Asociación de vecinos de As Conchas y la organización de consumidores CECU han demandado a varias administraciones gallegas por presunta mala gestión de una contaminación derivada del exceso de macrogranjas en la comarca de A Limia.

Recomendadas

Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.
Literatura
María Agúndez “El trabajo de limpiadora es muy digno, pero nadie quiere hacerlo”
La escritora retrata en ‘Casas limpias’ las contradicciones de quienes considerándose personas igualitarias y progresistas delegan los cuidados y la limpieza para evitar el conflicto y sostener su comodidad.