Centro de Confinamiento para Terroristas, la joya de la corona del régimen de Nayif Bukele.
Centro de Confinamiento para Terroristas, la joya de la corona del régimen de Nayif Bukele.

El Salvador
El Salvador de Bukele cambia seguridad por control total

La situación actual en El Salvador es extraordinaria. Por primera vez en décadas la gente sale libremente a la calle, a cambio, un régimen totalitario se ha impuesto.

Cuando recibí la solicitud de El Salto para escribir un texto sobre la megacárcel de Nayib Bukele, me entusiasmé. El escandaloso vídeo publicado por el Gobierno salvadoreño enseñando el músculo de su política de “guerra contra las pandillas”, con imágenes en la cárceles, comparadas con campos de concentración, no dejan a nadie indiferente. Quería testimonios de gente en el terreno, escapar del discurso de las grandes ONG. En seguida empecé a documentarme, leí los informes de CristoSal y de Human Rights Watch, el portal alternativo Gato Encerrado y por supuesto el periódico digital El Faro, referencia indispensable sobre la actualidad salvadoreña, especialmente interesante el editorial titulado “Sin maras y sin democracia”.

Contacté con varias personas amigas y conocidas de toda mi confianza con vínculos en El Salvador. Debía de escribir el texto para antes de que se dejara de hablar sobre el tema. Sorpresivamente, los testimonios y contactos tardaron en llegar. Un amigo salvadoreño, muy cercano, que vive fuera de las fronteras de su país me confirmó la razón “yo te puedo ayudar en lo que quieras, pero no puedo visibilizarme, podrían tomar represalias contra mí, está todo intervenido”. Finalmente, encontré otros contactos, todos fuera del país que incidieron en la dificultad para desarrollar el trabajo de defensa de derechos humanos desde las organizaciones sociales.

CristoSal y HRW ha denunciado filtraciones informativas en las que se evidencian abusos de poder a gran escala durante el Estado de Excepción que dura ya más de un año

De repente, el Centro de Confinamiento para Terroristas, la joya de la corona del régimen de Nayif Bukele, pasó a segundo plano. La situación es compleja, extraordinaria y alarmante. El control es total. En marzo de 2022, varias medios de comunicación independientes habían solicitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una audiencia sobre el uso abusivo del programa espía Pegasus por parte del Gobierno salvadoreño para vigilar a periodistas y miembros de la sociedad civil. Distintas investigaciones señalaron, según Gato Encerrado, que los avances en la transparencia de la información pública habían tenido un grave retroceso. Información importante sobre gastos, contratos, estadísticas y planes del Gobierno de Bukele se esconden sistemáticamente al escrutinio público, de forma alarmante. Además, se realizó una reforma al código penal que permite penalizar a medios de comunicación si publican información relacionadas con comunicados o mensajes de las maras, los cuáles podrían sufrir penas de hasta 15 años, algo que el Comité para la Protección de Periodistas ha señalado como mordazas a la información. Por si fuera poco, CristoSal y HRW ha denunciado filtraciones informativas en las que se evidencian abusos de poder a gran escala durante el Estado de Excepción que dura ya más de un año.

Pero ¿cómo se llegó a esta situación?

No se puede entender el oportunismo y el éxito de la política autoritaria de Bukele sin conocer la historia reciente de El Salvador. Tras 12 años de guerra civil, se firmaron los acuerdos de paz en 1992 que dieron como resultado la llegada de la democracia liberal, en la que se han repartido el poder, alternativamente, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), que es la izquierda emanada de la guerrilla, y Alianza Republicana Nacionalista (Arena), de derechas. Esta época representó una época de amplias reformas militares, sociales y políticas. Sin embargo, con el paso del tiempo, ninguna de las dos tendencias políticas logró acabar con la lacra de la pobreza y la grave desigualdad, que fueron el caldo de cultivo para la generación de las maras, todo un poder alterno y mafioso que llegó a controlar gran parte de la vida social y política en el Salvador.

Emanado del FMLN, Nayib Bukele comenzó su carrera política como alcalde de 2012 a 2015 en Nuevo Cuscatlán y de 2015 a 2018, como alcalde de la capital, San Salvador. Sin embargo, debido a conflictos internos, fue expulsado del Frente y en 2018 fundó su propio partido, Nuevas Ideas. Finalmente en 2019, obtuvo la presidencia de El Salvador, con la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) por mayoría absoluta. Desde la campaña a la presidencia, Bukele ha hecho hasta lo impensable para diferenciarse de los partidos tradicionales, incluso llegó a desacreditar los Acuerdos de Paz. Se refirió a este evento histórico como “un pacto de dirigentes decrépitos y dos partidos moribundos que buscaron autoglorificarse para beneficio personal”.

