Energía nuclear
La energía nuclear es racista, sexista y antisocial

Entonces, ¿por qué hay quienes la apoyan?
El senador estadounidense Cory Booker (demócrata) ha apoyado una y otra vez la energía nuclear. Fuente: Beyond Nuclear International
El senador estadounidense Cory Booker (demócrata) ha apoyado una y otra vez la energía nuclear. Fuente: Beyond Nuclear International Beyond Nuclear
Beyond Nuclear International
5 jun 2023 02:55

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

Estoy segura de que algunos senadores demócratas, como Cory Booker y Sheldon Whitehouse, que son razonablemente progresistas en una serie de cuestiones sociales, no se considerarían racistas, sexistas o antisociales.

La energía nuclear es las tres cosas, y sin embargo Booker, Whitehouse y varios otros de la izquierda demócrata, apoyan la energía nuclear con un evangelismo casi ferviente.

Empecemos por el racismo. El combustible de las centrales nucleares proviene del uranio, que debe ser extraído. La mayoría de los que lo han extraído en Estados Unidos -y lo harían de nuevo bajo nuevos proyectos de ley como los que han intentado impulsar en la última legislatura, con algunos éxitos- son nativos americanos. 

Por ello, se han llevado la peor parte de los impactos negativos sobre la salud, así como de la degradación medioambiental que crean y dejan las minas de uranio cuando dejan de funcionar, como ocurre ahora en la mayoría de los Estados Unidos.

Los estudios realizados entre los miembros de la Nación Navajo han demostrado el aumento de una serie de enfermedades y la contaminación interna persistente de los residuos de las minas de uranio entre los recién nacidos y los niños.

Los estudios realizados entre los miembros de la Nación Navajo han demostrado el aumento de una serie de enfermedades y la contaminación interna persistente de los residuos de las minas de uranio entre los recién nacidos y los niños. Las dolencias crónicas, como las enfermedades renales y la hipertensión, detectadas en estas poblaciones están vinculadas médicamente con el hecho de vivir cerca de los residuos de las minas de uranio -y el contacto con ellos-. 

En el otro extremo de la cadena de la energía nuclear se encuentran los residuos letales, de larga vida y altamente radiactivos, así como el llamado flujo de residuos radiactivos de bajo nivel de detritus, incluso de las centrales nucleares clausuradas. Una vez más, los pueblos indígenas y las comunidades pobres de color son el objetivo habitual.

El primer y único depósito de residuos radiactivos de alto nivel identificado para Estados Unidos iba a estar en Yucca Mountain (Nevada), en contra de los firmes deseos de la nación india de los shoshone occidentales, en cuyas tierras se encuentra el emplazamiento ahora cancelado. Los Shoshone occidentales ya habían sufrido lo peor del programa de pruebas atómicas, con el sitio de pruebas atómicas de Nevada también en su tierra, lo que los convirtió en “la nación más bombardeada de la Tierra”, como lo describe el principal hombre de los Shoshone occidentales, Ian Zabarte.

El intento de ubicar un vertedero de residuos radiactivos de “bajo nivel” en la comunidad mayoritariamente hispana de Sierra Blanca (Texas) fue rechazado, al igual que un supuesto vertedero temporal de residuos radiactivos de alto nivel destinado a la reserva india de Skull Valley Goshute en Utah. 

Actualmente, se están realizando esfuerzos para asegurar lo que se conoce eufemísticamente como “Sitios de Almacenamiento Provisional Consolidado” en dos comunidades de Nuevo México y Texas, de nuevo con grandes poblaciones hispanas y una considerable oposición.

No hace falta decir que estos proyectos de residuos vienen acompañados de notables incentivos -a veces más bien caracterizados como sobornos- para la comunidad anfitriona, en un esfuerzo por describir el acuerdo como “voluntario”. Pero esto se aprovecha de las desesperadas necesidades económicas de las comunidades más vulnerables, que suelen ser las de color.

Los dos únicos reactores nucleares nuevos de Estados Unidos que aún se están construyendo se encuentran cerca de la comunidad afroamericana de Shell Bluff, Georgia, una población plagada de cánceres y otras enfermedades y que se opuso amargamente a la adición de más reactores a una región ya contaminada por la radioactividad.

La energía nuclear es sexista porque la exposición a las radiaciones ionizantes que se liberan en todas las fases de la cadena de combustible nuclear perjudica a las mujeres más fácilmente que a los hombres. Las mujeres son más radiosensibles que los hombres -la ciencia no está del todo clara al respecto, pero es probable que esté relacionada con una mayor producción de hormonas-, pero las mujeres no están protegidas por ello.

