Feminismos
Una Casa de Mujeres para Pamplona, ahora más que nunca

El Ayuntamiento de Pamplona puso en marcha hace unos meses un proceso participativo con la idea de impulsar un espacio que hiciera realidad los deseos de muchas mujeres. ¿Pensarán los partidos en el bien común o darán la espalda a la mitad de la población y se plegarán a sus propios cálculos electoralistas?

Casa Mujeres Pamplona
Algunas de las integrantes del grupo promotor de la Casa de Mujeres de Pamplona Ione Arzoz
Eugenia Indurain
22 jun 2018 22:40

En los últimos años Iruñea ha sido escenario de algunas grandes muestras de poderío feminista: desde el rechazo contundente a la agresión sexual de los Sanfermines de 2016, las posteriores manifestaciones de tolerancia cero ante todo tipo de violencias machistas, pasando por el éxito de huelga feminista del 8 de marzo que inundó nuestras calles de mujeres insubordinadas y valientes, para llegar a la indignación por la sentencia del caso de La Manada y su posterior puesta en libertad provisional por parte de la justicia patriarcal.

Es un momento histórico a escala global: ya se habla de la Cuarta Ola del Feminismo. No obstante, el machismo es implacable y sus violencias también: desde las más visibles hasta los mal llamados micromachismos fruto de los privilegios de los hombres (invisibilización, falta de reconocimiento, prejuicios, desvalorización, etc). Para hacerles frente, las mujeres necesitan tejer alianzas entre sí, apoyarse mutuamente, pensar estrategias, continuar formándose y empoderarse individual y colectivamente. En una palabra: organizarse. Defender la alegría y organizar la rabia.

Para poder generar un proyecto, pensar, debatir, profundizar y rearmarse de energía es fundamental poder contar con un Lugar, como lo describe la feminista Virginia Wolf en Una habitación propia. Las mujeres necesitan poder contar con un espacio para ellas mismas, lejos de las miradas, las tutelas, o el control de nadie; donde avanzar hacia su propia emancipación y con sus propios ritmos. Un lugar en el que sentirse a salvo, donde poder lamerse las heridas pero también en el que pensar mecanismos para alcanzar ese horizonte de libertad que todas necesitamos y queremos.

Precisamente entendiendo todo esto, el Ayuntamiento de Pamplona puso en marcha hace unos meses un proceso participativo dirigido a todas las mujeres la ciudad, con la idea de impulsar un espacio que hiciera realidad los deseos de muchas mujeres que llevaban tiempo anhelándolo. Pero también que diera resultado a un proyecto con bases feministas, que recogiera las diversidades de las mujeres —que somos muchas y muy diferentes— y que penetrara en todas las capas sociales.

Las que venimos de los movimientos de base hemos tenido siempre enfrente a las instituciones, porque sus intereses estaban muy lejos del bien común. Ciertamente, que una iniciativa así parta de un ayuntamiento, sea del color que sea, nos produce de entrada un enorme rechazo, que se transforma en asombro y al final en admiración al conocer a esas más de 70 mujeres diversas que han participado en el proceso, al comprender su precariedad, su valentía irreverente, y al entender sus urgencias y su ilusión. Un proceso con ciertas limitaciones que pueden ser fácilmente enriquecido con un poco de voluntad y trabajo activista.

Para las integrantes del grupo fue complicado poder asistir a las asambleas, debatir vigorosamente durante dos horas cada dos o tres semanas, siempre con ganas de más; haciendo tetris para conciliar; tratando constantemente de llegar a otras mujeres... Si esto no había supuesto suficiente intensidad, una vez terminado el proceso, el equipo de gobierno del ayuntamiento del ¿cambio? les comunica que tienen que esperar hasta los próximos presupuestos de 2019 (los presupuestos se aprueban hacia marzo, es decir, que se quedaban sin Casa hasta noviembre de 2019 como mínimo) para poder disponer de un espacio para ellas y para el resto de mujeres de la ciudad. Menudo shock.

