Genocidio
Un buque cargado con 170.000 toneladas de carbón con destino a Israel atracará en Gibraltar el 1 de noviembre

El buque Seafighter, parte de la flota de la empresa griega Thenamaris, propietaria de muchos barcos que conforman la logística de suministros militares de Israel, se dirige en ruta por el Atlántico desde Sudáfrica cargado con 170.000 toneladas de carbón cuyo destino es Israel.

El 1 de noviembre tiene prevista su entrada en el puerto de Gibraltar, donde llegará tras haber navegado por aguas territoriales españolas, según denuncian la Red Estatal contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) y la Campaña por el Fin al Comercio de Armas. Ambas entidades recuerdan que el paso del Seafighter es un paso “no inocente” por aguas españolas, ya que el buque “está violando normas imperativas o ayudando a Israel a cometer dichas violaciones (prohibición del apartheid y prevención y sanción del genocidio)”. También invocan el artículo 19 de la Convención sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) para exigir a las autoridades españolas que impidan el acceso de este buque a las aguas territoriales españolas. “Dado que el carbón suministrado a Israel alimenta la red eléctrica que sostiene los asentamientos ilegales y las operaciones militares responsables del genocidio contra el pueblo palestino, permitir su tránsito vulneraría el deber de no asistencia y prevención del genocidio al que España está jurídicamente obligad”, explican en nota de prensa.

De confirmarse el paso de este navío por aguas territoriales españoles, sería el tercero que lo hace en dirección a Israel en los últimos diez días, tras el Ocean Gladiator y el Navios Felix.

Francesca Albanese, Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967, recuerda en su último informe, Gaza Genocide: a collective crime, que la UNCLOS permite a los Estados impedir el “paso no inocente” cuando no se realiza en conformidad con las normas del derecho internacional, y señala que podría convertir al Estado, en este caso el Estado Español, en cómplice de crímenes internacionales, violaciones de las obligaciones de la Carta de las Naciones Unidas o de normas imperativas.

Desde la RESCOP y la Campaña por el Fin al Comercio de Armas también recuerdan que el carbón, lejos de ser un combustible neutro o para uso civil, es un elemento necesario para alimentar los crímenes contra el pueblo palestino. Según el informe Powering Injustice de SOMO (Center for Research on Multinational Corporations), el carbón desempeña un papel clave en el sistema energético israelí y en su aparato militar. En 2023, el 17,5% de la electricidad de Israel se generó en plantas de carbón, y toda la energía producida por la red se distribuye a los asentamientos ilegales en Cisjordania y al ejército israelí.

Ambas entidades, además, piden que se reformule el Real Decreto-ley para convertirlo en “un embargo integral y sin excepciones a Israel, incorporando que el carbón y otros combustibles sean considerados de posible uso militar”.