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Coronavirus
Conciliar a solas en una crisis económica sin precedentes
Un sondeo realizado por la Federación Española de Madres Solteras valora cómo ha afectado la crisis sanitaria y económica a las familias monoparentales. La postergación del inicio de curso hasta el mes de septiembre y la inestabilidad laboral en hogares que dependen de un solo sueldo preocupan a este colectivo.
Ayer 28 de abril, en las últimas horas de la tarde, Pedro Sánchez perfilaba el modo en el que se dará la desescalada. En esa rueda de prensa se confirmaba una decisión que ya se venía asumiendo desde hace semanas: que el curso no se retomará hasta septiembre. Entre las personas afectadas por esta decisión hay un colectivo particularmente preocupado. El de las personas al frente de familias monoparentales, en una gran mayoría madres que crían en solitario a sus hijas e hijos.
Horas antes, Carmen Flores Rodríguez, presidenta de la Federación Española de Madres Solteras, valoraba para El Salto la posibilidad de que, como finalmente se ha aclarado, el curso no se retomara hasta septiembre: “Los problemas de conciliación para las familias monomarentales se van a agravar, necesitaríamos medidas específicas, por ejemplo que se adaptaran los campamentos urbanos con menor ratio quizás, alguna fórmula para que las madres puedan trabajar”.
Si bien el presidente no desarrolló ayer las medidas concretas, sí que enunció la posibilidad de que “aquellos niños que no tengan la presencia de sus familias puedan ir a un centro escolar”, una medida contemplada para menores de seis años. La propuesta, que no está particularmente dirigida a este colectivo, supondría un alivio limitado en gran medida por el corte de edad, a la espera de que este extremo sea aclarado por el gobierno.
Para evaluar las consecuencias de la crisis sanitaria y su eco económico y emocional en las familias monoparentales, la FAMS ha publicado recientemente un sondeo
Para evaluar las consecuencias de la crisis sanitaria y su eco económico y emocional en las familias monoparentales, la FAMS ha publicado recientemente un sondeo realizado entre más de 545 familias, la mayoría encabezadas por mujeres, que pretende captar los efectos reales del primer mes del confinamiento en el presupuesto y los ánimos de madres e hijos. La FAMS alerta, en la presentación de esta encuesta, que: “Existe una conciencia de que las familias monoparentales son un colectivo de riesgo en la crisis de la Covid-19, sin embargo no se han adoptado medidas concretas ni específicas que atiendan a esta realidad familiar”.
I.C vive en Madrid sola con su hija, que cumplirá cuatro años el próximo 12 de mayo, al arranque de la fase 1 en su ciudad. Esta profesional de la cooperación lleva desde principios del confinamiento teletrabajando para la entidad del tercer sector que la emplea. “Lo que más me está costando es simultanear todo lo que antes eran departamentos medianamente estancos de la vida, que es trabajo, crianza con todo lo que esto implica de comer de una manera decente, dedicar atención”, afirma. También ha intentado seguir las tareas de la escuela aunque su hija esté en infantil “para mantener una continuidad”. Y todo esto “sin posibilidad de relevo”.
I.C no participó en el sondeo, sin embargo su caso encaja en el de una buena parte de las personas que contestaron al cuestionario online que la FAMS distribuyó entre sus redes. El de una mujer de nacionalidad española (92%), de entre 40 y 50 años (57%), con un solo hijo o hija a cargo (es el caso del 72%) y actualmente teletrabajando.
Pobreza
El 46% de las familias monoparentales vive en situación de exclusión social
La Red europea contra la pobreza y la Federación de Asociaciones de Madres Solteras reclaman una ley de familias monoparentales que aborde de forma transversal género, empleo, vivienda y conciliación.
