El cartel del Viña Rock sufre el boicot a KKR y firma su primera cancelación el día después de anunciarlo

El dúo de punk-rap Bob Vylan anuncia su cancelación como cabeza de cartel del festival de Villarrobledo y deja en la cuerda floja el evento, que recibe una avalancha de comentarios críticos en sus redes sociales.
Vylan Flotilla
Álvaro Minguito Bob Vylan durante la despedida de la Global Summud Flotilla en el Puerto de Barcelona.

Ha pasado medio año, pero el terremoto KKR en la industria del espectáculo sigue resonando. El Viña Rock, uno de los festivales propiedad de Superstruct y, por lo tanto, del fondo proisraelí KKR, ha anunciado el cartel que más le ha costado negociar en su historia. Con el posicionamiento público contra el fondo de cientos de grupos de punk y de rock que se habían convertido en referencia para el festival y sus asistentes, los organizadores del evento han sacado un cartel que ha cumplido con las expectativas de los más críticos.

No asistirán ni Fermín Muguruza ni Sons of Aguirre ni Los Chikos del Maíz ni Boikot ni La Raíz ni casi ninguno de sus artistas habituales. La organización del evento parecía salvar los platos con los Sex Pistols y Bob Vylan, pero estos últimos han anunciado su cancelación un día después de anunciarse el cartel. El dúo de punk-rap se une, así, a cientos de bandas coordinadas desde el movimiento que en redes sociales ha venido a llamarse Boicot KKR: “Para que quede claro para todos, no estaremos en este festival”, han explicado en un mensaje en la red X, antes Twitter.

En mayo, El Salto publicó una investigación que, apoyada en la alerta del periodista Nando Cruz, revelaba la vinculación del gigante KKR con el Estado de Israel en plena limpieza étnica en Palestina. KKR participa en la promoción inmobiliaria en los territorios ocupados ilegalmente por Israel en Palestina. Lo hace a través de otro conocido conglomerado, el grupo alemán Axel Springer, del que KKR es principal inversor desde 2019. Como ya ha publicado con anterioridad esta redacción, Axel Springer —dueño de medios de comunicación como Bild, Die Welt, Business Insider, Politico o Upday— tiene también una línea inmobiliaria similar a la española Idealista, llamada Yad2, que oferta viviendas en territorios ocupados. “Yad2 te ayuda a mirar hacia adelante y construir un futuro en tu próximo hogar en Israel”, indicaba un anuncio publicado en la prensa israelí en diciembre de 2024. El anuncio mostraba un mapa que incluía las zonas reconocidas por el derecho internacional como palestinas, esto es, Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania. Además, KKR controla también Guesty, plataforma de software de gestión de propiedades inmobiliarias con sede en Israel.

KKR, un fondo conocido en EEUU por ser parte del lobby profracking, está dirigido por Henry Kravis y George Roberts, ambos judíos estadounidenses. Kravis fue donante de Nikki Haley en la campaña de primarias del Partido Republicano de 2024. Haley es recordada, entre otros mensajes, por escribir el mensaje “acaben con ellos” en un misil israelí dirigido a Gaza. Donante republicano —con algunos escarceos para candidatos demócratas probussiness— Kravis, el nuevo dueño de los macrofestivales que se celebran en España, aportó un millón de dólares en la primera toma de posesión de Donald Trump en 2016. Además, es reconocido como un importante donante de iniciativas culturales promovidas por el Estado de Israel.

KKR tiene un portafolio público y otro que no se conoce ya que interviene a través de otros fondos de inversión. Entre lo que es público, la propia compañía refiere inversiones en software, ciberseguridad, tecnología financiera, internet, datos e información en empresas y startup de Norteamérica, Europa e Israel. En materia de ciberseguridad, KKR entró en el mercado israelí a través de la compañía Optiv, que estableció colaboración con la firma Israel IntSights, fundada por exoficiales de inteligencia de las Fuerzas Armadas de Israel (FDI).

En ese mismo campo, en el verano de 2021, KKR respaldó a la empresa Global Technical Realty (GTR), anunciando un nuevo centro de datos subterráneo de 10,5MW en Petah Tikva, ciudad creada por Israel en territorio históricamente poblado por el pueblo palestino. El centro, que tras el anuncio pasó a ocupar un lugar discreto en los medios israelís, tendría a día de hoy al menos 4.800 metros cuadrados de superficie, convirtiéndolo en la principal infraestructura israelí de este tipo. 

La ramificación tecnológica llamada GTR fue fundada ad hoc por el fondo para diseñar, construir y operar centros de datos a medida en toda Europa para grandes clientes tecnológicos y actualmente ya opera y teje vínculos en Oriente Próximo.

La compañía se ha mantenido en un discreto segundo plano en las valoraciones políticas de sus asociados con respecto al genocidio. El general de cuatro estrellas David Petraeus, exdirector también de la agencia de inteligencia estadounidense CIA, se incorporó a KKR en 2013 como presidente del grupo en Oriente Medio. Petraeus fue comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán entre 2010 y 2011. En 2013, The Guardian publicó información exclusiva sobre su conocimiento de las torturas en Iraq. En sus “comentarios de mercado”, los analistas de KKR señalaban la victoria de Trump como positiva, en tanto podían servir para dinamizar los llamados Acuerdos de Abraham firmados por Israel con distintos países de mayoría árabe.

Economía
El fondo proisraelí KKR se hace con los grandes festivales españoles de música
Controla eventos como Sónar, Viña Rock o Resurrection Fest mientras expande su negocio con la promoción inmobiliaria en territorios palestinos ocupados ilegalmente y la creación de centros de datos para las grandes tecnológicas.
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