Coronavirus
El covid-19 acelera el regreso a la España vaciada, ¿o no?

Con el coste de la vida al alza en las grandes ciudades, cada vez son más quienes se plantean la necesidad de vivir en la periferia o incluso instalarse en la llamada “España vaciada”, incluso entre quienes se fueron del país hace años. La pandemia (y la dureza de los confinamientos) y la normalización del teletrabajo también han contribuido a que la gente se fije en el entorno rural.

regreso al pueblo 6
La generalización del teletrabajo que ha traído la pandemia ha provocado que instalarse en áreas no urbanas sea contemplado como una opción para mucha gente. Edu León
19 nov 2020 06:00

Antes que nada, los datos: la España vaciada sigue estándolo. En las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística este mismo año, la pérdida de población era evidente en Castilla y León, Asturias, Extremadura y Ceuta, y solo crecía en Andalucía, Cataluña o Madrid. Basta también con meter el nombre de algún pueblo en el buscador de habitantes del INE para ver que la población en zonas rurales con suerte se mantiene, pero con mucha frecuencia, baja. Apliquemos ahora, en cambio, un tercer filtro, y busquemos el número de habitantes en zonas rurales cercanas a la capital, y veremos que en los últimos años la población de El Escorial, Chinchón o Navalcarnero, por ejemplo, está al alza. Lo mismo sucede con Sitges, Vic o Sant Cugat: el aumento imparable de los precios del alquiler, el estancamiento de los salarios y la precarización del trabajo empujan a muchos a la periferia. Hay quienes van más allá y, puestos a dar el salto, deciden lanzarse a la vida rural: son pocos, pero la generalización del teletrabajo que ha traído la pandemia ha provocado que más de uno contemple la opción de instalarse en áreas no urbanas.

En 2019, ni siquiera el 20% de la población vivía en zonas rurales: basta con echar un vistazo a cualquier mapa que refleje la densidad de población para constatar que buena parte del territorio está vacío. La necesidad de repoblar la España vaciada ha provocado la aparición de políticas de desarrollo rural o de plataformas como Volver al pueblo, que facilita la instalación de pobladores en zonas rurales y ofrece listados de viviendas a las que se puede acceder mediante compra, alquiler o cesión. Pero en los últimos tiempos ha entrado en juego un factor con el que quizás pocos contaban: el urbanita que, hastiado de estrés y precariedad, se instala en zonas rurales o el emigrado que cuando retorna decide volver a las raíces.

Cuando Volvemos, un proyecto nacido en 2016 con el objetivo de facilitar el regreso de talento a España, presentó al Gobierno su programa piloto de retorno “Un país para volver” en 2018, lo hizo centrándose en los grandes núcleos de población urbana, porque entonces no podían imaginar que buena parte de los candidatos pedirían ayuda para instalarse en zonas rurales: “Los costes son menores, a pesar de las dificultades para encontrar vivienda ésta es más barata, y luego está la colaboración institucional, porque ayuntamientos, diputaciones y juntas están deseando que la gente se instale”, explica Raúl Gil, uno de los promotores. “La atracción de las ciudad está dejando paso a otras realidades, como zonas de provincias que no necesariamente son zonas rurales, pero que llevan despoblándose muchos años”.

En Volvemos ayudan a los emigrados que tienen proyectos de emprendimiento a instalarse facilitando los trámites burocráticos, poniéndoles en contacto con las administraciones y guiándoles en un país que ha cambiado tanto durante el tiempo que los emigrados han pasado fuera que, a veces, ni saben a qué empresas dirigirse, y es ahí donde Volvemos presta su ayuda con lo que dan en llamar el “acompañamiento”. Hay voces críticas, como la de Marea Granate, que explican que el emprendimiento “no refleja la realidad de la emigración, al menos no la de la emigración que nosotras conocemos, es decir, la del pueblo que trabaja”, pero para quienes se acogen a esta forma de retorno, lo que más pesa es volver a casa.

El vínculo emocional es el factor decisivo para los emigrados que se han instalado en un área rural. Así lo explica Juan Pedro Calderón, creador de JJ Robots.com, una empresa de robótica educativa, que llegó a Peñarroya-Pueblonuevo (10.000 habitantes, Córdoba) buscando “calidad de vida y tener la familia cerca”. Su reciente paternidad y la falta de vínculos familiares en Escocia fueron decisivos a la hora de volver, y con una conexión que le permite enviar el material con sólo una demora de “medio día o un día más” y con la generalización del teletrabajo, volver a casa ha resultado fácil. “Una reunión virtual no puede reemplazar una reunión en persona”, apunta, “pero siempre puedes ir una semana a la ciudad, reunirte con la gente con la que te tengas que reunir y volver”.