Así que deciden hacer de tripas corazón —la mayoría ven a la clase política muy lejos en todos los sentidos—, hablar con todos y cada uno de los grupos con representación en el Ayuntamiento y después hacer una rueda de prensa. Para que se dejen de lacitos y de salir en pancartas y se comprometan con 500.000 euros en estos próximos presupuestos de Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS*), que se deciden ahora, a mitad de curso, y tener disponible el espacio a principios de 2019.

Medio millón de euros para reformar poco más de trescientos metros cuadrados en la antigua estación de autobuses. Entre las que manejamos la economía doméstica con cierto esfuerzo para llegar a fin de mes, puede parecer una cantidad bárbara, pero para un ayuntamiento con un presupuesto de más de doscientos millones de euros, 500.000 euros son migajas. ¿No hay dinero para una Casa de Mujeres pero sí para la nueva estación del TAV de 200 millones? (Este macroproyecto en Echavacoiz es apoyado por UPN, PSN, Geroa Bai y EH Bildu)

Más cuando todos los grupos —EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi, IE y PSN, con abstención de UPN— aprobaron en 2016 el Plan de Igualdad, donde viene fijado el proyecto de la Casa de Mujeres, o cuando el propio gobierno del cambio lo incluyó en 2015 en su Acuerdo programático. Una apuesta más que razonable cuando Joseba Asirón ha sacado pecho en varias ocasiones de que Pamplona era mucho más feminista ahora que él es alcalde.

La asamblea de mujeres ha conseguido “colar” en su periplo una moción para que se debata el próximo lunes 25 de junio en la Comisión de Presidencia y exigir a todos los partidos políticos a que muestren su apuesta por las mujeres de la ciudad. ¿Pensarán los partidos en el bien común o darán la espalda a la mitad de la población y se plegarán a sus propios cálculos electoralistas?

*Las IFS son un invento de Montoro y el PP para que los ayuntamientos gasten el dinero que estiman no van a poder gastar para final de año en algunos proyectos y lo dediquen básicamente al ladrillo.

Archivado en: Feminismos
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Feminismos
Jule Goikoetxea “Los genocidios se sustentan en prácticas micro que legitiman una manera de vivir delirante”
Jule Goikoetxea es una de las filosofas más reconocidas del Estado Español. El año pasado acompañó a Angela Davis en su visita a la Fira Literal de Barcelona. De aquellos cuatro días nace su primera novela, ‘Politeísmo bastardo’.
Crímenes del franquismo
Análisis Patronato de Protección a la Mujer: imperdonable
Nadie debería cuestionar que las supervivientes reclamasen las garantías de sus derechos fundamentales junto al público asistente, y más después de lo ocurrido los días previos y durante el acto.
Sexualidad
Pitu Aparicio “Yo no he visto en el supermercado productos para el olor a pene”
Pitu Aparicio quiso centrar su formación en los dos tabús con los que creció: el sexo y las drogas. Una vez se hubo formado, decidió que su principal tarea era divulgar todo ese conocimiento que se nos había vetado.
#19385
25/6/2018 19:58

La mentira no solo no es revolucionaria sino que impide alianzas sinceras. Se hace lo que sr critica, electoralismo barato mezclando con el TAV y su estación contra los que BILDU se ha manifestado repetidamente en contra. A trabajar más y amentir menos.