Después de tomar la Corte Suprema de Justicia, el 1 de mayo de 2021, no tuvo ninguna dificultad en declarar el “Estado de excepción” por 30 días, que se han ido extendiendo hasta la fecha

Lo primero que hizo el nuevo presidente al ganar las elecciones nacionales fue lanzar su “Plan Control Territorial” que consistió en sacar a la policía y a los militares a las calles para combatir a las pandillas, a las maras. No obstante, este plan, que disminuyó en un 51% el índice de mortalidad, fue criticado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, porque evidenció que la disminución de muertes se debía realmente a los pactos a los que había llegado Bukele con las pandillas del crimen organizado. Sin embargo, el pacto se rompió en marzo del año pasado, cuando en tan solo 48 horas, las maras asesinaron a casi 90 personas. Y Bukele, que ya había asaltado el parlamento el 9 de febrero de 2020 y había tomado la Corte Suprema de Justicia, el 1 de mayo de 2021, no tuvo ninguna dificultad en declarar el “Estado de excepción” por 30 días, que se han ido extendiendo hasta la fecha y es actualmente la política que domina la vida de forma totalitaria en territorio salvadoreño.

Desde entonces, se han detenido alrededor de 65.000 personas y se han suspendido las garantías constitucionales, por ejemplo, cuando una persona es capturada no tiene derecho a ser informada del porqué de la detención, ni a un abogado. La presentación ante un juez ha pasado de 8 horas hasta 15 días o más. Se han intervenido las comunicaciones. Se han presentado cientos de denuncias de capturas arbitrarias, que no han sido atendidas por un sistema colapsado y se ha restringido la circulación para vigilar a la población mediante cercos militares. Paralelamente se han desarrollado reformas penales, la asamblea legislativa aprobó endurecer las penas, decretar la figura de jueces sin rostro (es decir, no se conoce su identidad) y juzgar a niños como adultos. También se han establecido recompensas económicas para quien denuncie la participación delictiva de alguien de forma anónima. Reforma y censura a medios de comunicación, incluyendo la ya mencionada pena de cárcel de hasta 15 años para medios y periodistas que informen sobre las pandillas.

Desde la declaración del estado de emergencia se han detenido alrededor de 65.000 personas y se han suspendido las garantías constitucionales

En este contexto, entra, ahora sí, la joya de la corona, la construcción del Centro de Confinamiento para Terroristas (Cecot), la mayor cárcel de máxima seguridad en el continente, con una capacidad para 40.000 reos, la cuál ha sido presentada con un despliegue mediático inigualable. No podemos olvidar que Bukele se vende bien, tiene experiencia profesional como publicista y su política de mano dura le ha llevado a lograr un índice de aceptación de entre el 80% y 95% en varias encuestas. Se espera que arrase en las elecciones salvadoreñas de febrero del próximo año y en países de la región ya se habla del fenómeno Bukele, con el que se hace alusión a la aceptación de las masas de la política de mano dura. Amnistía Internacional indicó que la tasa per cápita de personas encarceladas más alta del mundo es ya la de El Salvador con 1.164 personas, casi el doble que en Estados Unidos que es de 639 reos por cada 100.000 habitantes.

La política de mano dura ya se había aplicado en el pasado por los gobiernos de Francisco Flores en el periodo de 1999 a 2004 y de 2004 a 2009, sin embargo, las maras volvieron a resurgir, incluso más fuertes que antes. Parece ser según algunos especialistas que lo que ha cambiado es la voluntad política del presidente Bukele “antes a los tres o seis días salían de la cárcel y ya estaban masacrando otra vez”. Además, el presidente cuenta, por la vía de los hechos, con el control dictatorial de instituciones clave, como el órgano judicial y legislativo para imponer su voluntad.

El pueblo de abajo está por un lado hipnotizado y por otro maravillado. Tiene décadas que la violencia no le permitía vivir tranquilo. No podía salir a la calle a convivir o trasladarse a otro municipio sin pedir autorización o pagar a las maras. Con el régimen de excepción, la gente ha vuelto a las calles. La mayoría de los habitantes coinciden en que es una lástima que inocentes estén detenidos, pero anteponen la paz que ahora viven. Hablar de vulneraciones de derechos humanos parece hoy secundario para gran parte de los salvadoreños, quienes se centran en destacar la evidente mejoría en la seguridad de un país que llegó a ser el más violento del mundo y que ahora se presenta como el más seguro de América Latina.