En el caso de María de la Cruz, los lazos familiares también fueron decisivos para volver a Villanueva de los Infantes (Ciudad Real, con poco más de 5.000 habitantes): “Llega un momento en que ya una se cansa un poco y apetece volver, y los cumpleaños que se pierden y todos esos momentos van pesando más cada vez —explica a El Salto—, así que tenía un poco la idea en la cabeza y durante el confinamiento tomé la decisión definitiva porque la distancia se hizo más pesada de lo que era antes”. María no es la única que ha terminado de decidirse a regresar con la llegada de la pandemia. “El otro día decían que el censo ha aumentado 70 personas en el pueblo”, explica. Su trabajo también se ha visto favorecido: especializada en comunicación digital, ha visto cómo “muchos negocios se han dado cuenta de que tienen que digitalizarse ya” y la competencia y los costes son menores que los que tenía en Holanda.

Jesús García, originario de Buendía (un pueblo de menos de 500 habitantes de la provincia de Cuenca, y que actualmente vive en Lisboa y ni se plantea volver), entiende que instalarse en zonas rurales sin la existencia de lazos afectivos previos significa que “vas a pasar periodos de soledad muy grande”.

Mónica Franco se dedica a la comunicación y decidió romper con la rueda de “pagar un precio de alquiler desorbitado, cambiar de trabajo cada año y medio para ganar más, para pagar ese precio de alquiler” dejando Madrid e instalándose en Villaseca de Laciana (León, 1.000 habitantes). Ella constató esa soledad de la que habla Jesús. “Cuando llegué no conocía a gente joven, conocía a gente mayor de la edad de mis padres… Los primeros meses estuve más recluida, creo que porque yo también lo necesitaba, así que no voy a decir que no fue un recibimiento muy feliz porque yo también me recluí un poco en mí misma”, explica. Con el tiempo ha hecho amistades que, además, le han mostrado otra realidad: “Es como cuando vas a la universidad y te ves obligada a hacer vida con gente que no es de tu tribu urbana del instituto y de repente empiezas a descubrir un mundo nuevo… Te encuentras con gente que tiene estudios superiores y trabaja haciendo cosas maravillosas como la gestión cultural, con gente que tiene los estudios básicos y ha trabajado en la mina y tiene tu edad y está prejubilada, gente que ha emprendido y ha montado un ultramarinos en tu pueblo… Son muchos perfiles muy diferentes y eso es muy enriquecedor”. Como Juan y María, Mónica valora la reducción del estrés y disfrutar de un ambiente que, especialmente durante el confinamiento, le ha permitido disfrutar hasta del aire libre.

Pero la vida rural tiene un caballo de batalla que se ha agravado con la pandemia: la falta de recursos sanitarios. Tanto Jesús como Mónica constatan que las consultas médicas, que antes atendían dos veces por semana, han dejado de tener lugar a causa del coronavirus. “Tenemos miedo de que no nos lo vuelvan a abrir y nos lo deriven al siguiente municipio que está a cinco kilómetros y que para la gente mayor supondría un verdadero problema”, explica Mónica, que además destaca que no hay transporte público en el pueblo. En Buendía, para “ir a una consulta especializada en el hospital a 80 kilómetros, son 50 minutos de coche: no existe un autobús de línea que te pueda llevar a la ciudad y que te traiga porque lo suspendieron —cuenta Jesús—, tienes que tener coche y al final te tienes que gastar un dinero en gasolina”.

Los problemas de infraestructura son el principal escollo que encuentran quienes se instalan en áreas rurales: aunque en el pueblo de Mónica acaban de instalar fibra óptica, en el de Jesús son normales las zonas sin cobertura o los cortes de luz, y echa de menos una inversión pública en servicios básicos que permitan “el mantenimiento de escuelas y de centros de salud, acceso habitacional” así, como ayudas dirigidas “a la gente joven que ya está allí para que no se tenga que ir”.

Para mantener el interés que ha despertado la España vaciada entre migrantes y gente cansada de la gran ciudad hace falta más que poder teletrabajar: como apunta Mónica a día de hoy, “si te planteas un futuro aquí y es un futuro sin servicios habrá que tirar de organización vecinal y de colaboración”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Pandemia La Fiscalía abre diligencias por primera vez por muertes sin asistencia en domicilio durante la pandemia
Los padres de Francisco Rodríguez fallecieron en su domicilio de Madrid tras contagiarse de covid-19 y después de llamar de manera recurrente para conseguir asistencia médica que no consiguieron a tiempo.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Presentan la primera demanda por mayores muertos en domicilios sin traslado hospitalario durante el covid
Los padres de Francisco murieron sin recibir traslado hospitalario ni asistencia médica a tiempo cuando enfermaron por covid-19 en su domicilio de Madrid, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020.
Sanidad
Investigación La exclusión hospitalaria de mayores durante el covid en Madrid precedió a la existencia de protocolos
El primer protocolo de la Consejería de Sanidad sobre derivación a hospitales de pacientes de covid residentes en centros de mayores es del 18 de marzo, pero la disminución de residentes derivados empezó el 7 de marzo, según una investigación.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.