Opinión
Ganan Apple e Irlanda, perdemos todos los demás

La sentencia del Tribunal de la Unión Europea que anula la multa a Apple pone en peligro la lucha contra la evasión fiscal, la credibilidad y legitimidad de la Comisión Europea y la recaudación de impuestos del resto de Estados miembro.

Apple no paga impuestos
Graffiti en una protesta en Dublín contra Apple en 2014. Foto: William Murphy

@econocabreado.bsky.social

Coordinador de la sección de economía

15 jul 2020 13:40

Parecía que la Comisión Europea (CE) y su comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, querían acabar con las competencia desleal que Irlanda ejercía al resto de Estados miembro y otras empresas asentadas en el país, que arregló acuerdos con Apple y otras empresas tecnológicas para no cobrar impuestos si asentaban sus bases europeas allí, desde donde facturan la mayoría de sus beneficios en toda la Unión Europea. La multa que obligaba a Irlanda a cobrar 13.000 millones de euros en impuestos no recaudados durante años a Apple sentaba un duro precedente que ponía en jaque la ingeniería fiscal de las grandes empresas tecnológicas y las ventajas fiscales de un Estado miembro como el irlandés.

Pero hoy, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) da un duro golpe a la CE, a la comisaria de Competencia y a las intenciones de las instituciones europeas de acabar con estas prácticas. El Tribunal ha fallado esta mañana y anula la sanción impuesta, lo que exime a la multinacional de la manzana de pagar los 13.000 millones y a Irlanda de ser acusada de ofrecer ayudas a las empresas consideradas ilegales. Seguramente la CE recurrirá la sentencia al Tribunal Superior de la UE pero, ¿cuánto tendremos que esperar a conocer el resultado? ¿Otros cuatro años?

Ya no es que Irlanda se haya convertido en un paraíso fiscal, es que se ha convertido en un paraíso a la carta, donde las multinacionales pueden negociar lo que pagan de manera individual

“Los defectos identificados por la Comisión no son, en sí mismos, suficientes para demostrar la existencia de una ventaja”, reza la sentencia. Por lo visto, que Irlanda ofreciera pactos específicos, los llamados tax ruling o impuestos a la carta, no es competencia desleal. No era suficiente con que Irlanda tenga el menor Impuesto de Sociedades (IS) de toda la Unión Europea (12,5%), ni que, además, su Gobierno facilitase acuerdos bilaterales con empresas como Apple que les hacen pagar menos impuestos, incluso que otras empresas con sedes en la misma Irlanda. No les llega con ver el descaro con el que empresas como Google o Facebook centralizan todas sus ventas en sedes en Dublín o cómo practican técnicas de erosión de la base y traslado de beneficios (en inglés Base Erosions and Profit Shifting, BEPS). Por ejemplo, si compras un teléfono de Apple a su sede española (Apple Retail España), esta compra el terminal a la sede irlandesa a más de un 90% del precio que tú pagas. De esa manera, la filial española apenas obtiene beneficio, y por lo tanto no paga casi impuestos en España, mientras la filial irlandesa obtiene grandes beneficios por los que paga menos de la mitad de impuestos allí. En 2018, Apple solo pagó 11 millones de euros en 2018. Según sus cuentas, en 2017 obtuvo pérdidas y por lo tanto no pagó nada.

Las técnicas BEPS están perseguidas por la OCDE y la CE, o por lo menos eso dicen. Pero es que esta sentencia no iba ni por ahí. Esta vez, incluso, Irlanda se saltaba las leyes de la competencia y ofrecía ventajas exclusivas para la multinacional estadounidense. Ya no es que Irlanda se haya convertido en un paraíso fiscal, es que se ha convertido en un paraíso a la carta, donde las multinacionales pueden negociar lo que pagan de manera individual y ejerciendo presión según su tamaño y poder. Todo ello ante la pasividad durante años de la CE, gracias a las estructuras jurídicas europeas rodeadas de ejércitos de abogados corporativos y lobistas, y con la ayuda de otros países, como Holanda, Luxemburgo o Malta, que se sienten muy cómodos creando un clan de egoístas al servicio de las multinacionales.