No podemos olvidar que Bukele se vende bien, tiene experiencia profesional como publicista y su política de mano dura le ha llevado a lograr un índice de aceptación de entre el 80% y 95% en varias encuesta

¿De verdad Bukele ha acabado con las maras? Es difícil asegurar que todos los líderes estén encerrados o que no hayan huido. Algunos apuntan a que el bukelismo ha pasado a ser el mando principal de las mafias, con las que antaño negociaba. Otros, como la organización Insight Crime, apuntan a que la estructura se ha internacionalizado. Solo el tiempo nos permitirá analizar cabalmente esta situación, pero sí podría fácilmente imaginarse un contexto como ocurre en los países ricos, donde la violencia callejera es un asunto menor, porque el crimen organizado está controlado desde las altas esferas, permitiendo el flujo de drogas u otros delitos a estas sociedades.

En línea con las organizaciones sociales nacionales e internacionales independientes, no es posible no reconocer la disminución delictiva, pero es lícito preguntarse, ¿por cuánto tiempo se tendrá que mantener el “Estado de Excepción”?, es decir, ¿hasta cuándo la población deberá de vivir sin garantías constitucionales? Esta claro que el pueblo salvadoreño ha puesto en una balanza la situación y ha preferido las miles de detenciones arbitrarias, decenas de muertes y graves abusos en las cárceles y en los procesos judiciales; a la situación anterior, incluso hay gente que apoya la política de mano dura, teniendo familiares injustamente encerrados. Es perfectamente comprensible, han elegido el mal menor, para escapar de una situación apocalíptica que ya llevaba varias décadas. Un gran respiro.

Es difícil asegurar que todos los líderes estén encerrados o que no hayan huido. Algunos apuntan a que el bukelismo ha pasado a ser el mando principal de las mafias, con las que antaño negociaba

Lamentablemente, es todo una fachada, porque las condiciones que dieron origen a la violencia no han desaparecido, tarde o temprano volverán. No puede haber capitalismo sin violencia, el capitalismo es violencia, porque hay unas relaciones de opresión. De hecho, ahora mismo es el Estado quien ejerce la violencia de forma monopólica, pero la ejerce y eso no se va a quedar así. ¿Qué pasará con toda la gente inocente reprimida? Si el régimen de Bukele no comienza ya una política de reparación a las violaciones a los derechos humanos, si no pone cotos al capitalismo extractivista salvaje y no desarrolla una política del bienestar que permita salir al pueblo de la pobreza, la situación va otra vez a reventar. Porque para conseguir la paz, el fin nunca justifica los medios. La paz es el camino. Y el camino si no es democrático, es también violento. Hasta que las organizaciones sociales independientes no confirmen un compromiso con los derechos humanos y la soberanía económica, la política de Bukele estará destinada al fracaso.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Violencia policial
Violencia institucional Iridia consigue reabrir judicialmente el caso de una muerte por pistola taser policial
Es uno de los 56 casos en los que ha litigado la entidad de derechos humanos en 2023 y en los que hay un total de 156 agentes o funcionarios encausados.
País Valenciano
Antifeixisme Guillem Agulló, tres dècades de dignitat i antifeixisme
Després de 31 anys de l’assassinat de Guillem Agulló Salvador, son pare Guillem Agulló Lázaro (Burjassot, l’Horta Nord, 1950) explica la situació que estan vivint arran de les últimes decisions de la dreta i l’extrema dreta
gabrielfdpb
17/4/2023 13:14

Creo que l@s salvadoreñ@s saben hacía donde van (tienen cercano el ejemplo de su vecina Nicaragua...), pero por comodidad (temporal) y miedo (casi eterno), no harán nada hasta que se hundan (económicamente).

1
0
gabrielfdpb
18/4/2023 8:59

Como positivo, tod@s, y l@s no salvadoreñ@s (sientiéndose segur@s) incluso antes de esto que está ocurriendo, puede disfrutar de un país precioso que habitan las personas más amables del mundo que conozco.

1
0
País Vasco
Los audios del PNV El modus operandi del PNV en Mundaka: “Invita a tres personas, el resultado va a ser uno”
Hordago revela grabaciones exclusivas en las que el presidente de la Junta Municipal de la localidad de Busturialdea pide al entonces alcalde, Mikel Bilbao, que favorezca la contratación como asesor externo de un barón del partido.
País Vasco
País Vasco “En Osakidetza nos la van a dejar morir, vámonos a la privada”
Las listas de espera que reconoce el Departamento de Salud en respuesta parlamentaria no se corresponde con las citas que ofrece. Tampoco hay coincidencia con el dato público del número de médicos que compatibiliza la sanidad pública con la privada.
Galicia
Altri Vecinos, ecologistas y científicos saltan a Bruselas para frenar la celulosa que amenaza el corazón de Galicia
Las plataformas de vecinas afectadas y ambientalistas han podido reunirse con altos funcionarios de la Comisión Europea especializados en normativa medioambiental aupados por la eurodiputada del BNG Ana Miranda para seguir defendiéndose de Altri.
Cárceles
Carabanchel Tele Prisión, memoria audiovisual de una cárcel
Además de varias películas que se han acercado a la cárcel de Carabanchel, Tele Prisión fue un canal de televisión interno en el que participaron numerosos reclusos y algunos educadores de esa prisión madrileña. Emitió de 1985 a 1987.
Culturas
Culturas La FILMIG reflexiona sobre hacia dónde se dirige la producción cultural migrante en el Estado español
La primera edición de la Feria Itinerante del Libro Migrante convoca a Vivi Alfonsín, Moha Gerehou, Dagmary Olívar y Silvia Ramírez para dialogar sobre la creación y participación en la cultura de las personas migrantes y racializadas.
Genocidio
Rumbo a Gaza La Flotilla de la Libertad se prepara para zarpar hacia Gaza
Un carguero con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria y tres barcos más cargados con cientos de personas, entre ellas observadores de los derechos humanos, personal médico, periodistas y políticos —incluida Ada Colau—, integrarán la Flotilla.

