Ecologismo
Todo lo que nos enseñó el tope al gas sobre la acción climática

Como se ha demostrado con la crisis energética de 2022, la crisis climática requiere atar en corto a las energéticas. Su libertad de acción para ahogar al consumidor vulnerable es intolerable.
ribera-galan
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, visitando el stand de Ibedrola en la zona verde durante la COP25

Contra el Diluvio
@javiskan2

19 jun 2023 07:00

El tope al gas, el mecanismo de intervención del mercado eléctrico que impulsó el Ministerio para la Transición Ecológica, acaba de cumplir un año de funcionamiento. En las últimas semanas se ha mantenido desactivado, debido a bajos precios del gas natural tras amainar la tormenta del coste del combustible. El balance es positivo: cumplió lo que se prometió. Redujo en un 15% el precio del mercado eléctrico. Un alivio para la factura de miles de familias, sobre todo en el pico de coste del pasado agosto, aunque insuficiente para salvarlas completamente del encarecimiento.

Electricidad
Electricidad La Excepción Ibérica cumple un año, ¿en qué nos ha beneficiado el tope al gas?
La medida que el Partido Popular tachó de “timo ibérico” cumple un año con un ahorro de más de 5.000 millones, 100 euros de media por hogar, y los precios medios más bajos de Europa.

Pero más allá del marcador final, merece la pena detenerse en el proceso, las dificultades y las carencias en un contexto energético peculiar: la crisis climática reduce la ventana de oportunidad, la transición energética se acelera y el exitoso experimento marca el camino de por dónde avanzar para que la acción climática repercuta en el bienestar de la mayoría.

Al principio, parecía imposible. El Gobierno, que no esperaba -como no esperaba nadie- el estallido del mercado energético provocado en parte por la guerra de Ucrania, reaccionó negando la mayor: no se puede hacer mucho, lo siento, es cosa de Europa. El sistema marginalista, que repercute a todas las tecnologías de generación el coste de la más cara -antaño el carbón y ahora el gas- es mandato de la Unión Europea y su promesa de amor eterno al libre mercado. Es verdad que el diseño es común; no era cierto que no se pudiera hacer nada.

Sin embargo, empezaron a calar tanto las presiones de Unidas Podemos, acertadas en el fondo pero sin demasiado músculo técnico para hacer una propuesta con visos de futuro, y las presiones derivadas de la asfixia de un mercado desbocado y un diseño de la tarifa regulada que repercute a diario los vaivenes de la subasta y que tienen contratada, aproximadamente, 9,3 millones de hogares.

Más allá de bajadas de impuestos y del refuerzo del bono social, la primera gran medida de calado fue la llamada “minoración de beneficios” de las grandes eléctricas

Más allá de bajadas de impuestos y del refuerzo del bono social, la primera gran medida de calado fue la llamada “minoración de beneficios” de las grandes eléctricas. A grandes rasgos y simplificando mucho: si operas en un mercado que te está reportando grandes ingresos llovidos del cielo por una situación excepcional, devuélvelos al común. El oligopolio respondió argumentando que la mayoría de sus ventas de electricidad son a plazo, es decir, con un precio fijo basado en las cotizaciones de los mercados a futuro, que -aseguraban- no se veían afectados por los altos costes de la subasta.

El Gobierno les hizo caso, dejó fuera esos contratos y pasó de una estimación de 2.000 millones de euros de ingresos a una cantidad irrisoria. Una rectificación posterior incluyó parte de esos contratos, casi un año después del estallido de la crisis energética, entendiendo que las eléctricas mintieron: esos mercados a plazo también están inflados de precio por los problemas con el suministro del gas.

La primera lección entró con sangre. El oligopolio eléctrico no estaba dispuesto a renunciar ni a un euro de sus beneficios históricos debido a la coyuntura que ahogaba a miles de consumidores

La primera lección entró con sangre. El oligopolio eléctrico no estaba dispuesto a renunciar ni a un euro de sus beneficios históricos debido a la coyuntura que ahogaba a miles de consumidores. Era de esperar. Lo hicieron, además, con recochineo: desde el presidente de Iberdrola llamando “tontos” a los usuarios de la tarifa regulada -históricamente, más barata que el mercado libre- a la propia empresa asegurando a sus accionistas que la subida de la luz, en realidad, no era para tanto.

