Economía colaborativa
Mayo Fuster: “La economía colaborativa del procomún puede abrir un horizonte de democracia económica”

El blockchain y la economía colaborativa también puede ser investigada con una mirada de género y de justicia social. Mayo Fuster es una de esas personas que lo hacen posible.

Mayo 2
La investigadora Mayo Fuster
26 mar 2019 07:00

Mayo Fuster Morell es investigadora social y una de las advisors del proyecto P2P Models, un proyecto de investigación que combina la investigación social y las tecnologías libres para fomentar la justicia social y económica. Conocida en el mundo académico por sus amplios estudios sobre la economía colaborativa, los movimientos sociales, las comunidades online y los comunes digitales, hemos aprovechado su cercanía para entrevistarle sobre comunes digitales, blockchain y economía colaborativa. Todo ello con un enfoque de género.

¿Qué es la economía colaborativa?
La economía colaborativa es un tipo de economía de plataforma con características colaborativas. La economía de plataforma es la producción que generan comunidades de personas distribuidas mediadas por una plataforma digital, que haya una plataforma digital es el elemento central para que se pueda considerar economía de plataforma.

Otro elemento interesante es la distribución. Para que sea economía de plataforma distribuida se tienen que dar tres elementos. El primero que haya una gobernanza democrática y compartida y un modelo económico que responda a esa gobernanza. Segundo que haya una política tecnológica y de datos que cumpla principios de transparencia y acceso a los mismos y tercera que haya una actuación de responsabilidad social respecto de los impactos que generan, es decir, que sea inclusivo y que cumpla criterios de sostenibilidad medioambiental. Por ejemplo, en el caso de impacto en las ciudades que no colisione con derechos, como el derecho a la vivienda.

¿Qué crees que es lo más interesante y el mayor reto que nos trae la economía colaborativa?
Lo más esperanzador es que abre un horizonte de democracia económica ya que apunta a una escalabilidad de la economía social y solidaria y del cooperativismo. El mayor reto, que igual que puede traer un horizonte esperanzador puede traer un capitalismo mucho más salvaje y una agudización de las prácticas extractivistas del mismo. 

En un artículo reciente comentabas que la economía de plataforma no sólo afectará a las empresas y al trabajo, sino también a las administraciones públicas, ¿puedes desarrollar esta idea un poco más? 
La economía de plataforma agudiza la necesidad de instituciones globales, porque la dimensión que se da en el entorno digital favorece mucho más el establecimiento de comunidades internacionalizadas que difícilmente se pueden adscribir a un determinado territorio y delimitar la legislación que les aplica. Por este motivo, la economía de plataforma no casa bien con el actual estructura de gobierno. Por otro lado, pone sobre el tablero el rol de las ciudades porque se concentra en las mismas, pero las competencias de regulación de las plataformas no están en las ciudades, sino en la Unión Europea en nuestro caso. Hace falta revisar un sistema de multigobierno para darle más peso a las ciudades y a las instituciones globales.

Las plataformas además cuestionan el modelo de bienestar porque aplican el modelo capitalista extraccionista de la evasión de impuestos. Pensamos que Uber cuestiona los derechos laborales, pero no es solo eso porque tampoco contribuye allá donde opera. Las ciudades también se enfrentan a un reto muy fuerte, y es que tienen poca capacidad de negociación con actores económicos tan fuertes. Hay que buscar un poder de negociación muchos más fuerte, a través de una unión de las mismas.

Uber
Uber se lleva sus beneficios a Holanda

Uber, la polémica multinacional de vehículos con conductor, traslada a los Países Bajos los ingresos que obtiene mediante el cobro a los conductores y las empresas que usan la aplicación.

Pasando a otro ámbito relacionado, ¿cómo definirías los comunes digitales? 
A los comunes digitales les aplicaría las tres categorías de antes: gobernanza, modelo económico, tecnológico y de conocimiento que favorezca el acceso abierto y la responsabilidad social. En este caso, nos referimos más al recurso y no tanto a la plataforma. Por ejemplo, un programa de software sería un recurso mientras que la plataforma lo que permite es el acceso a ese recurso. 

En los comunes digitales hay dos vertientes, una que bebe del marco teórico de Ostrom que afirma que para que sea considerado un bien común debe existir la gobernanza compartida y otro que bebe de la vertiente de los cyberscholars que afirman que para que un recurso sea un bien común tiene que ser de acceso abierto, es decir que son las condiciones de acceso lo que define a un común y no tanto la gobernanza compartida. Yo he integrado las dos. Normalmente los bienes comunes digitales tienen una dimensión pública mucho mayor que cuando pensamos en el modelo de negocio de mercado, aunque no siempre son totalmente públicos, en el sentido de que no haya que pagar para acceder. 

