Contigo empezó todo
Cuando la Patagonia rebelde hizo rodar la ruleta de la venganza

La feroz represión en 1922 de la huelga general en la Patagonia argentina dio lugar a una espiral de represalias entre individuos de los dos bandos.

Patagonia rebelde
Tropas del coronel Héctor Benigno Varela en Santa Cruz, 1922
29 may 2018 05:54

El 10 de enero de 1922 terminó la campaña militar del Gobierno de Hipólito Irigoyen contra la Patagonia rebelde, el episodio más importante y trágico del sindicalismo argentino. Lo que en septiembre de 1920 había comenzado como una huelga de los trabajadores laneros y peones rurales convocada por la Sociedad Obrera de Río Gallegos desembocó en un levantamiento de toda la provincia de Santa Cruz.

Las peticiones originarias, relativas a sueldos y condiciones de vida y de trabajo, fueron en primer lugar desoídas. La Sociedad Obrera, dirigida por Antonio ‘El Gallego’ (era de Ferrol) Soto, convocó huelga general. El Estado acabó por dictar un laudo aceptado por ambas partes. Sin embargo, la patronal no lo cumplió, sino que tomó represalias contra los huelguistas y comenzó una campaña nacional contra el “bandolerismo anarquista” para obligar al Gobierno nacional a actuar de forma contundente. El objetivo se cumplió. Frente a la intransigencia de los latifundistas rurales y faltos de apoyo por el enfrentamiento interno en su central nacional, la Federación Obrera Regional Argentina, los huelguistas formaron varias columnas que, armadas, tomaban estancias de los propietarios rurales. El regimiento 10º de Caballería, dirigido por el teniente coronel Héctor Benigno Varela, arrasó, dejando entre 300 y 1.500 obreros fusilados. Por órdenes suyas, cada uno fue ejecutado con cuatro disparos. Lo que Varela no esperaba es que su actuación daría lugar una increíble ruleta de la venganza y que, sólo un año después, esos cuatro disparos resonarían al salir de su casa, esta vez dirigidos hacia él.

Acto 2: La venganza de Wilckens

Nacido en el norte de Alemania en 1886, Kurt Gustav Wilckens había emigrado a Estados Unidos en 1910. Allí trabajó en una fábrica de conservas de pescado que producía dos marcas, una de buena y otra de mala calidad. La primera iba a los barrios altos, mientras que la segunda se distribuía en los barrios proletarios. Wilckens convenció a sus compañeros para proceder de manera inversa, lo que supuso su despido cuando se descubrió el cambiazo. Posteriormente trabajó en minas de carbón, lo que conllevó su deportación a Alemania por participar en las huelgas. En 1920 volvió a cruzar el océano, esta vez con dirección Argentina. Allí fue estibador y recogió fruta, a la vez que ejercía como corresponsal de periódicos revolucionarios de su país. Siguió de cerca los acontecimientos en la Patagonia, y el trágico final le conmocionó tanto que, pese a sus ideas pacifistas y tolstoianas, decidió intervenir.

Kurt Gustav Wilckens
El anarquista de origen alemán, Kurt Gustav Wilckens, que mató al coronel Héctor Benigno Varela.

Eran las siete de la mañana del 27 de enero de 1923 y Wilckens aguardaba frente a la puerta del domicilio de Varela en Palermo (Buenos Aires). Cuando el militar salió a la calle, el pasado se le echó encima en forma de cuatro balas, como las que él ordenaba disparar en cada ejecución. Wilckens las acompañó con una bomba. Ésta fue la perdición de Varela, pero también de su verdugo, porque el azar hizo que una niña de diez años apareciera de repente y Wilckens la cubrió para salvarla de la bomba a punto de explotar. Herido, no pudo escapar. En la cárcel, Wilckens explicó: “Él era todo en la Patagonia: gobierno, juez, verdugo y sepulturero. Intenté herir en él al ídolo desnudo de un sistema criminal”.