La segunda gran medida de intervención en el mercado eléctrico, el tope al gas, llegó tras una memorable performance del presidente, Pedro Sánchez, en el Consejo Europeo, y con la Comisión Europea asegurando al principio que no, que imposible, que de ninguna manera, y posteriormente cediendo tras varias reuniones con España y Portugal, aunque temiendo un “efecto contagio” bastante ilustrativo: si vosotros tenéis electricidad más barata, el resto va a querer hacer lo mismo y oiga, aquí lo primero siempre ha sido la cuenta de resultados.

El mecanismo es bastante ingenioso. Si el precio del gas marca el coste de todo el sistema eléctrico, topemos el precio de ese combustible dentro del mercado, a cambio de una compensación a las centrales que lo utilizan que abonarán, en teoría, las eléctricas. Efectivamente, se ha estado pagando un plus a las empresas generadoras, para que cubrieran los gastos más un “beneficio razonable”: a cambio, el precio de mercado, bajado artificialmente, era más asequible para el resto. La bajada de la subasta diaria compensa el coste de subvencionar a las centrales. De esa resta sale el 15% de descuento celebrado a bombo y platillo.

Las eléctricas volvieron a la carga. Los cacareados contratos a largo plazo, defendieron, eran la base de las tarifas que ofrecían a los consumidores finales, por lo que, en realidad, no podían bajar el coste demasiado pero sí debían sufragar la compensación a las centrales. Lo que hicieron fue lo que tantas veces han hecho: en vez de internalizar el coste, lo añadieron como un extra a la factura, cambiando a toda prisa las condiciones legales de sus ofertas para anunciar, con la letra más pequeña del mundo, que al precio mostrado habría que añadirle la compensación.

Los “tontos” del mercado regulado, eso sí, disfrutaron del mecanismo desde el principio

Pasó bajo el radar de muchos, pero el asunto fue de traca. Si contrataste una tarifa de luz en agosto del año pasado, al precio que te vendió la comercializadora debías sumarle, para estimar lo que acabarías pagando, unos 17 euros mensuales extra -estimación en base a un consumo promedio- que, además, aparecían en la factura como unos cargos derivados de la acción del Gobierno. Las tarifas del mercado libre bajaron considerablemente cuando se empezó a aplicar la medida, pero la compensación se disparó en verano. Es difícil de calcular, pero es probable que esos usuarios acabaran pagando más, aunque posteriormente les saliera a cuenta la intervención. Los “tontos” del mercado regulado, eso sí, disfrutaron del mecanismo desde el principio.

En cualquier caso, el mensaje que se emitió a nivel político desde el recibo energético fue nefasto. La mayoría de españoles, que no tienen por qué entender cómo funciona el tope al gas, se encontraron de repente con un concepto regulado por el Gobierno que, aparentemente, encarecía casi un 30% su factura. No tenían por qué saber que el coste del kWh de la tarifa que recién contrataban era más bajo que en un escenario sin tope al gas y que se compensaba, en parte, por ello. Transición Ecológica se limitó a pedir “responsabilidad” a las comercializadoras para que simplemente internalizaran el gasto. Ninguna lo hizo, ni siquiera las pequeñas eléctricas que se venden como verdes, responsables y sostenibles.

La segunda gran lección que aprender: las eléctricas no solo no renunciarán a sus beneficios en una situación de crisis sino que harán todo lo que esté en su mano para torpedear al Gobierno

Y esa es la segunda gran lección que aprender: las eléctricas no solo no renunciarán a sus beneficios en una situación de crisis sino que harán todo lo que esté en su mano para torpedear al Gobierno que lo intente, manipulando la información comercial sobre un bien básico.

Meses después, el Gobierno obligó a las eléctricas a mostrar en las facturas que el precio final, en un escenario sin tope al gas, habría sido más alto. Ya era tarde. El daño estaba hecho y el relato de “Pedro Sánchez me sube la luz” caló en mucha gente, con la siempre inestimable ayuda de los periódicos económicos que sirven sin disimulo como correa de transmisión del Ibex 35. Es imposible que la transición energética sea percibida como positiva, como una transformación que nos aportará bienestar y seguridad, si la realidad más básica de la factura de la luz dice lo contrario. Es imposible que la acción climática cale y movilice si no se abandona la óptica del sacrificio.