Blockchain cumple las tres características anteriores. ¿Podría ser considerado un común digital? 
No. Blockchain depende de cómo lo uses, es como internet o como una plataforma digital. Blockchain tiene una estructura muy descentralizada interna pero determinados ejercen mucho control. Yo no creo que la descentralización de por sí comporte una mayor democratización. Es importante definir cómo gobiernas la descentralización, no la descentralización en sí misma, dicho de otra manera, no es la tecnología en sí, sino qué uso haces de la tecnología. 

Creo que muchas veces lo que ocurre es que hay procesos que aparentemente se descentralizan porque inicialmente estaban centralizadas y pasan a estar descentralizadas, pero en realidad no es que haya una descentralización del poder, sino una reestructuración de lo que queda descentralizado y lo que queda centralizado. En la descentralización no desaparece el poder, sino que se mueve de lugar. Por ejemplo, en Wikipedia el poder se concentra en los servidores, pero el poder está muy descentralizado. En un sistema basado en blockchain parece que, como los datos están distribuidos, desaparece el poder porque los elementos de centralización ya no están. Para mi eso es insuficiente, porque no desaparece el poder, el poder se da en cualquier interacción humana, en cualquier interacción social. Hay que hacer un análisis de esta nueva configuración donde hay unas capas que están más descentralizadas que antes y ver dónde se encuentra el poder, quizás se ha movido a las normas sociales o a la dimensión de reputación o a otras dimensiones… Siempre hay elementos de poder que hay que analizar y ver cómo se gobiernan. 

Es como el tema de género en los proyectos de FLOSS (software libre y de código abierto), como son abiertos pensamos que son más participativos, pero en los proyectos de FLOSS hay una participación de mujeres del 1,5% mientras que en los privativos hay un 30%. Al ser más descentralizado puedes pensar que es más accesible, pero en la distribución de saberes, en las dinámicas sociales, eso no cuaja bien y lo que acabas creando es un sistema mucho más excluyente. 

¿Cómo crees que podemos enfrentarnos a la desigualdad entre hombres y mujeres?
Ponerlo sobre la mesa es un primer paso. Es necesario hacer acercamientos críticos y multidisciplinares para poder solucionar el problema y desde luego aplicar un enfoque feminista mucho más agudo. Creación de agendas compartidas, crear redes internacionales y globales , colaborar para que la tecnología sea inclusiva y desde luego hacer lobby.

Economía colaborativa
"Las cooperativas pueden cambiar la economía digital"

El profesor de la New School de Nueva York, Trebor Scholz, ha presentado batalla a la mal llamada economía colaborativa. Con su platform cooperativism [cooperativismo de plataforma] pretende ofrecer una alternativa a la explotación laboral de empresas como Uber o Deliveroo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Explotación laboral
Uberización La rabia contra el algoritmo se organiza en Bruselas
El Consejo Europeo ha tumbado la primera directiva sobre sus condiciones de trabajo. Los trabajadores del sector siguen su progresivo proceso de organización por sus derechos.
Madrid
Cocinas fantasma Calles a punto de ebullición
La toma de posesión del gobierno que salga del 28M casi se solapará con el fin de la moratoria a las licencias, que será el 5 de agosto.
Economía colaborativa
El Salto Radio Tres historias de Navidad
Os proponemos un acercamiento emotivo a relatos de economía social y solidaria que dibujan su entorno con imágenes de compromiso, gratitud y honestidad
Kynikos
26/3/2019 18:08

A mí esta etiqueta de "economía colaborativa" me genera muchas dudas. Por ejemplo, cuando le preguntan la entrevistada da una definición de proyectos que efectivamente son emancipadores (democráticos, responsables socialmente, etc.) Y justo a continuación, habla de la economía colaborativa y los problemas que tienen las instituciones para hacer que empresas como Uber paguen impuestos o cumplan la legislación. Entonces, ¿en qué quedamos?¿No sería mejor buscar otra etiqueta para los proyectos emancipadores? A mí me parece que estas empresas extractivas se han quedado con esa denominación aunque de colaborativas no tengan nada.

5
1
#38006
5/8/2019 17:41

Justamente tengo esa misma duda. Quedó sumamente ambiguo el posicionamiento de la autora respecto a las "economías colaborativas".

1
0
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
VV.AA.
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.