Elecciones autonómicas
Guardiola aprovecha el petardazo del PSOE en Extremadura y podrá negociar un nuevo gobierno con Vox

No ha habido sorpresas en unas elecciones para la Asamblea de Extremadura que dejan para las negociaciones postelectorales las principales incógnitas sobre el próximo gobierno de la Junta. El primer objetivo de la actual presidenta, María Guardiola, que era distanciar al PSOE, partido más votado en los últimos comicios, se ha visto superado con creces.

No tanto por los resultados del PP, buenos, pero alejados de la mayoría absoluta sino por el fracaso histórico del PSOE, que obtiene sus peores resultados desde la restauración de la democracia en el que, hasta hace poco, era uno de sus feudos electorales. Extremadura ha virado definitivamente a la derecha como la vecina Portugal y como casi toda la península Ibérica. 

Con el 96% de los votos escrutados, el PP suma 29 diputados (+1 con respecto a 2023), el PSOE es segunda fuerza con 18 (-10), Vox es tercera fuerza con 11 (+6) y Unidas por Extremadura sube tres diputados hasta quedarse con 7.

Guardiola, que durante la campaña electoral ha coqueteado con el ya habitual argumento conspiranoico del fraude electoral a raíz de un episodio menor de robo en una sucursal de Correos, se presenta como ganadora con una subida porcentual del 3% con respecto a 2023, elecciones que ganó el PSOE con un porcentaje insuficiente con respecto a la suma de las dos derechas.

El primer objetivo de la noche, castigar a un PSOE en plena crisis, se ha obtenido con creces. Los socialistas, que se presentaban con un candidato controvertido, Miguel Ángel Gallardo, han caído trece puntos. Del 39,9% en 2023 al 26,7% en la noche del 21 de diciembre. Gallardo, que en junio tendrá que comparecer ante el juez por el caso que examina la colocación de David Sánchez, hermano del presidente, no ha podido aterrizar peor como líder de un partido al que le espera un via crucis similar en Aragón y Castilla y León, si nada lo remedia. 

La subida más acentuada de la noche es la de Vox. La extrema derecha crece más de diez puntos porcentuales y tendrán la llave para la investidura de Guardiola. Los de Óscar Fernández Calle han crecido pese a las últimas noticias sobre el presunto desvío de donaciones para la dana llevado a cabo por Revuelta, la organización juvenil satélite del partido de Santiago Abascal. 

La noticia menos mala de la noche para la izquierda extremeña es que se confirma que la unidad funciona mejor que la experimentación excluyente

Si el segundo objetivo de la presidenta extremeña era sentar las bases de una mayoría absoluta, no lo ha conseguido. La negociación que se abre con Vox, que tumbó los intentos de sacar adelante los presupuestos autonómicos, estará marcada por las direcciones de Madrid. Es probable que Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal se tomen 2026 para tantear acuerdos y desacuerdos regionales con la vista puesta en el aterrizaje de la derecha en La Moncloa. De momento, los números de esta noche marcan una tendencia que ya se ha observado en las encuestas a lo largo del último año. Vox está asentado por encima del 15% en casi toda la Península, con la posible única excepción de Galicia, País Vasco y Navarra.

La noticia menos mala de la noche para la izquierda extremeña es que se confirma que la unidad funciona mejor que la experimentación excluyente. Unidas por Extremadura ha subido casi cuatro puntos porcentuales con respecto a 2023, obtiene el mejor resultado histórico de la alternativa de izquierdas, alcanza el 10% del voto, y podrá contar con tres diputadas más. Eso sí, en un hemiciclo en el que la derecha aplicará su rodillo, como ya ha sucedido durante la primera legislatura de Guardiola incluso aun después de la ruptura escenificada por Vox.

Sin embargo, el escenario en cómputo general es desastroso para el conjunto de la izquierda, que retrocede al 36% del electorado frente a un casi 60% que suman PP y Vox. 

A lo largo de la jornada, los avances de participación iban dibujando unas elecciones desangeladas, con mucha menos actividad que en la cita de 2023. A las 18h de la tarde había votado un 7% menos del censo que en las elecciones de hace dos años y medio. Finalmente, la abstención ha superado el 37%, siete puntos más que en las últimas elecciones.