Desastres ambientales
El primer análisis científico de los pellets revela sustancias que el informe encargado por la Xunta ocultó

El primer análisis científico e independiente de los pellets que han puesto en jaque el litoral del noroeste de la península revela sustancias que el informe encargado por la Xunta de Galicia había ocultado. Aunque era lo esperado, no por ello es menos relevante. Especialmente, teniendo en cuenta que el trabajo encargado por la Consellería de Medio Ambiente de Ángeles Vázquez (PP) al Centro Tecnolóxico de Investigación Multisectorial (Cetim) solamente se basó en la prescripción técnica de los pellets proporcionada por el fabricante y no en un análisis de laboratorio a una muestra recogida en las playas gallegas.
Los resultados del informe, de acceso libre para cualquier persona, ratifican la presencia mayoritaria de Tinuvin (UV622), un estabilizante de luz ultravioleta, y de otras 14 sustancias que van más allá de la calificación como polietileno, el plástico más abundante, que hizo oficialmente el Gobierno gallego del Partido Popular.
El trabajo de investigación ha nacido en el seno de la Universidade da Coruña, fuera de cualquier control político. Concretamente, desde el grupo de investigación de Química Analítica Aplicada a raíz de unas muestras recogidas en la playa de Nemiña, en Muxía (A Coruña), uno de los lugares de la Costa da Morte más afectados debido a las corrientes del océano Atlántico, al igual que aconteció durante la catástrofe del petrolero Prestige.
El informe revela casi veinte químicos diferentes
Más allá de la composición en base al polietileno ya mencionado en el escueto informe que publicó la Xunta de Galicia encargado ad hoc a una empresa privada, las investigadoras e investigadores de la Universidade da Coruña ahondan en sus aditivos químicos. El aditivo encontrado en mayor proporción es el Poly (4-hydroxy-2,2,6,6-tetramethyl1-piperidine ethanol-alt-1,4-butanedioic acid), denominado comercialmente como Tinuvin 622, fabricado por la multinacional química BASF. Un elemento que se emplea como fotoestabilizador de base amina en la fabricación de plásticos, es decir, una sustancia derivada del amoniaco por sustitución de uno o dos átomos de hidrógeno. Y aunque, efectivamente, su solubilidad en agua es baja, el propio fabricante reconoce que es “moderadamente tóxico para los organismos acuáticos”.
Además, se han identificado, en menor proporción, otros fotoestabilizadores de base amina: Tinuvin 123, Tinuvin 120, Sumisorb 400, Seesorb 712, Chemisorb 112, UVCheck AM-340, Sanol LS 770 (Sankyo), ADK STAB LA-77, Mark LA-77, Tomisorb 77, o Tinuvin 770. Además, se han detectado otros compuestos empleados como aditivos químicos en la industria del plástico: como el 4-Methylbenzyl alcohol, Dimethyl succinate, Succinic acid anhydride, 2,2,6,6-Tetramethyl-4-piperidinol, 2-Undecanone y otras cetonas alifáticas. También el 4-tert-Octylphenol, Calcium stearate, Methyl palmitate, Irganox 259, Sanol LS 2626, Irgafos 168, Sumilizer P-16, ADK STAB AO-2112 , JP-650 y Alkanox 240.
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