Como I.C, las encuestadas refieren el estrés de la conciliación, y las dificultades para sostener esta situación en el tiempo. Le preocupa cómo va a afectar a su hija no acudir durante meses al colegio donde socializa con sus pares. “Tener que estar en un mundo adulto y poco social durante tantos meses me parece que para ella es una pérdida en el crecimiento emocional y psicológico”, lamenta, aunque cree que encontrarán el modo de compensar por otro lado. La preocupación por los hijos y por lo efectos del encierro en su salud y bienestar, es común en muchas de las madres
El informe apunta a que esta circunstancia de que la mayoría de las familias monomarentales tengan solo un hijo, cuestiona el hecho de que las propuestas para aliviar la situación de las madres, equiparando estas familias a las familias numerosas, por ejemplo, parten de la existencia de al menos dos hijas o hijos.
Quienes como I.C han podido conservar su trabajo refieren la suerte de mantener un ingreso económico. “Hay muchas personas en ERTE o que han tenido que cerrar sus negocios, que están en una situación muy precaria y no pueden sostenerse por más tiempo”, recuerda Flores Rodríguez, quien también señala a aquellas que han perdido sus trabajos o reducido sus jornadas y por consiguiente sus salarios por no tener alternativas para garantizar el cuidado de sus hijas e hijos. Esta situación, según el sondeo, está generando pobreza e incertidumbre económica: “El 39% afirma con claridad que puede afrontar los gastos de alimentación, mientras que el 34% de las familias responden que de momento sí siempre y cuando no se alargue la situación y el 27% dice que no puede hacer frente ya a esos gastos”, reporta el estudio.
“El 39% afirma con claridad que puede afrontar los gastos de alimentacion, mientras que el 34% de las familias responden que de momento sí siempre y cuando no se alargue la situación y el 27% dice que no puede hacer frente ya a esos gastos”
Ante las dificultades de conciliación la mayoría de las personas han recurrido a sus redes personales (63%), pero el confinamiento ha supuesto un cambio importante, en el que abuelas y abuelos pasan a segundo plano al ser colectivo de riesgo —aunque un tercio de las madres siga recurriendo a ellos—. Los dos otros tercios los componen amigos y vecinos que se revelan como un actor imprescindible a la hora de apoyar. Fuera de las redes, las encuestadas señalan la hostilidad que han sentido en ocasiones.
“Ahora al menos están los paseos pero en la calle me ha tocado miradas de censura y policías de balcón, que llegaron a asustar a la niña”, cuenta I. G. En el sondeo más de un cuarto de las personas refieren situciones de este tipo: dificultad para entar en el supermercado, y “hostilidad por parte de la gente”. El hecho de estar 24 horas con sus hijos ya no debería suponer estas dificultades, dado el progresivo desconfinamiento, pero siguen presas de una problemática estructural.
“Todo está montado para familias biparentales. Así que estar tú sola te expulsa, porque estás tu sola para todo”, cuenta O. E. desde Valencia. En la Comunidad Valenciana, donde reside esta madre, sí que hay políticas específicas para familias monomarentales. “Junto a Catalunya y Aragón, son comunidades autónomas donde las familias monoparentales cuentan con un reconocimiento específico a diferencia de la Comunidad de Madrid o Castilla León y Castilla la Mancha”, mapea Flores Rodríguez, quien comenta que Madrid estaría avanzando también hacia ese objetivo.
Si bien O. E., que tiene una hija de casi un año, valora como positivo el contar con una tarjeta de familia monoparental —“que tardó un montón en llegar”— señala que aparte de descuentos en la red pública de transporte y en algunos espectáculos y espacios culturales, la principal ventaja es el acceso preferencial a la ayuda de alquiler y a la renta de inclusión valenciana. “Pero en mi caso es una trampa, porque para que me la den tengo que salir primero de casa de mi madre a donde tuve que volver por no disponer de medios económicos, me exigen irme de nuevo para tener derecho a solicitar ayuda”.
Según la última encuesta del Eurostat el 50% de las familias monoparentales estarían en riesgo de exclusión. La estadística precede a la crisis sanitaria. Para O. E. el problema está en el acceso al trabajo: “En el sector privado casi tienes que mentir para que no te discriminen por ser madre, especialmente soltera. En el público quizás se podrían reservar cuotas, del mismo modo que se reservan para otras circunstancias”, plantea.
