Extrema derecha
És País Valencià presenta una querella por odio contra Mediterráneo Digital

Acoso en su lugar de trabajo y en redes sociales, noticias falsas, amenazas y coacciones son algunos de los motivos que han llevado al profesor de historia y sindicalista Kilian Cuerda, portavoz de la Asociación Cultural És País Valencià, a querellarse contra el ‘periódico’ de extrema derecha Mediterráneo Digital. La asociación ha conseguido, con su campaña No finances l’odi (No financies el Odio), acabar con toda la publicidad de Mediterráneo Digital y socavar de esta forma gran parte de su financiamiento. Ahora, Kilian Cuerda anuncia en exclusiva a El Salto que presentará una nueva querella contra Mediterráneo Digital por delitos de odio. Una denuncia que suma a la ya presentada por un presunto delito de coacciones.
Mediterráneo Digital es un pseudomedio de comunicación que se define como ‘políticamente incorrecto’ y tuvo su momento dorado cuando en 2017 publicó una noticia con el titular “Demostrado científicamente que las feministas son más feas que las mujeres normales”. En su historial, cuenta con titulares que no son menos burdos: “Ana Peleteiro, negra por fuera y roja por dentro”, “Una feminazi mata a su novio de 30 puñaladas por celos” o “Una feminazi vegana más mala que los sugus de piña trabajó años asesinando cerdos en un matadero” e incluso un tweet conmemorando el aniversario de Hitler.
Todas las empresas que se anunciaban en esta página se han retirado gracias a la campaña No financies l’Odi, sólo quedan unos pocos banners de prostíbulos o casas de apuestas
Titulares cada cual más grosero generaban paradójicamente que Mediterráneo Digital funcionara gracias al clickbait: cuánta más interacción tuviera más lo comparte el algoritmo, aumentando sus visitas y, por tanto, el posicionamiento web. Sin embargo, gracias a la campaña No financies l’Odi, todas las empresas que se anunciaban en esta página se han retirado estrepitosamente.
Ahora, sin prácticamente publicidad, solamente unos pocos banners de prostíbulos o casas de apuestas ilustran su decadencia. Tal como asegura Kilian Cuerda, este tipo de anuncios “deslegitiman a Mediterráneo Digital como medio de comunicación”. La empresa registra pérdidas pocos meses después del inicio de la campaña y su propietario, Edgar Sánchez Agulló, ha trasladado su sede social a Malta con tal de evadir impuestos.

La efectividad de la campaña de És País Valencià enfureció a los responsables de Mediterráneo Digital, quienes empezaron una encarnizada campaña de acoso y amenazas contra Cuerda. El ‘medio de comunicación’ publicó en su twitter una foto que le hicieron a Kilian en el que le aconsejaban “cuidarse” ya que “sería una pena que te pasara algo”.
“Han publicado en sus redes fotografías mías amenazándome, al más puro estilo mafioso”, cuenta el portavoz. También publicaron la dirección del instituto en el que trabaja como docente de historia. “En su línea de calumnias han publicado noticias asegurando que adoctrino en mis clases, se han inventando testimonios falsos de mis alumnos y me han llamado acosador que trabaja con menores”. A pesar de los bulos, Kilian asegura que, por suerte, todo su entorno laboral y personal le ha dado un “apoyo absoluto”.
La efectividad de la campaña de És País Valencià enfureció a los responsables de Mediterráneo Digital, quienes empezaron una encarnizada campaña de acoso y amenazas contra Cuerda
Tras el acoso sufrido, Kilian decidió presentar una querella por coacciones contra Edgar Sánchez, que el Juzgado de Instrucción Nº12 de Valencia admitió el pasado 13 de abril. El dueño de Mediterráneo Digital deberá declarar ante la justicia y se enfrenta a penas que podrían llevarlo a la cárcel. Ahora, Cuerda presentará de manera inminente una nueva querella por delitos de odio.