El Gobierno se equivocó al no atar en corto desde el principio a los principales actores del mercado energético

El Gobierno se equivocó al no atar en corto desde el principio a los principales actores del mercado energético. Pero sería absurdo negarle el mérito al ensanchar los límites, imaginar y ejecutar una solución de emergencia que, pese a todo, puede presumir de ese 15% de descuento final. El tope al gas es, en el mejor de los sentidos, una aberración: un parche que manipula el mercado a favor del bien común. El éxito, en realidad, no viene tanto de ese 15% (probablemente, un bono social sin tanta burocracia tuviera un efecto mayor) sino de la audacia política de demostrar que el “there is no alternative” de los greendealeros de la Comisión Europea es mentira. Sí se pueden cambiar las reglas. Y se deben cambiar para evitar los peores escenarios.

El libre mercado es un lastre para la transformación energética que debe acompañar a una acción climática ambiciosa y justa. Aunque la cotización del gas ha vuelto a la normalidad, los expertos temen que surjan monstruos, en forma de una nueva crisis, conforme la necesidad de gas natural disminuya, pero se siga necesitando como respaldo de las renovables, y las productoras necesiten rentabilizar sus inversiones en infraestructuras. La crisis climática agravará los conflictos geopolíticos y generará otros nuevos. Sequías e incendios extremos impactarán en la seguridad de suministro. Lo irracional es seguir manteniendo un sistema en el que los combustibles fósiles llevan la batuta e impiden que la electricidad barata, segura y limpia de las renovables esquiven la crisis de precios.

La transición energética necesita no solo el despliegue masivo de eólica y fotovoltaica, también un nuevo modelo de retribución y gobernanza, más justo y más razonable. Y, como se ha demostrado con la crisis energética de 2022, la crisis climática requiere atar en corto a las energéticas. Su libertad de acción para ahogar al consumidor vulnerable es intolerable. Y lo que no se consiga con regulación y legislación quizá necesite participaciones, expropiaciones o la más bella competencia desleal de una compañía pública. En las próximas elecciones -generales y europeas- no solo nos jugamos la lucha contra el cambio climático, también nos jugamos llegar a fin de mes; y al contrario de lo que nos quieren vender, ambos frentes son el mismo.

Decrecimiento
Decrecimiento Trayectorias de “decrecimiento”
Debido a la vaguedad de sus predicados, los decrecentistas entienden el crecimiento de forma totalmente errónea y proponen planes que empeorarían la calidad de vida a cambio de conseguir reducciones de las emisiones muy modestas.

Contra el Diluvio
Contra el diluvio es un grupo de estudio, reflexión y acción sobre el cambio climático y sus efectos en la mayoría.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Crisis energética
Saber Sustentar Jimmy Carter, pioneiro da resposta á crise enerxética
O pasamento do que foi o 39º presidente dos Estados Unidos de América semella un bo intre para lembrar o seu discurso de 1977 sobre a enerxía no que se adiantou ás políticas que hoxe comezan a desenvolver sen moitas ganas os nosos gobernos.
Andalucía
Resumen 2024 Estas son las cuatro crisis sin resolver en Andalucía que nos deja el 2024
La destrucción de los servicios públicos, la implementación de proyectos industriales que afectan al territorio y el empobrecimiento de la sociedad han protagonizado este año en la comunidad autónoma andaluza
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.
Electricidad
Apagón Pedro Sánchez: los protocolos de emergencia siguen activos y se abrirá una investigación
El presidente del Gobierno ha comparecido ante los medios de comunicación tras presidir la reunión del Consejo de Ministros para explicar las cuestiones abordadas en relación con la crisis eléctrica.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.
El Salto Radio
El Salto Radio Desmantelando E2 I El racismo institucional y sus grietas
Las redes de apoyo mutuo y la actitud de compartir privilegios son herramientas imprescindibles para combatir los impactos del racismo estructural.
Más noticias
València
València La jueza de la dana acorrala al relato político de Mazón
El president viaja a Estados Unidos la semana en la que el PP europeo celebra su congreso en València y no acudirá a la multitudinaria romería de Santa Faz.
Crisis climática
Informe Las diez empresas más contaminantes del país son responsables de un quinto de las emisiones españolas
Repsol mantiene el podio gris de empresa más contaminante que le arrebató a Endesa en 2020. Completan el top 10 de compañías más emisoras energéticas, cementeras y siderúrgicas, que copan entre ellas el 56% de las emisiones del mercado de carbono.
Comunidad de Madrid
Energía El apagón en Madrid, en imágenes
En Madrid, la gran urbe ha permanecido incrédula al pasar de las horas, entre rescates en el Metro, en el Cercanías y en ascensores, donde han quedado atrapadas algunas personas.

Recomendadas

Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.