Infancia
Mila: “Servicios Sociales tiene secuestrado a mi bebé con informes falsos”

Mila nació en Córdoba, Argentina. A los 18 años migró a España y al año se trasladó a Noruega, donde vivió casi seis años y estudió la lengua escandinava. Cuando volvió a València, donde se establecería finalmente, estudió el Grado Superior en Higiene Bucodental. Vive con su pareja, Dani, de nacionalidad española, padre del bebé que le arrebataron. Él tiene una licenciatura en Bellas Artes, es escultor de Fallas y músico violonchelista y contrabajista.

Ambos aseguran que su hijo les “fue sustraído al nacer”. Cuentan con cerca de 300 páginas de documentos con los que han ido luchando durante los cinco largos meses de proceso administrativo y en los que desmontan la Orden de Desamparo con la cual les retiraron al bebé, donde se habla de una “progenitora emocionalmente inestable, diagnosticada de Trastorno de la Personalidad y ansiedad, pero ha abandonado el tratamiento farmacológico y no acude a revisión, mantiene una relación complicada e intermitente con su pareja, con sospecha de violencia de género, carece de recursos habitacionales estables y regulares, y de apoyo familiar, y rechaza los recursos propuestos para mejorar su situación sociosanitaria”.

Sin embargo, además de diferentes quejas al defensor del pueblo, denuncias en los juzgados, autos, reformulaciones y quejas al servicio de atención al paciente, la Administración cuenta con un informe pericial forense psicológico —consultado por El Salto— que señala que ambos tienen capacidades parentales. También tienen una valoración positiva realizada en diferentes entrevistas en la Conselleria Territorial por una psicóloga de la Administración: Dani y Mila han desmontado los informes previos, y la Orden de Desamparo punto por punto y con pruebas.

Ya existe un precedente en València de un caso similar al de Mila y Dani en el cual gracias a las movilizaciones de colectivos sociales consiguió la pareja —migrantes originarios de Guinea— que no les quitaran a sus mellizos. También ha ido cobrando fuerza en la opinión pública, que no se trata de casos aislados, sino de un sistema planificado de secuestro niños que se ceba con la vulnerabilidad de las familias más precarias y sin base social. De hecho, en 2019 un juez instó a la fiscalía a realizar una investigación a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) por argumentos parecidos a los de Mila y Dani. 

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Migración

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El activista panafricanista denuncia la práctica de Servicios Sociales de retirar a niños y niñas de familias vulnerables en lugar de ofrecer alternativas.

Pariste un niño en el Hospital General de València y aseguras que no lo has visto en casi cinco meses, ¿qué pasó? 
Parí un varón precioso y sano en el Hospital General de València por cesárea inducida el 11 de marzo de 2020, ya que no se me propició el parto natural. No lo he visto más de una hora en estos casi cinco meses, la edad que tiene él. Cuando mi bebé nació lo apartaron de mí sin respetar mis deseos y derechos de ambos de tener un parto humanizado. Me pusieron una sedante sumamente fuerte y me mantuvieron así durante unas 15 horas. 

Se retuvo en neonatología a mi bebé sin causas clínicas que lo justifique. A Dani, el papá, le dejaron estar un rato con nuestro hijo, luego le dijeron que el bebé tenía que estar ingresado por un problemita y que no podíamos pasar la noche con nuestro hijo, esa noche según Dani yo me quejaba mucho del dolor y pedía ver a mi hijo, pero no lo recuerdo, y como yo llamaba mucho a las enfermeras, estas le dijeron a Dani que me cuidara él. Entonces lo mantuvieron entretenido cuidándome a mí y pensando que nuestro hijo tenía un problema que solucionarían los médicos en neonatos. 

“Pasé mi primera noche de mamá sin mi hijo en una habitación sedada y la segunda noche en una habitación de Psiquiatría atada en una cama”

Conocí por fotografía a mi hijo al despertarme de la sedación, 15 horas después, y me permitieron estar con él menos de una hora en Neonatología. Cuando intenté volver a estar con él ya no me dejaron volver a verlo. Nos lo quitó una presunta enfermera diciendo que no era mi hijo y que yo no le diera ordenes de dármelo, que estaba siendo muy maleducada. Por seguir reclamándole me esposaron en una silla de ruedas los guardias de seguridad del hospital, me mantuvieron una hora aproximadamente esposada sangrando por el forcejeo hasta que llegó un psiquiatra.

Le conté que me dijeron que mi hijo no era mi hijo y que parecía que estaba en un hospital del horror. No me dijo nada, me ignoraba, como todos los que estaban allí presentes, me pedían calma y me calmé, algunos incluso se reían de mí, y cuchicheaban, cuando volví a alterarme porque calmada tampoco conseguía que me devuelvan a mi hijo, inmediatamente pincharon relajantes musculares, antipsicóticos, ansiolíticos, anti-párkinson, hipnóticos… y me ataron en una cama de pies, caderas, a la altura de la cesárea, y manos. A mi pareja mientras tanto le dejaban estar con nuestro hijo, así que él no estaba ni enterado de todo lo que me estaban haciendo a mí. 