Las mujeres son más radiosensibles que los hombres -la ciencia no está del todo clara al respecto, pero es probable que esté relacionada con una mayor producción de hormonas-, pero las mujeres no están protegidas por ello.

En cambio, las directrices estándar en las que se basan los niveles de exposición a la radiación permitidos (y “permitido” no significa “seguro”), consideran a un hombre blanco sano, de entre 20 y 30 años y que suele pesar alrededor de 70 kilogramos. Se le conoce como “hombre de referencia”.

Los problemas de salud más vulnerables de las mujeres, y especialmente los de las mujeres embarazadas, el feto, los bebés y los niños pequeños -y en particular las niñas- se pasan así por alto en favor de las dosis más altas que podría soportar un varón joven y sano.

Como escribieron mis colegas Cindy Folkers e Ian Fairlie:“ ”Las mujeres, especialmente las embarazadas y los niños, son especialmente susceptibles de sufrir daños por la exposición a la radiación. Esto significa que sufren los efectos a dosis más bajas. Las enfermedades resultantes incluyen cánceres infantiles, alteraciones del desarrollo neuronal, índices de coeficiente intelectual más bajos, dificultades respiratorias, enfermedades cardiovasculares, mortalidad perinatal y defectos de nacimiento, algunos de los cuales aparecen por primera vez en una familia de la población estudiada."

Incluso en los alrededores de las centrales nucleares, los más jóvenes corren un mayor riesgo. Numerosos estudios realizados en Europa han demostrado que los niños de cinco años o menos que viven cerca de centrales nucleares presentan mayores tasas de leucemia que los que viven más lejos. Cuanto más cerca vivían de la central nuclear, mayor era la incidencia.

Del mismo modo, los ancianos son más vulnerables a los efectos nocivos de la exposición a la radiación que los adultos en la flor de la vida. También a ellos se les pasa por alto en favor de la protección del hombre robusto. Los ancianos expuestos a las radiaciones se encuentran principalmente en las comunidades mineras y moledoras de uranio, o en los lugares donde se encuentran los vertederos de residuos, y por lo tanto tienen más probabilidades de tener bajos ingresos, con peor acceso a la atención sanitaria y menos medios económicos para pagarla.

La urgencia de la crisis climática es una razón válida para revisar todas las fuentes de electricidad y tomar algunas decisiones importantes para reducir -e idealmente eliminar- las emisiones de carbono. Rechazar el uso de combustibles fósiles es una necesidad. Pero recurrir a la energía nuclear -en lugar de las opciones más rápidas, baratas y seguras de las energías renovables y la eficiencia- no es una opción humanitaria.

Recurrir a la energía nuclear -en lugar de las opciones más rápidas, baratas y seguras de las energías renovables y la eficiencia- no es una opción humanitaria.

Si la salud es la preocupación, junto con el cambio climático, como sin duda lo es para alguien como Cory Booker, entonces elegir la energía nuclear como sustituto de los combustibles fósiles es simplemente cambiar el asma por la leucemia y pedir a las comunidades de primera línea e indígenas que, una vez más, sufran el mayor daño por el menor beneficio.

Una política energética verdaderamente progresista mira hacia adelante, no hacia atrás. La energía nuclear es una energía del pasado, nacida de un ejercicio de relaciones públicas para crear algo positivo a partir de la división del átomo. Fue un error entonces. Y es un error ahora. Si queremos abordar nuestra crisis climática a tiempo, y hacerlo con justicia e igualdad, debemos garantizar una Transición Justa que tenga en cuenta a los más vulnerables y discriminados de entre nosotros, y no lo que es mejor para ese saludable Hombre Blanco de Referencia.

Traducción de Raúl Sánchez Saura. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Energía nuclear
Análisis ¿Qué hay detrás de las presiones para evitar el cierre de Almaraz?
Bulos, titulares equívocos y movimientos de las terminales políticas y mediáticas del lobby eléctrico preludian unos meses de fuertes presiones para suspender el cierre de la central nuclear de Almaraz, cuyo inicio está previsto en 2027.
Ecologismo
MACROPROYECTOS Cultura popular, formación y conocimiento contra los macropoyectos de Gorbeialdea
La plataforma Gorbeialdea Defendatu y la UPV-EHU se unen para comprender los megaproyectos energéticos que acechan Euskal Herria y plantear alternativas desde un enfoque ecosocial, justo, democrático y para los pueblos.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.