Grecia
Más de 20 guardacostas procesados por el naufragio de un barco de migrantes en el sur de Grecia
Dos años y medio después de una de las peores tragedias en el Mediterráneo por la cual perdieron la vida más de 600 personas, el Fiscal del Tribunal de Apelación de Grecia ha admitido los recursos interpuestos por los supervivientes y los familiares de las personas fallecidas y ha ordenado el procesamiento penal de otros cuatro altos mandos de la Guardia Costera Helénica, incluido su actual jefe. Se trata de un hecho histórico porque, por primera vez, altos mandos de la Guardia Costera del país heleno tendrán que responder por delitos graves relacionados con sus actos y omisiones, que causaron la muerte de aproximadamente 650 personas.
“Esta decisión rompe el muro de la impunidad y nos recuerda que la responsabilidad institucional no termina en los rangos inferiores. Pylos es un crimen de Estado. Es un espejo que refleja el estado de nuestras instituciones, y hoy, ese espejo se resquebraja a favor de la verdad y la justicia”, ha remarcado la abogada del Legal Centre Lesvos, Vicky Aggelidou, en un comunicado de prensa.
El Legal Centre Lesvos, junto con otras organizaciones en defensa de los derechos humanos griegas, llevan dos años trabajando con los supervivientes y los familiares de las personas fallecidas para que este crimen no quede impune.
Un naufragio que no fue un accidente
La madrugada del 14 de junio de 2023, un pesquero en el que viajaban unas 750 personas, sobre todo procedentes de Siria, Pakistán, Egipto, Afganistán y Palestina, colapsó frente a la costa de Pylos, en el Peloponeso. Solo hubo 104 supervivientes y se considera uno de los naufragios más mortíferos registrados en el Mediterráneo en los últimos años. De los 82 cuerpos que se pudieron recuperar, solo 58 pudieron ser identificados. El pesquero, al que se bautizó erróneamente como Adriana y que había partido el 9 de junio de Tobruk, al este de Libia, se hundió a 47 millas náuticas de tierra firme. Se dirigía hacia Italia.
El suceso, sin embargo, no puede ser calificado de accidente. Tras recabar el testimonio de los supervivientes, días después de la tragedia se supo de la responsabilidad de la Guardia Costera griega en el hundimiento del barco. La embarcación no había colapsado de manera fortuita, sino que se había hundido en una maniobra brusca llevada a cabo por la Guardia Costera helena mientras se intentaba ejecutar, supuestamente, un pushback, es decir, cuando se intentaba remolcar la embarcación hacia aguas internacionales.
Esto no es lo único que ahora se les imputa a los guardacostas griegos. Las investigaciones llevadas a cabo por algunos medios de comunicación y organizaciones como Alarm Phone, Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional (AI) han demostrado que la Guardia Costera llevaba horas en conocimiento de un navío en problemas con centenares de personas a bordo. Incluso Frontex y las Guardias Costeras de Italia y de Malta habían advertido a Grecia de la existencia de una embarcación en apuros y abarrotada de personas. Sin embargo, y a pesar de los numerosos avisos, los guardacostas griegos hicieron caso omiso a esta información.
Las investigaciones llevadas a cabo han demostrado que la Guardia Costera llevaba horas en conocimiento de un navío en problemas con centenares de personas a bordo
El relato de terror de lo que sucedió aquella fatídica madrugada no queda aquí: los supervivientes insisten que cuando el barco naufragó, los guardacostas griegos evitaron ayudar a la gente que se estaba ahogando en el mar. Desde entonces, tanto los supervivientes como los familiares de las víctimas mortales reclaman justicia y que los responsables respondan por lo que sucedió.
Ahora, este procedimiento se suma al procesamiento en curso de otros 17 guardacostas griegos por su responsabilidad e implicación en el siniestro, algo que rompe con la impunidad de estas actuaciones en el mar.
El “repentino vuelco" del barco, sin explicación convincente de los guardacostas
Tal y como explican desde el Legal Centre Lesvos, “la acusación penal se refiere a un delito grave y otros delitos”, concretamente, por “exposición reiterada por incumplimiento de la obligación legal de rescatar y ayudar a personas en peligro, que causó la muerte de las víctimas, exposición reiterada de otras personas por incumplimiento de la obligación legal de rescatarlas y dejarlas indefensas; y homicidio culposo por negligencia debido al incumplimiento reiterado de obligaciones legales”.
Según la orden del Ministerio Público del Tribunal de Apelación, “los cuatro oficiales […] participaron activamente en la gestión del incidente, ya que fueron informados constante y personalmente de su desarrollo, participaron en reuniones para evaluar y planificar las acciones necesarias y, en última instancia, aprobaron (como ellos mismos admiten) las decisiones que se tomaron”.
En el escrito también se detalla que es el deber de los guardacostas “proteger la vida en el mar” y […] cualquier desviación o incumplimiento de esta obligación establece su responsabilidad penal independiente”. Se insiste, además, en la idea de que, a causa de la experiencia y conocimientos de los guardacostas, así como gracias a la información que había disponible durante las horas previas al incidente, no se tomaron las medidas necesarias para activar los planes operativos prescritos y apropiados para el rescate de las personas a bordo.
En el escrito de la Fiscalía se insiste en que no se tomaron las medidas necesarias para activar los planes operativos prescritos y apropiados para el rescate de las personas a bordos
Respecto al vuelco de la embarcación, que causó la muerte de las 650 personas, se destaca que “la Guardia Costera no ofrece una explicación detallada y convincente del repentino vuelco y hundimiento del barco pesquero”. En el escrito de la Fiscalía se hace referencia a que el “mar estaba en calma, no había buques comerciales navegando (que pudieran haber generado grandes olas) y los movimientos bruscos y masivos de los pasajeros dentro del barco pesquero eran prácticamente imposibles debido al hacinamiento y a la relativa restricción de movimiento”. Con lo cual, el remolque “repentino” y “potente” por parte de los guardacostas griegos “parece ser la única explicación posible” al naufragio.
Con este nuevo procesamiento, algo cambia en Grecia, que, tras muchos años de naufragios en sus aguas, empieza a poner la mirada en aquellos que tendrían que proteger a quien navega, independientemente de su origen, su destino o del tipo de embarcación en la que se encuentra en el mar. En total, ya son 21 guardacostas procesados por el naufragio frente a la costa de Pylos.
Grecia
Las familias de los ahogados en el naufragio de Pylos en 2023 continúan buscando respuestas
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