Últimas

Acoso escolar
Acoso escolar Obligan a ir a clase a una niña que denuncia acoso en un colegio concertado de Aranjuez
La Concejala de Educación ha emitido una carta que da una semana a la menor para acudir a clase, pese a contar con un diagnóstico de ansiedad y depresión.
Análisis
Desigualdad ¿Millennials Vs boomers? ¡No, es lucha de clases, amigo!
Aunque el discurso habitual enfrenta a los millennials con los baby boomers, este panorama general oculta la disparidad económica dentro de la generación de los millennials.
Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Salud mental
Salud mental El Ayuntamiento de Valladolid de PP y Vox cancela unas jornadas sobre anticapacitismo
A 48 horas de celebrarse la primera de las charlas, el Servicio de Igualdad y Juventud suspendió el acto alegando que pocas personas estaban interesadas en asistir
Ocupación israelí
Ocupación israelí Más de 80 ciudades saldrán a la calle el 20 y 21 de abril para denunciar el genocidio israelí en Gaza
El movimiento de solidaridad con el pueblo palestino denuncia la complicidad del Gobierno español con la masacre al seguir comprando y vendiendo armas a Israel.
Más noticias
Palestina
Palestina El terror de gestar, parir y maternar en una tierra devastada
La violencia reproductiva sacude más que nunca Gaza, donde las ONG están reportando un incremento alarmante del número de abortos espontáneos causados por el estrés extremo que atraviesan las madres durante la gestación.
Violencia policial
Violencia institucional Iridia consigue reabrir judicialmente el caso de una muerte por pistola taser policial
Es uno de los 56 casos en los que ha litigado la entidad de derechos humanos en 2023 y en los que hay un total de 156 agentes o funcionarios encausados.
Especulación urbanística
Especulación urbanística El pelotazo de Las Cárcavas: cuatro torres de apartahoteles crecen a la sombra del futuro trazado de Fórmula 1
Los vecinos del barrio madrileño denuncian el desarrollo desde hace un año de viviendas turísticas donde debían situarse equipamiento para el barrio, justo en la zona del futuro circuito de carreras urbano.
Elecciones
Debate electoral Imanol Pradales esquiva el debate sobre Osakidetza tras sufrir una agresión en un mitin electoral
Imanol Pradales y Eneko Andueza mantuvieron un excelente entendimiento: los socios de Gobierno atacaron a Pello Otxandiano en cada bloque. Pradales se palpaba más asustado que Andueza, que se comportó de forma histriónica.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.

Recomendadas

Historia
Historia Rubén Buren: “La memoria debe ser aquello que nos construye y nos une como ciudadanía”
El historiador y polifacético Rubén Buren coordina el libro 'La Segunda República', una oportunidad para dar a conocer este periodo a un público no especializado.
Culturas
Xirou Xiao “Mi mirada artística es constructiva y, por tanto, tiene en la educación su aliada”
La compañía de performers Cangrejo Pro; la exposición ‘Zhōngguó. El País del Centro’ o la película de Arantxa Echevarría ‘Chinas’ son algunos de los proyectos en relación a la comunidad china en Madrid con la impronta de Xirou Xiao.
Genocidio
Mkhaimar Abusada “Israel quiere quedarse en Gaza”
En esta conversación el doctor gazatí de Ciencias Políticas, Mkhaimar Abusada aborda la popularidad de Hamás en Gaza, las probabilidades de éxito israelí en la lucha por extinguir la insurgencia palestina o el futuro político del enclave.
Genocidio
Genocidio Clamor entre empleadas de las big tech ante la complicidad de Google con el genocidio israelí en Palestina
El gigante tecnológico de Silicon Valley ha firmado este mismo año un acuerdo de colaboración con Israel que, según sus propios trabajadores, puede aumentar la capacidad de videovigilancia y selección de objetivos militares a través de Google Photos.