Esta misma semana se ha publicado que Bruselas pretende utilizar el artículo 116 del Tratado de funcionamiento de la UE para acabar con las decisiones por unanimidad en materia fiscal. Desde los países afectados ya han dejado ver que puede incurrir en ilegalidad y que pondrán, otra vez, a su ejercito de abogados. Ejércitos pagados con dinero público al servicio de las multinacionales que desmontan y deslegitiman la Unión Europea.

El recién elegido presidente del Eurogrupo está contento, claro. El irlandés Paschal Donohoe siempre se ha mostrado favorable a las técnicas de fiscalidad laxas con las empresas y agresivas con los países vecinos, así como su oposición al impuesto a la economía digital, la conocida como Tasa Google o GAFA, y que básicamente pagarían empresas estadounidenses con sedes en su país. No es tonto, pero sí la clase de egoísta al servicio de las multinacionales perfecto para presidir el eurogrupo que ya presidieron el holandés Jeroen Dijsselbloem o el luxemburgués Jean-Claude Juncker (también acusado de orquestar el escándalo de los tax ruling del ducado cuando era su presidente y que fue destapado como el caso de los LuxLeaks).

“Agradecemos la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea que anula la Decisión de la Comisión Europea de agosto de 2016, que alegó que Irlanda proporcionó ayuda estatal a Apple”, han declarado desde el Ministerio de Finanzas de Paschal Donohoe. Un ministro de Finanzas agradeciendo que un tribunal les “libre” de cobrar 13.000 millones de euros en plena pandemia y con una crisis por delante como no habíamos conocido antes. Es increíble cómo el poder corporativo y la demonización de los impuestos han conseguido que esto les parezca a muchos algo “normal”.

Por eso, con esta sentencia, gana Apple y gana Irlanda, pero perdemos todos los demás. Pierden los países que ven cómo una fiscalidad no armonizada en la UE se convierte en una guerra fiscal a la baja y un dumping fiscal brutal por parte de algunos territorios. Pierden legitimidad unas instituciones europeas que ya de por sí no gozan de gran salud en cuanto a opinión pública se refiere. La CE, y en concreto la Competencia de Vestager, queda totalmente anulada y muda en su lucha contra la elusión y el dumping fiscal en Europa. Ganan los otros paraísos fiscales: Países Bajos, Luxemburgo y Malta. Ganan porque se sentirán inmunes y poderosos, porque van a seguir causando un agujero fiscal al resto de vecinos. Ganan las empresas que las usan, Inditex, Nike, Uber, Netflix, Ikea... una lista interminable.

Las multinacionales se libran y los países como Irlanda siguen escurriendo el bulto, mientras los países se hunden en una nueva crisis y tienen que seguir aumentando su deuda pública

Pero, sobre todo, perdemos toda la ciudadanía del resto de Europa. En un momento como el actual, en el que la crisis del covid-19 y su consecuente caída en los ingresos tributarios hacen necesarias enormes vías de financiación. Las multinacionales se libran y los países como Irlanda siguen escurriendo el bulto, mientras los países se hunden en una nueva crisis y tienen que seguir aumentando su deuda pública al no poder encontrar vías para que las empresas paguen lo que les toca.

Mientras, en Bruselas, los mismos países que ofrecen este tipo de ventajas fiscales a las multinacionales bloquean las negociaciones y las ayudas tan necesarias para la mayoría de Estados miembro. Nos llaman derrochadores al mismo tiempo que ellos se alegran por rechazar 13.000 millones en impuestos. Una muestra más de que esta UE no va a dos velocidades, va a una única, la de las multinacionales y la de los Estados que son cómplices de egoísmo.

Paraísos fiscales
BEPS o cómo las multinacionales llevan sus beneficios a paraísos fiscales

Las grandes empresas utilizan estas prácticas para evadir impuestos. La OCDE y el Parlamento Europeo quieren plantarle cara, pero las medidas siguen siendo muy tímidas y limitadas.

Evasión fiscal
Bruselas quiere atacar a los paraísos fiscales europeos

Un artículo del Tratado de la Unión Europea permite saltarse la regla de la unanimidad en las decisiones de carácter fiscal. La Comisión Europea pretende usarlo para abordar la fiscalidad de algunos Estados miembro para acabar con su competencia desleal frente al resto.

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 8
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...
Cargando portadilla...
Comentarios 8

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...