Maria Ibáñez (seudónimo empleado para proteger su identidad), quien también es miembro de És País Valencià, asegura que las webs contra las que dirigen las campañas, juegan con la premisa del miedo. “Juegan con el miedo de saber que tú tienes menos recursos legales que ellos porque no te puedes gastar ese dinero - comenta Ibáñez- Luego, hablando con abogados te das cuenta de que muchas cosas son papel mojado, que no llega a ninguna parte y es para meter temor”, sentencia.
El dueño de Mediterráneo Digital deberá declarar ante la justicia y se enfrenta a penas que podrían llevarlo a la cárcel
Kilian asegura que los grupos de izquierdas están acostumbrados a “estar siempre a la defensiva”, pero en És País Valencià han decidido pasar a la ofensiva con esta campaña. “Estamos acostumbrados a actuar de manera reactiva. Con esta campaña, hemos creado una manera fácil y accesible de combatir el fascismo, y pasar a la ofensiva”, asegura. Además afirma que desde el antifascismo se debe atacar al extremismo por todas las vías posibles, y la vía legal es una de ellas.
¿Cómo lo han conseguido?
La Asociación Cultural És País Valencià es pionera en el uso de esta estrategia en España, pero Kilian y Maria cuentan cómo se basaron en la estadounidense Sleeping Giants, que fue la primera que usó esta técnica para poner freno y combatir los discursos de odio durante la época del trumpismo. Para poner en marcha No financies l’odi se pusieron en contacto con Nandini Jammi, cofundadora de Sleeping Giants que ahora dirige Check My Ads, una iniciativa similar.
Todo empezó cuando en Estados Unidos un grupo de gente se unió para frenar a los medios que promovían el odio y con ello beneficiaban los discursos de ultra derecha. Se dieron cuenta de que la mayoría de websites de estas plataformas se financiaban con la llamada “publicidad programática”. Des de És País Valencià definen este tipo de publicidad como “un sistema para las empresas de anunciarse online.
La mayoría de websites de estas plataformas se financian con la llamada “publicidad programática”. Des de És País Valencià definen este tipo de publicidad como “un sistema para las empresas de anunciarse online
"Tiene la ventaja de ser sencillo y barato, pero las compañías no saben dónde se están mostrando sus anuncios, ya que los hace aparecer de manera automática a través de algoritmos”. Kilian Cuerda asegura que como las empresas no son conscientes de que aparecen junto a contenido extremista están, por ende, financiándolo. “La idea es romper con esa espiral de radicalización. Dificultar la difusión de estos discursos de odio”, comenta.
“El funcionamiento es sencillo. Se saca una captura de pantalla de algún titular machista, racista, misógino o extremista, junto al anuncio. Luego, se sube la foto a twitter citando a la empresa o bien se le manda un correo electrónico, exponiendo educadamente que su marca se está anunciando junto a estos titulares y que si eso no encaja con sus valores, retiren la publicidad”, explica Kilian.
Las empresas se muestran agradecidas por el aviso y la respuesta ha sido retirarse de inmediato, hasta el punto de que actualmente Mediterráneo Digital ha perdido el 100 % de su publicidad programática
Tanto el portavoz como su compañera María coinciden en que normalmente las empresas se muestran agradecidas por el aviso y la respuesta ha sido retirarse de inmediato, hasta el punto de que actualmente Mediterráneo Digital ha perdido el 100 % de su publicidad programática. María Ibáñez cuenta que “en cuanto una empresa se retira, hay más facilidad para que lo haga el resto. Hace un efecto dominó”.
Ibáñez insiste en que la campaña No Financies l’Odi supone una “estrategia de activismo político flexible”, a la que puedes dedicarle “el tiempo que tu quieras y de manera sencilla”. “No tenemos problema en explicar cómo lo estamos haciendo a nivel técnico, cuantos más lo hagamos, mejor”, anima la activista. En su web han hecho público el modus operandi y animan a “cualquiera a unirse”.
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