Acto 3: La venganza de Pérez Millán

La ruleta siguió girando: el 15 de junio de 1923, Ernesto Pérez Millán, expolicía miembro de la ultraderechista Liga Patriótica Argentina y pariente de Varela, entró impunemente en la cárcel en la que Wilckens cumplía condena, armado con un fusil Mauser. Le asesinó en su celda. Después declaró: “Yo he sido subalterno y pariente del comandante Varela. Acabo de vengar su muerte”. A pesar de ello, un oportuno dictamen médico manifestó que acusaba “síntomas bien claros de hallarse bajo la acción de una ligera crisis nerviosa, y en ciertos momentos de su interrogatorio presenta rasgos de perturbación de su memoria pues ciertos pasajes de su vida anterior los recuerda con alguna dificultad”. Así, le internaron en el bonaerense Hospicio Vieytes, un centro psiquiátrico donde podría pasar sus ocho años de reclusión sin miedo a represalias.

Acto 4: La respuesta final

Pero los fantasmas patagónicos disponían del último movimiento de la ruleta. Aquí entra en escena un nuevo protagonista de la historia: Germán Boris Vladímirovich, hijo de una familia de la aristocracia rusa a la que renunció tras casarse con una trabajadora revolucionaria. Médico, biólogo, catedrático en Zúrich, políglota, en 1909 se trasladó a Argentina. Allí optó por la vía expropiadora para financiar sus proyectos políticos, y dio con sus huesos en un penal.

Allí se enteró de la muerte de Wilckens, episodio que le afectó mucho, al igual que a Wilckens le habían afectado los hechos de la Patagonia. Aquejado por problemas de salud y ya con casi 50 años, Vladímirovich consideró que la historia desencadenada por la masacre de 1922 no debía acabar en el asesinato del alemán. Y en el penal, tramó un plan. El ruso empezó a fingir ataques de locura y fue trasladado al hospicio donde estaba recluido Pérez Millán.

Vladímirovich estaba cerca, pero no lo suficiente. El ultraderechista se encontraba en otro pabellón al que él no podía acceder. Quien sí podía era Esteban Lucich, un preso con problemas mentales que por su buen comportamiento tenía acceso libre a todos los sectores del centro. Y lo mejor de todo: Lucich se encargaba de atender a Pérez Millán.

A mediados de 1925, Vladímirovich, el culto profesor que había renunciado a todo para cambiar el mundo, y Lucich, el pobre inmigrante croata maltratado desde niño y encerrado por matar al médico en cuya casa trabajaba después de que éste le despidiera, ya eran amigos. El ruso le contó la historia de la Patagonia rebelde, de lo que había hecho Wilckens y de lo que le habían hecho. Quizá fue por su vínculo con este nuevo amigo que le enseñaba tanto, quizá por solidaridad política (se sabe que Lucich había estado afiliado a la FORA anteriormente), quizá por su mente problemática. Fuera cual fuera el motivo, se convenció y Vladímirovich consiguió recibir un revólver desde el exterior.

El 9 de noviembre de 1925, Lucich entregó a Pérez Millán su bandeja del desayuno. Cuando éste la cogió, sacó el arma. Antes de alojar una bala en su pecho y dar por terminada la ruleta de la venganza, Lucich dejó un recado a Pérez Millán: “Esto te lo manda Wilckens”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Solo para socias
Sorteo 10 ejemplares de ‘Contigo empezó todo’, nuestro primer libro
Si aún no lo tienes, aprovecha nuestro sorteo entre el 9 y el 22 de diciembre para llevarte gratis este volumen con el que inauguramos El Salto Libros.
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Francisco Ponzán, el Schindler español
El anarcosindicalista oscense lideró una red de evasión que ayudó a escapar a miles de personas de la persecución nazi.
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Lucy Parsons, el último dinosaurio de Chicago
Opacada por la muerte de su marido, la vida de esta sindicalista revolucionaria abarcó los mejores años de la izquierda en Estados Unidos.
Hodei
29/5/2018 23:54

Interesantísima historia de la Patagonia Rebelde. Una vez más vemos cómo los gobiernos liberal siempre apoyan, sea cual sea la situación, a las élites explotadoras.
Por otro lado, estos dos obreros solo intentaron hacer justicia Ante tales asesinos del pueblo

3
0
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Más noticias
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.