5
0
Alimentación
Sostenibilidad Una dieta mediterránea dentro de los límites planetarios
Las 48 millones de personas que viven en España podrían alimentarse con todos los nutrientes que necesita el cuerpo humano sin hipotecar el futuro del planeta con un 99% de producción agroecológica local y con 400.000 nuevos puestos de trabajo.
Feminismos
Jule Goikoetxea “Los genocidios se sustentan en prácticas micro que legitiman una manera de vivir delirante”
Jule Goikoetxea es una de las filosofas más reconocidas del Estado Español. El año pasado acompañó a Angela Davis en su visita a la Fira Literal de Barcelona. De aquellos cuatro días nace su primera novela, ‘Politeísmo bastardo’.
OTAN
OTAN La OTAN se rinde ante Trump y acata la subida del 5% del gasto en Defensa
Empieza la cumbre de la OTAN, que reúne, durante hoy y mañana, a más de 40 líderes mundiales en La Haya. Viene marcada por la negativa de España a aumentar hasta el 5% del PIB el gasto en Defensa.
Fotografía
Fotoperiodismo Fotografía, estado de protesta
El Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales PHotoESPAÑA reúne en su programación off y sedes invitadas varias exposiciones que reflexionan sobre conflictos sociales y políticos del Sur Global.
Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM)
Jorge Nacarino “El movimiento vecinal tiene que seguir siendo punta de lanza de la presión social”
Vivienda, turistificación, gestión de residuos, la masificación de eventos así como reimpulsar la participación ciudadana, son solo algunos de los retos que observa, como prioridades, el joven presidente de la FRAVM.
Melilla
Racismo Institucional La impunidad institucional marca el tercer aniversario de la Masacre de Melilla
Tres años después de la Masacre de Melilla, donde más de cien personas perdieron la vida, el Ministerio del Interior sigue defendiendo que no se produjeron muertes en el suelo español y que las autoridades actuaron de forma proporcionada
Melilla
Opinión A tres años de la masacre de Melilla del 24J, ¿qué ha cambiado?
Lo que aconteció en 2022 es otra huella de la rutina neocolonial y racista de este enclave español en la frontera sur. El hecho nos permite recordar las necropolíticas racistas invisibilizadas en los juzgados y las esferas mediáticas.

Últimas

Crímenes del franquismo
Análisis Patronato de Protección a la Mujer: imperdonable
Nadie debería cuestionar que las supervivientes reclamasen las garantías de sus derechos fundamentales junto al público asistente, y más después de lo ocurrido los días previos y durante el acto.
Tribuna
Tribuna Europa debe dejar de tener un doble rasero en la exportación de pesticidas tóxicos
En la Unión Europea se producen para su exportación pesticidas peligrosos que están prohibidos dentro del territorio comunitario. Hay que terminar con esta lacra para favorecer los derechos humanos, laborales y de la infancia.
Opinión
Opinión Por qué no iré a vuestro orgullo
No me veo reflejade en vuestro carnaval, mayoritariamente gay, hedonista, alcoholizada, consumista, capacitista. En vuestro orgullo no caben mis heridas.
Corrupción
Caso Koldo Ábalos y Koldo no entran en prisión
El ex ministro socialista se desvincula de las acusaciones y asegura que los audios grabados por Koldo García podrían estar manipulados. Por su parte, su exasesor, obligado por el juez a presentarse a la vista de este lunes, se ha negado a declarar.
Opinión
Opinión La seguridad real: el cambio empieza por la ciudadanía
La seguridad no se construye con muros ni ejércitos, sino con derechos, justicia social y participación ciudadana
Más noticias
València
València Amnistía Internacional documenta la violación sistemática de derechos humanos durante la dana
En una investigación realizada tras la tragedia, identifica violaciones graves de los derechos a la vida, la integridad física, la información y la vivienda.

Recomendadas

Madrid
Violencia machista Almeida elimina los Espacios de Igualdad y los transforma en centros especializados en violencia de género
Trabajadoras y oposición denuncian un cambio de un modelo participativo hacia otro asistencialista, en el que no se atenderá a todas las mujeres y se perderán actividades de prevención y sensibilización.
Sexualidad
Pitu Aparicio “Yo no he visto en el supermercado productos para el olor a pene”
Pitu Aparicio quiso centrar su formación en los dos tabús con los que creció: el sexo y las drogas. Una vez se hubo formado, decidió que su principal tarea era divulgar todo ese conocimiento que se nos había vetado.
Pensiones
Pensiones Cotizaciones ficticias, ¿un parche en la brecha de género en las jubilaciones?
La compensación por cuidados de hijos y familiares puede llegar a sumar hasta cinco años de cotización, pero no es suficiente para que muchas mujeres logren la pensión digna.
Galicia
Galicia La esperanza de la gestión colectiva frente al expolio: la Comunidad de Montes de Tameiga contra el Celta
Mientras varios proyectos industriales intentan privatizar y destruir los ecosistemas gallegos, algunos grupos de vecinos y vecinas organizadas hacen oposición social construyendo alternativas comunitarias. A veces, también ganan al gigante.