“Mi hijo estuvo ingresado en neonatos desde la noche de su nacimiento hasta casi 5 días después que fue entregado a una familia desconocida sin autorización nuestra”

Se me dio el alta sin mi hijo menos de 48 horas después de mi cesárea, con un informe diciendo que yo tuve una hija. Al papá se le entregó una Orden de Desamparo basada en mentiras, supuestos y discriminación, le dijeron que no se acerque a Neonatología porque nuestro bebé estaba custodiado por la policía. Mi hijo estuvo ingresado en neonatos desde la noche de su nacimiento hasta casi cinco días después que fue entregado a una familia desconocida sin autorización nuestra, basándose en un papel firmado con garabatos sin nombres o apellidos, sin números de colegiados, solo unos números de puestos de trabajo —números internos de la Administración—. Lo hicieron a lo GESTAPO, pero peor, ya que nos encontramos en “democracia”, en el 2020 y en España. Intentaron que yo firmara la Orden de Desamparo en ese estado y pusieron que yo no la quise firmar y que contesté con muy “mal tono”. 

¿Qué han hecho desde entonces para recuperarlo?
Hemos hecho de todo, hemos mantenido conversaciones telefónicas con técnicos, hemos preguntado cada día sobre nuestro hijo sin obtener respuesta, solo cuando ellos quieren responden y nunca nos dan información sobre nuestro bebé, no sabemos ni donde está, ni su color de ojos, nada. Hemos presentado más de 250 páginas de alegaciones, informes, pruebas... pero nos tratan como si fuéramos culpables de algo que merezca este calvario, la realidad es que somos inocentes. 

Hemos intentado denunciar en la Policía y en la Guardia Civil sin éxito —no se puede denunciar a funcionarios públicos, alegan— y en Juzgados —no les parece urgente nuestra denuncia—. Hemos ido a Fiscalía de Menores, pero dicen que no tenemos que contactar con ellos, que ellos no pueden hacer nada. Hemos acudido a la prensa, Amnistía Internacional, el comité contra la tortura de la ONU, el defensor del pueblo de Argentina y el de España, con políticos españoles y argentinos, diputados, portavoces de las Cortes Valencianas, técnicos de Servicios Sociales, Embajada, Consulado Argentino… 

Actualmente estamos en proceso de negociación con la Administración, hemos firmado un Plan de intervención Familiar y un compromiso a seguirlo. En dicho Plan figura el retorno de nuestro hijo, pero no lo devuelven, así que no podemos cumplir con dicho plan. La vía Judicial sigue abierta por si tuviéramos que usarla, aunque en la Administración se jactan de tener más poder que un juez y que es peor para nosotros llegar a juicio porque los magistrados siempre les dan la razón a ellos y la vía Judicial es más larga que la vía administrativa. 

Tuvimos acceso a una parte del expediente administrativo y está plagado de errores, mentiras y tergiversaciones. Aunque también hay algún informe real como el que dice que soy una buena madre y tengo capacidades parentales realizado por una Psicóloga de la misma Administración. También tenemos informes positivos periciales forenses y de capacidades parentales, y ahora mismo estamos por comenzar a tener visitas con nuestro hijo supervisadas en un “Punto de Encuentro”. Son de una hora semanal y es un contacto agridulce; el entregar a nuestro hijo proactivamente tras esas visitas tan breves es una tortura, son migajas de maternidad y paternidad. Pero ya queda menos para que lo regresen definitivamente y seguimos en pie.

¿Saben de casos similares? 
Muchos por desgracia, de hecho, en este tiempo de “desamparo” hemos tenido conocimiento de dos sustracciones más de bebés recién nacidos, una la llevaron a cabo y la otra se pudo evitar. La mamá estaba informada de que podían quitárselo, la habían amenazado porque ya tiene un hijo tutelado y pudo evitar que se lo quiten llevando una abogada al paritorio. También conocemos a dos mamás que recuperaron a sus bebés también sustraídos a pie de Hospital y los recuperaron por la vía administrativa, pero también tenían la vía judicial abierta por si acaso. Existen muchos casos de menores que aún no han sido recuperados por sus madres que viven metidas en Juzgados reclamando sin éxito, desperdiciando sus vidas condenadas a sufrir el negado derecho a maternar. 