Pero ahora es justamente el trabajo lo que escasea, como certificaban los datos de la EPA del pasado 28 de abril. Casi nueve de cada diez participantes en el sondeo afirmaban que su trabajo “se ha visto afectado seriamente con la crisis”. De qué manera podrán recuperarse los empleos de la mano de la desescalada, es un misterio.
Coronavirus
El ingreso mínimo vital se abre camino entre el estigma y las dudas respecto a su implementación
El anuncio de un ingreso mínimo vital ha soliviantado a una parte de la esfera partidaria que impugna la idea en su totalidad. Mientras, quienes están familiarizados con la forma en la que funcionan renta mínimas y subsidios alertan sobre las dificultades de implementación de esta medida.
Como I.C, el 61% de las mujeres que contestaron estaban trabajando y de ellas la mayoría, un 63% teletrabajando, frente a un 19% que seguía saliendo a trabajar fuera. “Si estas tú sola y falla el salario, no hay nadie más”, alerta I.C, “es solo tu salario el que está para pagar el alquiler estratosférico y todos los demás gastos”.
El tema de la vivienda resulta acuciante de hecho para madres que deben hacer frente a esta situación en soledad. El 79% de quienes respondieron al sondeo, estaban en alquiler o pagando una hipoteca. Entre las primeras medidas que anunció el gobierno estaban las moratorias al pago de la hipoteca o alquileres, en unas condiciones que han sido consideradas insuficientes.
Por otro lado, ante la evidencia de que la crisis va a golpear duro a amplios sectores de la sociedad y que muchos quedarán excluidos por un tiempo del mercado laboral, el ejecutivo ha anunciado, en medio de la polémica, que activará un ingreso mínimo vital en mayo. Se ha apuntado que la medida alcanzará a un millón de familias, de estás, 100.000 serán monoparentales.
El tema de la vivienda resulta acuciante de hecho para madres que deben hacer frente a esta situación en soledad. El 79% de quienes respondieron al sondeo, estaban en alquiler o pagando una hipoteca
“Aún sabemos muy poco pero a priori nos parece una buena medida, solo deseamos que se tenga en cuenta la siuación de nuestras familias”, afirma Flores Rodríguez sobre las ayudas que el gobierno ha previsto para las capas más vulnerables. Ingreso mínimo vital, apoyo a la alimentación, medidas en el ámbito de la vivienda, apoyo a la conciliación, ayuda en el pago de suministros o la simplificación de los trámites; y no menos importante, la demanda de regularización extraordinaria de madres migrantes, figuran entre las propuestas que la Federación ha dirigido a las distintas administraciones, propuestas encabezadas por la demanda de ser consideradas como colectivo vulnerable.
Es necesario que se reconozcan nuestra situación específica para poder darle respuesta, insiste la presidenta de la Federación. O, como afirma el informe, el reconocimiento de estas familias y sus necesidades serían necesarios para diseñar cualquier respuesta política. “No basta con nombrarlas, hay que tenerlas en cuenta en las políticas”, se apunta.
En ese sentido la FAMS prevé focalizar sus próximos sondeos en las necesidades de las familias monomarentales, de qué manera han repercutido las medidas aprobadas en estas familias y cuáles son las consecuenciencias de no haber aplicado las medidas que vienen reclamando.
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O prelo
O prelo Unha fábula de luces incógnitas
Gracias por pensar en nosotras. Yo estoy teletrabajando en casa con horario partido y fines de semana. Llevo sin salir ni vacaciones ya de años antes, trabajo por mi cuenta para poder atender a mi hija y hacer las tareas de mi casa y no me llega para la cuota de autonomo, solo para el alquiler y gastos del hogar muy justo. El confinamiento ya lo vengo viviendo desde hace años sin poder salir.