“Existen muchos casos de menores que aún no han sido recuperados por sus madres..., desperdiciando sus vidas condenadas a sufrir el negado derecho a maternar”

Algunas han llegado hasta el tribunal de Estrasburgo y están a la espera de sentencia. Pero el estar metidos en juzgados es inhumano, pasa el tiempo y los hijos son criados por otras personas, el sufrimiento es tortura pura y dura y es un dolor diario. Muchas veces en los tribunales autonómicos alegan que el menor tiene vínculos con otra gente y que mejor dejar las cosas así, por lo que se entra en denuncias por prevaricación, querellas, etc… se agota esa vía de primera instancia, se recurre, se llega al Tribunal Superior a todo esto pasan y pasan los años. Si el Tribunal Superior tampoco falla a favor de las madres, pues se vuelve a agotar esa vía y se acaba en el Tribunal de Estrasburgo.  El sistema deja en indefensión total a las familias, los más perjudicados son los menores que crecen negados de su identidad. Muchas de las familias son monoparentales, y el perfil para la sustracción de niños suele ser de madres que no saben defenderse hablando o escribiendo.

“El perfil para la sustracción de niños, suele ser de madres que no saben defenderse hablando o escribiendo, por lo que, aunque tengan razón, es difícil que alguien les defienda porque no se les entiende nada”

La gente no afectada por la sustracción de sus hijos se queda con un “qué raro todo”, “algo habrán hecho”, “no me lo creo” y como no se lo creen, pues la Administración logra su cometido, robarte a tu hijo con una trama tan inverosímil que si no tienes un audio o un vídeo para demostrar el abuso nadie te cree. Además, es innegable es que se nos quieren imponer unos patrones de comportamiento para recuperar a nuestros hijos. Si te quitan a tu hijo al nacer y no te lo devuelven el mensaje es claro: no tienes derecho a reproducirte y el Estado es dueño de tu útero. 

“La gente no afectada por la sustracción de sus hijos se queda con un “qué raro todo”, “algo habrán hecho”, “no me lo creo” y como no se lo creen, pues la Administración logra su cometido”

La Administración utiliza técnicas parecidas a las que se utilizan en los secuestros es por eso que ningún padre o madre dice mi hijo está tutelado, sino mi hijo está secuestrado. Hay violencia en la sustracción, coacción, promesas, dar esperanzas y quitarlas, insultos sutiles, insultos concretos, no coger el teléfono ni responder emails, juzgarte si te enfadas, no dar información sobre el menor, dar información falsificada, hacerte sentir culpable de algo que no has hecho, pedirte cosas a cambio y cuando se las das te terminan castigando. Juegan con las emociones y te destruyen. Todo esto genera un desgaste terrible en las familias naturales. No todas las madres cuentan con las herramientas necesarias para sanar tanto daño emocional. Por eso pocas los recuperan.

“La Administración utiliza técnicas parecidas a las que se utilizan en los secuestros es por eso que ningún padre o madre dice mi hijo está tutelado, sino mi hijo está secuestrado”

Suelen moverse en huecos legales, por ejemplo, se declara una alerta de “posible riesgo o desamparo” a espaldas de los progenitores y lo que se hace inmediatamente después es el “desamparo” sin intervención de riesgo entre medio para evitar sustraerte a tu hijo, la legislación en cuanto a situaciones de riesgo dice claramente que el último recurso es el “desamparo”, pero en la práctica es la primera opción, porque no está escrito en ningún sitio que hacer cuando hay un “posible riesgo o posible desamparo”, hay muchas ambigüedades. 

¿Qué respuesta han tenido de las autoridades, medios de comunicación..?
Las respuestas de las autoridades han sido diversas, como diversas son las personas a las que hemos llegado, los medios de comunicación son más receptivos en Argentina. En España parecen ser más inconscientes, ya que somos un caso más para ellos. Por otro lado, en un medio grande de aquí de Valencia, un periodista me dijo que su directora de redacción no le permitía publicar mi caso porque yo tengo una discapacidad, ese periodista tiene absolutamente todos los informes falsos y nuestras pruebas que los desmontan. Hemos logrado publicar en un medio español nuestro caso, pero hemos tenido que pedir que quiten la noticia, porque figuraban nuestros nombres y apellidos completos, entonces a la hora de buscar una vivienda para alquilar nuestros nombres aparecían en Google y por tanto los arrendadores muestran reparos. 

“Este sistema de tortura que vulnera tantos derechos tiene que ser reformado urgentemente para evitar que más niños y niñas sean arrebatados de sus familias naturales”

Ahora tenemos preparada una segunda concentración para el viernes 21 de agosto a las 9 de la mañana en las puertas de la Consellería Territorial de València, ya que son quienes tienen la última palabra. Invitamos a la sociedad a acompañarnos de manera pacífica, respetando las medidas de distancia social, con música y carteles para exigir la devolución del bebé ya mismo. La Orden de Desamparo Temporal caduca un domingo de septiembre, y pedimos la devolución inmediata. Este sistema de tortura que vulnera tantos derechos tiene que ser reformado urgentemente para evitar que más niños y niñas sean arrebatados de sus familias naturales.